21 de noviembre de 2024

Hallan muertos a los tres hermanos policías secuestrados en Cajeme

Familiares de las víctimas los identificaron plenamente como José de Jesús, Carlos Armando  y Marco Antonio López Félix; decenas de policías renuncian

La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Sonora informó que este sábado fueron localizados los cuerpos sin vida de los tres hermanos policías que fueron privados de su libertad el pasado 30 de junio en el municipio de Cajeme.

Los cadáveres fueron encontrados al mediodía a la orilla de un predio baldío de las calles Rubí entre Cuarzo y Coral, de la colonia Valle Verde de Ciudad Obregón.

En un comunicado, la Fiscalía señaló que personal del Servicio Médico Forense (Semefo) acudió al predio para realizar el levantamiento de los cuerpos, así como recolectar indicios, evidencias y demás medios de prueba que se integrarán a la carpeta de investigación correspondiente.

En las instalaciones del Semefo, familiares de las víctimas los identificaron plenamente como José de Jesús, Carlos Armando  y Marco Antonio López Félix, todos ellos en su momento pertenecientes a la Policía Municipal de Cajeme, a quienes además unía un vínculo familiar al ser todos ellos hermanos consanguíneos.

La institución señaló que desde el inicio de las investigaciones la hipótesis de trabajo es una agresión directa en contra de ellos por parte de uno de los grupos delincuenciales que opera en la región y que está identificado.

“Por el momento al ser una investigación en curso se omiten mayores datos para guardar la secrecía del caso. Las investigaciones continúan”, precisó la Fiscalía.

Los tres hermanos fueron llevados por la fuerza por un grupo de hombres armados, mientras se encontraban en una fiesta en la comunidad de Pueblo Yaqui.

La organización Observatorio Sonora por la Seguridad denunció que al menos tres policías municipales de Cajeme fueron asesinados en los últimos seis meses de 2023 y que la semana del secuestro de los tres policías, al menos 26 elementos abandonaron la corporación.

Por ello, demandaron que tres niveles de gobierno reestructuren su estrategia de seguridad y dignifiquen a las policías locales. “No es permisible abandonar a las instituciones que deberían servir y proteger a la ciudadanía”, agregó el observatorio.

Decenas de policías renuncian tras asesinato de tres agentes en estado mexicano de Sonora

Cajeme (México), 9 jul (EFE).- El asesinato de tres agentes de policía, previamente torturados, en el estado mexicano de Sonora ha provocado la renuncia de decenas de sus compañeros por miedo a correr la misma suerte.

En las últimas horas, la Fiscalía General de Justicia (FGE) de Sonora confirmó que tres cuerpos hallados sin vida y con señas de tortura, que fueron arrojados en calles de Ciudad Obregón, correspondían a tres hermanos agentes de la Policía Municipal, que fueron secuestrados por un grupo criminal la semana pasada.

Con ellos tres ya son seis los agentes asesinados en lo que va de año.

Los hechos ocurrieron en una fiesta familiar en el Pueblo Yaqui, una región indígena del estado de Sonora, noroeste de México.

Ante este escenario, en las últimas semanas, en el municipio de Cajeme han renunciado 36 policías a su puesto de trabajo, por el que cobran apenas 3.800 pesos (unos 220 dólares) quincenales con el riesgo que significa patrullar en una de las regiones más violentas del mundo.

Hace unos días, José Trinidad Gil Salazar, presidente de la Unión de Gendarmes en Cajeme, anunció que al menos 36 policías habían renunciado por el pésimo salario, la falta de armas y uniformes, además de la inseguridad.

De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justica Penal, en Ciudad Obregón la tasa de homicidios es de 155 por cada 100.000 habitantes.

Según los reportes, el 30 de junio, los hermanos policías estaban en una fiesta en la comisaría de Pueblo Yaqui, donde llegó un grupo de camionetas con hombres armados que se llevó por la fuerza a los tres hombres, identificados como José de Jesús, Carlos Armando y Marco Antonio López Félix.

A pesar de que la Mesa Estatal de Seguridad intentó rescatarlos con vida, los sicarios que se los llevaron abandonaron sus cadáveres embolsados y torturados en Ciudad Obregón.

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