25 de abril de 2024

DEL ‘CHUPACABRAS’ AL AVIÓN, LA REVOCACIÓN, LOZOYA…

La verdad científica detrás de la leyenda del chupacabras - BBC News Mundo

De Salinas para acá, los gobiernos a la baja crean distractores para el pueblo de temas como el desempleo, la inflación, la violencia e inseguridad, que pudieran crear un caldo de cultivo de oposición popular

La técnica de distraer al pueblo por parte de los gobernantes no es nueva. Se dice que El Chupacabras fue un invento de estrategas militares de la comunicación social, en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, cuando su gestión empezaba a decaer en el ánimo de los gobernados.

Por Perico Polico, de Monitor Político de Monterrey

LA NETA. ¿A quién fregados se le ocurrió la idea de poner máscaras de luchadores, tanto rudos como técnicos, en las puertas de los baños para cagar en el nuevo aeropuerto de la ciudad de México?, el “Felipe Ángeles”, que construyen los miembros del ejército mexicano. La verdad es que son en realidad 38 baños, no uno solo, y cada uno tiene una identidad que representa a una tradición mexicana y posiblemente llame la atención sobre todo de viajeros extranjeros. Daría la impresión de que se trata de otro episodio de distracción que se fabrica desde el interior de las oficinas de inteligencia y comunicación estratégica, que se pone a operar con ideas para distraer al pueblo, cuando las cosas no le funcionan al gobierno…

LO DE LAS fotos de baños con máscaras de luchadores anda dando vueltas en todas las redes sociales, como si fuera un grande pecado o un hecho muy bochornoso, pero ocurre en un aeropuerto que casi nadie conoce o viaja, salvo los soldados que lo siguen construyendo; lo mismo que las fotos del gobernador de Michoacán, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, donde posa con líderes de cárteles de la droga y el crimen organizado, como Guerreros Negros, Los Tlacuiches o el Cártel Jalisco Nueva Generación. Las fotos pueden sonar comprometedoras, pero no son nuevas, incluso algunos de los personajes están en la cárcel o muertos, lo cual no quita que a cualquier gobernador serio se le cayera la cara de vergüenza, pero esas fotos estaban en un celular de una mujer criminal (La Jefa) apresada en noviembre pasado y cuyo contenido, en teoría, solo lo conocían los marinos que la detuvieron y que ahora, curiosamente circulan en las redes, provocando distracción en el respetable…

¿DISTRAERNOS? ¿De qué y para qué? La técnica de distraer al pueblo por parte de los gobernantes, no es nueva. Se dice que El Chupacabras fue un invento de estrategas militares de la comunicación social, en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, cuando su gestión empezaba a decaer en el ánimo de los gobernados. La idea es quitar de foco de atención temas como el desempleo, la inflación, la violencia e inseguridad o temas pandémicos de salud, que pudieran crear un caldo de cultivo de oposición popular, más ahora que se busca convencer a la población que la mayoría no solo aprueba, en una consulta popular, que no se revoque el mandato del gobernante, sino que se interprete que las mayorías quieren que se quede más tiempo sentado en la silla gobernante…

NO ES MUY difícil lograrlo en un pueblo mayoritariamente pobre, desnutrido, poco educado, que no lee ni la hoja dominical y que gusta de novelas frívolas y fantasiosas en la tele. Los mexicanos somos fáciles de distraer. El niño es llorón y todavía lo pellizcan. Y tenemos a un mago que saca casi todos los días desde las mañaneras, trucos de su chistera distractora, que van desde advertir de la presencia de enemigos imaginarios, usar los fantasmas del pasado o hasta rifar un avión presidencial varias veces, sin entregar el premio. Ahora son los personajes de la lucha libre, antes fue Lozoya, las cortinas de humo para desaparecer organismos autónomos como el INE, destapar a Ebrard, pero pasear a Sheinbaum. Lo que sea, cuando las gasolinas estarán carísimas, ahora que la raza llene su primer tanque del año, con precios en los bienes y servicios por las nubes, con una corrupción que solo se ha muerto en el discurso y peor, ahora que nos puede ahogar la cuarta ola de infectados por el Covid…

LA DISTRACCIÓN desde el gobierno se usa cuando hay suficiente apoyo en las encuestas de popularidad y aprobación y eso lo tiene el gobierno, tanto que, si en este momento ocurrieran de nuevo las elecciones presidenciales, volvería a ganar el mismo que ganó hace tres años y medio. ¿Dura para siempre? No. La experiencia histórica nos dice que la distracción y la manipulación, armas predilectas del actual gobierno, pueden también provocar hartazgo y decepción, que hasta ahora alcanzan, de acuerdo a las mismas encuestas, a cuatro de cada diez mexicanos. ¿Muchos? Sí, son millones de personas, pero todavía no hacen mayoría…

ASÍ QUE no hay razón de que cambie la estrategia de distracción, mientras haya público, que la acepte y, hasta la disfrute y aplauda. Así que, estaremos más pobres, con obras faraónicas marca “patito” como el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, lleno de excusados con máscaras de la lucha libre (el deporte más serio en México), pero sin nadie volteando a ver los 300 mil muertos por covid, cifra a la que legaremos esta semana, cuando este gobierno dijo que el peor y más trágico escenario sería que llegáramos a 60 mil, con una inflación galopante que aprieta en la parte más sensible de los mexicanos (su bolsillo) y con criminales que un día sí y otro también, lastiman la seguridad de los habitantes. Pero que se puede esperar de un pueblo que festeja la frase de que cuando la violación es inminente, mejor aflojando y cooperando y que mejor que distraídos…

BUENO, ESO es a nivel nacional. A nivel de los estados o municipios, los gobernantes pueden tomarse fotos con delincuentes, mandar a las redes videos pescando, disfrazándose de personajes fantasiosos o lo que sea, con tal de mantener distraídos a los gobernantes, mientras simulan que hacen cosas solo en los discursos, prometiendo obras que todo mundo sabe que podrán iniciarlas, pero no podrán pagarlas y, en el peor de los casos, ni concluirlas. La prueba de que la gente se harta y decepciona de que le estén viendo la cara, una y otra vez, con promesas fallidas es que cada tres o seis años, cambiamos de gobernantes y de partidos que los impulsan, pero hasta ahora parece que hemos cabeceado para el lado del golpe. Somos tan distraídos que cuando en el baño de vapor alguien grita que se le cayó el jabón, nosotros nos agachamos a recogerlo…