Sábado 2 de julio de 2022
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¿Matarlos? No, nada más meterlos a la cárcel…
De lo que se trata es de aplicar la ley. Eso y nada más. En este país quienes matan son los delincuentes, no la gente de bien. Los sicarios andan armados. Con sus rifles de asalto aterrorizan a la población, extorsionan, violan, secuestran, ejecutan y, llegado el caso, enfrentan a las fuerzas de seguridad de un Estado desafortunadamente omiso.
Los cuidados, la lectura de hermosos poemas para despertar la sensibilidad, los conciertos con sinfonías de Mozart, la repartición de recursos a los sectores más desfavorecidos de la sociedad y la entrega de becas a jóvenes desempleados, entre otras acciones, funcionan a mediano plazo (en el mejor de los casos) para prevenir quebrantamientos futuros y para mitigar las consecuencias de una descomposición social que, por otra parte, tiene orígenes más remotos. Es muy extraño, en este sentido, que la postura del régimen de la 4T no sea el fortalecimiento del sistema educativo y que su apuesta, por el contrario, tenga un sello declaradamente corporativista y clientelar: los niños de la nación mexicana en nada se benefician de que una organización magisterial de modos mafiosos obtenga cada vez más prebendas. De la misma manera, un modelo paternalista y complaciente no llevará, en modo alguno, a preparar a los estudiantes para que puedan afrontar con éxito las durezas de un mundo cada vez más competitivo y moverse en un entorno globalizado de altísimas exigencias en el que la capacitación y los conocimientos juegan un papel absolutamente decisivo. ¿México está cimentando su propia condena de marginación al instaurar un sistema educativo de incumplimientos y sin los rigores necesarios para formar profesionalmente a sus ciudadanos?
Pero tampoco resulta nada evidente que las políticas sociales por sí solas puedan contrarrestar la penetración de la criminalidad en nuestra sociedad: el gobierno de este país no cuenta con recursos infinitos, ni mucho menos, para que la simple perspectiva de una vida honrada resulte atractiva a jóvenes que, por su parte, aspiran a conseguir dinero por la vía rápida así sea que el camino sea incorporarse a las filas del crimen. Simple cuestión de números y en este apartado las recompensas ofrecidas por las organizaciones de la delincuencia son incomparablemente más apetecibles que una mera beca.
Más allá de pretender o intentar una transformación de fondo (cuyos resultados que no veremos ahora), el Estado tiene que intervenir para restarle poder y capacidad de acción a la delincuencia. No es asunto de ejecuciones ni masacres sino de acabar con la impunidad y de hacer justicia para garantizar a los mexicanos el más fundamental de sus derechos: vivir en paz y con seguridad. Y, pues sí, cuando tienes enfrente a un grupo de sicarios armados a veces no hay otro remedio que accionar también el gatillo. (Román Revueltas Retes, Milenio, Al Frente, p.3)
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Templo Mayor
CON EL OJO cuadrado dejó Andrés Manuel López Obrador a quienes defienden el uso de las energías limpias como la única opción para darle viabilidad al planeta.
EN LA inauguración del cascarón de la refinería de Dos Bocas, se ufanó de que no hizo caso a quienes pronosticaron el fin de la era del petróleo y la llegada masiva de los autos eléctricos recalcando que, para eso, todavía falta tiempo.
SEGURO que no escuchó al CEO de la petrolera Exxon, Darren Woods, quien hace unos días pronosticó que para el 2040 todos los vehículos nuevos que se vendan en el mundo serán eléctricos.
PARA CUANDO eso ocurra, el nuevo complejo de Pemex llevará apenas 14 años operando al 80 por ciento de su capacidad, así es que, además de resultar onerosísima con sus al menos 18 mil millones de dólares de costo, terminará siendo una refinería prematuramente re-finada.
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POR CIERTO… ¿qué andaba haciendo Claudia Sheinbaum en el templete de la inauguración de Dos Bocas en Tabasco?
HASTA donde se sabe, el gobierno de la CDMX no tiene nada que ver con esa obra, por lo que no se entiende su presencia.
PARA COLMO, parece que Sheinbaum nomás fue a pasar un mal rato porque, a la hora de las presentaciones, claramente le ganó en el aplausómetro su rival en la carrera por la candidatura presidencial de Morena, Adán Augusto López, quien ayer jugó de local. ¡Pero qué necesidad!
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QUIENES conocen los planes de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, cuentan que para nada piensa quedarse en su actual cargo por mucho tiempo.
UNA VEZ entregado el cascarón de refinería que se inauguró ayer, la veracruzana piensa dedicarse a la política e incluso se habla de que podría sumarse a la estructura de Morena.
Y AUNQUE ha sido mencionada como “corcholata” con miras a la elección presidencial del 2024, cuentan que lo que realmente tiene en la mira es competir ese mismo año pero para suceder a Cuitláhuac García en el gobierno de Veracruz.
POR LO PRONTO, y en lo que se despeja la incógnita de quién terminará la obra que Nahle comenzó, dicen que quien pinta para nuevo secretario de Energía es su incondicional y actual director del Cenagas, Abraham Alipi.
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INTERESANTE el fichaje que hizo el gobierno de la CDMX de Nathalie Desplas como secretaria de Turismo, pues se trata de una verdadera experta en el tema y no una política más.
Y LLAMA la atención que en estos tiempos tan polarizados se integre a un gobierno morenista a pesar de que trabajó en la administración del panista Javier Corral en Chihuahua. (F. Bartolomé, Reforma, Opinión, p.10)
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Bajo Reserva
Una civil pasa revista a militares
Entre tantas botas y uniformes color verde olivo, pasó casi inadvertido el hecho de que la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, se convirtió en la primera titular de la dependencia en participar en un pase de revista a las tropas de la Guardia Nacional. En el tercer aniversario de esa corporación, la funcionaria acompañó al presidente Andrés Manuel López Obrador en un vehículo durante el recorrido a los contingentes desplegados en la explanada del Colegio Militar de Tlalpan. Sin embargo, nos hacen ver, no se trató de una cortesía presidencial sino que doña Rosa Icela ocupó el lugar del comandante de la Guardia Nacional, el general Luis Rodríguez Bucio, quien se recupera tras dar positivo a Covid.
El ISSSTE declara la guerra a hackers y virus
Nos comentan que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) acaba de declarar la guerra. Así es, y es contra virus, pero cibernéticos. Nos detallan que en días pasados, la institución inició la licitación para respaldar su información y contar con un servicio de inteligencia ante posibles ciberamenazas “avanzadas” para tener la capacidad de detectarlas y prevenirlas, y “garantizar la integridad y confidencialidad de la información del instituto”. Nos señalan que con el servicio a contratar se buscará inteligencia sobre amenazas de grupos “subversivos hacktivistas” y evitar que información del ISSSTE sea puesta en venta en mercados negros de la Darknet y Deepweb, como, nos confirman, ha ocurrido ya en el pasado.
Disidentes morenistas no se salen de la competencia
Nos comentan que el ala disidente en Morena hizo un llamado a sus cuadros a inscribirse como candidatos a consejeros distritales en el proceso de renovación interna impulsado por el líder nacional del instituto político, Mario Delgado. La idea, nos comentan, es dejar atrás la vieja costumbre de los llamados radicales de denunciar y automarginarse de la competencia en protesta. Los “militantes fundadores” encabezados por el académico John Ackerman acordaron participar en la convocatoria emitida este viernes, pese a que ya acudieron a los tribunales para echar abajo todo el procedimiento. Así, consideran que evitarán ser “rasurados” de la lista de 200 hombres y 200 mujeres que podrán ser elegidos. Lo que se preguntan radicales, moderados y los de en medio es si don Mario logrará mantener la unidad en su partido o se le empieza a hacer bolas el engrudo rumbo al final del sexenio del presidente López Obrador.
La refinería que no refina ni un litro
Senadores de oposición criticaron la inauguración de la “primera etapa” de la refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, y señalaron que se trata apenas de una “obra gris”. Nos hacen ver que el chiste que circuló entre los legisladores es que se trata de la refinería más “ecológica” en la historia del país, porque no refina ni un solo litro de gasolina. Después de considerarla un elefante blanco y agotar los calificativos, los opositores adelantaron que llevarán el tema a debate en la Comisión Permanente del Congreso. A ver si lo dejan pasar a tribuna, y de pasar, a ver si alguien en el lado oficial se detiene a escuchar las críticas y advertencias. (El Universal, A2, p.2)
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Trascendió
Que la inauguración de la refinería Olmeca, en Paraíso, Tabasco, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue un acto petit comite en comparación con la ceremonia organizada para poner en funcionamiento el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en marzo pasado, al que asistieron más de mil personas. Fue notorio que entre los asistentes no estuvieran todos los gobernadores y representantes de otros sectores, que sí son convocados en otras grandes ocasiones.
Que siguiendo con la 4T, el fuego amigo de cara a la elección de 2024 provino del diputado Gerardo Fernández Noroña, quien criticó la aparición de decenas de bardas en la alcaldía Iztapalapa con la leyenda #EsClaudia. De hecho, acusó a la alcaldesa Clara Brugada de poner “el aparato en acción” a favor de la jefa de Gobierno, Claudia Shienbaum, aunque el polémico legislador pareció obviar las manifestaciones que se han realizado antes en Toluca y Coahuila a favor de los candidatos presidenciales y ayer mismo en Tabasco en pro del titular de Segob, Adán Augusto López.
Que la crisis en la empresa Aeromar ha tomado tintes preocupantes por parte de los trabajadores, quienes denuncian falta de pago u otras anomalías que pueden terminar en un paro de labores en los próximos días o semanas; aunque la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación ha fijado el emplazamiento a huelga para el último día de agosto, los empleados dudan en llegar sin conflictos hasta esa fecha. Esa película ya la vieron antes con Mexicana e Interjet y su temor viene de que esas empresas no retomaron el vuelo. (Milenio, Al Frente, p.2)
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Linotipia / Los mil millones de Cusaem
El gobierno de Enrique Peña Nieto contrató casi 50 mil guardias privados para cuidar oficinas y funcionarios. Más de 10 mil policías federales podían hacerlo. ¿No les parece una aberración?, dijo Andrés Manuel López Obrador ante una sala repleta de periodistas en el Palacio Nacional, en abril de 2019. Se crearon empresas de seguridad vinculadas con políticos, pero estamos depurando esto, continuó con una sonrisa leve.
López Obrador se refería a los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México, Cusaem. Esta opaca corporación oficial nació y creció al amparo de gobiernos del PRI en ese estado. Opera con un permiso de portación de armas que expresamente prohíbe usarse para dar servicios de seguridad privada. Durante el sexenio de Peña Nieto, Cusaem ganó más de 8 mil millones de pesos. Vigilaba oficinas del DIF, de la Comisión Federal de Electricidad, y el tren que los migrantes llaman La Bestia, entre muchas otras instituciones.
Está constituida como una asociación pública y privada, así que no se le pueden pedir documentos por acceso a la información. Como el gobierno paga una parte, no es fácil seguir la ruta del dinero. Esta opacidad sirvió para que más de 500 millones de pesos contratados con Cusaem, en 2018, acabaran en un elaborado esquema de fraude.
“Varias líneas de investigaciones oficiales apuntan a que, en el gobierno de Peña Nieto, Cusaem se utilizó para desviar millones del gobierno federal y pagar campañas del PRI”, me dijo Arturo Ángel, uno de los autores de El caso viuda negra, un riguroso libro que indaga cómo se desvío el dinero y quiénes fueron sus operadores. El libro comenzó a circular hace unos días. Es una colaboración entre Ángel, Zedryk Raziel y Manu Ureste.
Unos años antes, trabajé con mi colega Sergio Rincón en una investigación que titulamos “Los demonios de la Bestia”, publicada en Univision, sobre las rutas migrantes en Tlaxcala, Puebla, Veracruz y Guanajuato, custodiadas por Cusaem. Más de 300 migrantes habían acusado a esos guardias de extorsión. Cuando no pagaban cuotas para dejarlos viajar encima del tren, en su ruta hacia Estados Unidos, los guardias disparaban sin importar la vida de nadie.
En 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos finalmente publicó dos recomendaciones en las que confirmaba mucho de lo que habíamos hallado. En 2020, la Auditoría Superior de la Federación encontró que Cusaem había pagado millones de pesos sin justificación a proveedores y en servicios fantasma. Una diputada local de Morena en el Estado de México pidió al gobernador mexiquense que regulara a la corporación. Varios artículos de prensa reseñaron que se les estaban cancelando contratos públicos, a raíz de los dichos del Presidente y las indagatorias.
Pero la mala racha duró poco. En los últimos tres años, Cusaem ha ganado más de mil 140 millones pesos en contratos con el gobierno obradorista. Llegué a esta cifra después de consultar más de 100 expedientes de adjudicaciones públicas. Me permitieron trazar cómo Cusaem logró superar investigaciones oficiales y seguir operando durante la administración federal de Morena.
Después de que se le indagara por abusar de cientos de migrantes, Cusaem consiguió más de 70 millones de pesos en contratos para cuidar La Bestia, entre 2019 y 2022. Tras la investigación por operar un fraude para el PRI, consiguió que el SAT le condonara más de tres millones de pesos en impuestos en enero de este año. Y mientras se le ha indagado porque sus oficiales han cometido crímenes, obtuvo cientos de millones de pesos en contratos con Conade, el ISSSTE, la Comisión Federal de Electricidad, Conagua, Fonatur, las Becas Benito Juárez, Diconsa, el DIF, entre otras dependencias.
Esta semana, el PRI anunció que va a proponer una modificación en la ley, para que más personas en México tengan armas legales. Todos los estudios sobre el tema muestran que más armas significan siempre más violencia. Ahora, el PRI tiene su corporación estrella incrustada en oficinas clave del gobierno, con agentes armados. Con ley, o sin ella, parece que el PRI y sus agentes nunca se han ido del todo, aunque ahora operen silenciosamente. (Peniley Ramírez, Reforma, Opinión, p.10)
Liberales y Conservadores / El presidente no le tiene temor a Dios
Tanto que le gusta demostrar que ha leído pasajes de la Biblia y repetir alguno de sus fragmentos en sus conferencias mañaneras y no parece aceptar que en efecto “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
En unos días, barrió parejo y lo mismo descalificó a sacerdotes y jerarcas católicos que a miembros de la comunidad judía.
A la Iglesia Católica le tocó a propósito del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua y a la comunidad judía al ofender al publicista Carlos Alazraki.
Un exceso, si de distraer se trata, porque una cosa son las convicciones políticas y otra las creencias y la fe.
Ante la indignación y la rabia por la muerte de los jesuitas, el Presidente soltó de su ronco pecho: “Ahora que lamentablemente fueron asesinados los sacerdotes jesuitas, el único que entendió bien de lo que se trata fue el Papa Francisco. Si no fuese por el Papa Francisco nosotros tendríamos una situación muy delicada”. (El mismo Papa Francisco que días antes había lamentado “tantos asesinatos en México, (que causan) un sufrimiento inútil”).
La supuesta consideración, que parecía más bien que el presidente se estaba curando en salud, no benefició a los demás miembros de la Iglesia Católica, a quienes recetó: “nuestros adversarios con sus voceros y achichincles tratan de confundir, desinformar, manipular, diciendo: ¡Qué barbaridad, nunca ha habido tanta violencia en México como ahora!”
Se olvidan, dijo el Presidente, que si se hubiera continuado con la misma estrategia para combatir a la delincuencia “el país estaría en completa descomposición, ingobernable (…) hasta a los religiosos, que no siguen el ejemplo del Papa Francisco, porque están muy APERGOLLADOS por la oligarquía mexicana”. (….) ¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Qué resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron, cuando Calderón de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaron las masacres, cuando se puso en práctica el mátalos en caliente, cuando se decía a los altos mando del Ejército: ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos? ¿Por qué esa hipocresía?”.
La descalificación de Carlos Alazraki se dio en respuesta a comentarios en su programa de Atypical TeVe, de que al AIFA llegan aviones cargados con venezolanos que no pasan Migración. (Carlos escribió su respuesta el jueves, en estas páginas).
Suficiente para que el Presidente le endilgara: “Ya tenemos tiempo con muchas diferencias. Él es en extremo conservador, es como hitleriano”. Y al día siguiente, tras el reclamo de la comunidad judía en México, insistió, para que no quedara duda: “El señor Alazraki pues es seguidor del pensamiento de Hitler”.
Luego se justificó diciendo que conoce y es amigo de prominentes judíos, a quienes elogió pero también advirtió: “eso no quiere decir que toda la comunidad tenga una especie de patente de corso, para poder dañar, afectar un movimiento de transformación, nada más por sus ideales, su conservadurismo y repito su hitlerismo”.
No hay manera de entender las sinrazones del Presidente.
Llamar a los sacerdotes católicos hipócritas por su supuesto silencio ante la anterior política contra la delincuencia y sugerir que una cosa es “que tengan simpatías con los partidos conservadores y otra cosa es la mentira, la calumnia, y levantar falsos testimonios”, ofende, daña y es inaudito.
Agraviar a la comunidad judía llamando a uno de los suyos “hitleriano” es maligno e ignorante. (Amador Narcia, El Universal, Nación, p.7)
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Antes del narcoinfierno, se hacía el amor junto al río…
Hace algunas vidas, por ahí de mediados de los ochenta, en el invierno de 1986, casi 36 años atrás, Chihuahua ya era un lugar de muchísima siembra y trasiego de drogas, fundamentalmente de mariguana y amapola. Una parte de la mota se quedaba en México y otra gran porción se enviaba a Estados Unidos, ya que los gringos todavía no se abastecían del todo ellos mismos, como sucede ahora, cuando tienen un buen grado de autosuficiencia y cuentan con una y mil variantes de la hierba, las cuales son consideradas muy superiores a las mariguanas tradicionales de México.
El producto de la amapola se dedicaba casi íntegramente a la exportación.
Eran los tiempos del capo Rafael Caro Quintero y su rancho El Búfalo, en el municipio chihuahuense de Allende, con sus inauditas 500 hectáreas de mariguana sembrada. Para que tenga usted una idea de la dimensión de aquello, era el equivalente a más de dos veces el territorio de Mónaco, que tiene 202 hectáreas. Toda esa inmensidad fue destruida en un operativo militar realizado a partir del 6 de noviembre de 1984.
Los más jóvenes quizá se habrán enterado del asunto hace poco, con la serie Narcos de Netflix, pero en aquella época los criminales ya contaban con complicidades suficientes dentro del corrupto régimen priista que les permitían poseer semejantes propiedades, y tenían los arrestos necesarios para cometer todo tipo de barbaridades, como fue el caso del levantón, tortura y ejecución del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, a quien Caro Quintero encontró culpable de aquella “Operación Búfalo” que tanto melló sus inversiones y ganancias (hasta diez mil toneladas, según algunas fuentes militares).
Piense: el “Kiki” y los soldados mexicanos le hicieron perder a Caro Quintero el equivalente, a precio de mercado mexicano actual ($500 pesos por kilo de mota), de hasta 5 mil millones de pesos, unos 250 millones de dólares por aquellas diez mil toneladas. Pero podía ser mucho más: hoy, como sucedía en aquel entonces, el valor de ese volumen de droga se dispara cuando es llevado al mercado estadounidense ($14 mil pesos por kilo de mariguana), hasta llegar a la barbaridad de $140 mil millones de pesos, siete mil millones de dólares.
De ese tamaño era el poder económico de un gran capo en aquel tiempo, y ese volumen de mercado es lo que los narcos pelean hoy, se pelearán mañana, y se seguirán disputando siempre en México, mientras las drogas sean ilícitas aquí y en buena parte de Estados Unidos. Ese pasado de impunidad es el origen del infierno de hoy: la corrupción de antaño que permitió el crecimiento exponencial de la industria de la droga, lo que naturalmente tarde o temprano se saldría de control por las codicias machistas de los narcotraficantes, tal como sucedió y sigue pasando en distintas entidades de la república.
Pero, por favor deténgase un momento más para volver a dimensionar aquel génesis de terror: imagine que hoy El Mencho, el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, tuviera un rancho de 500 hectáreas con esas 10 mil toneladas de mota o de amapola, y que secuestrara, torturara y ejecutara a un agente de la DEA, acusándolo de haber provocado un operativo militar para asegurar su propiedad e incautar su droga. ¿Cuántos cómplices tendría que tener un delincuente así entre militares, autoridades estatales y funcionarios federales para que eso sucediera? Imagine semejante escándalo hoy. ¿Qué pasaría? Sí, ardería todo.
Así que desde ese entonces (sexenio de Miguel de la Madrid) los capos eran unos insolentes, pero a pesar de sus impunidades tenían algunos muros de contención. Límites. Los jefes de los cárteles controlaban cada movimiento de las guerras narcas, disciplinaban a sus secuaces, y rara vez los sicarios enloquecían al punto de perpetrar atrocidades que tuvieran daños colaterales, es decir, que de alguna manera afectaran a la población civil, como ha ocurrido en los últimos tres sexenios a lo largo de varios estados del país.
Probablemente lo peor que sucedió, por escandaloso e inédito a la sazón, fue el ataque a la discoteca Christine en Puerta Vallarta, ocurrido en noviembre de 1992, cuando, según autoridades de Jalisco, El Chapo Guzmán y El Güero Palma atacaron a los hermanos Arellano Félix en ese lugar, que era un antro muy frecuentado por gente reventada con mucho dinero, digamos que como el antiguo Baby’O de Acapulco, lo que causó seis muertos y una severa conmoción en parte de la sociedad, fundamentalmente de la clase media para arriba. Otras fuentes afirman que ni Guzmán ni Palma estaban ahí, sino que enviaron a un comando, pero eso ya es anecdótico.
Con excepciones, había una convivencia pacífica junto a la ciudadanía, algo que hoy no existe en muchos municipios, porque los ciudadanos pueden ser víctimas de extorsiones y secuestros en cualquier punto del país. En aquellos tiempos, por ejemplo en Chihuahua, la gente común estaba a bastante a salvo de las escaramuzas y codicias narcas. No había problemas masivos de levantones y cobros de piso.
En invierno uno podía tomar el tren Chihuahua-Pacífico, El Chepe, bajar en cualquier población (en algunos enclaves nevados, si había suerte), coger un pequeño autobús que circulaba cada tercer día por desfiladeros y abismos desde la Sierra Tarahumara hasta Batopilas, al fondo del bellísimo Cañón del Cobre, lugar con temperaturas templadas y cálidas donde uno dejaba las chamarras invernales usadas horas antes y dormía al lado del río en un cuartito con quinqués que le rentaba una familia. A la mañana, uno desayunaba en una mesita de madera en la casa de otra familia, que se dedicaba a preparar deliciosos alimentos para los excursionistas.
No había miedo a nada, más allá de las bestias que con suerte uno podía divisar a lo lejos: jaguares (pumas, les decían), osos, cascabeles y venados.
Para que me entienda: uno podía ir con su novia y desnudarse a la vera del río para jugar al amor, sin miedo a ser levantado y desaparecido por un pelotón de sicarios violadores.
¿Usted se atreve a hacerlo ahora?
En tres décadas perdimos esa paz del encantador rio helado junto a Batopilas. Ahora, ande usted por esos caminos, y si el infortunio así lo dispone, ni Dios lo protege, como quedó claro con el reciente asesinato de los dos sacerdotes jesuitas: lo de hoy es la ley narco en territorio comanche, propiedad de gente como El Chueco, que en sus delirios de poder mató a unos curas porque sí, porque se le dio la gana, sin que nadie hiciera nada, porque él y sus jefes y sus secuaces son los dueños de la región, al menos desde 2018, cuando los gobernantes panistas chihuahuenses prometieron capturarlo.
Así que en menos de 40 años vastos territorios del país se han convertido en zonas de silencio y horror que yacen bajo el yugo de narcos, extorsionadores, secuestradores y asaltantes que ríen de su impunidad, y ahí de los colegas periodistas locales que denuncien las atrocidades, porque usted ya sabe, acaban ejecutados con el sello de la casa.
¿Qué hacemos para recuperar a tantos miles de plebes que hoy delinquen y matan porque la monarquía narca los ha absorbido sin que el Estado y la sociedad civil hicieran y hagan algo para impedirlo?
¿Usted sabe? (Juan Pablo Becerra-Acosta M., El Universal, Nación, p.8)
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El sacrificio de los hermanos jesuitas
Con profundo pesar nos sumamos a la condena por la ejecución de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales S.J., de 79 años, y Joaquín César Mora Salazar S.J., de 80, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma y la desaparición de dos personas, perpetrados el 20 de junio en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua. Un suceso trágico que posiciona y devela de nueva cuenta muchas situaciones y significados, que son leídos por la conciencia cristiana como un hecho interpelante y profético, y por el compromiso ciudadano como una oportunidad para revisar integral y corresponsablemente la política de seguridad pública en el país.
Subrayamos que nuestros hermanos dedicaron coherentemente sus vidas al servicio de las comunidades indígenas de la sierra Tarahumara, región que históricamente, sexenio tras sexenio, ha sido mantenida casi en abandono absoluto por parte del Estado mexicano. Conocida por sus imponentes montañas, y habitada por las infatigables comunidades indígenas tarahumaras, quienes se autoadscriben como rarámuris, han sufrido el despojo de sus tierras y territorios, así como hambrunas y sequías. Viven sin caminos y sin infraestructura básica, como el acceso al agua, a la energía eléctrica, a servicios de salud, a la educación y a la seguridad.
Han sobrevivido a condiciones de olvido y de violencia, y a una desigualdad estructural extrema, que no ha sido atendida por la falta de voluntad de los gobiernos en turno. Ha sido la Compañía de Jesús –una de las organizaciones católicas eclesiásticas, con una tradición cercana a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas–, la que de manera ejemplar ha entretejido lazos de hermandad y solidaridad en la sierra Tarahumara desde que enviaron sus primeras misiones en el siglo XVI. Como parte de su labor misionera, asumieron desde entonces acciones educativas y de promoción de la salud, así como la creación de proyectos económicos solidarios y el asentamiento de un seminario, todo ello desde el compromiso por la justicia, la reconciliación y la paz. Pero no sólo ha sido el acompañamiento a las comunidades rarámuris que defienden sus territorios ante una realidad que las lacera, sino también a partir del compromiso con su vida comunitaria, su lengua, su cosmovisión y sus costumbres, mediante las cuales han procurado acercar un poco de igualdad y justicia social a la comunidad rarámuri, ganándose así el amor y cariño de sus habitantes.
El contexto histórico de desigualdad estructural, ¿no es suficiente desgracia? Respondemos que no. Aún debemos agregar el componente del crimen organizado que, aprovechándose de la ausencia del Estado y del aislamiento de la región rarámuri, acapara el territorio para cultivar mariguana y amapola, y perpetran secuestros y extorsiones, formas modernas de esclavitud, así como la explotación de los bienes comunes, por citar sólo algunas acciones delictivas.
Esta situación se agudizó de manera considerable durante la primera década de este siglo, con la expulsión y asesinato de toda persona que enfrentara al crimen organizado. Al menos seis personas ambientalistas rarámuris fueron asesinadas en la sierra Tarahumara en años recientes, sin dejar de mencionar el asesinato de la periodista Miroslava Breach, en represalia por su trabajo enfocado en denunciar los vínculos entre narcotraficantes y la clase política de Chihuahua. Los gobiernos federal, estatal y municipal, ¿ya están atendiendo la situación? Parece que no.
Un elemento más por agregar es la impunidad sistémica, aquella que la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los derechos para todas y todos ha denominado el signo de los tiempos, que personas, colectivos, organizaciones y pueblos hemos denunciado desde hace décadas, y no ha cambiado bajo el gobierno actual. Por el contrario, los efectos de la simulada transformación han profundizado la violencia estructural e institucional, rompiendo los límites que el crimen tiene pactados con autoridades de los tres niveles de gobierno para coexistir en el territorio nacional.
Bajo estas particulares circunstancias es como reconocemos la existencia de un significado pluridimensional de este acontecimiento trágico y profético del asesinato de nuestros hermanos, pues en México denunciar el despojo de la vida y el territorio, es decir, las violaciones a los derechos humanos, es una actividad en constante riesgo, que también pone en peligro la vida y la dignidad de las personas y colectividades en lucha.
Por ello, así como la Red TDT, la Red Solidaria de Derechos Humanos, el Colectivo de Personas Víctimas de Desplazamiento Forzado y organizaciones acompañantes, hacemos un llamado al gobierno federal y local, a fin de implementar una política de seguridad que tome en serio y sin titubeos los derechos de todas y todos, desde una mirada de justicia social y restaurativa, con la finalidad urgente de reconstruir el tejido social y cultural. (Miguel Concha, La Jornada, Opinión, p.12)
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