Del baúl de los recuerdos… Ahora, abrimos nuestro abultado y antiguo baúl para extraer las que consideramos las anécdotas más simpáticas. Seguimos con otra de don Alejandro Carrillo Marcor, Gobernador del Estado, y su invariablemente distraído jefe de ayudantes, el Mayor Poireth: Los magistrados
En una ocasión don Alejandro le dijo al Mayor Poireth:
–Sí señor, se cuadró el Mayor.
El citado miércoles, desde tempranito, empezaron a llegar maestros y más maestros, quienes para las nueve de la mañana ya colmaban la Plaza Zaragoza, la ubicada entre el palacio de gobierno y la catedral de Hermosillo.
Enterado de esto el gobernador buscó al Mayor Poireth, y por fin apareció éste.
–Sí señor …
Ante el lío, don Alejandro, un gran tribuno, arregló la cosas con su mejor arma, la oratoria…
Más o menos les dijo así a los cientos de maestros:
Más historias
¿Y si don Ramón hubiera sido Presidente de México?
El romance del indio seri Coyote Iguana y Lola Casanova
HERMOSILLO EN LOS 60