Ni protestas ni amparos ni promesas presidenciales durante 2 años han logrado que niños con cáncer en el país obtengan sus medicamentos
Ruth Salazar e Imelda Robles / Agencia Reforma
San Luis Potosí— Ni protestas, ni amparos, ni promesas presidenciales durante dos años han logrado que los niños con cáncer en el país obtengan los medicamentos para sus quimioterapias, que empezaron a escasear en el 2019.
Luego de que madres de niños con cáncer en Nuevo León iniciaron su lucha y hasta consiguieron amparos desde mayo del 2019, ahora padres de niños en San Luis Potosí también consiguieron ampararse, sin que la orden judicial de garantizar medicamentos sea atendida por las autoridades en alguno de los casos.
El pasado 4 de junio, familiares de niños atendidos en el Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» lograron el primer fallo judicial en favor de 10 pacientes para que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) -al que está adscrito el hospital- y la Secretaría de Hacienda, destinen los recursos necesarios para la compra inmediata de los medicamentos, pero han pasado casi 20 días y el fallo no se cumple.
El hospital atiende 120 niños y niñas con cáncer, la mayoría de familias de escasos recursos o en extrema pobreza.
El abogado José Mario de la Garza Marroquín, presidente de Renace Capítulo San Luis Potosí, informó que aún cuando las autoridades ya fueron notificadas, el mandato otorgado por el Juzgado Cuarto de Distrito del Poder Judicial de la Federación sigue pendiente.
«Han encontrado la manera de darle largas y es muy preocupante», expresó, «porque está en juego la vida de los niños, sabemos de niños que lamentablemente ya murieron por la enfermedad y es muy triste porque nadie habla de ello».
El director del hospital, Francisco Alcocer Gouyonnet, aseguró que ha demandado con urgencia los insumos para los tratamientos oncológicos, pero a pesar de las gestiones, éstos simplemente no llegan.
Esta falta de medicamentos se da pese a las reiteradas promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador de que se garantiza el abasto de medicamentos.
«Para la semana próxima ya tenemos compradas todas las medicinas», prometió apenas el pasado 16 de junio.
Los padres de familia en Nuevo León ya recorrieron el camino de sus homólogos potosinos.
En mayo del 2020, Orfa Pecina, con apoyo de la organización Cáncer Warriors de México, promovió un amparo para su hijo Emmanuel, en ese entonces de 10 años y diagnosticado con osteosarcoma en el fémur izquierdo.
Pese a lograr un amparo, cuando el niño acudió a su siguiente ciclo de quimios no hubo ifosfamida ni etoposido, y lo consiguió gracias a la asociación Apadrina un Niñ@.
«Aún con el amparo me siguió faltando medicamento», compartió ayer Orfa, quien se volvió portavoz de las mamás de niños con cáncer en Monterrey para denunciar el desabasto.
Emmanuel falleció el pasado 3 de junio, luego de que el cáncer invadió su cuerpo.
‘Debiéndole el alma al diablo…’
Italia Candelario González gasta entre 15 y 22 mil pesos, sólo en medicamentos, cada vez que su hija de 11 años es ingresada al hospital para recibir tratamiento de quimioterapia.
Esto ocurre cada mes, y como no cuenta con recursos para solventarlo, depende de fundaciones, de la cooperación de sus vecinos y de pedir prestado.
«(Ando) debiéndole el alma al diablo, porque después ya no sabe uno cómo va a afrontar estos gastos», dice en entrevista.
Su hija fue diagnosticada con sarcoma de Ewing en octubre de 2020. Las primeras tres quimioterapias fueron cubiertas con el Insabi, pero para febrero de 2021 comenzaron a faltar los medicamentos.
«Ahí empezó nuestro desgaste», relata Italia, «el cáncer no espera, con cada día que no se entreguen los medicamentos, avanza de una forma irreversible»
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