En la Isla del Tiburón reunió a danzantes del venado mayo, yaqui y seri.
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El fotógrafo Diego Huerta, con reconocimiento nacional e internacional, estuvo en Sonora hace dos años para ofrecer talleres de capacitación a integrantes de los grupos indígenas mayo y yaqui.
por Fano Campoy
En el Júpare, Huatabampo y en Loma de Bácum, Diego Huerta compartió sus conocimientos fotográficos a jóvenes y adultos de los dos grupos originarios.
“Quiero que el pueblo documente al pueblo. Porque ningún fotógrafo o cinematógrafo que llegue de fuera podrá documentar con la visión de ellos mismos”, indicó.
Les ofrece a sus alumnos teoría y práctica
Mientras corría por las playas de Huatabampito tuvo un sueño: Reunir en territorio Comca’ac (seri) en la Isla del Tiburón a tres danzantes del venado de distintos pueblos nativos: mayo, yaqui y seri.
(El pueblo seri adoptó también la presencia del venado en su comunidad)
Una comitiva de aproximadamente 20 personas viajó más de 800 kilómetros para, desde la isla más grande de México, lanzar un mensaje de unidad.
Abordaron las pangas en Punta Chueca y su sueño se hizo realidad.
“Fue una experiencia increíble. La intención de muchos es mantener separados a los pueblos originarios para que no estén comunicados y no compartan sus experiencias
E”llos deben mantenerse juntos y compartir sus experiencias y situaciones porque en la unidad está la fuerza”, añadió.
Diego Huerta lo dice sin rodeos.
Sonora es de sus estados favoritos de la República Mexicana, por sus grupos originarios, por sus amaneceres y atardeceres, y por sus paisajes extraordinarios en general.
Y antes de irse ya quiere volver.
Su próximo sueño es documentar la cultura de los pimas en la sierra de Yécora, Sonora.
Como fotógrafo y documentalista, Diego sabe el compromiso que tiene para preservar los usos y costumbres de nuestros hermanos indígenas.
Y sabe que su gusto es viajar y conocer distintas formas de vivir y de pensar.
Esa es su vida.
Esa es su pasión.
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