Arturo Herrera dejará Hacienda, que ocupó fondos para aliviar ingresos y financiar obras de la 4T, por lo que el nuevo titular tendrá recursos limitados
Jorge Cano/ Reforma
Pasada la elección intermedia que puso a juicio tres años del gobierno federal de la 4T, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un ajuste en la Secretaría de Hacienda, el segundo del sexenio.
Ayer salió Arturo Herrera y llegó en su lugar Rogelio Ramírez de la O, un economista cercano al presidente.
Herrera será promovido como gobernador del Banco de México; él había llegado a Hacienda en julio de 2019, en lugar de Carlos Urzúa, quien renunció por discrepancias con la política económica del presidente.
Ahora Ramírez de la O tendrá que enfrentar una estrategia con recursos limitados.
Durante la primera mitad del sexenio, Hacienda echó mano de fondos y medidas que permitieron aliviar los ingresos e intentaban financiar los programas y megaobras del Gobierno; pero el próximo Secretario no podrá replicarlo para la segunda mitad.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, de 2018 al primer trimestre de 2021, los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) cayeron en 95 por ciento al pasar de 313 mil millones a sólo 15 mil millones.
Por su parte, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) se redujo en 71 por ciento, al pasar de 99 mil millones a finales de 2018, a 28 mil millones en marzo de este año, pues fue necesario compensar las caídas en recursos que la federación transfiere a los estados.
De acuerdo con Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, haber agotado fondos de emergencia es uno de los retos que enfrentará el nuevo Secretario de Hacienda, pues la encomienda es lanzar una reforma fiscal que impulse los ingresos pero sin crear nuevos impuestos.
«Llega en un momento muy complicado del país en términos de finanzas públicas. Fue devastador el mes de abril para los ingresos tributarios, y estamos a la deriva sin un FEIP», dijo.
En el caso de las medidas de austeridad, de 2019 a marzo de este año, se lograron ingresos por 10 mil 706 millones de pesos tan sólo por los recortes a los organismos autónomos.
Sin embargo, en su Informe de Gobierno en 2020, el Presidente presumió que entre austeridad y combate a la corrupción, se obtuvo un ahorro de 560 mil millones de pesos.
Ambas medidas son consideradas «de una sola vez», pues no queda espacio para mayores recortes ni colchones para enfrentar la caída en ingresos.
Con la extinción de fideicomisos, cuyos recursos estaban destinados a múltiples actividades científicas, culturales, deportivas, de prevención de desastres, ayuda a microempresas y atención a víctimas, entre otros, el Gobierno ha obtenido 64 mil 543 millones de pesos y ya para marzo de 2021, se reportan 15 mil 397 millones adicionales, para dar un total de 79 mil 940 millones de pesos.
El destino que han tenido, según explica la dependencia, ha sido las obras de infraestructura insignia como el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya o el proyecto del Istmo de Tehuantepec.
Pero en el segundo tramo del sexenio ya no parece haber otras fuentes a las cuales acudir.
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