3 de diciembre de 2024

¡Salvemos a MUSAS!, pide, exige Rubén Matiella

El exdirector del Museo de Arte de Sonora, Rubén Matiella, lanzó hoy desesperadas señales de auxilio y peticiones y exigencia al gobernador y al secretario de Educación y Cultura para que salven al mejor museo del noroeste de México:

Debemos salvar al MUSAS del desmantelamiento del cual es objeto por la dirección del ISC… ya su plantilla laboral la aniquilaron, la colección secuestrada y en las peores condiciones, debe ponerse un alto a semejante afrenta, escribió Matiella en redes sociales

Para Beatriz Aldaco, directora del Instituto Sonorense de Cultura, enemistarse con la gran mayoría de los creadores, artistas e intelectuales de la entidad no le ha sido suficiente en sus nueve meses al frente de la rectoría cultural de Sonora, sino que ahora va por instituciones como MUSAS, el cual cerró por varios meses, con burdos pretextos.

Por ello, grandes, valiosos y reconocidos artistas con una gran trayectoria dentro de la cultura y las artes, han preferido mantenerse al margen del ISC la institución manteniéndose en un autoexilio temporal, mientras no exista una correcta administración de los recursos tanto culturales como capitales para los que han sido destinados, así como el respeto irrestricto a la noble y gran labor de los artistas que han fortalecido la historia cultural dentro de la diversidad y pluriculturalidad en nuestro estado, en todas y cada una de las áreas.

Sobre el cierre temporal de Musas, Aldaco dijo que era por la falta de mantenimiento, entre otros, pero ¿por qué no se le dio el debido servicio a las instalaciones en tiempo oportuno? ¿En qué condiciones de resguardo, temperatura adecuada para cada una de las obras quedarán? ¿Quién garantizará su correcta seguridad, etc.? No obstante, lo anterior se viene a sumar a la desafortunada y larga lista de aspectos nada positivos de la actual administración cultural en Sonora. Dicho cierre ha levantado por sí, ya una serie de rumores, en la cual por cierto Musacchio ha hecho referencia en su columna de esta semana. No es de sorprender que varios donantes de prestigiado nivel muestren su molestia y preocupación en torno a este tema.

Aquí columna de opinión sobre el tema:

¿Qué oculta el ISC con el cierre del MUSAS?

Hermes D. Ceniceros


La última vez que fui al MUSAS a comienzo del año era notorio la falta de mantenimiento. El ascensor no funcionaba, el techo tenía telarañas había y por lo menos yo detecté dos obras de la colección Sonora 1.0 en claro deterioro, la impresión fotografía de “Éxodo” de Betsabeé Romero, se encontraba despegándose de su soporte, y la pieza de técnica mixta de “Orden” de Roberto Turnbull, también con partes del cuadro cayéndose, muy probablemente por la falta de control de la temperatura y del calor que derrite el pegamento.    

La colección del MUSAS tiene un costo estimado de más de 70 millones de pesos y es un patrimonio de los sonorenses que se ha logrado reunir con el apoyo de mecenas, donaciones de artistas particulares y sus familiares, quienes ahora ven en peligro el legado que han dejado a disposición de toda la población en el Museo de Arte de Sonora.

Preocupados por la conservación del patrimonio artístico que se resguarda en el MUSAS es que desde hace algunos meses figuras del arte nacional como el curador Edgardo Ganado Kim o el periodista cultural Humberto Musacchio, quienes participaron en la creación de dicha colección, han manifestado su descontento por la manera en la cual se ha permitido el franco deterioro del inmueble.

Ante estos cuestionamientos, la respuesta de las autoridades culturales, tanto del ISC como de la dirección del MUSAS, fue una publicación en Facebook el pasado viernes 3 de junio. En esta se anuncia el cierre del museo por todo el verano para poder realizar las obras de mantenimiento entre las que se destacan la impermeabilización, servicios al aire acondicionado y al elevador. Estos trabajos por si solos no justifican el cierre por todo el verano, uno por el tiempo que toma la realización, y dos, porque la mayoría se realizan por fuera del edificio.

Por otra parte, la publicación facebookera donde informan de esta decisión recalca que varias de las obras que el edificio necesita no fueron atendidas por la pasada administración. Esto provocó que la semana pasada el ex director del ISC contestará informando como dejó al MUSAS, y en un ejercicio de rendición de cuentas publicó el informe de gastos de mantenimiento del Museo de Arte de Sonora 2018 a 2021, donde claramente se observa como si se atendieron las obras de mantenimiento preventivo en cada uno de los años que les correspondió cuidar al inmueble. Desmintiendo las falsedades del comunicado de la actual administración.

Es muy sospechoso que se tenga que cerrar un museo todo el verano porque van a hacer obras de impermeabilización y servicios al aire acondicionado. Quizás el problema está en que no gestionaron el dinero a tiempo para haber realizado las obras a principio del año y ahora que llega el verano, se vuelve notorio que no se dio servicio a los aires, y prefieren cerrar las puertas echando culpas a la pasada administración.

A través de transparencia se puede acceder a los documentos de entrega – recepción del ISC, y en estos documentos cualquiera puede ver como se entregó esta institución a la actual administración. Seguir echando culpas al pasado y no asumir las responsabilidades que se adquieren ya cansó a todo mundo, y la comunidad cultural no es excepción.

La decadencia en la cual se encuentra el MUSAS no es lo único, está también los seis libros del CLS 2020 que se debieron publicar en el 2021 y aún no se han impreso, las convocatorias de EFICAS y del CLS 2022 que siguen sin salir, entre otras cosas que poco a poco están haciendo que artistas, promotores y gestores culturales enciendan los focos de alarma despertando muchas sospechas. La dirección del ISC tiene mucho que explicar de su gestión porque si revisamos los documentos de entrega recepción, se puede ver que muchas de las culpas que esta administración echa a la que se fue no están fundamentadas, y que incluso varios de los problemas que aquejan ahora son por no haber atendido las notas que los que se fueron dejaron de las gestiones iniciadas y que necesitaban un seguimiento por quienes entraron. El MUSAS cierra el verano y detrás de eso se despiertan aún más dudas sobre la capacidad de gestión de esta administración.

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