Andrea Meza, la mexicana que ganó el Miss Universo, confesó que en el pasado carecía de seguridad en sí misma y sufrió bullying.
«Me he visto diferente en cada una de las etapas de mi vida, no sé si más o menos guapa, pero sí te puedo decir que en un pasado yo no me sentía feliz con cómo me veía. No me sentía bonita», aseguró
La Mexicana Universal 2020, nacida en Chihuahua, de 26 años, señaló que fue una adolescente muy introvertida.
«Entre los 12 a 16 años no me sentía para nada atractiva. Tenía dificultades para convivir con mis compañeros en la escuela… Le tenía demasiado miedo al qué dirán», compartió en entrevista telefónica antes de partir a Estados Unidos.
Esta chica bilingüe de 1.80 metros, que ha sido embajadora de turismo y es ingeniera en Software, ahora sabe que eran sus propias inseguridades las que jugaban en su contra.
«Yo estaba muy pasada de peso cuando estaba más chiquita, estaba gordita y cachetoncita», admitió.
«No me quedaba la ropa que se suponía que era para niñas de mi edad. Aparte era alta».
Andrea confesó que además sufrió bullying mientras estaba en secundaria.
«Realmente nunca recibí una ofensa de: ‘gorda, fea’, pero era este rechazo que sentía de que no formaba parte.
«Hubo una ocasión en la que me encerraron en un baño y me empezaron a decir cosas, a inventar que yo había hecho unos comentarios; esto cuando empezaban las redes sociales.
«Fue un problema que se hizo notable y me sacaron de la escuela, pero esa no era la solución».
La evolución que ha tenido, tanto en la parte personal como profesional, fue proyectada en el certamen internacional, donde transmitió un mensaje de empoderamiento y de su lucha contra la violencia de género.
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