24 de abril de 2024

El niño que José María salvó es ahora ingeniero

Hace varios años, el socorrista José María Pérez Morales, recientemente fallecido, ayudó a un niño que daban por muerto y regresó a la vida, gracias a los primeros auxilios que le brindó

Ahora, aquel niño a quien incluso le habían puesto una manta sobre su cuerpo porque lo creían muerto, es un ingeniero civil…
En mayo de 2016, luego de recibir un reconocimiento de la Cruz Roja de Hermosillo, recordó el hecho que sucedió cuando él, muy joven, estaba trabajando como peluquero cuando le avisaron que habían atropellado a un niño muy cerca de su negocio, por lo que aventó las tijeras y fue a ver qué podía hacer.

Al llegar al lugar vio que un niño estaba tendido en la calle, en aquel tiempo de tierra, con una manta encima, pues lo daban por muerto porque un camión pasó por encima de su cabeza, dañando seriamente la cara y parte del cráneo.

José María le dio el RCP completo para que sus signos vitales volvieran, lo hizo hasta que el pequeño volvió a respirar. Este hecho lo marcó de tal manera que lo impulsó a ser socorrista de la Cruz Roja, algo que hacía desde 1969, hasta marzo de 2023, cuando falleció.

«Cuando lo vi tenía una cobijita tendida como que estaba muerto y lo revisé, le di respiración para que agarrara aire, medio abrió los ojos lo agarré en mis brazos, paré al primer carro que pasó y lo llevamos al hospital.

«Siempre he dicho que hay que hacer el bien sin importar a quién, y es lo que me pasó con el niño, ahora ya es todo un muchachote, una muy buena persona que gracias a Dios es grande y lo tenemos con nosotros», manifestó.

CONOCIDOS

La familia del niño ya conocía a José Pérez, ya que se iban a cortar el cabello con él, acción que hasta la fecha hacen algunos integrantes de la familia.

Después de un tiempo los padres del niño lesionado fueron a la peluquería de Pérez Morales para agradecerle todo lo que había hecho por su pequeño hijo, pues era algo que nunca olvidarían.

«Vino la mamá y el papá del niño, para eso la señora y mi mamá se conocían porque iban a la iglesia juntas, dijo que invitaba al otro peluquero que estaba conmigo a comer, le pregunté porqué y dijo que para agradecerle lo que había hecho.

«Cuando le dijeron que había sido yo pues me abrazó y me agradeció infinitamente lo que había hecho por su hijo, pero no fui yo, sino obra de Dios», expresó.

«LO SIENTO COMO MI SEGUNDO PADRE»


El reencuentro

Como siempre lo ha hecho, José María Pérez Morales trabajaba de peluquero aparte de ser socorrista voluntario, y después de mucho tiempo sin ver a ese niño que salvó, hoy todo un hombre, le dio la sorpresa y lo visitó en la peluquería ese mismo mayo de 2016, dos días después del reconocimiento.

Un fuerte abrazo fue el que los dos se dieron al reencontrarse, intercambiaron miradas y el agradecimiento entre ambos no pudo faltar, según narraron en los periódicos.

Ramón dijo estar muy agradecido por todo lo que hizo José Pérez, pues sin ser nada de él, le salvó la vida.

«Le estoy muy agradecido por la segunda oportunidad que me dio de vivir, Dios lo puso ahí en el lugar indicado para que me ayudara y eso jamás se me olvidará porque en parte el que esté aquí se lo debo a él.

«Lo siento como mi segundo padre porque estuvo en el momento indicado y ayudó para que yo tuviera esta segunda oportunidad de vivir, estoy agradecido con él, con la vida y mi familia», enfatizó.

Las palabras que expresó José María Pérez fueron que después de tantos años, el reencontrarse es algo precioso.

«Ramón aquí está con nosotros siendo un gran padre de familia, un gran esposo y una gran persona, siento que su familia es mi familia ya», recalcó José María Pérez.

Ramón tiene bien definido que la amistad entre él y José Pérez será definitiva, para toda la vida y nada lo va a cambiar.

«El accidente es algo que me marcó espiritualmente pero gracias a Dios estoy aquí, me siento muy afortunado de la segunda oportunidad que Dios me dio y de haber hecho una familia maravillosa con mis cuatro hijos y esposa, trato de aprovechar cada momento al lado de ellos y de los que me rodean», expresó.

Rosario, hermana de Ramón, agregó que aunque no van a saludar seguido a José María Pérez, siempre se acuerdan mucho de él y lo tienen presente por lo que hizo por su hermano.

Es un hijo de Rosario el que va con José María a cortarse el cabello y siempre da razón a su familia sobre cómo está.

De una manera u otra, ambas familias estarán siempre conectadas.

José María hacía el bien sin mirar a quién

Hacer el bien sin mirar a quién es el lema que «mueve» la vida de José María Pérez Morales, socorrista con 54 años de trayectoria, ya que para él lo más importante es ayudar a quien lo necesite, en cualquier momento y circunstancia.

Él inició como cobrador de las donaciones que hacían las empresas para Cruz Roja, llevaba su propia moto y el trabajo lo realizaba sin ningún sueldo, ya que para José María Pérez era un gusto ayudar a la institución, a la par de su trabajo como barbero, oficio que en sus tiempos libres aún desempeña.

Fue a los 20 años de edad cuando tomó la decisión de ser socorrista, pues había empezado a tomar cursos de primeros auxilios en sus tiempos libres, así que las bases ya las tenía.

«Para ser socorrista tienes que tener un gran don de servicio, por eso invito a todos los socorristas a que tengan el sentimiento para ayudar a nuestro prójimo, aquí llega gente indigente y le hacemos el feo, pero también somos humanos y ellos también lo son, el agua hay que darles.

«No hay que ser socorrista nada más porque sí», expresó, «no hay que solamente serlo, sino sentirlo, sentir ese deseo de ayudar a las personas».