10 de septiembre de 2025

OPINIÓN Nacional

Gobernadores de Morena y oposición respaldan a Claudia Sheinbaum en su Primer Informe de Gobierno; destacan avances en seguridad, economía y la relación con Estados Unidos. Foto: Presidencia

1 de septiembre. El principio del fin

México no es una dictadura pero va inequívocamente en esa ruta. La destrucción del Poder Judicial imperfecto y su sustitución por un órgano de partido, debe significar una marca en el camino: es el golpe más concreto, tangible y atroz de una ruta autoritaria que ya se emprendió y que sí tiene como destino la dictadura.

Carlos Loret de Mola

Anoche, los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia “abrieron las puertas al pueblo” para que entrara al edificio donde sesionan. No me indigna ni asusta el lance demagógico. Es un simbolismo propio de los políticos. Me alarma lo de fondo: en realidad le están abriendo las puertas al autoritarismo y cerrándoselas a la democracia.

No me irrita lo de la toga ni los vestuarios tradicionales, los rituales de limpia ni los bastones de mando benditos. Cada quien sus creencias, y en México se deben respetar todas. Hay quienes antes de un reto magnífico se persignan, meditan o recitan mantras. Son cuestiones de forma.

Lo de fondo es que la nueva Suprema Corte es fruto de un doble fraude electoral: la sobrerrepresentación y los acordeones. No debemos olvidarlo. Morena y aliados obtuvieron el 57% de los votos para el Congreso, pero les dieron el 73% de las curules. Gracias a ese fraude pudieron realizar el cambio a la Constitución para organizar la elección judicial, en la que sólo participó el 10% de la gente y se distribuyeron masivamente “acordeones” para inducir el voto. Ambos fraudes electorales fueron avalados por el INE y el Tribunal Electoral, ya cooptados por el régimen, públicamente sobornados incluso. El resultado: el 100% de los integrantes de la Suprema Corte emanan de las filas del régimen y el 100% de los integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial —el segundo más importante— emanan de las filas del régimen.

El relato del régimen sobre los nuevos jueces, magistrados y ministros se derrumba fácilmente. No hay el mínimo asomo de democracia, de independencia, de autonomía en el nuevo Poder Judicial. Ni siquiera la aspiración. Los nuevos integrantes ni siquiera quieren ser demócratas, independientes ni autónomos al movimiento que los puso ahí. Saben cuál es su misión y lucen soberbiamente orgullosos de ella: están al servicio del régimen.

México no es una dictadura —yo no podría escribir esto si lo fuera— pero va inequívocamente en esa ruta. Pero anote la fecha: 1 de septiembre. La destrucción del Poder Judicial imperfecto y su sustitución por un órgano de partido, debe significar una marca en el camino: es el golpe más concreto, tangible y atroz de una ruta autoritaria que ya se emprendió y que sí tiene como destino la dictadura.

SACIAMORBOS

En el discurso de Sheinbaum el 9 de marzo, Andy y Adán estaban en primera fila en el Zócalo. Ayer en el Primer Informe estuvieron en quinta y cuarta fila. “Son cadáveres políticos”, decían en Palacio Nacional. La presidenta no debe olvidar que, si los quiere inhabilitar políticamente, debe dar el golpe. Porque la historia nos muestra que, en México, la política ofrece demasiadas segundas oportunidades. ¿Los quiere recuperados o los prefiere fuera del juego? (Carlos Loret de Mola, El Universal, Nación, p. A11)

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Serpientes y Escaleras / Horas aciagas para la República

El día de ayer, 1 de septiembre de 2025, será una fecha que marcará un antes y un después para la República mexicana y su sistema de justicia. Porque en medio del paroxismo que desde la Presidencia de la República afirma que “vamos bien y vamos a ir mejor”, al mismo tiempo la presidenta proclama, en su primer informe, que el nuevo Poder Judicial de la Federación, que ayer tomó protesta constitucional anuncia una era libre de nepotismo, corrupción y hasta un renovado Estado de Derecho, que a juicio de la mandataria, no había existido hasta ahora.

Es como si, al mismo tiempo que dibuja en su Primer Informe de Gobierno un país idílico en el que todo marcha de maravilla y no hay prácticamente ningún problema que aqueje a sus ciudadanos, la presidenta no sólo se celebra a sí misma y a su joven gobierno, sino que además celebra, con bombo y platillo, que su cuestionada y autoritaria Reforma Judicial, que dio pie a una elección manipulada, con muy baja participación y claramente fraudulenta, también es uno de sus logros con el que, mientras ofrece “espejitos” de una justicia prístina y expedita que ayer nació en el país, en el fondo celebra el sometimiento e ideologización del nuevo Poder Judicial que ya no será más un equilibrio ni un poder autónomo e independiente, sino un apéndice jurídico del Ejecutivo y del régimen morenista, para defender sus canonjías y privilegios.

Y así, mientras la doctora Sheinbaum proclama como “calumnias, mentiras y malos augurios” la falta de medicamentos en las clínicas y hospitales públicos, la misma que viven y padecen millones de mexicanos todos los días, en sus otros datos ya está abastecido el 90% de los medicamentos que se requieren en el sector salud y cualquier otra cosa que digan los derechohabientes del IMSS, del ISSSTE y del IMSS-Bienestar, son campañas en contra de su gobierno. Porque en el país idílico donde vive la presidenta ya se redujeron 25% los homicidios dolosos, ya se redujo la brecha de desigualdad de 0.426 a 0.391, y hoy “México es el segundo país con menos desigualdad en el continente americano, sólo superado por Canadá”.

Ni qué decir de la “hazaña histórica” de reducción de la pobreza que, según el Inegi, pasó de 41.9% a 29.5% de la población, lo que le dio pie a la presidenta para mandarle un guiño a su antecesor hasta Palenque y recordarlo con imágenes de la presidencia de López Obrador que aparecían en los monitores del Palacio, para complacencia de toda la grey morenista que ocupó más del 90% de los lugares para invitados al mensaje político de la presidenta, y el otro 10% era de algunos empresarios invitados que también fueron a aplaudir a la presidenta en su primer informe a la Nación.

En el patio central del vetusto Palacio, con una presidenta enfundada en un traje negro sastre con bordados indígenas en cuello y solapas, no hay el más mínimo espacio para la autocrítica, no porque no se quiera, sino porque se cree ciega y fanáticamente en el mantra presidencial de que todo “va muy bien y va a ir mejor”. Y menos hay espacio para la disidencia o el desacuerdo entre las filas de invitados al “día de la presidenta” porque también en el acomodo de los lugares se reflejan los pleitos internos en el régimen con un Adán Augusto López y un Andy López Beltrán relegados a la cuarta o quinta fila, mientras en las primeras filas aparecen los nuevos ministros de la Corte, el fiscal General de la República y por supuesto los miembros del gabinete que aplauden emocionados ante las maravillas de la “transformación”.

Y si todo eso pasaba por la mañana de este 1 de septiembre, donde la 4T se celebra y autoelogia sin el más mínimo pudor y la primera mujer presidenta se mimetiza cada vez más con el presidencialismo más rancio y autoritario de la vieja era priista, por la tarde, como si se tratara de un apéndice del informe presidencial, ocho de los nueve ministros nuevos acudieron a la sede del Senado de la República, tarde y con retrasos, para tomar posesión de sus cargos y comenzar, después de limpias, sahumerios y ceremonias indígenas con bastones de mando, sus funciones constitucionales a partir de hoy.

Mientras tanto en el Congreso la polarización y la confrontación entre la mayoría soberbia y autoritaria de Morena y las minorías de una oposición engallada pero disminuida, convierten la sesión general de Congreso en campo de batalla en la que el líder priista, Alejandro Moreno, que sigue con los guantes puestos, lanza desde la tribuna varios jabs declarativos contra el oficialismo: “Morena no es un partido ni un movimiento, es un cártel que pactó con criminales. El terrorismo de Estado que encabeza Morena constituye una amenaza para la paz y la integridad territorial”, grita el belicoso dirigente tricolor, ante los gritos de “Fuera” y “Desafuero” de los enojados morenistas.

Por todo eso decimos que la República vive horas aciagas. Porque en un mismo día asistimos a la consolidación y el regreso, en imagen, estilo y discurso, del presidencialismo más omnímodo y autoritario representado por una presidenta que tiene la mayor concentración de poder que haya tenido cualquier otro presidente en la historia del país, que no invita a su informe a nadie que disienta de ella o de su movimiento, ni opositores, ni ONG´s ni nada que no sean aplaudidores del régimen o afines a él, y que al mismo tiempo que se autocelebra y autoelogia por sus “grandes logros y avances” en apenas 11 meses, también celebra, por todo lo alto y sin ningún rubor, la conquista y domesticación del Poder Judicial que a partir de ayer dejó de ser un poder autónomo para volverse una extensión de los intereses del Ejecutivo.

Todo eso en vísperas de que llegue al país el temido y poderoso secretario de Estado, Marco Rubio, que viene al Palacio Nacional para algo más que a firmar un Acuerdo de Seguridad cuyos términos aún desconocemos, y que seguramente traerá toda una agenda de temas y “encargos” para el gobierno mexicano que, a fuerza de dialogar, ceder y negociar, va sobreviviendo a las presiones, caprichos y ocurrencias del presidente Donald Trump.

NOTAS INDISCRETAS… La estrategia de choque con la que Alito Moreno ha descolocado e irritado a Morena y a la 4T, parece estarle dando al porril dirigente del PRI un segundo aire. Y es que entre más sube el tono (y los golpes) hacia el morenismo desde la tribuna del Congreso, al político campechano también le suben las amenazas de desafuero por parte de la Cámara de Diputados.

El problema para Morena es que no se atreven a proceder en la solicitud de juicio político contra Moreno Cárdenas, no porque les falten ganas o necesiten pruebas de sus presuntos delitos de enriquecimiento corrupción, sino porque a estas alturas todos en la 4T saben muy bien que Alito es uno de los informantes y colaboradores con el gobierno de Estados Unidos y que la relación no tan directa, pero sí real, que tiene con el secretario Marco Rubio, coloca al líder priista en una especie de “protección” del gobierno de Trump que podría activarse en caso de que la mayoría morenista decida quitarle el fuero y procesarlo penalmente en su natal Campeche.

Para decirlo claramente, Alito se siente “protegido de los gringos” y por eso ha decidido seguir estirando la liga para sacar de quicio a los morenistas que, tal como Fernández Noroña gritan, vociferan y hacen histrionismo, pero a la hora de entrarle a los golpes reales –y me refiero a los políticos no a los físicos— se arredran y, como el presidente del Senado, salen corriendo por piernas, para después decir que “lo hice por prudencia”. Veremos hasta dónde Alito sigue estirando la liga y hasta dónde lo aguantan los morenistas, que claramente no quieren darle motivos al Tío Sam… Se baten los dados. Repitió Escalera Doble. (Salvador García Soto, El Universal, Online)

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Templo Mayor

EN MEDIO DE RITUALES, purificación de bastones de mando y retórica de que ahora sí habrá justicia, tomaron protesta los nuevos ministros de la Corte y más de 800 magistrados y jueces electos en un cuestionado proceso de escasa participación y listas inducidas.

EL AHORA titular del Poder Judicial, Hugo Aguilar, dijo ayer que la suya no es “la Corte de los acordeones”, pero inevitablemente fueron electos así, con el palomeo previo.

LO QUE AHORA hay que esperar es que los nuevos ministros, magistrados y jueces empeñen su labor en superar el rezago de expedientes detenidos y juzguen con imparcialidad.

NADA BIEN le haría al País a estas alturas tomar decisiones de venganza o de rencores y resentimientos. Para algunos hay jolgorio y fiesta, pero en el entorno nacional e internacional hay preocupación por el futuro del Estado de Derecho en México.

NO DEBE SER un Poder Judicial que abone en la confrontación sino en la confianza y el respeto.

QUIENES TAMBIÉN tomaron posesión fueron los nuevos responsables de todo el aparato administrativo del Poder Judicial… y antes que otra cosa llegaron a tomar control de la nómina.

POR EJEMPLO, en lo que antes era el Consejo de la Judicatura, los nuevos funcionarios de color guinda apenas entraron a sus oficinas y exigieron las renuncias de los secretarios técnicos, además de las Secretarías Ejecutivas y las Direcciones Generales y de Unidades.

Y UNO QUE CREÍA que eso de la barredora nomás existía en Tabasco.

ES CURIOSO: según la presidenta Claudia Sheinbaum y las autoridades de Energía, así como de Pemex, en México no hay desabasto de gasolina. Lo que hay es un ligero retraso en la distribución del combustible (¡ajá!), porque se están tomando medidas para evitar el huachicol (doble ¡ajá!).

ASÍ QUE quienes han reportado falta de gasolina en Nuevo León, Jalisco, Coahuila, Puebla, Chiapas o el Estado de México, en realidad están sufriendo un episodio de sicosis colectiva. Porque en México no hay desabasto de gasolinas, la inseguridad va que vuela para ser la envidia de Finlandia, el sector salud es mejor que el de Dinamarca y ya no faltan medicamentos.

CON ESA CONVICCIÓN seguramente que la Selección Nacional ganará el Mundial de Futbol. En penales. Y contra Argentina.

LO ÚNICO más sabroso que las tortas de chorizo en Toluca es el chisme político del momento: el cúmulo de denuncias que están surgiendo por compras irregulares del gobierno morenista del Estado de México.

CUENTAN QUE desde la llegada de Óscar Flores a la secretaria de Finanzas mexiquense, las inconformidades en las licitaciones se han vuelto el platillo del día. Cosa de ver, por ejemplo, la investigación que existe por un jugoso contrato para pruebas de laboratorio en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM), el cual fue otorgado en circunstancias extrañas, empezando por el sobreprecio.

Y QUE LO MISMO ha pasado en compras de otras dependencias mexiquenses, como alimento para cárceles, placas de automóviles, flotillas de transporte y hasta útiles escolares.

EL TEMA se ha convertido en una preocupación para la gobernadora Delfina Gómez. Y más porque dicen que algunos empresarios ya lo llevaron hasta la presidenta Claudia Sheinbaum.

VAYA SAINETE el que se armó en la Cámara de Diputados entre los priistas y los morenistas. Aquello se convirtió en una escandalera como las que en su tiempo provocaban los que ahora están en el poder en los informes presidenciales de sus adversarios.

Y FUE NOTABLE que en la fracción panista no se metieron en el pleito ni en la gritería. Algunos de sus legisladores dijeron que recibieron la orden de que calladitos se ven más bonitos por aquello de que no quieren perder la Presidencia de la Cámara que les regatea Morena. ¿Será? (F. Bartolomé, Reforma, Opinión, p. 8)

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Bajo Reserva

Andy y Adán, sin lugares VIP en el informe

Nos hacen ver que el acomodo de algunos personajes de Morena en el primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, fue leído como una manera de mostrar distancia con algunos morenistas que han generado polémica en los últimos tiempos. Llamó la atención que Andy López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, no figurara en las primeras filas del evento. A diferencia de otros dirigentes partidistas y gobernadores, Andy fue ubicado hasta la quinta fila. Otro que tampoco apareció en zona de privilegio fue el senador Adán Augusto López, una de las figuras más polémicas dentro del partido guinda. Su ausencia en el círculo más cercano de la mandataria se interpretó como una señal de la distancia que se ha ido marcando con algunos liderazgos del partido. Los asientos designados dijeron mucho, nos señalan algunos de los asistentes.

La UNAM está de regreso en los actos presidenciales

A propósito de los lugares en el informe, nos señalan que en este gobierno está de regreso la práctica de invitar a actos presidenciales en Palacio Nacional al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El rector Leonardo Lomelí fue uno de los convocados al informe de la presidenta Sheinbaum y le fue asignado un lugar en la misma zona de los nuevos ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este tipo de cortesías, nos comentan, dan cuenta de una nueva relación y comunicación entre la Presidencia y la máxima casa de estudios tras la ruptura que hubo en el gobierno pasado, donde la universidad fue tachada de haberse aburguesado y que había girado a la derecha. Buena noticia esta nueva actitud.

¿Durará la tregua en San Lázaro?

Pese a que el estira y afloja para definir quién presidirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados duró dos días completos, este lunes hubo una breve tregua, en la que los grupos parlamentarios dejaron de lado las negociaciones de ese tema, para permitir que la entrega del primer informe de gobierno de Claudia Sheinbaum en San Lázaro, que estuvo a cargo de la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, se llevara a cabo de manera tersa. Dicha tregua, que no fue pactada sino de facto, permitió que el acto protocolario concluyera sin contratiempos. Ahora se verá si una vez pasada la entrega del informe se mantiene la tregua y se destraban las negociaciones para que una o un panista acceda a la presidencia de la Cámara.

Noroña el centavero

Entre las pocas verdades que el senador Gerardo Fernández Noroña dice, está la de que hace algunos meses esta casa editorial lo invitó a colaborar como articulista. EL UNIVERSAL, a lo largo de su historia, ha tenido la arraigada costumbre de abrir sus páginas a todas las corrientes políticas e ideológicas. Por años, dirigentes de todos los partidos políticos, presidentes de las cámaras de diputados y senadores, legisladores de todas las corrientes han expresado en las páginas de este diario y en sus distintas plataformas sus posturas y alentado el debate, pero ninguno de ellos tuvo el mal gusto de pedir un pago por compartir sus ideas. El senador Noroña señala que el dueño del diario no fue capaz de pagar 5 mil pesos por cada colaboración, ahora se sabe que con tantos lujos y propiedades de las que goza requiere justificar ingresos lícitos, y que anda en busca de algunos centavos que le ayuden a explicar su estilo de vida. Sin embargo, pagar por sus colaboraciones hubiese sido un gasto estéril, pues él no está interesado en el debate de ideas, sino en la diatriba y la agresión. Sus textos, aun gratis, hubiesen sido muy caros para este diario, y un insulto para verdaderos legisladores que han dado lustre a las páginas de El Gran Diario de México.

El recomendado del “jefe Adán”

Nos cuentan que el expriista y hoy vicecoordinador de Morena en el Senado, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, ha desplegado un intenso cabildeo en su bancada para presidir la Comisión de Energía, que quedó acéfala ante la elección de Laura Itzel Castillo como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta. Nos hacen ver que el legislador hidalguense pretende encabezar dicha comisión a pesar de la denuncia presentada hace seis años ante la Fiscalía General de la República (FGR) en la que se le involucra por haber convalidado a sobreprecio la compra de Fertinal, como integrante del Consejo de Administración de Pemex. Esa transacción, bajo la gestión de Emilio Lozoya, le costó al erario 635 millones de dólares, catorce veces su precio. Nos platican que don Cuauhtémoc trata de convencer a sus compañeros de bancada para que lo apoyen, con el argumento de que presidir la Comisión de Energía “es una propuesta del jefe” Adán Augusto López. ¿Llegará?

Rojo de la Vega, marcha y acuerdos

Interesante la marcha que realizó la alcaldesa en Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, quien estuvo acompañada de madres buscadoras olvidadas, familiares que han sufrido la falta de medicamentos y juezas que han señalado haber sido blanco de una ofensiva del gobierno. La convocatoria, a la que nombró “La Resistencia”, culminó con un mensaje en el Foro Lindbergh, donde hizo un emplazamiento a la presidenta Claudia Sheinbaum para lograr un acuerdo nacional que destierre de todos los gobiernos la presencia del crimen organizado y que castigue a los funcionarios vinculados. Interesante que en momentos en los que algunos actores políticos prefieren la violencia y el encono en lugar de un llamado a acuerdos, la alcaldesa busque alcanzar una reflexión.

“Alito” no quiere subirse de nuevo al ring

Nos dicen que hay algunas señales de que Alejandro Moreno no va a concretar —por ahora— su amago de expulsar del PRI a Dulce María Sauri, una de sus principales detractoras y críticas de su reelección como presidente del partido. Nos comentan que don “Alito” Moreno incluyó a la exgobernadora de Yucatán en la convocatoria a la sesión del Consejo Político que se realizó la semana pasada, lo que se interpretó como un guiño. Nos hacen ver que se desconoce si el proceso de expulsión de Sauri y otros expresidentes priistas como Manlio Fabio Beltrones está congelado o simplemente se le puso pausa, luego de que el también exdirigente del tricolor Enrique Ochoa ganó en tribunales su reinstalación como militante. ¿Será que “Alito” está cansado luego de su pelea con Noroña y por ahora no quiere pleito con los priistas? (Bajo Reserva, El Universal, p. A2)

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Frentes Políticos

Saco roto. Renombrada como Alimentación para el Bienestar, la empresa Segalmex muestra una nueva imagen, pero sigue oliendo a rancio. Los primeros días de septiembre, la empresa adjudicará un contrato por casi 100 millones de pesos en costales para maíz y frijol, con una licitación ajustada a última hora para que sólo quedara quien tenía que quedar; qué coincidencia. ¿Quién desde dentro sigue operando estos contratos? Ignacio Ovalle, exdirector, y René Gavira, exdirector de Finanzas, dejaron el cargo, pero no el manual. Terrible si el modus operandi de quienes diseñaron el desfalco más grande de los últimos tiempos sólo fue rebautizado. No es así, ¿verdad?

Tiempos nuevosHugo Aguilar asumió la presidencia de la Corte con un mensaje: “El pensamiento y el corazón no los va a guiar el poder y el dinero, sino el servicio al pueblo”. En la foto oficial, el nuevo titular del Máximo Tribunal aparece con la toga institucional y una estola con bordados indígenas, símbolo de identidad y cercanía con los pueblos originarios. Junto con él, asumieron su encargo, entre otros, los nuevos ministros Lenia BatresMaría Estela RíosSara HerreríasIrving Espinosa y Giovanni Figueroa. La toga no sólo es vestimenta, es también compromiso con la justicia. México necesita no un cambio de rostro, sino uno de fondo. A la espera.

Relevo en Donceles. Con 60 votos a favor y sólo dos en contra, el Congreso de la CDMX eligió a Jesús Sesma, diputado del Verde, como nuevo presidente de la Mesa Directiva. El relevo ocurre tras la gestión de Gabriela Salido Magos, del PAN, quien encabezó el primer año de la Tercera Legislatura. En su discurso inicial, Sesma prometió orden, legalidad e imparcialidad, aunque el PVEM mantiene una alianza informal con Morena. Acompañado por las vicepresidencias de Morena, PAN, PT y su propio partido, el nuevo Congreso arranca con promesas de apertura y diálogo. ¿Será ésta “la casa del pueblo” que dice? (Frentes Políticos, Excélsior, Nacional, p. 15)

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Trascendió

Que la diputada Dolores Padierna llegó a la toma de protesta a juzgadores en el Senado, pero no tenía lugar reservado y le prestaron el de Gerardo Fernández Noroña, quien se acercó a saludar y después se fue a platicar con su coordinador, Adán Augusto López, por lo que al final su compañera de partido le liberó el escaño. Por cierto, el ex presidente cameral debió saltarse seis filas en Palacio Nacional durante el mensaje por el Informe, desde gayola, para platicar en la zona vip con Margarita González, gobernadora de Morelos, donde el político tiene su humilde morada: quizá haya temas a tratar.

Que los nueve ministros de la Suprema Corte acudieron anoche al Senado para la protesta de ley y desde el pleno, sin personajes non gratos para la 4T, como priistas y panistas, gritaron al que encabezará el máximo tribunal, Hugo Aguilar Ortiz: “¡Presidente, presidente!”. Arístides Rodrigo Guerrero fue dirigido en silla de ruedas y con oxígeno, luego del accidente que sufrió en días pasados, a un acto al que asistieron Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación; Ernestina Godoy, consejera jurídica de la Presidencia, y Mónica Soto Fregoso, titular del Tribunal Electoral.

Que la presidenta Claudia Sheinbaum encabezará hoy la sesión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, que se llevará a cabo en el salón Tesorería de Palacio Nacional, a la que asistirán mandatarios estatales, integrantes del gabinete de seguridad y el fiscal Alejandro Gertz, apenas un día antes de que la titular del Ejecutivo se reúna con el secretario de Estado de EU, Marco Rubio, con quien cerrará un marco de colaboración en esa materia.

Que los datos del primer Informe indican que se consolida el compromiso de garantizar el derecho a la salud a todos, consideran en el IMSS, que dirige Zoé Robledo, además de que estrenará nueve hospitales y participa en escuelas con otras dependencias en programas prioritarios para la niñez con la puesta en marcha de los Centros de Educación y Cuidado Infantil. (Trascendió, Milenio, Al Frente, p. 2)

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Confidencial

Llamado al orden

Quien puso en evidencia la falta de liderazgo del presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna, fue uno de sus compañeros de bancada. Justo cuando se salió de control el debate en el Palacio Legislativo y desde el área que ocupan los tricolores salía un ruido de sirena, los llamados al orden fueron insuficientes. Hasta que el diputado morenista Ricardo Monreal tomó la palabra y convenció a los presentes de continuar con la orden del día. Oficio, le llaman algunos a ese colmillo. Veremos si la influencia que tiene entre sus colegas le alcanza para asegurar –como ofreció– que el viernes una panista o un panista ya presida la Mesa Directiva de la cámara, como establece el reglamento.

Espacios de poder fracturan a Morena

Tanta fuerza tiene el ala dura de Morena en San Lázaro, que no sólo vetan al PAN en la presidencia de la Mesa Directiva, sino que le alcanza hasta para una disputa por los espacios de poder al interior de su grupo parlamentario. La coordinación de la bancada busca dejar al actual presidente de la cámara, Sergio Gutiérrez Luna, en la vicepresidencia, que ocupa hoy la morenista Dolores Padierna, quien se resiste a dejar la posición. La propuesta ha sido, nos cuentan, dejar a Padierna en la vicecoordinación del grupo, y sacrificar de ese cargo a Gabriela Jiménez, que tampoco cede. De nuevo, no hay acuerdos.

Fuego amigo morenista

Gerardo Fernández Noroña no pudo –o más bien no quiso– evitar su molestia con sus correligionarios. “Lamento profundamente las muestras de debilidad que compañeros del movimiento” –entiéndase Sergio Gutiérrez Luna, presidente extendido de la Cámara de Diputados– “están dando frente a la insolencia y provocación del PRI. Pedí la palabra y se me negó y se le da la palabra a quienes están reventando la sesión, es el colmo”. Como no le dieron el micrófono, se puso a postear contra el líder tricolor, y hasta resaltó que le “está haciendo daño el bótox”.

La cúpula guinda en el Informe

Quienes presenciaron de lejitos el primer Informe de la presidenta Claudia Sheinbaum fueron los coordinadores de las bancadas de la ‘4T’ en el Congreso y la cúpula de Morena, incluido Andy López Beltrán, que reapareció tras su polémico viaje a Tokio, pues la mandataria los relegó hasta la cuarta y quinta fila. Incluso los tres magistrados del TEPJF que validaron la elección judicial tuvieron un lugar más privilegiado. Dicen que en la política la forma es fondo. ¿Significará algo esa posición?

Las cosas en su justa dimensión

Ok, sí, fue quizás un exceso que los nuevos ministros de la Corte se arrodillaran para invocar a Quetzalcóatl e invocaran al universo cósmico para guiar su actuar. No faltaron quienes criticaran el show previo a la investidura de los jueces constitucionales. Pero de ahí a burlarse, con toques racistas, de las tradiciones indígenas, hay un buen trecho. Sí, dirán que esa ceremonia no representa a toda la diversidad cultural, pero después de todo, nunca antes se había otorgado tal relevancia a las comunidades originarias. Respeto a los pueblos étnicos es lo que deberían tener no sólo los opositores, sino también los de la ‘4T’. Ojalá que atiendan sus necesidades y no sólo los utilicen con fines políticos.

Se mete a la bronca

El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, dijo que el expresidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, se merecía los empujones que le propinó el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, pues dijo que durante muchas sesiones el morenista se la había pasado “fomentando la violencia y generando un mal ambiente” al negar la palabra a la oposición. Más tarde que temprano el propio Fernández Noroña salió a decir que es “muy grave, muy torpe y muy irresponsable” la declaración del gobernador. (Confidencial, El Financiero, Nacional, Política y Sociedad, p. 31)

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Rozones

Nuevo estilo en Palacio

Algo que ha quedado claro a lo largo de los 11 meses transcurridos de la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum, nos dicen, es que ha logrado posicionar su propio estilo de gobernar. Más allá de los logros en diversos rubros, que la mandataria presumió ayer en su Primer Informe de Gobierno, se percibe una nueva atmósfera, sin la crispación que caracterizó al sexenio pasado. Parte fundamental de este nuevo estilo es el trabajo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, a quien se le ve por todas partes, en labores de concertación. Rosa Icela revivió el diálogo con la oposición, algo que fue imposible durante el gobierno anterior. Otro pilar fundamental del nuevo estilo, nos comentan, es la cancelación de la política de abrazos no balazos. Ahora, de la mano de Omar García Harfuch, el Gabinete de Seguridad ofrece un combate frontal a la delincuencia organizada. Y los resultados están a la vista. Ahí el dato.

Andy supera el cansancio

A quien se le vio muy repuesto ayer fue al secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, sentado en la quinta fila, entre los invitados al Primer Informe de la Presidenta Claudia Sheinbaum. El trabajo partidista lo tenía tan extenuado a medio año, que para relajarse decidió tomar unas vacaciones en Japón. Pero no le fue suficiente, pues aun cuando ya había regresado al país, no se le vio en el arranque de la conformación de los comités seccionales de su partido. Pero ayer sí acudió a Palacio Nacional, acompañado de la dirigente nacional del guinda, Luisa María Alcalde, y tuvo oportunidad de saludar de mano a varios correligionarios, como al diputado federal Ricardo Monreal, o al subsecretario de Gobernación, César Yáñez. Eso sí, nadie sabe por dónde entró y por dónde salió de la sede del Ejecutivo, pero no lo hizo precisamente por la puerta Mariana, con lo que quedó claro que, con los medios, ni a la esquina. Así las cosas.

¿Nuevo cargo para Noroña?

Nos recomiendan estar muy atentos a los movimientos de los próximos días en el Senado, pues hay quienes aseguran que su expresidente, Gerardo Fernández Noroña, presiona para que le den algún cargo, ahora que los reflectores apuntan hacia otra parte. Algunos piensan que podría crearse algún centro de estudios históricos o de divulgación cultural para él. Es cosa de recordar que, en 2007, cuando había cierto equilibrio de fuerzas entre PRI, PAN y PRD, se acordó que los coordinadores de los dos primeros, Manlio Fabio Beltrones, y Gustavo Madero, respectivamente, se alternaran en la Presidencia de la Mesa Directiva un año y un año, y para darle un espacio al perredista Carlos Navarrete, se creó el Instituto Belisario Domínguez. Noroña siente que tiene derecho a seguir en la palestra, como las otras corcholatas del 2024, por lo que, en una de ésas, le inventan un cargo, aunque ello implique aumentar la burocracia parlamentaria. Pendientes.

Góber apologista

Muy mal se vio, nos comentan, el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, al justificar la agresión en contra del senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, el jueves de la semana pasada, por parte del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. “Por ahí se hicieron los empujones, ni siquiera golpes, fueron unos empujones, ¿no?, entonces, yo pienso que a lo mejor el expresidente del Senado se lo merecía”, dijo, ayer, ante reporteros. Es claro que, durante su gestión, Noroña tuvo un comportamiento poco civilizado y arbitrario en muchas ocasiones, algo a todas luces reprobable. Pero, en la lógica de don Manolo, a esta conducción errática de los trabajos en la Cámara alta, había que responder con empujones y zarandeos. Alguien debería decirle que, como gobernante, su obligación es promover la conducta cívica, en lugar de hacer apología a la violencia, con tal de quedar bien con su —indefendible como Noroña— jefe político. Uf.

El PVEM, a defender la lana

En los corrillos políticos no dejan de escucharse voces que alertan sobre una posible fractura dentro de la 4T, por la reforma electoral en ciernes. Ayer, el coordinador del PVEM en el Senado, Manuel Velasco, se incomodó ante los cuestionamientos de los reporteros sobre si su partido otorgará “un sí a ciegas” al proyecto y, tras darle vueltas al tema, terminó por adelantar que la batalla que sí darán será para que el recorte al presupuesto de los partidos no vaya más allá de la mitad. Y que exigirá que haya un debate amplio, en el que todos sean escuchados. Lo del dinero se entiende. Sólo es cosa de tomar una calculadora y revisar cuánto dinero ha obtenido el Verde a lo largo de varios años, sobre todo a raíz del 2000, cuando se dio la alternancia en la Presidencia por primera vez. Son muchos los millones que ha recibido el partido del Tucán, aunque siempre como aliado de algún pez grande. ¿Se atreverá por fin a caminar solo? Ya se verá.

Pancho Domínguez, a las trompadas

Las benditas redes sociales exhibieron, el pasado fin de semana, al exgobernador de Querétaro, Francisco, Pancho, Domínguez, repartiendo catorrazos a otro sujeto, en el interior del bar Canta Corazón, ubicado en la carretera Querétaro-San Luis Potosí. En un video de 25 segundos, se observa al exmandatario estatal panista mientras lanza golpes a diestra y siniestra. Cuando el clip se hizo viral, Pancho Domínguez explicó que lo que hizo fue defender de una agresión a una mujer que estaba entre su grupo de amigos. Sea cierto o no, muchos piensan que este episodio demuestra que, en cuestión de reacciones violentas, también entre los blanquiazules se cuecen habas. El asunto, nos dicen, es delicado, pues con este comportamiento de un exgobernador, se envía el mensaje de que la mejor forma de dirimir los conflictos es a trompadas. Por cierto, el PAN no ha dicho ni pío sobre esta aportación a la normalización de la violencia. (Rozones, La Razón, LA DOS, p. 2)

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¿Será?

Ministros del pueblo

La ministra Lenia Batres llevó porra a la ceremonia de purificación y entrega de bastones de mando para que le gritaran: “ministra del pueblo”, lo que, nos cuentan, no fue bien visto, pues se trataba de un acto que requería de respeto a los Pueblos Indígenas. En su mensaje, Hugo Aguilar dijo que todos eran ministros del pueblo, lo que podría ser el inicio para quitarle a Batres ese monopolio, que incluso intentó registrar como marca. ¿Será?

Salvan el encuentro

Nos dicen que, desde el gobierno federal, que siempre sí se salvó la reunión entre el secretario de Estado de EU, Marco Rubio y la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Que se logró sortear la tensión que le vino a meter a la relación de ambos gobiernos la declaración del senador texano, Ted Cruz, y la respuesta del Gobierno mexicano sobre una posible intervención militar contra el narco, en territorio nacional… ¿Será?

No se quiere ir…

El que se resiste a dejar la presidencia del Senado es Gerardo Fernández Noroña. Nos dicen que este lunes utilizó la oficina designada para dicho cargo, en la antigua sede de Xicoténcatl, para reprochar al coordinador de los diputados federales de Morena, Ricardo Monreal, y al presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Sergio Gutiérrez, por no solidarizarse con él, luego de ser agredido por el dirigente nacional del PRI, Alito Moreno; y hasta unas clases de “presidente de Mesa” le dio… Dicen que a Fernández Noroña no le dolieron tanto los golpes y manotazos del priista, sino el gancho al ego. ¿Será?

Reaparece Andy

Quien después del escándalo por sus vacaciones en Tokio, Japón, reapareció en la vida pública fue el secretario de Organización de Morena, Andy López Beltrán; estuvo muy sonriente en el Primer Informe de Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum… Dicen que se le vio descansado, y que al parecer se reintegrará a sus “extenuantes jornadas de trabajo”. ¿Será?

Atrás en la fila

Por cierto, hablando del informe de la presidenta Claudia Sheinbaum, resultó interesante ver el acomodo de los lugares para los invitados pues, Andrés Manuel López Beltrán fue acomodado más allá de la tercera fila, igual que el senador morenista Adán Augusto López, a quien le tocó estar en la parte trasera del público; esto luego del escándalo que involucra a su exsecretario de Seguridad con el grupo criminal denominado La Barredora… ¿Más vale lejos? ¿Será?

¿Avanzan acuerdos?

Después de la entrega del Primer Informe de Gobierno al diputado Sergio Gutiérrez, quien según sus propias fotos gusta de vestir ropa de marca no accesible por los precios para la mayoría de lo mexicanos, y tras el buen comportamiento de Acción Nacional en San Lázaro, parece que la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, sí será entregada a un panista… ¿diputada o diputado? ¿Será?

Acoso de youtuberos

Nos comentan, que a la entrega del primer informe de gobierno llegaron los famosos youtuberos a la Cámara de Diputados, entendemos que la casa del pueblo recibe a todos, pero llegaron en bola y cuestionaron al priista Alejandro Alito Moreno sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero el presidente del PRI huyó… Luego acosaron a los reporteros acreditados por las preguntas que se hacen al poder en turno. ¿Acto espontáneo o acoso? ¿Será? (¿Será?, 24 Horas, PÁG. 2)

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Prioridad y preocupación

Como todos los informes presidenciales, el primero de la presidenta Claudia Sheinbaum no fue distinto al de todos sus antecesores, al presentar un catálogo de sus logros y acciones durante el periodo, salvo un punto en el que no habló sobre el pasado, sino sobre el futuro, que es, a la vez, tiempo presente: Estados Unidos. Setenta y dos palabras del total de siete mil 409 que tuvo su mensaje permitieron ver lo que le quita el sueño: la relación con el gobierno del presidente Donald Trump y sus constantes amenazas intervencionistas.

El momento más claro de su inquietud fue cuando, rompiendo la estructura de su discurso, recordó las reformas constitucionales que se lograron y se detuvo en una, el artículo 40 constitucional en materia de soberanía, al que se agregó un párrafo el 1 de abril pasado, que leyó textualmente: “El pueblo de México, bajo ninguna circunstancia, aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier acto desde el extranjero que sea lesivo de la integridad, independencia y soberanía de la nación, tales como golpes de Estado, injerencias en elecciones o la violación del territorio mexicano, sea ésta por tierra, agua, mar o espacio aéreo”.

Haberle dedicado ese tiempo en su lectura sugiere cuál es su prioridad en este momento y su preocupación. Ese párrafo fue una iniciativa de ella después de una serie de agresiones que descaradamente hizo públicas el gobierno de Trump: un avión espía que dejó abiertos sus sistemas para que pudieran rastrearse mientras realizó un sobrevuelo sobre aguas internacionales frente a las costas mexicanas, donde se avistaron también un destructor y un portaviones frente a Baja California. Días después, la cadena de televisión CNN reveló que entre enero y febrero se habían realizado 18 vuelos de sobrevigilancia sobre México, a espaldas del gobierno de Sheinbaum.

La reacción de la presidenta fue enviar la iniciativa, que fue ignorada completamente por Washington. Poco después de ser aprobada por el Senado y la Cámara de Diputados, en una llamada telefónica entre Sheinbaum y Trump en abril, el jefe de la Casa Blanca le propuso enviar soldados a México para enfrentar junto con las Fuerzas Armadas mexicanas, a los cárteles de las drogas. La presidenta rechazó la oferta y, para reforzar su postura, hizo pública la propuesta. En junio, siguiendo el ejemplo de Canadá, anunció que propondrían a Estados Unidos un acuerdo general sobre seguridad y comercio, que reconociera a los mexicanos que trabajan en aquel país.

En su primer informe, también fuera de la estructura tradicional de este tipo de mensaje, repitió el anuncio de que el próximo miércoles estará en México el secretario de Estado, Marco Rubio, para firmar el acuerdo de seguridad. El tema de comercio y el reconocimiento de los migrantes mexicanos dejó de estar hace tiempo en su discurso sobre el acuerdo bilateral que han estado negociando. En Washington no lo han mencionado ni una sola vez. Si habrá una firma o no durante la rápida visita de Rubio, es algo que aún no se confirma, ni fue mencionado la semana pasada en el comunicado de prensa del Departamento de Estado que anunciaba la visita a México y Ecuador, donde hablará con el presidente Daniel Noboa, que comparte con Sheinbaum los dolores de cabeza que causa el Cártel de Sinaloa, pero que tiene una posición antagónica con ella sobre el papel intervencionista de Estados Unidos.

Sheinbaum ha elevado fuertemente las expectativas de un acuerdo con Estados Unidos en materia de seguridad, pero la agenda de Rubio en esos dos países plantea otras prioridades, las de su gobierno. La prelación de lo que desean, de acuerdo con el Departamento de Estado, “incluyen acciones rápidas y decisivas para desmantelar los cárteles, detener el tráfico de fentanilo, poner fin a la inmigración ilegal, reducir el déficit comercial, promover la prosperidad económica y contrarrestar a los actores malignos extracontinentales”.

No es esta la agenda mexicana. Acciones “rápidas y decisivas” son las que ha estado empujando Trump y varios miembros de su gabinete, y los “actores malignos extracontinentales”, como se lo han dejado ver a la presidenta por los coqueteos que ha tenido el obradorismo con ellos, tienen que ver con Rusia, Irán y China. En el interlineado es lo que ha promovido Trump desde que regresó a la Casa Blanca: la renovación de la Doctrina Monroe de “América para los americanos”.

El mundo hoy no es el mismo de 1823, y si bien las alianzas de un alto número de países latinoamericanos con los enemigos de Estados Unidos probablemente no se romperán, con México es muy diferente: tres mil 200 kilómetros de frontera común y la dependencia económica mexicana de esa nación, hacen a Sheinbaum mucho más vulnerable a las presiones. La presidenta, como lo hizo en el informe, se lanza a las escaramuzas y los amagos con palabras, que no han impedido que las presiones sigan creciendo.

La visita de Rubio ha sido manejada como una muestra de la buena relación con Estados Unidos, lo que cada vez es menos creíble entre los mexicanos. Será la primera vez que viaje a México como secretario de Estado –previamente ha realizado tres viajes a Latinoamérica–, y la primera vez también que hable con Sheinbaum –después de haberlo hecho con nueve presidentes y primeros ministros de la región–. El trato del canciller estadounidense con los mexicanos ha sido distante y frío, no muy distinto, por cierto, al que ha tenido con Canadá.

El comunicado del Departamento de Estado señala que el viaje de Rubio demostrará el “inquebrantable” compromiso de Estados Unidos para proteger sus fronteras, neutralizar las amenazas “narcoterroristas” y asegurar que no afecten a las empresas de su país, y fue acompañado con un mensaje –no público– que se le transmitió a la presidenta: están considerando actuar contra los grupos criminales que extorsionan a los productores agrícolas en Michoacán, algunos de los cuales son estadounidenses. Es decir, o van juntos o existe la posibilidad de acciones unilaterales.

Un acuerdo de seguridad podría resolver la mecánica de estas acciones y que México pudiera mantener la soberanía y márgenes de autodeterminación, para mantener el discurso nacionalista, como expresó Sheinbaum en su informe: la política de seguridad se decide en México y “nadie influye en ella”. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Nacional, Política y Sociedad, p. 34)

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Bitácora del director / Primer informe: por sus palabras

Los discursos son la ventana al alma de un político. Más allá de las promesas de campaña y los eslóganes, sus palabras revelan su verdadera visión del mundo, sus valores y su carácter. Analizar lo que dicen, y cómo lo dicen, es una forma de conocer su genuina ideología y la brújula moral que los guía. Como señaló el sociólogo Pierre Bourdieu, “el lenguaje no es sólo una herramienta de comunicación; es también una forma de acción”. En el caso de un político, cada palabra es un elemento calculado para construir una realidad, manipular emociones y proyectar una imagen. Escuchar con atención permite detectar las contradicciones, las omisiones deliberadas y las sutiles manipulaciones que se esconden bajo una retórica pulida.

El filósofo Michel Foucault sostenía que “el discurso es el poder”. En este sentido, los discursos políticos no sólo informan, sino que también ejercen poder, construyen narrativas hegemónicas y definen lo que es aceptable o no en la sociedad. Por lo tanto, leer entre líneas y descifrar el subtexto es una herramienta crucial para un ciudadano informado. A través de sus discursos, los políticos se revelan sin saberlo, exponiendo la verdadera esencia de su proyecto.

El mensaje pronunciado ayer en Palacio Nacional por la presidenta Claudia Sheinbaum, con motivo de su primer informe de gobierno, es uno de los más importantes que ha pronunciado en los 11 meses que van de su gestión. Las poco más de seis mil 800 palabras que lo componen permiten asomarse a los sentimientos, objetivos y prioridades de la mandataria. Y de la misma manera, aquellas que decidió dejar fuera, ya fuese de manera intencional o inadvertida.

Además de artículos y preposiciones, la palabra más mencionada en su discurso de ayer fue “México”, con medio centenar de menciones. La segunda, con 30 repeticiones, fue “Bienestar”, etiqueta que se usa desde el sexenio pasado para denominar a los programas asistenciales y otros que se financian con recursos públicos y ya representa el sello de los gobiernos de la autodenominada Cuarta Transformación.

“Estado” y “pueblo” son los siguientes conceptos que más aparecieron en el mensaje de la mandataria, con 24 menciones cada uno. Le siguen “educación/educativo”, que aparecieron 22 veces; “hospital/clínica”, 21; “salud”, 19; “programa”, 15; “vivienda/casa”, 14; “agua”, 12, y “social”, 11. Por lo que se puede ver, la presidenta Sheinbaum decidió que los programas sociales y las acciones relacionadas con la salud pública fueran la parte central de su discurso. Esto último, quizá por los señalamientos que se han venido haciendo –y que confirman los datos recogidos por el desaparecido Coneval y el Inegi–, en el sentido de que la Cuarta Transformación ha significado para millones de mexicanos la pérdida del derecho de acceso a la salud.

Otro tema que la Presidenta quiso subrayar fue la inversión pública para reactivar el sistema ferroviario, uno de los programas estrella del gobierno pasado. Tal vez por eso la palabra “tren” tuvo diez menciones en el discurso y “carretera” sólo tres. Y hay que decir que el expresidente Andrés Manuel López Obrador, de quien muchos han escrito que Sheinbaum debiera distanciarse para poder asumir plenamente el poder en el país, fue referido cuatro veces en el mensaje de ayer. Por lo visto, la mandataria no piensa hacerles el menor caso.

Asimismo, hubo conceptos que simplemente no fueron mencionados, o no en el contexto que merecería la información de coyuntura. La palabra “inteligencia” apareció una sola vez en el discurso, pero no en el sentido de la capacidad de resolver problemas ni en el de los desarrollos informáticos que enseñan a las computadoras a “razonar”, sino en de la recopilación de datos para las tareas de seguridad pública. Lo mismo pasó con Sinaloa, que tuvo tres menciones, pero ninguna relacionada con la guerra que se lleva a cabo hace un año en ese estado. En cambio, el deporte no alcanzó siquiera una referencia tangencial. No fue mencionado ni una sola vez. Y eso que México será sede del próximo Mundial de Futbol. Lo mismo pasó con las desapariciones, la ciudadanía y el cambio climático.

Como decían Bourdieu y Foucault, las palabras de los políticos dicen mucho. Igual que sus silencios. (Pascal Beltrán del Río, Excélsior, Nación, p. 2)

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Desde Afuera / El EU de Trump, un gigante huraño

El mundo parece dividirse en dos campos: Estados Unidos y sus adversarios. Decía don Jesús Reyes Heroles que en política, como en poesía, la forma es fondo, y Estados Unidos comienzan a encontrar que simplemente el hacer sentir su peso económico y la amenazante promesa de medidas de fuerza no son argumentos suficientes para asegurar amistad. La reunión de los presidentes Xi Jinping, de la República Popular China, Vladimir Putin, de Rusia, y el primer ministro Narendra Modi, de la India, subrayó el impacto que han tenido las políticas del presidente Donald Trump.

Los tres países enfrentan sanciones económicas o aranceles punitivos por parte de Estados Unidos. Los tres, ahora, proponen un nuevo orden mundial. Cierto que algunas de las rivalidades no son nuevas y la creciente visibilidad de los desacuerdos estadounidenses con Rusia o China ofrecen lecciones. La conferencia tripartita en el puerto de Tianjin, en China, puso de relieve que una política basada en las sanciones comerciales no siempre tiene los resultados esperados, especialmente frente a otras partes de tamaño considerable y relativamente lejos ideológica y geográficamente.

Por lo pronto, pareció solidificar un frente común opuesto. De entrada, las tres naciones que se reunieron en Tianjin incluyen a una que puede ser considerada como la principal rival de EU por la hegemonía mundial; a otra que es una potencia militar y desarrolla un juego geopolítico y bélico en busca de hegemonía regional y una más, considerada como una viable superpotencia futura.

Entre las tres llegan a unos 27 millones de dólares de Producto Nacional Bruto, sensiblemente menos que los 30 billones de la economía estadounidense, pero al mismo tiempo tienen una política externa más tradicional y con excepción de Ucrania y el Mar del Sur de China, menos confrontacional que Washington. Modi podría ser el ejemplo. Su situación ilustra el problema estadounidense: la India ha sido vista como un potencial contrapeso geopolítico al surgimiento de China Popular, pero en vez de convencer o seducir, Trump la abofeteó a principios de agosto con aranceles hasta de 50 por ciento.

El resultado, según versiones recogidas por el diario británico The Telegraph, es un acercamiento de Modi a Rusia y China, mientras de acuerdo con reportes de prensa, se ha negado a contestar al menos cuatro llamadas telefónicas de Trump. El tema es de tal tamaño que una historia de choques fronterizos con China parece superada por necesidades inmediatas provocadas por la política comercial del presidente Trump.

Tampoco puede ignorarse que la India es uno de los principales clientes del petróleo ruso y que ambos, junto con China, son parte del grupo BRICS, que complementan Brasil y Sudáfrica como fundadores, y en el último año agregó además a Egipto, Etiopía, los Emiratos Árabes Unidos, Irán e Indonesia.

 Ahora es económicamente mayor que el G7, de las naciones ricas. Pero Trump parece creer que Estados Unidos no necesita aliados. (José Carreño Figueras, El Heraldo de México, Orbe, p. 35)

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 1er. año: entre machos alfa

Este lunes la presidenta Claudia Sheinbaum rindió su primer Informe de Gobierno, un gobierno que aún no puede arrancar como ella seguramente quisiera. En un primer balance, se le puede ver arrastrando el costo de las herencias de su mentor, Andrés Manuel López Obrador, la rudeza impredecible del bulldozer en la Casa Blanca, Donald Trump, y una gestión que cede en prácticamente todo ante Washington, porque, aunque no le guste, sabe que de la relación comercial con Estados Unidos depende la viabilidad del país y la suya propia como presidenta.

La cadena de cesiones, aunque parezca una paradoja, ha beneficiado al país. Los ejemplos más claros son el plan contra la extorsión y el reforzamiento de la lucha contra el huachicol, pedidos por Estados Unidos. Como externalidad, este tipo de acciones golpearon el flujo de recursos criminales y, en casos específicos, a una parte del financiamiento político de Morena de una parte del obradorismo, que generan otros riesgos internos que serán explorados en futuras columnas.

El primer año de Sheinbaum no puede verse sin estas tres vertientes. El apaciguamiento de Trump mediante concesiones en materia de seguridad le ha permitido ganar tiempo con prórrogas para que no caiga la guadaña de aranceles indiscriminados, logrando contener las tarifas en lo que puede llamarse lo mejor de lo posible obtenido con el jefe de la Casa Blanca.

Ha habido en este tiempo otras cosas no menores. El destierro de 55 narcotraficantes de alto perfil, algunos de ellos que López Obrador no quiso extraditar, como Rafael Caro Quintero, a quien quería Estados Unidos desde 1985. Entregar criminales de todos los cárteles muestra que ella no tiene compromisos con ninguno, pero debe saber lo que esto podría impactar a su mentor, como por ejemplo, si judicializan la información de inteligencia que tienen los fiscales en Brooklyn sobre los millones de dólares que le entregó Caro Quintero al expresidente por no extraditarlo, o lo que pueden declarar los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán sobre la relación de protección con Los Chapitos.

La bipolaridad política en la que se ha tenido que mover la presidenta tiene en el otro extremo el acatamiento del decálogo al que se comprometió cumplir en mayo del año pasado, que exige: combate frontal a la corrupción (pero no a la de los suyos), concluir sus megaproyectos, gabinete de continuidad al máximo con perspectiva de equidad, seguir fortaleciendo a las Fuerzas Armadas y la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército, políticas de austeridad, el reforzamiento del aparato de propaganda con más blogueros y nuevos columnistas de renombre al servicio del régimen y, como colofón, continuar con la mañanera, como instrumento de control.

Ha seguido todo, no necesariamente a disgusto, y en algunos casos, como en el espectáculo de la mañanera, cada vez se parece más y más a él, en el tono, en las inflexiones, en sus técnicas de distracción, en sus latigazos, en frivolidades y en la narrativa. Que su voz suene más suave y su actitud menos cínica no significa que es diferente en la esencia, sino en la forma.

No ha tenido espacio de maniobra para debilitar el cordón umbilical de Palacio Nacional con Palenque sin romperlo, ni acumular fuerza para avanzar en la lucha contra un titán, cortándole un pie, luego la pierna y los brazos, sin llegar al cuello. Su carencia de fortaleza política es bastante transparente, no así la brusquedad del forcejeo. El botón de muestra fue la reunión que tuvo hace tres lunes con los coordinadores parlamentarios de Morena en el Senado y en la Cámara de Diputados, Adán Augusto López y Ricardo Monreal.

La reunión fue bastante ríspida entre la presidenta y el senador, a quien le preguntó, como si fuera queja, cómo iba a solucionar su conflicto con el gobernador de Tabasco, Javier May, que lo acusa de la violencia y expansión del narcotráfico en el estado, por la presunta colusión con el crimen organizado.

Sheinbaum le ofreció nombrarlo embajador, pero el senador, al que se le resbala todo en público y en privado, reiteró que no estaba al tanto de lo que hacía su secretario de Seguridad, líder de un grupo criminal filial del Cártel Jalisco Nueva Generación, que está prófugo. Las sugerencias de dejar la coordinación en el Senado chocaron contra un muro. No se movería. La presidenta dejó su destino en manos de Estados Unidos.

En Washington, pese a todo lo que ha hecho por complacer a Trump, se ha visto con frustración y enojo, de acuerdo con las descripciones de algunas juntas de gabinete, que es insaciable. El viernes pasado ella misma dio una probadita de lo que ha experimentado, cuando reveló que en las negociaciones bilaterales para un acuerdo marco de seguridad, Estados Unidos pedía mayor intervencionismo, con algunas peticiones que, aseguró, eran “inaceptables”. No dio detalles, pero por su fraseo, apuntaría a la participación de fuerzas policiales y militares estadounidenses en territorio mexicano.

La presidenta ha resistido las crecientes presiones de Washington, y a lo único a que se ha negado, hasta ahora, es a la presencia de fuerzas estadounidenses en territorio mexicano –algo en lo que se debe apoyar incondicionalmente a la presidenta–, y a someter a procesos legales a un paquete de políticos de Morena a quienes señalan de vínculos con el narcotráfico, a lo que no ha cedido por la cercanía con López Obrador. No obstante, en este primer año dio otros pasos enormes. El más, quizás, el fuerte combate al huachicol, que ha tenido como segunda derivada la disrupción de recursos a los grupos criminales, y deshidratar las finanzas de algunos sectores de Morena y de cercanos al expresidente, que dejaron de recibir recursos de ese negocio ilegal.

Sheinbaum está atrapada en medio de dos fuegos, pero ha logrado mantener el frágil equilibrio entre los machos alfa que son López Obrador y Trump, para navegar hacia adelante en su proyecto. El aparador de su presidencia, sin embargo, lo ocupan ellos dos, sin saberse si para el final de su segundo año de gobierno haya logrado sacudirse el lastre, tener un mejor horizonte con Washington y, sobre todo, una vitrina para ella sola. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Nacional, Política y Sociedad, p. 44)

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Serpientes y Escaleras / Un 1 de septiembre polarizado y poco que informar

El primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido sin duda intenso y con más presiones y altibajos que las de cualquier otro gobernante de los últimos tiempos. Si bien la tradición presidencialista en México dice que nunca un primer año será de los más memorables de un sexenio, a la doctora le ha tocado iniciar su administración con un año particularmente difícil, entre muchos problemas internos heredados de su antecesor y demasiadas y fuertes presiones externas derivadas de las políticas de Donald Trump desde Estados Unidos.

Y en el balance de estos primeros 12 meses, que ya desde su arranque se anticipaban tensos y difíciles por el panorama económico, la llegada de Trump a la Casa Blanca y las graves problemáticas de seguridad, salud y falta de crecimiento económico que le dejó su antecesor, podría decirse que a la primera mujer presidenta en la historia del país no le ha ido tan mal en su primer año. Supo sortear los agresivos discursos y acciones desde el vecino del norte, apostando más al diálogo y al entendimiento que a la confrontación, logró torear –que no resolver aún— la violencia homicida y la impunidad del narco al modificar la criminal política de los “abrazos, no balazos”, y ha sostenido con hilos, y con muy poco presupuesto, las afectadas políticas de salud pública en las que todavía no puede cumplir su promesa de acabar con el desabasto de medicinas.

Quizás lo más complicado que ha tenido que enfrentar la presidenta, aunque no se ve pero se siente en sus acciones y decisiones, es la presión real que tiene su gobierno por parte de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, que con un clarísimo afán de control y un alto grado de perversidad, copó a la doctora con nombramientos, designaciones y “recomendaciones” para seguir teniendo controles y actores reales que, desde el gabinete, el Congreso y otras posiciones públicas, le siguen respondiendo más al inquilino de Palenque que a la doctora que despacha en Palacio.

Ese sería quizás el saldo más negativo que sigue arrastrando, en su primer año de gobierno, la presidenta Sheinbaum. Porque si bien ha dado muestras de ir ganando autonomía e independencia en algunos temas como la política de seguridad, las negociaciones con Estados Unidos y en temas como su relación con los empresarios, en el manejo presupuestal y en la mayoría de sus políticas y posiciones públicas, la inquilina de Palacio se sigue viendo muy sometida y a veces hasta obligada a coincidir o defender las herencias del pasado, aun cuando éstas le significan cargas económicas y políticas a su gobierno.

Por eso será interesante ver qué es lo que informa al Congreso este lunes la doctora. Más allá de sus anuncios de trenes que, utilizando las mismas vías que construyó hace más de 100 años el dictador Porfirio Díaz, se supone que recuperarán las viejas rutas de los trenes de pasajeros que canceló y eliminó la privatización y venta de los Ferrocarriles Nacionales, el presidente Ernesto Zedillo. Hasta ahora, más allá de sus actos inaugurales y las explicaciones de los militares que presentan los proyectos, no se sabe cuál es el grado de avance de dichos trenes ni si estarán terminados en la fecha en que se comprometieron.

Por lo demás, la presidenta podría presumir su 0.6% de crecimiento proyectado para este año por el Banco de México que — casualmente y no vayan ustedes a pensar mal— anunció dicha cifra el pasado viernes, justo en la víspera del primer informe de Gobierno. Y seguro que lo que ha logrado negociar con el gobierno de Trump, el Acuerdo de Seguridad para combatir a los Cárteles de la Droga, que se anunciará el 3 de septiembre y se firmará en Palacio Nacional con el secretario de Estado de la Unión Americana, Marco Rubio, que visita por primera vez a México, será otro de los temas que resaltará la presidenta en su informe junto con sus programas sociales que ella ha introducido y aumentado consumiendo todavía más presupuesto del que ya había comprometido López Obrador a las ayudas económicas universales.

Veremos, pues, cómo llega la presidenta a su informe en el que, más allá de logros, obras o programas exitosos propios, lo que hará es un recuento de lo que ha sido un primer año complicado, pero que al mismo tiempo ha librado sin mayores daños en su imagen y aprobación la presidenta Sheinbaum. Su mensaje en Palacio Nacional se ve mucho más sencillo que la entrega por escrito del Informe al Congreso, en la que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, podría enfrentar gritos y reclamos de una oposición que está siendo bloqueada por los sectores más duros de Morena que no quieren entregarle al PAN la presidencia de la Mesa Directiva, que les corresponde a los panistas por los acuerdos parlamentarios.

NOTAS INDISCRETAS… Y es que ayer domingo, tras enfrentar el embate de los radicales de Morena que le exigieron no entregar la Mesa Directiva al PAN, el coordinador morenista, Ricardo Monreal anunció que no será posible cambiar el órgano de dirección de la Cámara de Diputados para la sesión de Congreso General mañana y que será la misma mesa, encabezada por el morenista Sergio Gutiérrez Luna, la que conduzca dicha sesión de arranque del nuevo periodo ordinario de sesiones.

Y es que el drama que hicieron en el Senado por los empujones que recibió Gerardo Fernández Noroña por parte de Alejandro Moreno, terminó por reventar los acuerdos que ya tenía listos Monreal con las bancadas de oposición en San Lázaro. Un grupo de diputados morenistas, encabezados por Leonel Godoy, Alfonso Ramírez Cuellar y Gabriela Jiménez, agitaron las aguas de la bancada morenista y le tiraron sus acuerdos a Monreal amenazando incluso con buscar su salida de la coordinación si permitía que el PAN encabezara la sesión este próximo lunes.

Las tensiones internas subieron tanto en Morena que el zacatecano tuvo que ceder y será hasta dentro de 5 o seis días cuando se retomen las negociaciones con la oposición y retomar el acuerdo parlamentario que obliga a que la segunda fuerza política, en este caso los panistas, encabecen la Mesa Directiva en el segundo año de la legislatura. Por lo pronto mañana será el morenista Gutiérrez Luna, quien reciba el primer informe de la presidenta Sheinbaum, de manos de Rosa Icela Rodríguez… Los dados abren con Escalera doble. Nuevo mes, nuevas posibilidades. (Salvador García Soto, El Universal, Online)

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Bitácora del director / Día de la Presidenta

Este año se cumplieron dos siglos de que la persona encargada del Poder Ejecutivo en México rinde un informe anual sobre el estado de la administración pública, usualmente en la apertura de sesiones del Congreso.

El primero en hacerlo, el 1 de enero de 1825, fue Guadalupe Victoria, quien lo pronunció en Palacio Nacional, que también alojaba al Legislativo, y en el que el primer presidente dijo que la nación recién independizada había “sufrido mucho para llegar al estado de tranquilidad en que hoy se halla”.

Con el tiempo, el informe se convirtió en más que un acto de rendición de cuentas –o, mejor dicho, en algo distinto a eso–, pues el hecho de presentar el documento por escrito y pronunciar el discurso alusivo se convirtió en un homenaje a la Presidencia misma y, por supuesto, a quien la detentaba, dejando claro que el resto de las instituciones de la República se supeditaban a ella, sin consideraciones, por el equilibrio de Poderes.

A partir de la promulgación de la Constitución de 1917, se volvió obligatorio presentar un informe anual cada 1 de septiembre, en el arranque del primer periodo ordinario de sesiones del año legislativo. El primero en hacerlo en esa modalidad fue Venustiano Carranza, quien aquella vez afirmó que la Carta Magna de Querétaro era “la única base segura para la paz y norma de mi conducta”. Mi infancia y adolescencia fueron marcadas por el ejercicio de adulación que se escenificaba cada 1 de septiembre, dentro y fuera del Congreso. Comenzaba con un recorrido del presidente en turno, en coche abierto, en el que miles de personas, alineadas en el trayecto, lo bañaban de confeti y le dedicaban porras.

Ya en el recinto, los presentes interrumpían su discurso con aplausos. En 1974, Luis Echeverría pronunció un discurso de cuatro horas y fue aplaudido 104 veces, es decir, casi una vez cada dos minutos. Para un niño, el Día del Presidente era un suplicio, porque cualquier tipo de diversión pública estaba cancelada; era lo único que transmitía la televisión y, peor, marcaba el fin de las vacaciones de verano.

Con la declinación del régimen de partido hegemónico del siglo pasado, esa parafernalia fue disminuyendo hasta que el mandatario ya no pudo pronunciar su discurso en el Palacio Legislativo y debió contentarse con mandarlo por escrito, aunque nunca ha dejado de haber una ceremonia al margen, como la que tendrá lugar este lunes.

Hoy, por cierto, se cumplen 20 años de la última vez que el Ejecutivo leyó su mensaje desde la tribuna de San Lázaro. “Haciendo eco a lo expresado por muchos miembros de este Congreso, hoy se pone fin a un rito”, dijo el entonces presidente Vicente Fox, el 1 de septiembre de 2005. “Hoy se transforma el sentido de un acto en el que se compilaban y presentaban cifras favorables al gobierno, para lucimiento del presidente en turno”, agregó.

La presencia del mandatario en la ceremonia dejaría así de ser obligatoria, siendo sustituida por la simple entrega del documento. Aun así, Fox fue impedido el año siguiente de protagonizar esa versión descafeinada del informe, pues los legisladores de izquierda le cerraron el acceso al salón de sesiones del Palacio Legislativo, como una manera de no reconocer la derrota de su candidato Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de 2006.

Con el paso de estas dos décadas, el presidencialismo mexicano ha vuelto a florecer, matando con su sombra la división de Poderes, y ha reaparecido la lisonja para quien lo encarna.

Por primera vez desde 1994, la persona que pronunciará el discurso del informe estará rodeada por Poderes enteramente sometidos a la voluntad del partido gobernante: mayorías calificadas en la Cámara de Diputados y el Senado, y una nueva Suprema Corte elegida en votación popular mediante una participación de sólo 13 por ciento –la más baja para una elección a nivel nacional en toda la historia—y prácticas cuestionadas, como el uso de acordeones.

El oficialismo ha vuelto a tener todo el poder. Qué quiere hacer con él, además de concentrarlo y conservarlo, no está enteramente claro. Lo que sí, es que hoy no es sólo la primera vez que una mujer rinde el informe: hoy es Día de la Presidenta. (Pascal Beltrán del Río, Excélsior, Nación, p. 2)

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Desde Afuera / La política de presión de EU

El secretario de Estado Marco Rubio llega a México, para una breve visita que bien podría ser definida como “de revisión de cooperación” de los temas existentes pero también una escalada en la que también podría ser considerada como parte de la política de presión constante del gobierno del presidente Donald Trump.

La visita no incluye, como se reportó equivocadamente desde mediados de semana, la firma de un acuerdo de seguridad. La agenda real tiene mucho que ver con la cooperación bilateral, “pero implica trabajar dentro de los marcos existentes para abordar desafíos compartidos como el narcotráfico, los flujos migratorios y el crimen organizado”, según una declaración del Departamento de Estado.

Pero la visita refleja también la relación asimétrica entre los dos países y ciertamente la dureza de Trump en su política exterior, especialmente frente a los países que  dependen de su relación comercial o de seguridad con Estados Unidos, incluso aquellos que como los europeos son además aliados militares.

Nada nuevo en realidad. La fórmula política de Trump, residuos de sus tiempos como empresario y la base de su reputación como negociador, es usar todos los medios a su alcance para exigir lo más que pueda y acabar por lograr tanto como sea posible.

Hoy en día, por eso, “no perder es lo que cuenta como victoria para los líderes mundiales, porque Trump está aplastando a la mayoría con sus exigencias, a menudo extorsivas”, precisó un análisis de político.com.

En el caso mexicano, la presión es considerable. La visita de Rubio fue precedida a final de la semana por otra del senado Ted Cruz, republicano de Texas, que exhortó al gobierno mexicano a aceptar una más profunda asociación de seguridad con Estados Unidos para combatir a los cárteles del narcotráfico, que calificó como un peligro para la seguridad nacional de su país.

Los anuncios de firma de un acuerdo de seguridad, que si bien pueden ser deseables para los Estados Unidos no figuraba en la agenda de la visita de Rubio, pueden ser vistos de varias formas: desde una simple diferencia de terminología hasta una maniobra para prevenir, o frenar en lo posible, presiones del estadounidense para imponer términos que pudieran considerarse como lesivos para la soberanía mexicana. O como sugieren algunos, sea una señal de la mala lectura, o desubicación de los consejeros de la mandataria.

Pero a fin de cuentas, no se puede ignorar una debilidad económica relativa.

El hecho es que la presidenta Sheinbaum se encuentra en una posición difícil, a pesar de que su disposición a establecer una colaboración abierta pero calificada con las metas de Trump le han creado una imagen de negociadora hábil.

Habría que destacar que el mérito de Sheinbaum en mantener una relación correcta con Trump, conocido por su volatilidad, no es poca cosa, aun cuando sus logros se hayan limitado a reducir el monto de aranceles a productos mexicanos, prevenir la entrada de militares estadounidenses  y extraditar decenas de delincuentes presos a custodia estadounidense y en lo inmediato, demorar la imposición de nuevas tarifas. (José Carreño Figueras, El Heraldo de México, Orbe, p. 39)

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