Domingo 3 de julio de 2022
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LA SOLEDAD DEL PRESIDENTE
A AMLO se le olvida que el expresidente Salinas de Gortari gozaba de una aprobación del 77% durante su tercer año de gobierno y terminó absolutamente solo, escenificando una patética «huelga de hambre» de un día y medio, cobijado con una austera chaqueta de cuero y acompañado ya solo por una líder vecinal de Monterrey.
David Ricardo F. González Ruiz
Acoger la soledad representa una virtud formidable en quien la aprovecha para la contemplación y el discernimiento.
Pero hay otra soledad que transforma a las personas en islas plagadas de rencor, ingratitud y sobreestimación de las propias habilidades.
En casos extremos, provoca distorsión de la realidad, al grado de que el sujeto que se ha alejado por completo de quienes antes fueron sus colaboradores, amigos e incluso familiares termina por asumir que nadie más allá de su inteligencia comprende el mundo correctamente.
Este segundo tipo de soledad es una patología común entre los gobernantes.
Produce tristeza grande observar la degradación del presidente López Obrador.
Hace unos días sentenció que un integrante de la comunidad judía es reproductor de los principios del nazismo y, entre líneas, sugirió que quienes se oponen a su proyecto ostentan el mismo pensamiento que Hitler, Franco, Mussolini y Stalin.
Más allá de la simplicidad intelectual y de la confusión histórica que representan este tipo de afirmaciones, preocupa que el jefe del Estado pueda ser deliberadamente antisemita y violento sin que existan consecuencias por su tremenda irresponsabilidad.
En la misma semana, acusó a la Iglesia católica de estar plegada a la oligarquía, en respuesta a la exigencia de justicia por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas dentro de una parroquia en la Sierra Tarahumara.
El presidente fue más allá y llamó hipócrita a la Compañía de Jesús tras la petición de reformular la estrategia de seguridad del gobierno federal.
Textualmente dijo: «¿Por qué no actuaron con Calderón de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaron las masacres?».
Ojalá, López Obrador estuviera informado de que el padre Javier Ávila, quien pronunció el brillante discurso en donde reclama que «los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos», lleva casi 15 años exigiendo verdad y justicia para las víctimas de la Masacre de Creel, perpetrada durante el gobierno de Felipe Calderón.
El jesuita Ávila, mejor conocido como padre Pato, resguardó la escena de la masacre para que no fuera alterada, ante la ausencia por horas de peritos, de servicios médicos y de la policía.
A partir de entonces, todos los años ha marchado junto a los familiares de los jóvenes y bebés asesinados en 2008.
Ahora incluirán seguramente en sus proclamas los nombres de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.
Al presidente no le interesa la larga trayectoria del padre Ávila en la defensa de los derechos humanos; tampoco la obra social de la Compañía de Jesús a través del Centro Miguel Agustín-Pro, el Instituto Superior Intercultural Ayuuk, el proyecto radiofónico comunitario de La Voz Campesina en Huayacoco-tla o el acompañamiento que los jesuitas han ofrecido a las personas más vulneradas, desde migrantes y defensores del territorio hasta los perseguidos políticos por el régimen de Ortega en Nicaragua.
Mucho menos interpela al presidente la solicitud de la comunidad judía para que se disculpe por banalizar algo tan atroz como el régimen que ejecutó la Shoá.
En cualquier democracia decente, enunciar-exponer- al líder del partido nazi sin tener un motivo realmente válido para hacerlo es causa de disculpas públicas e incluso de dimisión.
Pero a López Obrador, como es bien sabido, sólo le parece relevante -al grado de la obsesión- mantener una alta popularidad en las encuestas.
Se le olvida que el expresidente Salinas de Gortari gozaba de una aprobación del 77% durante su tercer año de gobierno y terminó absolutamente solo, escenificando una patética «huelga de hambre» de un día y medio, cobijado con una austera chaqueta de cuero y acompañado ya solo por una líder vecinal de Monterrey.
Lo obvio: algún día López Obrador dejará de existir no sólo políticamente, sino vitalmente -vigoroso-, como todos.
Su legado es lo único que perdurará y ni siquiera de eso hay certidumbre.
Pudo haber sido un presidente de la reconciliación, como parece que lo será Gustavo Petro, en Colombia.
Sin embargo, de seguir por la senda de la vanidad y el desprecio al otro y a lo distinto, la imagen que quedará de él será la de un presidente hundido en su soledad.
° El autor es coordinador del Encuentro Internacional de Sociedad Civil y Gobierno de la FIL Guadalajara.
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Extraño retorno de César Yáñez
Onel Ortiz Fragoso
*Adán no podría haber nombrado a César como subsecretario sin el visto bueno de Andrés, pero lo importante: ¿Su llegada es un cargo o encargo?*
No hablemos del pasado. Pensemos en el futuro y cómo la política da segundas y hasta terceras oportunidades. El extraño retorno de César es un elocuente ejemplo de ello. De ser un fantasma político por tres años y medio, que deambulaba por los corredores de Palacio Nacional, a una renovada pieza en el ajedrez morenista de cara a la sucesión presidencial de 2024.
Obvio. Adán no podría haber nombrado a César como subsecretario sin el visto bueno de Andrés, pero lo importante: ¿Su llegada a la subsecretaría de Gobernación es un cargo o un encargo? ¿De quién? ¿Del Presidente o del secretario? Si es cargo, su reaparición no tendría ninguna relevancia, en cuestión de días o semanas se perdería en el océano de trámites burocráticos y reuniones intrascendentes. Sería un servidor público más. Simplemente, el Presidente se habría quitado peso muerto, como lo hizo con Gabriel hace casi un año.
Si es encargo la cosa se pone interesante, porque no es lo mismo tocar puertas con divisa propia a hacerlo a nombre del Presidente, como lo hizo por mucho tiempo. Si César recuperó la confianza de Andrés y éste decidió darle una nueva oportunidad, su interlocución con partidos, iglesia, empresarios y otros actores políticos sería importante en la negociación de conflictos, construcción de acuerdos y aplicación de decisiones del Presidente, a través de la Secretaría de Gobernación.
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*RETRATO HEREJE* /Roberto Rock L. / El Universal
La sorda disputa por Capufe
Existen dudas serias sobre los alcances del secretario Arganis y la preeminencia misma de la SICT*
Tres directores en cuatro años; señalamientos documentados de corrupción por parte de funcionarios; amagos del crimen organizado sobre trabajadores en casetas de cobro; “tomas” incesantes de estas instalaciones por parte de “activistas”, con pérdidas que han llegado a superar los 3,000 millones de pesos anuales; acorralamiento contra el sindicato; despidos masivos…
El panorama que domina el desempeño de Caminos y Puentes Federales (Capufe) tiene en convulsión a este ente público estratégico, quizá de seguridad nacional, por ser los ojos acaso involuntarios de lo que ocurre en las carreteras y autopistas del país.
Capufe se halla hoy bajo la dirección de Elsa Julita Veites, de la que existen muy escasas referencias profesionales, salvo que trabajó en una dependencia federal que atiende a adultos mayores, y que durante la pandemia recibió la encomienda de coordinar las acciones gubernamentales en Morelos.
La señora Veites fue antecedida en ese puesto por el priista Benito Neme (2018-2020), y ya en la actual administración, por Enrique Utrilla Martínez (2018-2020). En menos de dos años acumula señalamientos de despedir al menos a 6,000 trabajadores en zonas sensibles del país por actividad de bandas criminales.
Su argumento, según lo expresó en su momento el propio presidente López Obrador —interceptado en carreteras por trabajadores cesados— fue que se combatía la corrupción, pero hay alarma por el perfil de los nuevos contratados. Veites también acompaña el proceso apoyado desde la Corte para mudar al sindicato de Capufe del Apartado A al B del artículo 123 constitucional, que limita múltiples derechos laborales, lo que ha sido impugnado por entidades internacionales en este campo.
Capufe tiene su antecedente inicial en el ya lejano 1949 y está sectorizada bajo la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), cuyo titular es Jorge Arganis Díaz de León, a punto de cumplir dos años en el puesto tras la renuncia de su predecesor, Javier Jiménez Espriú, que impugnó públicamente la designación del presidente López Obrador a la Marina para el control de los puertos.
Existen dudas serias sobre los alcances del secretario Arganis y la preeminencia misma de la SICT en el gobierno López Obrador, pues todos los proyectos centrales de infraestructura están en otras manos, como el Tren Maya (Fonatur), el aeropuerto “Felipe Ángeles” (Ejército), el tren transístmico (Ejército) y la refinería “Dos Bocas” (Energía). Pero desde esa secretaría se alentó una cuota inicial importante para la densa nube de opacidad que domina la recién inaugurada “Dos Bocas”: un multimillonario contrato al “Grupo Huerta Madre”, al que se le atribuye una cercanía con la responsable de la obra, Rocío Nahle, a la cabeza de la Secretaría de Energía.
Lo que sí entra en la cuenta del secretario Arganis fue el controvertido desempeño, desde inicios del sexenio, de su exesposa, María Guadalupe Cano Herrera, como directora de Administración y Finanzas de Capufe. Durante su gestión se produjeron observaciones de la Secretaría de la Función Pública, bajo la conducción de Irma Eréndira Sandoval, así como de la Auditoría Superior de la Federación. Al cierre de 2020, ya en la gestión de Veites, Capufe litigaba en tribunales reclamos de empresas privadas por más de 2,000 millones de pesos. En estas mismas páginas, el columnista Mario Maldonado alertó sobre denuncias por la licitación LA-009JOU001-E29-2020, con la que la señora Cano Herrera habría beneficiado a una compañía específica del ramo.
Cano Herrera, a la que se ubica también en el círculo cercano a Raquel Buenrostro, titular del SAT, dejó eventualmente Capufe, pero siguió operando asuntos financieros y jurídicos en dependencias del gobierno federal, para aterrizar recientemente como subdirectora de Finanzas y Sistemas en la Lotería Nacional.
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25 AÑOS
Carlos Elizondo Mayer-Serra
Hace 25 años, Cuauhtémoc Cárdenas ganó la primera elección a la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal.
Hasta la elección del 2021, ese grupo político había obtenido con relativa facilidad la mayoría de los votos capitalinos, incluso dividido tras la creación de Morena.
Su mayor éxito ha sido en materia de seguridad. Hoy hay menos homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes que hace 25 años o incluso que hace cuatro.
Sin embargo, sus resultados económicos han sido mediocres.
En unas décadas donde muchas de las grandes ciudades del mundo crecieron de forma importante, la CDMX creció apenas como el resto del país, por lo que sigue teniendo la misma proporción del PIB nacional que en 1997 (17.5 por ciento).
En contraste una entidad dinámica como Nuevo León ha pasado de representar el 5.7 por ciento del PIB nacional, al 7.7.
Tras el confinamiento de la pandemia, la economía de la CDMX se ha recuperado menos aún que la economía nacional y es la tercera entidad más rezagada en términos de empleo.
La llamada izquierda ha gobernado la capital enfrentando una oposición débil.
El PRI se desmoronó. En tres de las siguientes cuatro elecciones capitalinas posteriores a 1997 (2000, 2006 y 2018), quedaron en un lejano tercer lugar.
En 2012 obtuvieron un distante segundo lugar. En el 2021 refrendó sólo la alcaldía en Cuajimalpa.
La estructura clientelar del PRI fue capturada y mejorada por el PRD y luego por Morena.
El liderazgo personal de AMLO se convirtió en el cemento del movimiento, como se hizo evidente en el 2009 con la simulada candidatura de «Juanito» a la jefatura delegacional de Iztapalapa, la cual ganó y luego abandonó a los pocos días en favor de Clara Brugada, la favorita de AMLO.
Se quedaron como bastiones del PRI algunas organizaciones corporativas. Unas gansteriles, como la Unión de Pepenadores cuyo líder, Cuauhtémoc Gutiérrez, presidió el PRI local entre 2012 y 2016, cuando renunció por acusaciones de proxenetismo.
Por su parte, el PAN dejó escapar el triunfo de la capital en la elección del 2000.
A pesar de que Fox ganó en el entonces DF con el 43.6 por ciento de los votos, frente al 25.9 de Cárdenas, el candidato a jefe de Gobierno por el PAN, Santiago Creel, hizo una campaña deslucida y obtuvo el 33.4 por ciento del voto, frente al 38.3 de AMLO.
El PAN ha mantenido alcaldías como Benito Juárez y hoy encabeza cuatro de las nueve alcaldías ganadas por la oposición en el 2021.
Su futuro dependerá de si escoge un candidato a jefe de Gobierno popular y competente, como pudieran ser Xóchitl Gálvez o Lía Limón, en lugar de optar por algún miembro del grupo de poder del PAN capitalino.
Cuando fue jefe de Gobierno del DF, AMLO no impulsó una agenda de izquierda de ampliación de derechos (despenalización del aborto, matrimonio igualitario, etc.).
Éstas ocurrieron durante la administración de Ebrard.
AMLO fue bueno repartiendo recursos, en particular la pensión para adultos mayores, su mayor éxito publicitario entonces.
Sin embargo, habiendo tantos niños pidiendo limosna en los cruceros de la capital, sería difícil explicarle a algún visitante de otro país cómo es que gobierna la izquierda acá desde hace 25 años.
Movimiento Ciudadano no ha logrado construir una alternativa socialdemócrata.
Tras 25 años en el poder el desgaste llegó.
Según una reciente encuesta de El Financiero, la aprobación de Claudia Sheinbaum va a la baja en la CDMX.
Según una de Mitofsky, AMLO tiene más negativos que positivos en la capital.
Hoy en la Ciudad de México Morena ya no puede abanderar la agenda de cambio.
¿Gobernará Morena más de 25 años el país? No lo sé.
Sus resultados de sus políticas a nivel federal son peores que en la CDMX, pero si la oposición no entiende por qué perdió en el 2018 y construye una narrativa acompañada de mecanismos democráticos para la selección de candidatos conjuntos, les puede pasar lo mismo que en la Ciudad de México.
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OJO POR OJO* (Álvaro Cueva /
Milenio Diario
* El fenómeno de “caníbal, indignación total” *
El viernes pasado, en JusticiaTV, Las Estrellas y Canal 22, se transmitió el episodio final de “Caníbal, indignación total” y es de no creerse el éxito de esta serie documental.
¿Por qué? Porque desde antes de que se estrenara ya había un boicot en su contra. Porque desde antes de que se transmitiera toda la información, ya había grupos protestando.
¿Me creería si le dijera que había figuras públicas que hablaban mal de ella sin haberla visto? ¡Lo decían! ¿Cómo pueden ponerse en contra de algo que no han visto?
Esto significa que les “pegaba”, que las “tocaba”, que les “movía”. ¡Es fantástico!
¿Y sabe qué? Me encanta porque significa que esta gigantesca aportación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) consiguió en cinco días lo que decenas de noticiarios, mesas de análisis, reportajes y publicaciones de las redes sociales no consiguieron en años.
Por favor no me malinterprete. No estoy diciendo que nunca nadie hubiera denunciado estas situaciones.
No estoy negando la muy valiosa lucha de tantísimas personas, grupos e instituciones que se la han pasado pidiendo justicia y hasta protestando en las calles de muchas de nuestras ciudades.
De hecho, hasta la serie reconoce la labor de toda esa gente, de todas estas instancias, tanto en México como en diferentes puntos de Latinoamérica.
Lo que pasa es que, con todo respeto, el poder de la televisión es monumental. Por eso celebro la visión del ministro presidente Arturo Saldívar de llevar este mensaje a estos otros lugares y, sobre todo, a estos otros formatos.
No sé si usted lo sepa, pero “Caníbal, indignación total”, a pesar de que, por la clasificación de sus contenidos, se transmitió muy noche, multiplicó los “ratings” de todos los canales por donde pasó.
Estamos hablando, tan sólo hasta el jueves 30 de junio, de más de 20 millones de mexicanas y mexicanos. ¡Eso no lo logran ni los partidos de futbol ni las mejores telenovelas!
Muchas personas me han buscado para entrevistarme y las preguntas siempre son las mismas:
¿Cómo es posible que esto haya tenido tanto éxito? ¿No se supone que el público está harto de la violencia?
¿No se supone que la gente quiere contenidos positivos? ¿No se supone que las noticias no venden? No es que el público esté harto de la violencia, que la gente quiera contenidos positivos ni que las noticias ya no vendan. Hoy, por diferentes razones ideológicas, políticas y empresariales, las audiencias le sacan la vuelta a los programas y a los canales de noticias de siempre.
Por más profesionales que sean, prefieren informarse con los peores charlatanes de las redes sociales antes que consumir lo de antes. Es todo un tema que urge corregir.
¿Qué fue lo que hizo el ministro Saldívar? Unió medios públicos y privados, metió una marca que jamás había jugado en esto, la de la SCJN, y usó un formato que jamás se había usado en México, el “true crime”.
Resultado: credibilidad, impacto. Las audiencias regresaron a la televisión a informarse, a poner sobre la mesa algo importante, a unirse en un debate que hasta el día de hoy sigue generando todo tipo de reacciones.
Imagínese, por favor, lo que hubiera sucedido si esta historia se hubiera tratado de reportar en un noticiario o de discutir en una mesa de análisis con los conductores de siempre y las producciones de toda la vida a través de los canales que todos conocemos. Es muy sintomático lo que sucedió con “Caníbal, indignación total”.
Hay que estudiarlo. Y más después de ese capítulo final porque el cierre de este inmenso trabajo fue mil veces más escalofriante que todo lo que vimos en los primeros cuatro episodios.
No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia a quienes no lo han visto, pero aquí pasó algo. Aquí va a pasar algo.
¿O usted qué opina?
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Sí hay solución
Diego Valadés
Los partidos obtienen votos pero su identidad se ha desdibujado y su credibilidad, nunca sobresaliente, está mermada. El más prometedor, Movimiento Ciudadano, no puede eludir la imagen adversa que proyecta el conjunto de organizaciones partidistas. Entre las causas de esta percepción figura la limitación legal para la libertad de asociación.
Conforme al artículo 11 de la Ley General de Partidos Políticos sólo es posible formar partidos cada seis años. Esta restricción, de larga trayectoria, tiene por objeto blindar a los dirigentes de los partidos frente a corrientes internas contestatarias, y a los presidentes de la república, pues disminuye el riesgo de desgajamientos de la maquinaria electoral que los llevó al poder. Instrumentalizar a los partidos como apéndices de los presidentes de la república llevó a violar el derecho constitucional de asociación previsto por el artículo 9º.
El obstáculo para formar partidos es inconstitucional; se adecua al monopolismo político, personal o grupal, que es un lastre nacional. A estas alturas carecemos de libertad de partidos y, así parezca inverosímil, ninguno la reclama.
Un argumento desfavorable para los partidos es su real o aparente medianía. Esta no se debe a ellos, al menos no siempre. Por mucho que quisieran mejorar, sería imposible lograrlo porque no es una cuestión de voluntarismo; es un asunto del entorno. Los partidos tienen éxito cuando encajan en un contexto favorable. El ámbito por excelencia para que descuellen es el parlamentario. El parlamento británico antecedió a los tories y los whigs; el congreso estadounidense precedió a los republicanos y demócratas; el régimen contemporáneo de partidos en Alemania, España, Italia y Portugal surgió a partir de sus constituciones en vigor. Los ejemplos se pueden multiplicar.
En un espacio restrictivo los partidos son simples maquinarias electorales. Por eso prosperó Morena, gracias a un líder carismático. En el orden programático poco tiene que presumir y sin embargo arrolla en las elecciones. Pero los partidos de caudillo no son lo que requiere un Estado constitucional.
Acomodados a la estrechez de sus libertades, los partidos profesan una política milagrera. Concentrar los objetivos democráticos en la sucesión presidencial es someter el destino de la democracia mexicana a un redentor diferente. Se está desplegando mucha energía para configurar un proyecto autocrático alternativo. Incluso si una gran coalición triunfara, el país quedaría sujeto al nuevo héroe emergente, en un juego de suma y sigue. Si el futuro se reduce a optar entre un monarca morenista o un antimorenista, la democracia seguirá siendo marginal.
Sería razonable que la construcción de un sistema representativo eficaz estuviera encabezada por los partidos; todavía no sucede así. En cambio, algunos dirigentes proclamaron una moratoria constitucional que confunde oposición con bloqueo. Ser oposición exige debatir, dar orientación política, practicar la creatividad institucional y formular alternativas.
Los partidos pueden salir adelante. Lo primero es derogar el impedimento del artículo 11 de la Ley. Una vez conseguida la libertad de partidos, como en toda democracia, las demás acciones vendrían con cierta celeridad porque dentro de las organizaciones existentes y por venir habría mayor vitalidad democrática.
Se requiere libertad de partidos para que los demócratas de todas las corrientes políticas tengan mayoría en la próxima legislatura y desde allí hagan posible un sistema representativo funcional. Un objetivo sensato y viable es que quien gane la presidencia en 2024 se avenga a una realidad parlamentaria dominada por el signo de la democracia.
Las pocas instituciones con las que contamos han permitido que las libertades subsistan. Esta experiencia muestra que el camino es reforzar a los partidos y al Congreso. Requerimos soluciones institucionales, no personales.
El remedio es asequible. Está al alcance de los partidos identificar las necesidades y valorar las oportunidades nacionales; están a la vista las carencias democráticas y las posibilidades de vigorizar las funciones y la actuación del Congreso.
Partidos: no se vayan por lo trillado; dejen atrás la rutina del personalismo; piensen en la democracia y sálvense a ustedes mismos.
@dvalades
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Templo Mayor
A PESAR de que no resuelve el fondo del conflicto, la reunión entre el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles, ayudó bastante a bajar la tensión entre el gobierno estatal y la Iglesia católica.
DESPUÉS de varios días de tira-tira por el cobro de piso en parroquias por parte del crimen organizado y un debate sobre la existencia o no de retenes en la carreteras del norte de la entidad, ayer ambos personajes se sentaron a dialogar.
Y AUNQUE dicen que las comparaciones son odiosas, del lado de los religiosos tomaron nota de la diferencia entre la postura del mandatario de Movimiento Ciudadano y lo que ha ocurrido con el gobierno federal de Morena.
PORQUE, tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, ni los representantes de la Compañía de Jesús ni los jerarcas católicos han recibido señales de acercamiento desde Palacio Nacional… y vaya que tienen mucho qué hablar.
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NECESITADOS de algo que celebrar, cuentan que en el PRD querían hacer un acto este 6 de julio para recordar los 25 años de su triunfo en las elecciones de 1997 en el entonces DF, que llevó a Cuauhtémoc Cárdenas a ser el primer jefe de Gobierno elegido por el voto de los ciudadanos.
NADA MÁS QUE, cuando comenzaron a armar la lista de invitados, lo pensaron dos veces, pues hace años que Cárdenas renunció a ese partido y quien en ese año era su dirigente nacional difícilmente les iba a aceptar la invitación.
PORQUE seguro que Andrés Manuel López Obrador ya ni se acuerda de aquellos años cuando agitaba la bandera con el sol azteca al grito de “Democracia ya, patria para todos”.
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UNA DE DOS, o Claudia Sheinbaum está dispuesta a todo con tal de ser candidata presidencial y que Morena siga gobernando en la CDMX tras las elecciones de 2024 o alguien le dio un muuuy mal consejo.
DE OTRO modo no se entiende que creara la Coordinación General de Relaciones Interinstitucionales y pusiera al frente de esa dependencia local a un operador político de larga y truculenta trayectoria como Amador Rodríguez Lozano.
AL EX PRIISTA cercanísmo al ex gobernador de Baja California Jaime Bonilla, le antecede un historial como alquimista electoral y una serie de polémicas por su actuar como funcionario en tierras bajacalifornianas y en Chiapas.
DE HECHO, su más reciente escándalo fue porque lo acusaron de estar metido en una red de moches cuando fue secretario general de Gobierno en la administración de Bonilla hace un par de años. Vaya fichita la que fichó Sheinbaum. (F. Bartolomé, Reforma, Opinión, p. 8)
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Bajo Reserva
El Presidente ya quiere otra inauguración
Nos comentan que antes de la inauguración de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo una reunión con los titulares de las secretarías de la Defensa, Bienestar, Medio Ambiente y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, así como el del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), en la que puso sobre la mesa lo que es ahora su tema prioritario: el Tren Maya. El Ejecutivo repartió tareas y responsabilidades para que la obra marche sin contratiempos mientras se resuelve el litigio en el Tramo 5, Playa del Carmen-Tulum. El Mandatario, nos cuentan, les expresó su confianza en que pese a los amparos contra la obra, habrá inauguración en diciembre de 2023. Apenas comenzaban las críticas desde la oposición por inaugurar una obra inconclusa y el Presidente ya estaba pensando en cortar el listón del tercero de sus proyectos insignia.
Comen ansias por el encuentro AMLO-Biden
Una de las fechas más importantes en estas semanas será el encuentro entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden. El encuentro binacional ha sido pactado, informado por ambas partes, para este próximo 12 de julio, y la fecha fue reiterada ayer en Tabasco, por el Mandatario mexicano en la inauguración de la refinería de Dos Bocas. Sin embargo, nos cuentan que en la versión estenográfica de la conferencia mañanera sostenida en la tierra natal de don Andrés, aparece como “11 de julio”. Tal vez el equipo de Presidencia ya está ansioso de que se realice la entrevista, pero de eso a que adelanten las fechas en los documentos de registro oficial de los dichos presidenciales, hay un trecho.
Los Chuchos se miran a sí mismos
Nos cuentan que la corriente Nueva Izquierda del PRD, conocida como Los Chuchos y que controla prácticamente en su totalidad al ya muy reducido partido, tuvo un cónclave para analizar el pasado proceso electoral y lo que debe componerse para las contiendas de 2023 y 2024. Sin embargo, nos hacen ver que la reunión fue más bien un ejercicio de justificaciones y lo que sí hubo fue un cierre de filas con Jesús Zambrano para que se mantenga como dirigente nacional. Nos cuentan que entre los discursos más encendidos a favor de su continuidad estuvo el del coordinador perredista en San Lázaro, Luis Espinosa Cházaro. ¿Será que don Luis se ve como heredero político de don Jesús? Falta ver si coincide el llamado Chucho mayor, Jesús Ortega.
Las corcholatas de adelante corren mucho y las de atrás ¿se quedarán?
Nos comentan que en la muy adelantada competencia para la candidatura presidencial de 2024 en Morena hay quienes meten el acelerador y no dejan pasar un fin de semana sin actividades y quienes prefieren reservar energías para el sprint final. El viernes pasado, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López se apuntaron en primera fila para la inauguración de Dos Bocas y el que faltó fue Marcelo Ebrard, porque aún no se recuperaba del Covid. Don Adán, tabasqueño que tuvo porra local, parece haberse conformado con esa aparición. Pero doña Claudia agendó para hoy un encuentro con morenistas de Querétaro, en un programa de “charlas a 4 años del triunfo de 2018”. Y Ricardo Monreal, nos hacen ver, sigue pensando en competir, pero no quiere ser corcholata. (Bajo Reserva, El Universal, p. 2)
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Sacapuntas
Sin MC no hay frente
Todo indica que el llamado Frente Cívico Nacional, creado ayer por opositores, se quedará en llamarada de petate. Porque su fin supremo es que en 2024 haya sólo dos candidatos presidenciales: uno de Morena y otro de la oposición. El caso es que Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, está firme en su postura de no hacer alianzas, por más que le ruegan los integrantes de Va por México, integrada por PAN, PRI y PRD. Vaya, ni Claudio X. González ha conseguido convencerlo.
Dos políticos, con Aguiar
No pasó por alto entre la clase política que a la celebración del cardenal Carlos Aguiar por sus 25 años de obispado, en la Basílica de Guadalupe, sólo asistieron dos políticos. Pero vaya que fue un par de peso: el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, y el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal. Ambos, sentados, obvio, en primera fila.
Robles gana otra
Buena noticia recibió la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles: el Vigésimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa anuló la inhabilitación de 10 años que le impuso la Función Pública. Dicha sanción para ocupar cargos públicos en ese periodo fue por no informar en su declaración patrimonial sobre una cuenta bancaria… ¡con apenas dos mil pesos!
Le piden asesoría
Resulta que los gobiernos de Argentina y Chile han buscado asesoría de la Secretaría del Trabajo de México, para replicar el programa de becas Jóvenes construyendo el futuro. La titular de la dependencia, Luisa María Alcalde, recibió las solicitudes y está dispuesta a compartir las experiencias del plan que, dice, ha logrado colocar laboralmente a 46% de sus becados.
Un doctorado más para Graue
Nuevo reconocimiento recibió el rector de la UNAM, Enrique Graue. Esta vez, la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, le otorgó el doctorado Honoris Causa, y el mexicano aprovechó para defender la autonomía universitaria. La cereza en el pastel fue que en la misma ceremonia también se otorgó ese grado al secretario General de la ONU, António Guterres. (El Heraldo de México, La 2, p. 2)
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Contra las Cuerdas / El respeto al partido ajeno es la paz: Zambrano
Jesús Zambrano, líder nacional del PRD, nos habla de su peor error político, de por qué le dicen el tragabalas, de la coalición Va por México, de su asociación con Alito Moreno y cuándo se va a retirar de la política.
—¿Viva la coalición?
—Se mantiene viva y hay que fortalecerla.
—Alito Moreno, ¿qué ha representado estos días?
—Muy complicados los días para Alito y desde luego impacta en la coalición porque logran cimbrar en la opinión pública, pero pues yo soy de los que piensa que aquí debe aplicarse el adagio expresado de manera singular: el respeto al partido ajeno es la paz.
—¿De qué está hecho Andrés Manuel López Obrador?
—De una convicción que combina lo que él ve como una misión pública con el cómo se asume él como una suerte de Dios o de semidiós que no se equivoca en las decisiones que toma y por eso lo vemos así, necio a veces con comportamientos terriblemente irracionales, insensibles.
—¿Ustedes le dieron galletas a ese fenómeno?
—De eso es lo que nos ha seguido acusando mucha gente, particularmente para las campañas y elecciones del 2021, que saludaban, los saludaban donde me veían en las campañas. ¡Viva la unidad! ¡Qué bueno que estén ahí! Pero ustedes le ayudaron mucho a Andrés Manuel, solo que desde el 2012 ya no tenemos nada que ver con ese individuo.
—Pero dicho por la oposición, ¿se volvió autoritario de la noche a la mañana? —No, él ya lo era, por eso se fue, por eso ya no quiso seguir en el PRD, porque en el PRD tenía contrapesos internos, que era particularmente el grupo del que yo formo parte dentro del PRD.
—¿Hay oposición? —Por supuesto que sí. Lo hemos demostrado. Lo acabamos de demostrar con la votación de la reforma eléctrica y es lo que tiene encabronado a Andrés Manuel.
—Con todo respeto y lo voy a decir en un sentido figurado: esta oposición parece un alebrije: tiene la cabeza de una especie, el cuerpo de otra especie y la cola también de otra.
—Las coaliciones son una necesidad política, desde hace mucho los viejos científicos decían que la necesidad en la humanidad crea el instrumento. Y la coalición es un instrumento establecido por la necesidad de enfrentar el riesgo de que vayamos a una dictadura.
—¿Ya tomaron nota de las recomendaciones del presidente de cómo ganar elecciones?
—Hombre, si le hacemos caso al presidente vamos a terminar siendo un apéndice de Morena y un apéndice de él.
—¿Alito, aguanta el pueblo se levanta?
—Lo decía pitorreándose Andrés Manuel, metiendo cizaña. Pero pues esa es la manera en que López Obrador quiere desarticular a la oposición de la coalición y no lo va a lograr, hombre. La coalición se va a mantener, es entre partidos, hay que recordarlo, no entre dirigentes.
—¿Alito Moreno es un buen hombre?
—Yo le tengo confianza porque con nosotros ha cumplido la palabra empeñada
—¿Usted cree que con la narrativa que está teniendo la oposición pueden doblar a Andrés Manuel?
—Le vamos a ganar. Hay que siempre enriquecer la narrativa, ver en dónde fallamos en particular durante las últimas elecciones del pasado 5 de junio y lo que todo el mundo saca por conclusión y sacamos nosotros mismos es que debemos mantenernos unidos.
—¿Ustedes, el PRD, viven en la coalición gracias a la coalición?
—Nosotros existimos como partido político histórico, ya de 33 años de la vida nacional, y habemos quienes venimos desde antes del PRD. Es altamente probable, para no decir qué imposible, que si el PRD no hubiera estado siendo parte de la coalición, no hubiera habido coalición.
—¿Ayuda, la compañía de Claudio X. González en el movimiento anti-López Obrador?
—Claudio X. González forma parte de un agrupamiento que se llama “Sí por México” que ayudó a la conformación de la coalición para el 2021, pero los verdaderos dueños de la coalición son los partidos políticos y desde luego, las opiniones indiscutibles y necesarias de la sociedad civil.
—¿Pobreza franciscana?
—Es una verdadera vacilada que después de la austeridad que ha prácticamente empobrecido el quehacer público y que ha golpeado a sectores muy importantes de la sociedad, ahora digan después de eso, lo que sigue es la pobreza franciscana. ¿A dónde nos quiere llevar, a volver pobres a todo mundo en lugar de ayudar a que se superen? Es una vacilada en el mejor de los casos.
—¿Ya hicieron su mea culpa después del 5 de junio?
—Sí. De hecho, hemos especialmente concluido que está muy claro que para las próximas elecciones la salida es mantenernos juntos, ver en dónde debemos y podemos atacar de mejor manera las estrategias que se imponen con los llamados servidores de la nación para la compra de votos. Y allí hay que meternos duro y también ver la manera en que vamos a enfrentar el crimen organizado que se ha metido a apoyar a Morena en las últimas elecciones.
—¿La gente está hasta el gorro de los partidos?
—Yo creo que hay que reconocer que los partidos políticos no están bien calificados, pero resulta que al final de cuentas somos absolutamente necesarios para que haya una convivencia democrática y una competencia verdadera en el país.
—¿En serio hay tiro para el 2024?
—Estoy convencido de que sí, por más que quieran luego decir ¿cuál tiro? Si perdieron cuatro de seis, apenas el 5 de junio. Ganamos claramente dos y una tercera (Tamaulipas) que todavía está en litigio. Y ahí estuvo, por cierto, la mano del crimen organizado metida a favor de Morena.
—¿El peor error en la vida política de Jesús Zambrano?
–¿El peor error? A estas alturas yo te diría a lo mejor haber confiado en su momento y ayudado a Andrés Manuel a que creciera y que hoy está siendo un lastre para la vida nacional.
—¿Cómo quiere ser recordado Jesús Zambrano?
—Zambrano: Así como alguien que no se detuvo aún, incluso a costa de su propia vida. Porque estuve a punto de morirme allá en 1974, cuando me pegaron un balazo en la boca, cuando me detuvieron y decidí seguir en la lucha. Y así me gustaría ser recordado como alguien que nunca se echó para atrás.
—El tragabalas.
—Por eso me pusieron el traga balas allá en la cárcel, los dos años que estuve preso.
—¿Cuál es el momento ideal para retirarse?
—Cuando ya no sea útil y empieces a sentir que eres un lastre y que te tienen que andar cargando, en ese momento yo digo gracias, adiós y estaré aquí por si me necesitan con alguna opinión, con algún tipo de participación, con mucho gusto seguiré ayudando.
—Por último, ¿Cómo definiría al PRD en este momento?
—En una situación complicada, pero con el ánimo de salir adelante con muchas potencialidades, porque yo te diría, les diría que tenemos mucha historia y por ello mismo tenemos muchas fortalezas y tenemos futuro. Ya nos han matado muchísimas veces y nos han sepultado y aquí seguimos vivos y vamos a continuar. Cada vez estoy más seguro, con más fuerza, porque nos estamos reorganizando para un relanzamiento. (Alejandro Sánchez, El Heraldo de México, País, p. 5)
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Quinta ola: no confiarse
Desde hace algunas semanas, ya no queda duda de que México se encuentra inmerso en la quinta ola de propagación de covid-19. Entre el 6 y el 7 de junio, cuando la Secretaría de Salud retomó los informes diarios de evolución de la pandemia, se reportó un incremento de 8 mil 26 casos nuevos en 24 horas, cuando el mes anterior se requería una semana entera para acumular esa cifra. A partir de entonces se ha dado un aumento sostenido, y ayer se dio cuenta de 24 mil 610 contagios en un solo día, para llegar a un total de 6 millones 83 mil 299 desde el inicio de la emergencia sanitaria, hace casi año y medio. Entre el 4 de junio y el 1º de julio, la tasa de personas con capacidad de transmisión del virus se elevó de 18.36 a 126.50 por cada 100 mil habitantes, un alza de 689 por ciento.
Por fortuna, tal recrudecimiento en los contagios no ha venido acompañado de aumentos significativos en las muertes ni en la cantidad de pacientes que requieren ser hospitalizados por complicaciones de la enfermedad: en las últimas tres semanas y media, se pasó de una ocupación de 3 por ciento en las camas generales y uno por ciento en las que tienen ventilador, a 8 y 3 por ciento, respectivamente. En cuanto a los fallecimientos, el 7 de junio se informaba de 42 y ayer de 32, por lo cual, con altibajos diarios, la cifra de decesos que lamentar se mantiene constante.
Si el meteórico ascenso en los nuevos casos ha de achacarse tanto al surgimiento de nuevas cepas del SARS-CoV-2 como a un inocultable relajamiento de las medidas de prevención, la hasta ahora baja incidencia de hospitalizaciones y muertes se explica, en no escasa medida, gracias a la amplia cobertura de la vacunación, que a inicios del mes pasado ya sumaba 208 millones 765 mil dosis, aplicadas a 88 millones 207 mil personas. En este sentido, cabe felicitarse por el entusiasmo y la responsabilidad con que la población adulta ha acudido a recibir sus primeras y segundas dosis y los refuerzos, así como el acompañamiento brindado a los menores de edad que también desean ser inmunizados para evitar el posible riesgo de desarrollar cuadros graves. Únicamente es de lamentar que, en ocasiones, los ciudadanos han provocado aglomeraciones y agotamiento de los biológicos disponibles al presentarse en los centros de vacunación en fechas o locaciones que no les corresponden.
Pese a lo dicho, es necesario remarcar que la eficacia mostrada por los inmunológicos no debe tomarse como pretexto para abandonar las precauciones elementales ya conocidas, desde el lavado de manos hasta el uso de cubrebocas y evitar, en lo posible, las grandes concentraciones humanas. Mantener la prudencia es importante, por supuesto, para salvaguardar la propia salud y la vida, además de librarse de las molestas secuelas que muchas veces deja tras de sí el covid-19, pero también para conjurar la posibilidad de que un agravamiento de la situación orille a retomar medidas de distanciamiento social que dañen la difícil recuperación económica. (Editorial, La Jornada, p. 2)
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