Saltar al contenido Para mi la época más maravillosa fue en esas dos décadas, porque en ese entonces en Hermosillo se estilaba:
-Emocionarse cuando pasaba una avioneta y gritarle «¡tira papeles¡».
-Escuchar los gritos de mi amá cuando empezaba a llover: “¡Tapen los espejos!”…
- Ir a cazar pichones y lazarse con piolas y caer en el trigo almacenado en la Despepitadora, allá en la Piedra Bola
- Las graduaciones y tardeadas en el Bloky’O, en el Nova Olympia.
- Ver los programa Risas, Estrellitas y Sonrisas, Lluvia de cheques (El preguntón).
- Comer una hamburguesa en el «Japs».
- Entrar a hojear revistas a Librolandia.
- Ver al Santa de Mazón y entrar a pasearse en las escaleras eléctricas.
- Comer taquitos de chilorio en el Kiosco Fina.
- Subirse al camión y querer ir para el lado de la ventana o sentarse en asiento individual que estaba a un costado del chofer.
- Hacer ‘carritos de bering’ para dejarnos venir de bajada de cualquier lomita.
- Cazar «güicos» y porohuis en los patios o el monte.
- Entrar al matiné los domingos en el Cine Nacional.
- Comer taquitos de barbacoa con una malteada en el Mercado Municipal.
- Las «rialadas» de la Policía.
- Jugar Pac-Man en las maquinitas del Parián.
- Comprar tortillas de maíz y comerse una en el camino.
- Golpear con la rodilla el envase de soda cuando nos mandaban a la tienda.
- Trozarse la camisa cuando cruzábamos un cerco.
- Ver bañar a los niños en el lavadero para que se les quitara el calor.
- Comer a medio día sopa de codito La Romana y de tomar, un vaso de «Culey» de fresa.
- Emocionarse cuando pasaba una avioneta y gritarle ¡tira papeles¡.
- Salir hacer montoncitos de tierra, cuando pasaban las máquinas raspando la calle.
- Escuchar los gritos de mi amá cuando empezaba a llover: “¡Tapen los espejos!”.
- Las goteras adentro de la casa.
- Dormir en el patio, en un catre o una tarima.
- Saborear las paletas de crema Oro Puro.
- Escuchar narrar a Fausto Soto Silva un partido de los Naranjeros.
- Llevarnos los domingos a el paseo de Topahue.
- Acudir al grito el 15 de septiembre en Palacio y regresarse en «bolita» a pie.
- Jugar «beis» en la calle.
- Contestar «Come torta con tu hermana la gordota», cuando preguntábamos algo y nos decían “¡Qué te importa!».
- Pedir «Clin» para decir algo y perdíamos cuando otro gritaba “¡Pido la palabra de Dios!».
- Ver bailar al «Frijolitos Pintos» el » Chapotea» con los Comandos del Oeste en el Reventón Norteño, por el Canal 6.
- Ir de coleros a club Orquídea, la cancha del Choyalito armados con un velocímetro y la baica.
- Pintearse para ir a la cueva de Santa Martha.
- Comer un pan birote con queso y compartir una soda Pepsi.
- Ver fumar a los más grandes y no decir nada.
- ‘Pintearse’, ir al Parián y andar pidiendo un peso para el ruletero.
- Colgarse en la defensa de los carros, agachado para que no los viera el conductor.
- Tomar agua bien helada de una tinaja.
- Andar asoleado y tomar agua directamente de la primer llave que encontrábamos en el camino
- Cortar guamúchiles.
- Tomar añil para el empacho.
- Correr llorando, cuando veíamos llegar a la casa a la señora que inyectaba, con su estuche de fierro.
- Mandarnos a la tienda con un trozo de cartón del arroz San Martín, para que nos apuntaran lo fiado.
- Despertarse muy temprano, para comprarle un litro de leche al señor que nos vendía y traía un carro que el claxon era como el mugido de una vaca.
- Llorar para que nos llevaran a visitar a los «tatas».
- Esperar al papá, para que nos diera taquitos. paseados» cuando llegaba del trabajo.
- Pelearse con los hermanos, por el campo donde pegaba mas el aire del «culer».
- Irse con los vecinos, en la caja de un carro o un tonelada a Tastiota o Kino.
- Tomar soda en bolsita.
- Esperar con ganas salir de la escuela, cuando se peleaban los chamacos y oír que decían ¡Te espero a la salida¡ ¡era «tiro» seguro!.
- Sentarse en la noche abajo de un poste de luz y contar historias de terror.
- Contar los satélites, cuando dormíamos en el patio.
- Salir a la calle con la «resortera» en el cuello.
- Salir a medio día descanso a echarle agua al culer y estarse quemando los pies.
- Ir al V.H
- Escuchar música del «Apache» a todo volumen en los camiones.
- No perderse los lunes el programa del «Chavo del 8».
- Comerse el sobrante del puré Valvita en lata.
- Ver pasar los vochitos amarillos con cola de ratón.
- Ir a comprar estampas a Casa Romo
- Comer ‘Choco Pakín’ con el dedo.
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