26 de abril de 2024

LA POLÍTICA nacional

Columnas políticas del sábado 8 de octubre de 2022

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La salida de la “Tía Tatis” y la sangría de moderados en la 4T

Su salida confirma el final del ala moderada del gobierno de López Obrador y también advierte que, conforme el presidente fue perdiendo a sus aliados moderados, el gobierno de la “transformación” se fue achicando y radicalizando

Salvador García Soto

Con la sorpresiva salida de Tatiana Clouthier del gabinete de la 4T se rompe uno de los últimos vínculos de una alianza amplia que fue clave para que Andrés Manuel López Obrador ganara en 2018 la Presidencia de la República de la manera en que lo hizo. Haberse aliado, como lo hizo en su campaña con un sector de la clase media, la intelectualidad, el empresariado y un grupo de políticos moderados que provenían del centro-derecha y que ostentaban un cierto “pedrigrí” político, fue un factor decisivo para que el ahora presidente alcanzara sus tan cacareados 30 millones de votos, cifra que nunca hubiera logrado sólo con su base histórica ni con la izquierda, que cuando mucho le hubieran dado 15 millones de votos.

Esa alianza que hizo López Obrador en el 2018 —ahora sabemos que por pura conveniencia y pragmatismo—, le permitió vencer los miedos que generaba su candidatura por un discurso agresivo y rupturista, identificado no sólo con el populismo demagógico, sino con un radicalismo de izquierda que en sus primeras dos campañas le impidió ganar de manera contundente las elecciones presidenciales, acercándose mucho más en 2006 que en el 2012 a su objetivo. Por eso fue que, para su tercera campaña, con el aprendizaje que había tenido en los dos intentos previos, el político tabasqueño comenzó a rodearse de personajes de derecha y de centro e incluso de empresarios que le permitieron mostrar un rostro moderado y convencer así a una clase media y alta que históricamente se le habían resistido por la imagen del “peligro para México” que le dejó la turbulenta elección de 2006.

Digamos que, con esos personajes, sus nombres y apellidos, sus trayectorias y sus orígenes, AMLO pudo presentarse como un político moderado y confiable para un sector del electorado que jamás había votado por él y que lo hicieron al ver que ya no sólo era el candidato de una izquierda populista y radical, sino también representaba una alianza amplia en la que lo mismo cabían expanistas de prosapia, empresarios, intelectuales y representantes de la sociedad civil y de la clase media.

Pero una vez en el poder, la piel de cordero dio paso al lobo que comenzó a enseñar los colmillos. Y, azuzado por los grupos más radicales de su movimiento, el presidente comenzó a relegar y a ningunear a todos esos personajes no militantes y moderados, que por un lado perdieron interlocución e influencia en el oído del presidente y por el otro se negaron a entrar en el aro de la sumisión y la obediencia ciega que comenzó a marcar el estilo de su presidencia. Las primeras rupturas fueron estridentes: Germán Martínez primero, el 21 de mayo, seguido de Carlos Urzúa, el 19 de julio, ambos en 2019, fueron los primeros en abrir la grieta con dos explosivas cartas que públicas, en donde denunciaban, el primero la rigidez de la austeridad republicana que empezaba a transformarse en austericidio, y el segundo la toma de decisiones de política económica sin sustento y más por caprichos e imposiciones políticas que con evidencias técnicas.

Con la renuncia y el rompimiento del panista Martínez Cazares y el economista Urzúa se asomó también el primer rasgo de la presidencia imperial que empezaba a renacer en Palacio Nacional: a ambos López Obrador dejó de escucharlos, de atender sus recomendaciones y a imponerles a funcionarios sin conocimientos ni experiencia en sus dependencias; incluso en el caso de Germán, desde meses antes que renunciara el presidente dejó de recibirlo y de atender sus peticiones de audiencia.

Para el 2020 vinieron otros desprendimientos del grupo moderado y de derecha. Un técnico como el ingeniero Javier Jiménez Espriu renunció en julio tras haber sido ignorado y relegado en la SCT, a la que el presidente le quitó funciones estratégicas como el manejo de los Puertos de Marina Mercante y aduanas que le fueron entregados a la Secretaría de Marina. Luego, en septiembre un académico como Jaime Cárdenas, exconsejero del IFE, salió por piernas del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, tras denunciar corrupción en las subastas y el manejo de bienes enajenados a través de una mafia interna, lo que le valió ser acusado por el presidente de haberse “aflojado” y de “no servir para el servicio público ni para la transformación por falta de convicciones”.

Y finalmente en diciembre de ese año, el empresario Alfonso Romo, que ya no tenía ninguna influencia en el gobierno y había sido completamente relegado y desgastado como enlace entre el presidente y los empresarios, dejó la Oficina de la Presidencia para volver a sus negocios en su natal Monterrey.

La alianza con el centro-derecha y la clase media no militante se iba resquebrajando cada vez más, en la medida que el presidente se radicalizaba y permitía que los grupos más duros, del ala radical de Morena tomaran mayor control e influencia en su gobierno, a través de alianzas como la de Beatriz Gutiérrez Müller y Claudia Sheinbaum y el avance de personajes de izquierda dura como Pablo Gómez y su familia e intelectuales como Paco Ignacio Taibo y el grupo de Jesús Ramírez y Jenaro Villamil en el manejo de la imagen y comunicación de su gobierno.

Para el 2021, en el tercer año de gobierno, el rompimiento más fuerte ocurrió en el primer círculo de confianza del presidente. La salida de Julio Scherer de la Consejería Jurídica de la Presidencia representó un cisma para el staff presidencial al desgastarse la relación de amistad con quien llegó a ser el hombre fuerte y el operador político más cercano a López Obrador. La salida de Scherer trajo consigo una reconfiguración en el gobierno; por decisión del mandatario, el relevo de Olga Sánchez Cordero, terminó de romper la alianza con los moderados no militantes, para dar paso a una operación más partidista y militante con la llegada de Adán Augusto López, que además del paisanaje tabasqueño, también significó un equilibrio para la radicalización del gobierno y el dominio de los duros del centro, al fortalecer al Grupo Tabasco y al Grupo del Sureste.

Y el último eslabón que se rompió el pasado jueves, al anunciarse la salida sorpresiva de Tatiana Clouthier, confirma el desencanto y la pulverización de aquella “alianza amplia” que falazmente llegó a ofrecer López Obrador para representar al electorado. Las razones que la llevaron a presentar su renuncia desde el pasado 26 de julio, tuvieron que ver con una falta de comunicación con el presidente, que ya no la recibía ni acordaba con ella, además de su desacuerdo con la militarización de la Guardia Nacional. Pero también influyeron el revés público que le dio su jefe en mayo pasado, al echarle para atrás su negociación de meses con los empresarios para imponer una “verificación de seguridad” en todos los autos que circulan en México, y como último desaire el no haberle dado ni un peso de presupuesto a su “nueva política industrial” que durante meses negoció y acordó con las cámaras empresariales.

La salida de la llamada “Tía Tatis”, no sólo confirma el final y la desaparición del ala moderada del gobierno de López Obrador, sino que también advierte que, conforme el presidente fue perdiendo a esos personajes clasemedieros, académicos, empresarios o técnicos que en su momento le ayudaron a ganar la Presidencia y a convencer a 15 millones de votantes de que su proyecto izquierdista sí era una opción viable para cambiar al país, el gobierno de la “transformación” se fue achicando y radicalizando. Y que junto al desencanto y la decepción que hoy expresan muchos de mexicanos que votaron por Andrés Manuel en el 2018, también viene el miedo por un fin de sexenio que se avizora difícil y caótico y un sueño de “transformación” que se empieza a sentir como una pesadilla. En la medida que el presidente y su gobierno se aproximan al ocaso de su poder con crisis, problemas no resueltos y más bien agravados, filtraciones y escándalos, todos nos aproximamos junto con él al precipicio.

NOTAS INDISCRETAS… La llegada de Raquel Buenrostro no fue tomada con euforia por los mercados y mucho menos por los empresarios, que conocen bien la mano dura y la muy poca flexibilidad que maneja la nueva secretaria de Economía. Y es que, si en el SAT apretó y dobló a varios de los grandes contribuyentes que, hasta con amenazas de cárcel tuvieron que pagar sus adeudos y abandonar la evasión que les permitieron por sexenios los gobiernos del PRI y del PAN, ahora doña Raquel tendrá que demostrar que también tiene algo de mano izquierda, aunque hasta ahora casi nadie se la conoce. Lo que más preocupa es que a la que adentro de la 4T bautizaron como la “dama de hierro”, le tocará conducir las negociaciones con las representaciones comerciales de Estados Unidos y Canadá en las mesas del T-MEC en las que se busca resolver la queja de los dos socios comerciales contra la política energética estatista y proteccionista del gobierno mexicano.

¿Será que al nombrar a Buenrostro el presidente está mandando también un mensaje a la no menos dura Khaterine Tai que tan mal le cae a López Obrador y que tanto le molestó su demanda contra su política energética? El caso es que doña Raquel tendrá que demostrar que no sólo sabe doblegar a empresarios, sino también resolver problemas y negociar con todos los fierros calientes que le heredaron en Economía. Qué tan dura verán a Buenrostro dentro de la 4T que un alto funcionario de este gobierno nos decía ayer ”Raquel no es dura, es ruda”… Hablando de rudezas, pero en este caso de empresas cuestionadas como Vitol, el gigante holandés de energía, a la que en Estados Unidos acusaron de pagar sobornos a funcionarios mexicanos y de Ecuador a cambio de obtener contratos, entre 2015 y 2020, es decir también en los primeros años de la 4T, hoy se sabe que los operadores de Vitol utilizaron a empresas pequeñas y sin capacidad para obtener contratos de energía de la CFE y beneficiarse de grandes ventas de electricidad.

Como prueba está el contrato que en agosto de 2021 le otorgó el área de Generación, de la Comisión que dirige Manuel Bartlett a la empresa Tradeon Energy a la que le vendió 100 MW de energía eléctrica y esta pequeña compañía a su vez se la transmitió al gigante Vitol. Así, los holandeses, a los que el presidente López Obrador dijo haber vetado por las investigaciones y acusaciones de corrupción y sobornos en su gobierno, le dieron la vuelta no sólo a la legalidad, sino al Palacio Nacional, todo con la complacencia del adorado Bartlett…

Uno de los hombres más ricos de México, el empresario minero Germán Larrea, del Grupo México, fue internado en días recientes en un hospital de los Estados Unidos. El motivo fue realizarle una cirugía gástrica para bajar de peso, algo que además de tener un fin estético también se lo recomendaron por salud sus médicos. Dicen que a don Germán, que es uno de los enemigos declarados del senador y dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, le colocaron una “banda gástrica” en el estómago, que es de lo más avanzado en la medicina estadunidense para el control y la disminución del sobrepeso y la obesidad. Veremos si en algún momento don Germán reaparece más delgado, porque la que no baja ni adelgaza es su fortuna, ni aún en los tiempos de la 4T en donde no es para nada bien visto, pues en los últimos reportes de la Revista Forbes y de Statista en este año, Larrea aparece como el segundo hombre más rico de México, solo superado por Carlos Slim, con una fortuna del dueño de Grupo México que supera los 31 mil millones de dólares… Los dados mandan Escalera Doble para una semana densa y violenta. (Salvador García Soto, El Universal, Nación, p.8)

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Bajo Reserva

Premio mayor: casona de Presidencia de 90 mdp

Nos comentan que donde están haciendo changuitos y rezando para ya deshacerse de una lujosa residencia que fue propiedad de la Presidencia de la República es en la Lotería Nacional. Nos detallan que el 20 de noviembre, día de la Revolución Mexicana, se realizará un Gran Sortero Especial cuyo premio mayor será nada más y nada menos que la casona ubicada en Reforma 1030, colonia Chapultepec, valuada en 90 millones de pesos. Nos indican que bajo este gobierno la mansión pasó a formar parte de los inmuebles del Instituto para Devolver el Pueblo lo Robado (Indep), por lo que ahora se busca ya deshacerse de ella y no seguir pagando los altos costos que genera su mantenimiento. Lo que no se sabe aún es si habrá que hacer un nuevo pedido de tamales de chipilín para ofrecer a los empresarios en Palacio Nacional y luego darles sablazo con la compra “voluntaria” de cachitos o series.

Adán Augusto entra a la guerra de bardas… ¿quién pompó?

Es sabido que desde hace varios meses en diversas ciudades del país han aparecido paredes con la leyenda “#EsClaudia”, en apoyo a la aspiración presidencial de Claudia Sheinbaum. Pero ahora nos cuentan que otra “corcholata” ya le entró a la guerra de bardas. Nos detallan que esta semana aparecieron en la colonia Copilco unas pintas con la leyenda “Que siga López. Estamos Agusto”, en clara referencia a Adán Augusto López, titular de Gobernación. Hasta ahora nadie sabe quién promueve o costea esta promoción de aspirantes. ¿Será que en los próximos días se sepa quién es el responsable de financiarlas?

Extorsión desatada pega en la inflación

En el gobierno federal, nos comentan, ven al crimen organizado como uno de los responsables de que el alza en los precios de los productos de la canasta básica nada más no ceda. Nos hacen notar que algunas áreas de seguridad del gobierno federal detectaron que los productores de básicos están cargando el costo de la extorsión de la delincuencia a sus productos, lo que constituye ya una de las causas internas de la inflación en el país. Ante este diagnóstico, las autoridades creen que una baja en el delito de extorsión, que está en niveles récord de incidencia, impactaría en la baja de alimentos como la carne, huevo y pollo, cuyos productores están asolados por el cobro de piso.

El elástico principio de “no intervención”

Nos cuentan que mientras el canciller Marcelo Ebrard festejaba su undécimo aniversario de matrimonio y se reunía con empresarios de las llamadas start-ups para tomarse una buena foto que subir a sus redes sociales, sus colegas representantes de otros países ante la Organización de Estados Americanos, con sede en Washington condenaban la invasión de Rusia a Ucrania. De todos modos, México dejó clara su posición ante el organismo internacional, por medio del enviado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Efraín Guadarrama, quien anunció la decisión de nuestro país de no firmar una declaración que condena la invasión rusa a Ucrania, bajo el ya muy elástico argumento de la “no intervención” (El Universal, A2, p.2)

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Templo Mayor

¡AL FUEGO, bombera! A esa voz, Raquel Buenrostro le tuvo que entrar al quite como nueva secretaria de Economía y dejar botado el SAT.

MUCHOS se preguntan cómo le irá a la matemática que ha tenido cargos más fiscales que económicos en una dependencia que requiere de muuucha mano izquierda para la negociación con empresarios tanto mexicanos y extranjeros, así como con gobiernos de otros países.

PERO, BUENO, recordemos la fórmula tan repetida en las mañaneras de que basta con tener un 10% de experiencia si se tiene un 90% de honestidad.

Y MIENTRAS tanto, quien seguramente sonríe de oreja a oreja es el empresario Ricardo Salinas Pliego, pues Buenrostro ha sido la única funcionaria que lo ha presionado para que pague la millonada de impuestos que debe.

QUE ALGUIEN llame a Sherlock Holmes, a Hercule Poirot o ya de perdida a Héctor Belascoarán porque vaya misterio entrañan los predios de playa rifados el 15 de septiembre en un sorteo de la Lotería Nacional.

QUIENES saben del tema cuentan que por más que se solicitó información vía transparencia a la Presidencia y a la Lotería, nadie sabe y nadie supo qué dependencia es la actual propietaria de los lotes ubicados en Playa Espíritu, Sinaloa.

Y CON TODO y que empresarios fueron invitados a cenar tamales de chipilín a Palacio Nacional para que participaran comprando boletos y que supuestamente hubo una buena venta de los mismos, al final resultó ¡que nadie se los ganó!

ASÍ ES QUE el gobierno salió ganando doble al recibir recursos por la venta de “cachitos” y porque, al final, se quedaron con lo que iban a rifar… algo así como la “no rifa” del Avión Presidencial 2.0.

VAYA que Claudia Sheinbaum demostró ayer un profundo desdén por el Poder Legislativo de la CDMX.

AUNQUE su Cuarto Informe se entregó el 1o. de septiembre, postergó hasta ayer, 7 de octubre, su presentación ante los diputados locales en una sesión para la que ni siquiera escribió un discurso, pues recicló el que ya había dado en el Auditorio Nacional y en sus mítines en varias alcaldías.

BUENO, ni siquiera estuvieron invitados los gobernadores morenistas y de oposición que sí acudieron al eventazo a principios de semana en el llamado Coloso de Reforma.

PARA COLMO, lo que debió ser un acto de gobierno se convirtió en un evento más de precampaña en medio de gritos de “¡Presidenta, Presidenta!” y un complaciente representante del PVEM, Jesús Sesma, quien le dijo en su discurso que México necesita una mandataria como ella.

Y ESO NOMÁS fue el circo, porque el pan lo estuvieron repartiendo afuera de la sede del Congreso en paquetes de box lunch para agasajar a los acarreados y paleros. (Fray Bartolomé, Reforma, Opinión, p.8)

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Trascendió

Que si usted creía que nunca había visto a Jesús Zambrano tan solo como después de la votación en el Senado sobre las fuerzas armadas, en la que dos de los tres legisladores de la bancada perredista apoyaron el proyecto presidencial, en sentido contrario a la opinión de su dirigente nacional, pues fíjese que hay más: ayer la número dos del PRD, Adriana Díaz, desautorizó a su líder y dijo que el acta de defunción que aquél extendió a la alianza opositora fue “a título personal, no institucional”, además de justificar la decisión “congruente” de sus senadores…

Que solo una calle separó ayer al coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, de la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien rindió su informe en el Congreso capitalino, a unos metros de la casona de Xicoténcatl, adonde el zacatecano llegó tarde para la guardia de honor por el aniversario luctuoso de Belisario Domínguez. El legislador se guardó sus comentarios sobre el cierre de calles de la zona y las porras a la gobernante, soltando apenas una expresión: “hay que ser tolerante”.

Que los alcaldes capitalinos de Benito Juárez, Santiago Taboada; de Álvaro Obregón, Lía Limón; de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas; de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, y de Tlalpan, Alfa González, resumieron en seis puntos la razón de su ausencia en el informe de Claudia Sheinbaum: dejó de invertir en las zonas que perdió Morena, su versión de gobierno es un spot de propaganda, no ha convocado a reunión de cabildo, hay persecución política de opositores, una estrategia de polarización-corrupción y estigmatización.

Que a tres meses de que concluya la gestión de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ni uno de los ministros del alto tribunal ha externado públicamente sus intenciones para sucederlo en el cargo, luego de aquella polémica por el interés de AMLO en extender el periodo del también titular del Consejo de la Judicatura Federal, tema que no prosperó. Por ahora, el misterio continúa. (Milenio, Al Frente, p.2)

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Sacapuntas

Reconocen logros de Sheinbaum  

Un ejercicio de diálogo se desarrolló ayer en el Congreso de la CDMX, durante el Cuarto Informe de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Destacable la civilidad y el respeto con el que la oposición fijó sus posturas, y la forma en que la mandataria se dirigió a todas las fuerzas políticas. De hecho, la mayoría de los grupos parlamentarios reconoció los logros de su administración, en especial la seguridad pública y la movilidad. Al final recibió una ovación de los diputados locales.

Doblete de Rosa Icela 

Por cierto, esta semana la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, acompañó dos veces a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en sus eventos con motivo de su Cuarto Informe. La primera fue el lunes pasado, en el Auditorio Nacional, y la segunda ayer, en el Congreso local. En ambas ocasiones lo hizo en calidad de representante del Presidente.

Se aplican para terminar obra

Se concluyó el tramo Imuris-Nogales de la carretera conocida como Curvas de Quijano. La Subsecretaría de Infraestructura de la SICT la terminó y ya la abrió a la circulación, luego de ser una obra inconclusa, que debía entregarse desde el sexenio pasado, pero que estuvo años atorada por varios contratos enredados.

Reunión de seguridad, en Washington

Cumbre de seguridad bilateral se realizará en Washington el 13 de octubre. De México asisten Marcelo Ebrard, Rosa Icela Rodríguez, Luis Cresencio Sandoval, Rafael Ojeda, Luis Rodríguez Bucio y Alejandro Gertz. Por EU, Antony Blinken, Alejandro Mayorkas, y el fiscal Merrick Garland. Hablarán de tráfico de armas, de personas, fentanilo, y comercio seguro.   

Dos se apuntan y uno se baja

Empezaron los destapes de alcaldes rumbo a la elección para la jefatura de Gobierno en 2024. Dos ya levantaron la mano: el panista Santiago Taboada, de Benito Juárez; y el priista Adrián Rubalcava, de Cuajimalpa. En cambio, quien se descartó fue el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, pues dice que su actual encargo termina hasta octubre de 2024. (El Heraldo de México, La 2, p.2)

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Arsenal /

Una dura del fisco al frente de Economía

Señales encontradas ha provocado el nombramiento de Raquel Buenrostro, mano de hierro en el SAT, como titular de la Secretaría de Economía. Mientras que el Consejo Coordinador Empresarial expresó beneplácito por su llegada, expertos consultados por el reportero manifiestan preocupación.

El diputado Ildefonso Guajardo, exsecretario de Economía y que participó en las negociaciones del T-MEC, consideró “ilusorio” suponer que por nombrar a una “brava” al frente de la SE, se pueden encontrar soluciones.

“Al revés, las cosas se pueden complicar”, advirtió.

El consultor Alejandro Rodríguez, exfuncionario de Hacienda, ve en el nombramiento de Buenrostro una señal clara de que México endurecerá su postura en la controversia comercial con Estados Unidos y Canadá. Y es que el lunes pasado terminaron las consultas para acercar posturas entre los tres países, sin lograr resultados. Sigue el panel de controversias que pueden solicitar los socios comerciales de nuestro país.

“Es casi una certeza de que perderemos ese panel. Nos costaría hasta 30 mil millones de dólares en cuotas arancelarias. Un desastre. Implicaría una pésima señal para cualquier negocio futuro en la zona del T-MEC”, vaticina Rodríguez.

Y más: “Un despropósito estando en la posición de socio comercial número uno de Estados Unidos”.

*Muy dividida quedó la bancada del PRI en el Senado después del voto que prolonga las labores del Ejército en tareas de seguridad pública hasta el 2028. A Sylvana Beltrones, Jorge Carlos Ramírez Marín, Manuel Añorve y a los otros seis senadores del tricolor que votaron con Morena la iniciativa de reforma al 5º transitorio, los hicieron a un lado de la mesa de negociaciones del disminuido Bloque de Contención. Ni siquiera tenían conocimiento de la propuesta alterna que, a nombre del PAN, PRI, PRD y MC, presentó en comisiones el emecista Noé Castañón, de acuerdo con el chat de los senadores del PRI.

El coordinador de la bancada, Miguel Osorio Chong, había anunciado al grupo que votaría en abstención. Al final votó en contra, junto con Beatriz Paredes y Claudia Ruiz Massieu. Quedó en franca minoría. Su liderazgo cuestionado.

*Hay quien apuesta que Morena dejará de gobernar la Ciudad de México —otrora bastión del obradorismo— en 2024, a pesar de que las encuestas colocan a ese partido, en lo individual,  a la cabeza en la intención de voto. La última medición de El Financiero, publicada el 13 de septiembre pasado, dice que PAN, PRI y PRD suman 40% de apoyo, frente a 46% de Morena y sus aliados, PT y PVEM. MC capta 10%. Es decir, si toda la oposición se une, alcanza 50% de las preferencias.

Hay más argumentos que abonan a la idea de que Morena se encamina a una derrota en 2024: 1) En las elecciones intermedias de 2021, los guindas perdieron nueve de las 16 alcaldías de la CDMX, a pesar de los programas sociales y la publicidad desplegada; 2) En la Consulta sobre Revocación de Mandato, la capital ni siquiera entró en las 10 entidades que tuvieron mayor participación. Quedó en la casilla número 11.

¿Quiere apostar? Los potenciales aspirantes de Morena a la Jefatura de Gobierno son Rosa Icela Rodríguez, favorita de AMLO; Omar García Harfuch, escudero de Sheinbaum, y el radical secretario de Gobierno, Martí Batres.

En el PAN figuran el cuestionado Jorge Romero, Santiago Taboada, Xóchitl Gálvez y Lía Limón. Al primero amenazan con convertirlo en la versión panista de Alito Moreno. Mauricio Tabe quedó fuera por el lamentable asunto de su papá en la Miguel Hidalgo.

En el PRI hay dos aspirantes visibles: el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, y el diputado federal con licencia, Xavier González Zirión.

Salomón Chertorivski, de MC, es otro que está apuntado.

Hablamos con González Zirión. Delineó su propuesta de “gobierno de coalición”: 25% de los cargos serían para el jefe de Gobierno electo; otro 25% para la sociedad civil. El 50% restante iría para los partidos de la alianza y se repartiría según su participación. Su proyecto: ampliar el Metro, recuperar las rutas aéreas que se perdieron con el AIFA, convirtiendo este último en aeropuerto de carga exclusivamente, privilegiar el tema del agua y aumentar la presencia de policías en las diversas colonias de la ciudad. A González Zirión no lo desanima el hecho de que ni siquiera aparece en las encuestas. Pronto lo veremos en espectaculares. Asegura que ya tiene alrededor de siete mil personas para cuidar las casillas el día de la elección.

—En el caso de la alianza, ¿cómo le harás para que el PAN acepte ceder la candidatura en la CDMX al PRI?

Respuesta: si el PAN se queda con la presidencial; la jefatura de Gobierno tendría que ir al PRI. (Francisco Garfias, Excélsior, Nacional, p.4)

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Administrando el caos

Amador Narcia

El Universal

En lo que pareciera una estrategia para que el impacto sea constante y diverso, para que dure y rebase lo periodístico e incluso incida en los próximos procesos electorales y hasta en la sucesión presidencial, los “Guacamayos” asignan a su criterio e interés lo que hackearon. 

Reparten el juego y quien quiera publicar debe seguir sus tiempos y sus reglas.  

Lo “asignado” quizás solo alcance a ser creíble, pero el presidente confirmó que la Sedena había sido hackeada y que los publicado sobre su salud y la aerolínea militar era verdad. 

El dilema es que no treparse a la ola de lo hackeado puede llamar a sospecha de los puristas aunque el criterio editorial sea subjetivo. 

La información extraída de los servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional por el grupo de hackers sólo la pueden obtener periodistas e investigadores, mediante una solicitud vía correo electrónico.  

Para hacer contacto con ellos es necesario entrar a la página ddosecrets.com  

Ahí, en inglés, se presentan como una organización periodista sin fines de lucro, dedicada a la transmisión de información de interés público. Y su misión la señalan en latín:  

“VERITATEM COGNOSCERE RUAT CÆLUM ET PEREAT MUNDUS” 

Que se puede traducir como “Conocer la verdad, incluso si los cielos caen y el mundo perece”. 

Hay también un listado de lanzamientos y actualizaciones de los hackeos más recientes. Y ahí se lee: “Secretaría de la Defensa Nacional de México”. https://ddosecrets.com/wiki/secretar%c3%ada_de_la_defensa_nacional_de_méxico

Al dar click, aparece esta especie de ficha de información. Detalla que son 6 Terabytes de correos de la SEDENA hackeados por el grupo Guacamaya y que debido a la sensibilidad de la información sólo serán proporcionados a periodistas e investigadores.  

El sitio también incluye una declaración en español de Guacamaya en la que reprueban la existencia y modo de operar de los ejércitos en diferentes países, a los que se refieren como el Abya Yala, que es la denominación más antigua de América, y ellos hacen énfasis en los países que integran América Latina. https://ddosecrets.com/wiki/contact#request_access 

Se explica que, para solicitar la información, es necesario enviar un correo electrónico a press@ddosecrets.com donde se diga por qué es necesario acceder al material y qué intención se tiene de hacer con él.  

También se solicita que el correo sea enviado desde una cuenta institucional o corporativa y se incluya suficiente información para verificar las credenciales del solicitante. Los hackers necesitan corroborar que la persona es investigador o periodista con trayectoria. 

Horas o días después, el grupo de hackers responde el correo preguntando si el interesado está de acuerdo en que la información sólo será para su medio de comunicación y que no puede compartirla con nadie más. También se solicita que, al publicar la información, se dé crédito a ddosecrets.com  https://mega.io/startpage 

El mismo grupo de hackers redirecciona al solicitante a Mega, una nube en internet donde se almacenan contenidos… Ahí se encuentran 6 carpetas con archivos de los correos de la SEDENA que fueron subidas entre el 17 y 19 de septiembre pasado. Cada una pesa entre 240 y 785 gigas… Y por día, sólo se puede descargar 500 gigas, pero si una persona está interesada en descargar los 6 Teras de una sola vez, necesita tener ese espacio disponible, internet de calidad y una cuenta especial en Mega. 

Ya veremos las consecuencias de este robo, que finalmente lo es. 

Monitor republicano 

No hay felicidad completa. Algunos de quienes buscaron esa información recibieron en correspondencia un malware (MALicious softWARE), un programa, documento o mensaje, susceptible de causar perjuicios a los usuarios de los sistemas informáticos. 

anarciae@gmail.com 

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 ‘A la mexicana’

RICARDO RAPHAEL

Tan fácil que es hacer unos huevos a la mexicana. Van durante menos de un minuto al sartén un par de blanquillos apenas batidos con poco aceite de maíz, unos trocitos de jitomate, otros de cebolla y unas rodajas de chile jalapeño.

Una receta simple para un adjetivo complicado: “a la mexicana”.

Si no lo cree así, retire usted los huevos y ponga como sustantivo, por ejemplo, el amor. ¿Podría usted definir qué es eso del amor a la mexicana?

Ya la cantante Thalía lo intentó hace un par de décadas. El amor a la mexicana sería, para ella, aquel que no tolera compasión ni lástima, un amor duro, delirante, “macho de corazón.” Tal cual se enseña en esa gran escuela de las emociones que son las telenovelas, esta forma de amor debe ser un melodrama sin acotamientos ni banquetas. Arrollador, pues, donde ella se arroja, él se lanza y ambos se estrellan. No importa que la historia sea corta, tóxica o suicida, siempre y cuando quede labrada como leyenda en una estela maya.

Solo por enredar más las cosas, sustituyamos la palabra amor y pongamos en su lugar la justicia a la mexicana. De golpe se asomará una borrachera canija de impunidad. La hipótesis no es mía sino del gran muralista, Jesús Clemente Orozco, que en 1923 dejó sobre las paredes del Antiguo Colegio de San Ildefonso un fresco preciso: el de un caballero tan ebrio como elegante (la ley) que con la mano derecha empuña una daga y con la izquierda manosea a una dama (la justicia), también cargada como una cuba, que lleva vendada media cara y sostiene una balanza más chueca que la torre de Pisa.

Ni cómo discutirlo: la justicia a la mexicana es personal, es política y es económicamente interesada. Sobre todo —debe advertirse— rara vez es justa.

La necedad de escribir este texto me visitó hace unos días cuando un amigo abogado intentó describirme la desembocadura de un caso que se le pudrió en las manos por razones políticas. Para no hacerme perder el tiempo resumió así su infortunio: se resolvió a la mexicana —dijo y luego torció la boca.

Fue en ese momento que mi cerebro se atoró tratando de hacer coincidir en una misma definición los huevos, el amor y la justicia para terminar concluyendo que nada tienen que ver entre sí excepto que ese adjetivo, a la mexicana, se acomoda resignadamente según el tema que se le ponga por delante.

No se trata de que lo mexicano sea mentiroso, eso sería en sí mismo una mentira. Tampoco que carezca de sinceridad, porque lo mexicano no merece ser considerado como sinónimo de falso.

¿Cómo explicarlo? Varguitas viene a mi auxilio, aquel inolvidable personaje del filme La Ley de Herodes que se hizo famoso por referirse a sí mismo como alguien más cabrón que bonito.

Varguitas es alguien rajado, pero carece de hermosura; un tipo puesto para lo que se necesite, aunque lo que se necesite pueda ser grotesco.

Es un personaje —¿cómo negarlo?— muy a la mexicana. Es rudo y a la vez ambiguo. Echado para delante, pero extraviado respecto de lo que realmente desea.

En eso radica la dificultad de encarnar a un personaje como Varguitas, que vive en el país de La Ley de Herodes —según la sabiduría popular— el lugar donde llegado el momento de las definiciones o te chingas o te jodes.

Ahora caigo en que el amigo abogado sembró la duda perniciosa que dio título a este desparramado argumento mientras en el Senado de mi país una legisladora de apellido Abreu —una feminista como no podría haber ninguna otra— acusó en tribuna a una colega suya de ser una “robamaridos”, para luego asestar contra el vientre de su enemiga una frase que merecería ser colocada con letras doradas en las paredes más altas del más reputado de los burdeles: “señora … hay que tener la cola corta para tener la lengua larga.”

No sé si Abreu quería proponer aquí una máxima recomendable para la política mexicana, pero ciertamente debería serlo para los hombres de la política que con patriarcal actitud siempre andan presumiendo el tamaño de su cola.

Al respecto cuenta una leyenda que un día ese intelectual modelo que fue para muchos el poeta Octavio Paz, sentado a la mesa con varios de sus pupilos, se divirtió regañando públicamente a alguno que no dejaba de coquetear con la mesera joven y tímida que intentaba tomarles la orden.

El maestro suplicó al alumno: “querido XXX, ¿sería usted tan amable de retirar su miembro de esta mesa?”

El “querido XXX” se habrá ruborizado ante este ingenioso desplante de humor a la mexicana, que es otra cosa muy distinta a los huevos, el amor o la justicia y que sin embargo es tan preciadamente nuestro.

En mi país, se dice, hacemos chistes por todo; la mayoría graciosos y rayando en lo geniales cuando recalan en el albur, pero también los hay pasados de lanza como la broma podrida arrojada contra la legisladora “robamaridos”.

Antes de terminar este discurso malhadado hay que decir que, de todo cuanto intente definirse en la materia que aquí nos ocupa, lo más difícil —prácticamente imposible— es el concepto de la política a la mexicana.

Han fallado hasta ahora los muralistas, los poetas, las compositoras, los tribunales, las científicas sociales y hasta Dios mismo a la hora de responder al desafío.

Y es que la política a la mexicana es una materia cargada de simulaciones, fachada que esconde otra fachada, cabellera sin pelo, diplomacia ruda, puñal sin balanza, poder vaciado de contenido, es la arrogancia del inseguro y la humildad petulante, en fin, la política a la mexicana es sobre todas las cosas una contradicción desvergonzada.

No intente usted entenderla porque no puede ser entendida. Quienes la practican son los magos del decir las cosas por el derecho y el revés, en una misma frase y a lo largo de una misma vida. Se definen a sí mismos como tragadores de sapos que domesticaron las arcadas. En efecto, la política a la mexicana da asco, pero no importa.

La ventaja es que aún nos quedan, para alimentar el orgullo nacional, otras muchas virtudes a la mexicana: desde luego la comida, el amor, la valentía, el humor y alguna canción que nos sirve para irla pasando mientras los vecinos se emborrachan de sí mismos, incapaces de retirar sus miembros de la mesa y tan coludos o bonitos como la vida cabrona, que se han procurado, les da permiso.

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Doble fondo

¿Quién espía? ¿AMLO? ¿Adán? ¿Sandoval? ¿Ojeda? ¿Gertz?

¿Quién entre ellos? ¿O espían todos? No es que lo hagan personalmente, sino que reciban, lean y se regocijen con el poder que les implica abrir carpetas y correos que llevan el sello o la marca (roja o negra) de “confidencial”, esos expedientes clasificados con los reportes de espionaje que elaboran sus plomeros.

Pero, empecemos por el principio: ¿quién dio la orden para espiar a periodistas?

En una democracia muy consolidada ya se hubieran deslindado responsabilidades, ya hubieran corrido a medio mundo, y en una de esas hasta hubiera renunciado el primer ministro, incluso el presidente.

Aquí, en este país, ¿quién espía hoy? ¿Presidencia de la República? El presidente Andrés Manuel López Obrador ha repetido una y otra vez que su gobierno no espía a periodistas ni a opositores. A nadie, ha reiterado. Religioso como es, casi lo ha jurado. También ha dicho que, políticamente hablando, en México no se mueve algo sin que el presidente sepa.

Entonces, si las denuncias de espionaje y de intervenciones telefónicas de Animal Político y de Ricardo Raphael son ciertas, como asumo que son, ¿quién dio la orden de hacerlo en Palacio Nacional? ¿Él mismo? Si fue así, muy mal, porque traicionó su palabra, rompió su juramente electoral en el sentido de que su gobierno jamás espiaría a periodistas y opositores. En ese caso, perdón, pero AMLO es un falsario.

Si acaso no fue el Presidente quien dio la instrucción, o quien consintió que se espiara (en la muy cínica tradición política mexicana no es lo mismo hacer que dejar hacer); si no fue López Obrador, ¿entonces quién fue? ¿Quién es el traidor en su staff presidencial que hace ver a su jefe como un mentiroso? ¿Fue su ex Consejero Jurídico, Julio Scherer Ibarra? ¿Fue su Coordinador de Asesores, Lázaro Cárdenas Batel? ¿Quién? La persona que haya instruido o consentido en Presidencia que se cometiera semejante atropello de espionaje, mal, muy mal, y debe ser evidenciada, expuesta, sancionada.

Ahora bien, si como me dice gente de Palacio Nacional, ni el Presidente ni alguien más de Presidencia dieron órdenes para espiar, ni tampoco avalaron que alguien externo a Presidencia espiara, pues peor, porque hay gente que sí está espiando desde el gobierno federal y es gravísimo que el Presidente y su equipo cercano no lo hayan sabido ni lo sepan. En ese supuesto, tienen el deber de atrapar y exhibir públicamente a quien lo esté haciendo en la actual administración, y por supuesto, consignarlo ante un juez.

La actitud presidencial de minimizar el hecho es inadmisible. Y lo es porque implica que es un político desmemoriado: él, su esposa, sus hijos, sus doctores y hasta 50 personas de su entorno, fueron espiados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto con el sistema Pegasus, un instrumento de intervención de teléfonos que, de acuerdo al proveedor, solo se le vende a gobiernos legal y constitucionalmente establecidos. Y mire usted, resulta que ese mecanismo… es el mismo que hoy se utiliza en su gobierno para espiar periodistas.

Qué bueno que no son iguales a priistas, panistas y perredistas.

Los intentos del Presidente para perorar y construir circunloquios que derivan en eso de que “no se espía sino que se obtiene información de inteligencia”, también son inaceptables. Todos los periodistas, sin distinción, debemos repudiar tal intento de manipulación informativa y no deberíamos dejar de hablar del tema, hasta que se nos explique lo que está sucediendo, se castigue a los perpetradores y sus jefes, y se garantice algún mecanismo de transparencia para verificar que esto no suceda.

Espiar a periodistas (a cualquier persona) sin que haya una razón jurídica o legal para hacerlo, sin que un juez lo permita ante la presunción de un delito, es un acto profundamente antidemocrático, que remonta a las peores etapas y las más oscuras cloacas del partido de Estado que padecimos durante el priismo, que desde los años 60 intervenía teléfonos de domicilios y oficinas, tanto de periodistas como de opositores.

Es, además, y sobre todo, una intromisión en la vida íntima de las personas, en la privacidad de mujeres y hombres, y en ocasiones, hasta de menores de edad.

Sin eufemismos: espiar y meterse en la intimidad de los demás es una vileza política entre quienes nos pidieron el voto jurando que procederían siempre apegados a conceptos y principios democráticos.

Andrés Manuel López Obrador, Adán Augusto López, el general Luis Cresencio Sandoval, el almirante Raúl Ojeda y el fiscal Alejandro Gertz, si osaron espiar hoy, como presuntamente lo están haciendo, o si consienten el espionaje, como aparentemente lo están permitiendo, son “el extraño enemigo”.

Son la más vergonzosa reencarnación del militar y policía Fernando Gutiérrez Barrios.

Con la pena, ¿eh?

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Bajo fondo

Todos los países democráticos tienen servicios de inteligencia que recaban información relevante para la seguridad nacional. Por ejemplo, Estados Unidos lo hace para neutralizar posibles ataques terroristas, ya sean perpetrados por extranjeros, o por grupos extremistas internos. También sus agencias cuentan con datos importantes que les permiten combatir a los grupos de narcotraficantes, no solo en cuanto a la incautación de drogas, sino en el congelamiento de sus recursos.

El Estado mexicano, en lugar de estar espiando, tendría que estar recabando inteligencia que sirva en el combate al crimen organizado, tanto de forma nacional como regional y local, porque si nos atenemos a lo hackeado y expuesto por Guacamaya, todos esos expedientes que hemos visto hasta ahora nos revelan que sí, que qué chulos expedientes tenía la Secretaría de la Defensa, con datos y pormenores de numerosos delincuentes y funcionarios cómplices, pero prácticamente en ningún caso sirvieron para gran cosa, para evitar la comisión de delitos, mucho menos para atrapar a alguien.

Parecen anotaciones reporteriles que jamás se transformaron en textos bien escritos que pudieran ser publicados a fin de influir y cambiar algo. Es decir, parece que la inteligencia militar estuviera compuesta, en general, de reportes pasivos que justifican nóminas estériles, ya que no desembocan en eficaces estrategias para combatir la inseguridad y disminuir la violencia.

¿Por qué no mejor recaban inteligencia que sirva para atrapar secuestradores, extorsionadores, asesinos de madres buscadoras de desaparecidos, sicarios, traficantes de personas, capos del narcotráfico y autoridades cómplices?

Al fondo

Tanto del lado paterno (Luciano Becerra, cadete que defendió el Castillo de Chapultepec durante la invasión gringa), como del lado materno (Teodosio Canto, Guerra de Castas), provengo de militares. Tengo absoluto respeto y admiración por la vida militar, por la vocación militar, porque así me lo inculcaron y así lo abrevé, y desde inicios de este siglo defiendo la participación de las Fuerzas Armadas en el combate de estas guerras internas que padecemos, pero en mis familias nunca hemos dejado de señalar las barbaridades cometidas por militares, aunque entendemos que existe el matiz de que la mayor parte de las veces, como en el 68, recibieron órdenes de civiles.

Por eso, por el orgullo que tengo de provenir de militares, me decepciona saber que en la Secretaría de la Defensa Nacional de este gobierno se espíe a periodistas. De los anteriores gobiernos no me extrañaba, así eran sus genes represivos provenientes de los civiles o de ellos mismos, pero que suceda en el actual gobierno, me representa una vergüenza indefendible.

No solo es una afrenta para mí y millones de mexicanos que votamos por un cambio, un agravio para quienes descendemos de militares, sino que se trata de un ultraje para la propia institución militar, que retrocede décadas y pone en riesgo cualquier resquicio de vocación democrática que pudiera haber desarrollado en los últimos años.

Qué pena.

Si se quieren reivindicar, castiguen judicialmente a quien se tenga que castigar por esos espionajes. (Juan Pablo Becerra-Acosta M., El Universal, Nación, p.5)

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Lecciones del huracán

Hay muchas cosas que se pueden aprender de un huracán. Lo primero es la fragilidad de la vida humana frente a la naturaleza. Ante vientos huracanados y marejadas gigantescas somos minúsculos e impotentes. Y, como periodista, se pueden rescatar varias lecciones de cómo ejercer este noble oficio y que nos ayudan a separar los datos de la desinformación.

Estuve toda la semana pasada en el suroeste de la Florida siguiendo al huracán Ian, que entró con vientos de 155 millas por hora (dos menos de las necesarias para ser considerado un ciclón categoría 5). Y me tocó ver la enorme destrucción que dejó a su paso. La peligrosidad de un huracán radica en su infinita capacidad de cambiar las cosas de lugar: vi barcos sobre las calles, agua cubriendo casas, cables eléctricos arriba de las banquetas, terrenos vacíos donde hubo negocios y mansiones, y esa terrible sensación de que un malvado gigante (que hasta tiene nombre) se puso a patear todo a su alrededor.

Pero el impacto más fuerte es en los que lo perdieron casi todo. Vi a una pareja con dos niños pequeños vagabundeando por la zona del desastre. Su edificio -sin techo, agua corriente ni electricidad- se había salvado. Pero su vecindario ya no existía. No dijeron mucho. Los pequeños no lloraban. Estaban pasmados.

Los meteorólogos, con computadoras cada vez más precisas, nos advirtieron dos o tres días antes del baile salvaje de Ian, que se metería en una esquinita de la Florida que estuvo protegida de un huracán similar por 101 años. Pero esta vez otro llegó como un amante vengativo. Tras su paso, todo es en superlativo: miles de millones de dólares en pérdidas, más de un centenar de muertos y años para reconstruir.

Y a pesar de todo, siguen llegando.

Es difícil entender el atractivo de la Florida después de huracanes como Ian, Michael en 2018 o Andrew en 1992. Pero durante los últimos cinco años la Florida es el estado al que llega el mayor número de personas de otros lugares de Estados Unidos. Solo en el 2020, para dar un ejemplo, la población de la Florida aumentó en 404 mil habitantes.

Es, digamos, el poder del sol. Cuando otros estados están congelados durante el invierno, en Miami, Tampa y Orlando estamos en shorts y camiseta. Tras la pandemia, mucha gente entendió que se vive mejor cerca de una playa, un jardín o un parque que en un apartamentito sin mucha luz natural. Y si hay que trabajar desde la casa, mejor en un lugar abierto, aireado y soleado.

Los huracanes, aparentemente, no han disuadido a millones de mudarse a la Florida. Pero quien lo hace corre riesgos ineludibles. Estamos en la zona cero del cambio climático, con tormentas más poderosas y frecuentes.

Mi trabajo está en Miami. Aquí he vivido desde 1986. Sería difícil llevarse toda una cadena de televisión en español a otro lado, por muchísimas razones que van más allá del clima. Por eso no tengo más remedio que pagar mi seguro contra huracanes -cada vez más caros- y estar bien informado.

Y aquí vienen las lecciones periodísticas. Cada vez que hay el peligro de un huracán sigo religiosamente los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes (www.nhc.noaa.gov) y a dos grandes meteorólogos que casi nunca se equivocan: John Morales (@JohnMoralesTV en Twitter) y Albert Martínez (@AlbertEltiempo). John, Albert y los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes me cuidan sin saberlo; me dicen si tengo que proteger mi casa, si tengo que evacuar con mi familia y cuándo se espera una tormenta importante.

Bueno, eso mismo que yo hago al escoger a John Morales y a Albert Martínez para que me guíen en la temporada de huracanes, es lo que todos deberíamos hacer con nuestras redes sociales. Hay que seguir a gente que sepa y que dé información confiable y segura. Eso separa a los datos duros de las mentiras y la ficción. Las redes están plagadas de desinformación, de teorías de conspiración y de ejércitos de bots. Y por su tono agresivo y salvaje, siempre parece que ahí estamos en temporada de huracanes en Twitter, Facebook, Instagram, TikTok y todas las redes sociales.

De Ian me llevo esta lección: escoge bien a quién sigues en las redes sociales. En la Florida, en plena temporada de huracanes, te puede salvar la vida. (¡Gracias, John; gracias, Albert!). (Jorge Ramos Ávalos, Reforma, Opinión, p.8)

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Política Irremediable /

Lo que no funciona en este país es la justicia

La simple intervención de la policía no asegura el cumplimiento de la ley. Los cuerpos policiales son solamente una parte de la ecuación. Su trabajo debe estar respaldado por el aparato de justicia en su conjunto y ése, justamente, es el gran problema que tenemos en un país que sobrelleva gravísimas carencias en el apartado de garantizar seguridades jurídicas.

No rige un Estado de derecho en México ni mucho menos. Lo que tenemos es una muy selectiva y arbitraria impartición de justicia frente a la cual los ciudadanos más pobres se encuentran en una situación de absoluto desamparo.

El sistema no castiga los delitos (las tasas de impunidad no sólo son de escándalo sino que nos condenan, como sociedad, a seguir sufriendo las salvajes embestidas de la delincuencia), no previene las conductas antisociales, no resuelve los procesos, no investiga y no opera adecuadamente salvo en muy contados casos. Ahí tenemos el embrollo de Ayotzinapa, para mayores señas.

El Ejército puede aparecerse para patrullar las calles después de una espeluznante masacre como la acontecida hace unos días en San Miguel Totolapan, Guerrero, pero no va a realizar las tareas que corresponden al Ministerio Público, no va integrar una carpeta de investigación, no va a cooordinar el conjunto de actuaciones para sustentar el juicio final, no va a calificar los delitos (una vez comprobados) para determinar la culpabilidad de los delincuentes ni va a dictar tampoco sentencia al final del proceso. Cosas todas ellas, miren ustedes, ejecutadas con singular dejadez en este país, por no hablar de la descomunal tardanza de la maquinaria judicial. Tan defectuoso es el trabajo de los fiscales y los inculpadores que los jueces no tienen otro remedio, las más de las veces, que no proceder con las condenas aduciendo “fallas al debido proceso”.

La estructura judicial del Estado mexicano carece de la capacidad necesaria para procesar las causas penales. No tiene los medios suficientes ni los recursos necesarios. Le faltan jueces. No le bastan los Ministerios Públicos. Muchas de las entidades federativas no cuentan con una policía científica para llevar a cabo las investigaciones correspondientes y resolver el sumario basándose en pruebas, como corresponde, y no recurriendo a confesiones obtenidas de manera, digamos, una tanto sospechosa (estaríamos hablando, en todo caso, de procedimientos marcados por la arbitrariedad y, en muchas ocasiones, de la flagrante fabricación de acusaciones).

Este estado de cosas no se resuelve tan fácilmente, señoras y señores. Más bien al contrario: es algo que necesitaría de un gigantesco esfuerzo nacional. Las prioridades han sido otras, sin embargo, en las últimas décadas. Por eso nos encontramos, el día de hoy, solicitando el auxilio de nuestro Ejército. Pero, sin justicia nunca tendremos seguridad. (Román Revueltas Retes, Milenio, Política, p.7)