28 de marzo de 2024

Los fabulosos 70 y 80 en Hermosillo

Para mi la época más maravillosa fue en esas dos décadas, porque en ese entonces en Hermosillo se estilaba:

-Emocionarse cuando pasaba una avioneta y gritarle «¡tira papeles¡».

-Escuchar los gritos de mi amá cuando empezaba a llover: “¡Tapen los espejos!”…

  • Ir a cazar pichones y lazarse con piolas y caer en el trigo almacenado en la Despepitadora, allá en la Piedra Bola
  • Las graduaciones y tardeadas en el Bloky’O, en el Nova Olympia.
  • Ver los programa Risas, Estrellitas y Sonrisas, Lluvia de cheques (El preguntón).
  • Comer una hamburguesa en el «Japs».
  • Entrar a hojear revistas a Librolandia.
  • Ver al Santa de Mazón y entrar a pasearse en las escaleras eléctricas.
  • Comer taquitos de chilorio en el Kiosco Fina.
  • Subirse al camión y querer ir para el lado de la ventana o sentarse en asiento individual que estaba a un costado del chofer.
  • Hacer ‘carritos de bering’ para dejarnos venir de bajada de cualquier lomita.
  • Cazar «güicos» y porohuis en los patios o el monte.
  • Entrar al matiné los domingos en el Cine Nacional.
  • Comer taquitos de barbacoa con una malteada en el Mercado Municipal.
  • Las «rialadas» de la Policía.
  • Jugar Pac-Man en las maquinitas del Parián.
  • Comprar tortillas de maíz y comerse una en el camino.
  • Golpear con la rodilla el envase de soda cuando nos mandaban a la tienda.
  • Trozarse la camisa cuando cruzábamos un cerco.
  • Ver bañar a los niños en el lavadero para que se les quitara el calor.
  • Comer a medio día sopa de codito La Romana y de tomar, un vaso de «Culey» de fresa.
  • Emocionarse cuando pasaba una avioneta y gritarle ¡tira papeles¡.
  • Salir hacer montoncitos de tierra, cuando pasaban las máquinas raspando la calle.
  • Escuchar los gritos de mi amá cuando empezaba a llover: “¡Tapen los espejos!”.
  • Las goteras adentro de la casa.
  • Dormir en el patio, en un catre o una tarima.
  • Saborear las paletas de crema Oro Puro.
  • Escuchar narrar a Fausto Soto Silva un partido de los Naranjeros.
  • Llevarnos los domingos a el paseo de Topahue.
  • Acudir al grito el 15 de septiembre en Palacio y regresarse en «bolita» a pie.
  • Jugar «beis» en la calle.
  • Contestar «Come torta con tu hermana la gordota», cuando preguntábamos algo y nos decían “¡Qué te importa!».
  • Pedir «Clin» para decir algo y perdíamos cuando otro gritaba “¡Pido la palabra de Dios!».
  • Ver bailar al «Frijolitos Pintos» el » Chapotea» con los Comandos del Oeste en el Reventón Norteño, por el Canal 6.
  • Ir de coleros a club Orquídea, la cancha del Choyalito armados con un velocímetro y la baica.
  • Pintearse para ir a la cueva de Santa Martha.
  • Comer un pan birote con queso y compartir una soda Pepsi.
  • Ver fumar a los más grandes y no decir nada.
  • ‘Pintearse’, ir al Parián y andar pidiendo un peso para el ruletero.
  • Colgarse en la defensa de los carros, agachado para que no los viera el conductor.
  • Tomar agua bien helada de una tinaja.
  • Andar asoleado y tomar agua directamente de la primer llave que encontrábamos en el camino
  • Cortar guamúchiles.
  • Tomar añil para el empacho.
  • Correr llorando, cuando veíamos llegar a la casa a la señora que inyectaba, con su estuche de fierro.
  • Mandarnos a la tienda con un trozo de cartón del arroz San Martín, para que nos apuntaran lo fiado.
  • Despertarse muy temprano, para comprarle un litro de leche al señor que nos vendía y traía un carro que el claxon era como el mugido de una vaca.
  • Llorar para que nos llevaran a visitar a los «tatas».
  • Esperar al papá, para que nos diera taquitos. paseados» cuando llegaba del trabajo.
  • Pelearse con los hermanos, por el campo donde pegaba mas el aire del «culer».
  • Irse con los vecinos, en la caja de un carro o un tonelada a Tastiota o Kino.
  • Tomar soda en bolsita.
  • Esperar con ganas salir de la escuela, cuando se peleaban los chamacos y oír que decían ¡Te espero a la salida¡ ¡era «tiro» seguro!.
  • Sentarse en la noche abajo de un poste de luz y contar historias de terror.
  • Contar los satélites, cuando dormíamos en el patio.
  • Salir a la calle con la «resortera» en el cuello.
  • Salir a medio día descanso a echarle agua al culer y estarse quemando los pies.
  • Ir al V.H
  • Escuchar música del «Apache» a todo volumen en los camiones.
  • No perderse los lunes el programa del «Chavo del 8».
  • Comerse el sobrante del puré Valvita en lata.
  • Ver pasar los vochitos amarillos con cola de ratón.
  • Ir a comprar estampas a Casa Romo
  • Comer ‘Choco Pakín’ con el dedo.