24 de noviembre de 2024

Columnas de Opinión

del domingo 17 de octubre de 2021

Templo Mayor

MUCHO llamó la atención que ayer, en cuanto terminó el acto de inauguración de un plantel de la Universidad Benito Juárez en San Quintín, Baja California, Andrés Manuel López Obrador le dio la espalda al gobernador Jaime Bonilla.

EL PRESIDENTE caminó unos pasos hacia la mandataria electa, Marina del Pilar Ávila, y Jorge Alberto López, quien encabeza el Concejo Municipal, para platicar con ellos, mientras el mandatario estatal se quedó atornillado al piso guardando su distancia en vez de unirse a la conversación.

RESULTÓ evidente que la mala relación entre Bonilla y Ávila -ambos morenistas, por cierto-, que inició desde que ella era alcaldesa de Mexicali, no ha mejorado ni tantito. Pero quizás lo más significativo es que se vio clarito con quién están las simpatías de su jefe.

AVERGONZADOS han salido varios paisanos que visitaron la Expo Dubái 2020 tras conocer el pabellón de México, pues dicen que parece un monumento… pero a la “austeridad republicana” de la 4T.

CUENTAN que no hay datos básicos sobre el país, como su ubicación geográfica, productos, cultura, tradiciones o atractivos turísticos y que lo único que en verdad vale la pena es el exterior, cubierto con una enorme malla tejida por artesanas de Jalisco.

RELATAN que, adentro, sólo se ve un video en el que aparece una persona en un campo con una mochila que tiene escrita las palabras “Tren Maya”, pero sin dar mayor explicación del proyecto.

BUENO, ni siquiera se venden souvenirs pues, a pesar de que el sitio se abrió al público el lo. de octubre, la tienda está vacía porque no han llegado los artículos que se deberían estar ofreciendo a los visitantes.

En resumen: poco, tarde…

¡y mal! EN EL Instituto Electoral de la CDMX (IECM) dicen que la Contraloría Interna no tiene ni pies ni cabeza desde que en mayo llegó a dirigirla Francisco Calvario, ex funcionario de la Oficialía Mayor del gobierno central en el sexenio de Miguel Ángel Mancera.

CUENTAN que el funcionario llegó a repartir cargos entre sus allegados sin importar que carecieran del perfil técnico necesario para sus funciones, por lo que incumplió con la normatividad interna del organismo.

Y EN EL IECM no se les olvida que el Tribunal Electoral revocó su nombramiento en abril pasado, pues no se tomaron en cuenta los requisitos legales para su designación, peeero en el Congreso local insistieron y lo volvieron a nombrar. Vaya Calvario le heredaron los diputados de la anterior legislatura al organismo electoral.   (F. Bartolomé, Reforma, p. 8)

Bajo Reserva

Llegó la hora del dinero

Anoche ya circulaba el dictamen de la Miscelánea Fiscal, la Ley Federal de Derechos y la Ley de Ingresos del 2022 entre los diputados federales. Nos cuentan que el plan es que el próximo lunes, a más tardar, a las 11 de la mañana sesione la Comisión de Hacienda en una rápida reunión para aprobar los documentos y enviarlos al pleno de la Cámara de Diputados.

Nos adelantan que se busca dividir en dos días toda la discusión, para una parte iniciarla el mismo lunes en el pleno, y lo restante se desahogue el martes a morir. Cabe recordar que los legisladores en San Lázaro tienen hasta el próximo 20 de octubre para avalar la Ley de Ingresos y el Senado hasta el 31 de octubre para aprobarlo. Y a partir de aquí, ahora sí, el debate, y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación. La gran pregunta en la mente de varios es, ¿incidirá el reparto del dinero en el debate en torno a la reforma energética?

Semáforos por orden presidencial

Quien ayer de manera pública hizo a un lado todos los reglamentos y la normatividad en materia vial es el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y no, no es porque su camioneta se pasara los altos. Durante su visita a San Quintín, Baja California, el mandatario dijo que al preguntar el motivo de por el qué no instalaban unos semáforos, el todavía gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, le informó que se le tenía que pedir permiso a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a lo que el Presidente respondió: “El Presidente da la autorización y tú ya pon los semáforos”. Así le dio la orden, a miles de kilómetros de distancia, a su secretario Jorge Arganis. Nada para recriminarle, quizá, de no ser porque algunas reglas, sobre todo las que implican el orden público, requieren normas para realizarse adecuadamente. Parece que aquella frase de “nada por encima de la ley” tiene sus excepciones.

Armas de EU en crímenes mexicanos

Existe un caso que involucra el tráfico de armas de grueso calibre en el Valle del Mezquital y que bien podría usar México en la demanda que realiza en Estados Unidos contra fabricantes de armas de ese país. Nos comentan que hace unos días, la fiscalía hidalguense realizó la detención de 10 personas y el decomiso de un arsenal, donde al menos un arma contiene, según fuentes de esa instancia, la leyenda: propiedad del gobierno de Estados Unidos. La célula criminal a la que pertenecen los detenidos, nos dicen, está dedicada a secuestro y asesinatos y opera en Ixmiquilpan. ¿Será un tema de conversación en las llamadas frecuentes entre el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Estado, Anthony Blinken?

Termómetro de afectos presidenciales

El presidente López Obrador puso en aprietos a Marina del Pilar Ávila, gobernadora electa de Baja California, cuando el viernes, al iniciar su gira de trabajo por la entidad, se desvivió en halagos para el gobernador saliente Jaime Bonilla, por lo que manifestó que la nueva gobernadora tenía el reto de superar a su antecesor. El gesto hizo recordar que, hasta ahora, el Presidente no ha necesitado expresar públicamente sus preferencias hacia tales o cuales gobernadores porque sus actos han sido elocuentes: visita más a aquellos donde mejor relación tiene y menos los que desea evitar. Por eso Oaxaca tiene la medalla de oro en vuelos desde la capital, mientras que Tamaulipas está en último sitio. La única excepción a la regla: la CDMX, donde el mandatario mismo ha dicho que no ha sentido la necesidad de corroborar lo que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hace.   (Bajo Reserva, El Universal, p. 2)

Sacapuntas

Lo lleva a Tabasco

Todo listo para que mañana el presidente López Obrador lleve a su tierra natal, Tabasco, al enviado especial de Washington para el clima, John Kerry, para mostrarle cómo opera el programa Sembrando Vida. El acto central será en Balancán, fronterizo con Guatemala, y nos dicen que estas visitas de funcionarios americanos serán muy regulares.

Afinan reunión

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, afinan detalles para sostener otro encuentro, cuya meta es acordar la unidad de su partido. De paso, a la mandataria le interesa abordar temas de la ciudad que pasan por la Cámara Alta, por lo que, nos platican, la reunión podría ser antes de terminar este mes.

Mancuerna efectiva

Trabajo coordinado, con resultados satisfactorios, ha realizado el secretario general de Gobierno del Estado de México, Ernesto Nemer, con el coordinador de los diputados del PRI en el Congreso mexiquense, Elías Rescala. Dicha colaboración entre ambos es fundamental, nos hacen ver; sobre todo para sortear los retos que tiene la actual Legislatura local.

Desactiva paro de gaseros

Hablando de secretarios de Gobierno, el de la CDMX, Martí Batres, mostró sus dotes de negociador. Sus oficios resultaron efectivos para que ayer los gaseros reanudaran sus operaciones, tras el paro iniciado el pasado lunes. El funcionario sigue abierto a dialogar con ese gremio, y estudia un acuerdo justo para ellos y, principalmente, para los consumidores.

Suda López-Gatell

Otro escándalo para el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell: su jefe, el secretario Jorge Alcocer, reveló que funcionarios de la Cofepris, a cargo del zar anti COVID-19, dieron autorizaciones discrecionales y masivas a permisos para importar sustancias usadas en la fabricación de la droga fentanilo. Por eso fue el operativo de la Marina, hace unos días, en la Comisión.   (Sacapuntas, El Heraldo de México. p. 2)

Ganó la apuesta

AMLO le apostó a un precio alto del crudo. Decidió invertir en exploración y producción en Pemex incluso después de la dramática caída del precio del crudo en marzo del 2020, cuando el mundo se confinó. Este desplome y el miedo a que las energías limpias desplacen a los hidrocarburos llevaron a que muchas empresas petroleras dejaran de invertir. La recuperación de la economía global ha sido más rápida de lo anticipado. Esto, junto con la menor oferta de crudo, ha llevado a un aumento de su precio no visto desde el 2014. Apuesta ganada, señor Presidente.

Lo malo es que el elefante reumático llamado Pemex no le cumplió. Al arranque de su gobierno, prometieron con bombo y platillo que desarrollarían 20 campos petroleros prioritarios. Los recursos se invirtieron, pero no obtuvieron el resultado esperado. Para este año prometieron producir 301 mil barriles diarios. Extraen solo 139 mil.

AMLO no puede culpar a los neoliberales. En su discurso, éstos exprimieron Pemex, pero la solución estaba a la mano, pues sacar petróleo no tiene ninguna ciencia. ¿Quién no recuerda ese video? Bastaba darle apoyo a Pemex y el elefante reumático se movería a gran velocidad. No fue así.

Un gobierno que basara sus decisiones en los hechos, más cuando no consigue lo esperado, reevaluaría sus políticas. Cuando se parte de la fe se redobla la apuesta. La reforma eléctrica trae un premio para Pemex: la desaparición del órgano regulador, la CNH, que por ley hoy debe asignar los yacimientos de la nación a quien le dé más recursos a la nación. Eso es promover el interés de todos.

Pero este gobierno quiere dárselos sólo a Pemex, que confunde con ser la nación, aunque les cueste toneladas de dinero. Un ejemplo del absurdo: el yacimiento más grande descubierto desde la reforma del 2014 es Zama. Lo encontró Talos Energy. Es tan grande que se sale de su zona asignada y lo comparte con Pemex. Podría producir hasta 150 mil barriles diarios. Talos conoce el campo, lo puede extraer más rápido y darle a Pemex su parte proporcional del ingreso y al gobierno miles de millones de pago de impuestos. El gobierno decidió que lo desarrolle el elefante que no pudo ni hacer un pozo exploratorio en su zona.

A diferencia del sector eléctrico, donde el gobierno inventó que los privados están subsidiados por la CFE, acá no los pueden culpar. Si no sacan petróleo como prometen es por sus ineficiencias. Sobran historias de fracaso. Durante el gobierno de Calderón, Pemex inventó el cuento de que en el campo de Chicontepec podían sacar 700 mil barriles de crudo. Nunca llegaron ni a 50 mil.

Pemex se hizo grande por dos yacimientos gigantes. Cantarell llegó a producir, por sí solo, 2.4 millones de barriles diarios. Hoy produce 75 mil. El otro es Ku-Maloob-Zaap. Por 10 años produjo cerca de 800 mil barriles diarios. A partir del 2019 empezó su declive. Este agosto produjo 625 mil. Esto, más el fracaso de los campos prioritarios, cuya producción puede caer rápidamente (uno de los más importantes, Mulach, ya pasó de 40 mil barriles en diciembre pasado a 25 mil en agosto), avizora una menor producción de crudo en el futuro.

En el punto más alto de producción de este sexenio, en marzo del 2020, la producción total fue de 1.74 millones de barriles diarios. En agosto pasado fueron 1.67. Según el plan de negocios de Pemex este año deberíamos estar produciendo 2 millones. Queda mucho hidrocarburo en el subsuelo. Todavía estamos a tiempo de sacarlo. Pero el elefante reumático no podrá hacerlo solo. Menos si no se enfocan en exploración y producción y andan gastando dinero y atención en hacer una refinería en Dos Bocas.

Si Pemex hubiera cumplido, AMLO hoy tendría mucho más dinero. No fue así. Peor aún, Pemex cada vez cuesta más y el aumento en el precio de las gasolinas y del gas va a tener un grave impacto en las finanzas públicas, las empresas y en el consumidor.   (Carlos Elizondo Mayer-Serra, Reforma, P. 9)

La soberanía como impotencia y resignación

En el fondo conceptual de la reforma eléctrica está una clave para entender uno de los males endémicos del Estado mexicano contemporáneo, esta vez protagonizado por el gobierno actual y su partido: la renuncia a gobernar a las élites económicas y someter al grupo gobernante a la disciplina que requiere el interés común; dos tareas que son esenciales de todo Estado respetable.

Para decir que ambos grupos son gobernados tienen que estar subordinados al imperio de la ley, al igual que todos los demás. Pero en México no es así. Por ello están en entredicho tanto la reforma energética (statu quo actual) como la contrarreforma que propone el presidente (statu quo que él prefiere, aunque no sabemos a ciencia cierta qué tanto los suyos la desean).

Si de algo se queja el Presidente es de la corrupción. Según todas las encuestas y el análisis de sus conferencias mañaneras, ese es el motivo principal de sus desvelos. Se nos ha repetido hasta el cansancio que las reformas “neoliberales” originaron corrupción al por mayor.

Los gobiernos neoliberales, en su momento, decían lo mismo, pero del “Estado obeso”, ese que Bartlett y AMLO quieren restaurar, al que se acusó reiteradamente de propiciar la corrupción. A ciencia cierta, nunca hemos visto un ajuste de cuentas con la masiva corrupción que se alega o se alegó en uno y otro caso. Una de dos: o no había tanta corrupción como se afirma o nunca, ni antes ni hoy se ha combatido a ese mal como sería debido.

Los juzgados no se darían abasto procesando a funcionarios menores y a peces muy gordos por igual, y los penales estarían repletos de exfuncionarios debidamente condenados a los castigos correspondientes y el erario público habría recuperado cuantiosos recursos. Podemos presumir que no es así. El gobierno sigue usando el “método ejemplar” de atrapar a unos cuantos para el escarnio de escaparate.

Las cárceles no están llenas, los juzgados no tienen una carga desproporcionada por este tipo de casos y la Fiscalía se dedica a perseguir científicos por “crimen organizado”, en vez de perseguir a las mafias que controlan el 30 por ciento del territorio nacional, según informan autoridades de Estados Unidos.

La contrarreforma energética aduce otra, principalísima, razón de ser: “recuperar” la soberanía. ¿De qué soberanía nos hablan cuando el Estado es incapaz de garantizar el imperio de la ley, que es el acto primigenio de la soberanía moderna?

El hecho de que muchos piensen que en el actual gobierno se está combatiendo la corrupción no se condice con la información que es capaz de producir ni la Función Pública, ni la Auditoría Superior de la Federación ni ningún otro organismo del Estado. Vaya, ni la Cámara de Diputados que es -o debería ser- el órgano de rendición de cuentas por excelencia.

La soberanía alegada es un sueño trasnochado heredado de hace más de 350 años en el tratado de paz de Westfalia (1648). Esa noción fue substanciada con la creación de los estados nacionales, pero invocar ese tipo de soberanía en un mundo completamente interconectado, en el que está inserto México y en el que debe apostar a su futuro, no puede ser más que una fantasía.

O como lo aseveran algunos, simples ganas de volver a concentrar el poder en un gigantesco elefante blanco con los altísimos costos económicos y sociales que generarían una energía más cara e ineficiente, un aparato administrativo más costoso y una corrupción tan extendida o más que la que sabemos que existe aunque desconocemos sus dimensiones por la incapacidad del gobierno para aplicar y hacer cumplir las leyes, y auditar con certeza.

Y todo para recrear una concepción obsoleta de soberanía en cuya cúspide quiere recrearse una presidencia omnipotente y cleptocrática. Contra todas las apariencias, la contrarreforma resume la impotencia para gobernar y la resignación ante el pasado. En esto puede resumirse la decisión de invadir todos los ámbitos posibles de la economía para aplicar un placebo estatizante donde se necesita la medicina del estado de derecho.   (Francisco Valdés Ugalde, El Universal, Opinión, p. 13)

El efecto Peña

Al fin de la guerra fría, Fukuyama escribió un artículo intitulado “El fin de la historia” donde postulaba que el mundo había llegado a un consenso sobre el camino hacia el futuro. Veinte años después, con las guerras en Medio Oriente en boga, Jennifer Welsh publicó “El regreso de la historia”, sugiriendo que ésta nunca cesa. El equivalente para el México de hoy bien podría ser “el regreso de la política”.

La elección intermedia de 1997 constituyó un hito en la política mexicana por ser el primer Congreso desde la Revolución en que el PRI no logró una mayoría. La era del monopolio en el poder pasaba a la historia, o al menos esa fue la lectura casi unánime del momento. Los optimistas confiaban en que los partidos y sus políticos comenzarían a negociar para lograr acuerdos consensuados sobre los asuntos trascendentes para el futuro del país. Sin embargo, los siguientes tres lustros se caracterizaron menos por la armonía que por la crispación y la imposibilidad de confrontar los desafíos hacia el futuro en innumerables frentes.

Todo cambió con la llegada de Peña Nieto a la presidencia. Haciendo eco a su fama de ejecutivo eficaz, el presidente estructuró el llamado “pacto por México” con el PAN y el PRD, con lo que se lograron acuerdos sobre la agenda de reformas que requería el país y que los tres partidos (el PRI incluido) se comprometían a avanzar sin dilación. El famoso pacto, de triste memoria, fue algo extraño, sobre todo para el PAN y el PRD, pues había muy poco beneficio potencial para aquellos: si las cosas salían extraordinariamente bien, esos partidos quedaban igual, mientras que el PRI lograba un éxito casi sobrenatural; si las cosas salían mal, los tres partidos perdían. A mí siempre me pareció que el pacto tenía un sentido muy racional visto desde el bienestar del país, pero absolutamente inexplicable -absurdo- desde la perspectiva de la realpolitik de los partidos que lo acordaron. Y así les fue.

El pacto tuvo el efecto de sacar de la discusión pública los componentes de las reformas. En lugar de que se orearan y debatieran, todo se decidía en Hacienda, con un pequeño grupo de líderes partidistas, para luego votarse sin debate en el poder legislativo. Los operadores priistas movilizaban a sus huestes y compraban los votos -Lozoya dixit- que faltaban para completar los paquetes. Los gobernadores se desvivían por ser los primeros en lograr que las reformas se ratificaran por sus legislativos locales, para lo cual seguramente también se empleaban “aportaciones”.

El beneficio de la operación “en lo obscurito” era obvio: el país finalmente contaba con legislaciones modernas y necesarias en diversos rubros, pero especialmente en lo laboral, la educación y la energía. El costo de aquel aquelarre lo padecemos hoy en día con amplitud: reformas que no se socializaron, que no obtuvieron legitimidad son ahora desmanteladas sin el menor recato porque no fueron asumidas como relevantes y trascendentes. Los arreglos entre unos cuantos son desarreglados por otros cuantos. La política puede ser onerosa, azarosa y demorada, pero sin política los costos son desmesurados y desproporcionados.

Porque, además, aquellas reformas no fueron meros ajustes al marco legal existente. Las tres reformas emblemáticas del sexenio pasado trastocaron los tres pilares cardinales de la Constitución de 1917. Desde mi perspectiva las reformas eran necesarias y urgentes, pero nadie puede negarle razón a quienes afirmaban, con malestar, que se había desnaturalizado, si no es que anulado, el documento y simbolismo principal de la gesta revolucionaria. Todo eso por no considerar necesario procurar y lograr el apoyo popular para conferirles permanencia y legitimidad a las reformas logradas.

Todo en el sexenio pasado se operaba de manera ejecutiva, aséptica, como si el asunto fuese meramente de tener pantalones (y dinero) para que las cosas avanzaran. Y, claro, comparado con los tres sexenios anteriores, las cosas avanzaron con enorme eficiencia y celeridad. Pero ahora vemos que con una eficiencia y similar celeridad se viene cayendo el castillo de naipes. Van dos: educación y trabajo.

Falta la última de las reformas, la más trascendente en el ámbito económico y quizá la más compleja de desarmar por la cantidad de intereses involucrados y los litigios que vendrán, pero la que está más cerca del corazón del presidente. Será la primera prueba del nuevo Congreso, donde Morena y sus aliados formales no cuentan con mayoría constitucional. Será la primera prueba para el PRI, que tiene la llave para hacer o deshacer la reforma. Seguiría el Senado, que sería la última instancia.

Sea como fuere, la lección es absoluta: los grandes cambios en una sociedad tienen que ser de la sociedad: no se le pueden imponer porque no se trata de decisiones técnicas, sino de procesos políticos que entrañan consecuencias, afectan emociones y trastocan intereses, además de dogmas arraigados.

La sociedad mexicana tiene frente a sí la disyuntiva de apoyar el desmantelamiento de la reforma energética o rechazarlo. Más vale que se decida pronto porque, si no, se le impondrán cambios que afectarán su vida, sin duda para mal. Tiempo de política, a todos niveles y en todos los espacios.   (Luis Rubio, Reforma, P. 17)

México plural

Hace exactamente medio siglo comenzó a aparecer en los puestos de periódico una nueva revista mensual de cultura y crítica dirigida por Octavio Paz llamada Plural.

La publicaba Excélsior, era de tamaño taportada de su primer número anunciaba un ensayo inédito de Claude Lévitrauss, padre del estructuralismo; unos “ideogramas chinos” de Henri Michaux; de la literatura mexicana en la que participaron, entre otros, el propio Paz, Carlos Fuentes, Juan García Ponce; un ensayo de Ramón Xirau sobre José Lezama Lima, un ensayo-reportaje de Elena Poniatowska sobre el festival de Avándaro.

Mes a mes, hasta su número final (el 58, de julio de 1976), Plural publicaría a cientos de autores (poetas, novelistas, ensayistas de toda índole, historiadores, críticos de literatura y arte, científicos) y ampliaría el espectro de sus temas.

¿Cuál era la fuente de esa riqueza y diversidad? Su director.

Paz había escrito al final de El laberinto de la soledad que los mexicanos éramos, “por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los hombres”. Plural convertía en creación editorial esas palabras. La generación del 68 recibió con recelo la aparición de Plural.

Me refiero específicamente al grupo de jóvenes escritores (o aspirantes a escritores) que hacíamos “La Cultura en México”, suplemento de la revista Siempre!. Lo dirigía Carlos Monsiváis.

Decretamos que Plural representaba una posición tibia frente a la crisis que vivía México y que Paz se había vuelto “reaccionario”.

No entendíamos que Paz, sin abandonar su fe en el socialismo, se había vuelto un demócrata liberal.   (Enrique Krauze, Reforma, p. 8)

Aeropuerto y conflictos presidenciales (2001-2021)

Sacar el aeropuerto internacional Benito Juárez de la Ciudad de México ha implicado crisis política para el presidente de la República de cada periodo en que se ha intentado o logrado: primero a Texcoco y ahora a Santa Lucía. Dos décadas de costosos desencuentros, inclusive ampliarlo como remedio, al construir la terminal 2, una vez que Fox fracasó en llevarlo a Texcoco la primera vez.

López Portillo quiso ubicarlo en Zumpango; Ernesto Zedillo en Tizayuca; Vicente Fox en Texcoco; Enrique Peña Nieto en Texcoco y Andrés Manuel López Obrador en la Base Militar de Santa Lucía. Texcoco ha sido el símbolo del conflicto, el primer proyecto fue cancelado en 2002 después de  la represión en Atenco y la obra del aeropuerto iniciada en 2015 fue interrumpida a principios de 2019 por López Obrador.

La historia inició con Miguel Alemán, para colocar a México como un destino mundial decidió apostar por el turismo, vía para la inversión extranjera y la captación de divisas, así se fue construyendo la primera terminal del Aeropuerto Internacional Benito Juárez

En noviembre de 1952 —todavía presidente— hizo la inauguración oficial de la ampliación iniciada en 1949 y, en paquete, la pista, la plataforma, el edificio terminal y su torre de control; el edificio para autoridades de la terminal aérea comenzó a operar hasta 1954 en el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines; la ampliación de la Terminal 2 consumió seis años, iniciada en 2002 —todo el tramo del gobierno de Vicente Fox— fue concluida en 2008 e inaugurada por Felipe Calderón.

Factores de conflictos y crisis presidenciales en torno al aeropuerto de la Ciudad de México:

Crear el aeropuerto a finales de los años cuarenta implicó expropiar ejidos y adquirir predios y ésa fue y ha sido la clave progresiva de la problemática social para esa hazaña y su complemento negativo: la ambición de los propietarios de los terrenos elegidos para sacarlo de la Ciudad de México y de los especuladores que con ventajas adquirieron los terrenos colindantes para explotar la plusvalía. Así ocurrió en Texcoco durante 2001 y 2002, en 2015 y 2016 otra vez en Texcoco, y en 2019 y 2020 en Santa Lucía.

Otro rasgo en común ha tenido la construcción acelerada entre 2015 y 2018 del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) en Texcoco y la emprendida como reemplazo para hacer el Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía: la escasa transparencia.

Unos y otros no supieron o no han sabido, podido o querido atender vía transparencia un sinnúmero de aspectos para su explicación, a efectos de facilitar la inspección social o “auditoria ciudadana” en tiempo real o por lo menos actualizada, vehículos para la rendición de cuentas.

Ambas obras —al margen de los componentes ideológicos que las envuelven— suscitaron miles de solicitudes de acceso a la información a las dependencias involucradas durante la administración de Peña Nieto y durante la presente, en buena parte dirigidas a la Sedena, por tratarse de una obra encomendada al Ejército. La reticencia a responder de forma amplia y sin cortapisas provocó cientos de resoluciones del Inai ordenando abrir la información. Se ha perdido la oportunidad de generar un mecanismo de transparencia proactiva para saciar el interés público de una obra pública estratégica para el país.   (Francisco Javier Acuña, Excélsior, P. 18)

Encuentro internacional sobre ciberseguridad

En un interesante reportaje, publicado en el periódico El País, el pasado miércoles 13, se da cuenta de la convocatoria personal y directa del Presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, para llevar a cabo un encuentro virtual con la representación de 30 países u la Unión Europea, para tratar de forma directa y contundente, las condiciones de funcionamiento y seguridad del internet. A dicho encuentro, que fueron los días 13 y 14, no fue invitado el gobierno ruso, pues según los datos de inteligencia criminal de ciberseguridad, de ese país proceden la mayor parte de los intentos y ataques consumados a redes pública y privadas del todo el mundo, sobre todo y desde luego, los Estados Unidos.

A través de la oficina del Consejo de Seguridad Nacional de ese país, el tema central es el tratamiento de las medidas preventivas de carácter tecnológico y las de tipo judiciales, para enfrentar el denominado “ransomware”, que es un tipo de programa que encapsula la información de un sistema, red e incluso de una computadora, y los atacantes una vez logrado el objetivo, chantajean y solicitan un rescate de la información, mediante el pago de fuertes sumas a través de criptomonedas. Todo un desafío.

El reportaje citado, señala que fueron tres los objetivos de la reunión, que por cierto, fue virtual. El primero se refiere a mejorar las capacidades de los Estados Unidos y sus aliados en la detección temprana y oportuna de ciberdelitos. Lo anterior demanda, por supuesto, mejorar los recursos tecnológicos, así como fortalecer los protocolos de confianza, colaboración e intercambio de información sensible oportuna entre las autoridades de los país. Esto siempre ha sido un aspecto controversial, pues el celo, la competencia o intereses de varias bandas, ralentiza o de plano, impide profundizar en una alianza eficaz. No obstante, la novedad de los desafíos de la ciberseguridad, pueda ser un aliciente para disminuir una situación en donde los aliados no ganan y en cambio sí, la ciberdelincuencia.

El segundo objetivo fue el de aumentar las capacidades de resilencia de las redes públicas y privadas durante y después de un intento o consumación de un ciberataque. Se cita por ejemplo, en el informe dado a conocer como conclusiones del evento, que hospitales, distribuidores de alimentos, despachos jurídicos e incluso escuelas, son los blancos favoritos de los ciberataques para “secuestrar” la información. De nueva cuenta, las aportaciones que desde los laboratorios de las universidades y en algunos casos, de empresas privadas, es de donde proceden las aportaciones en la materia. De nueva cuenta, surgen las severas críticas a Google por su negativa a participar en el desarrollo de recursos cibernéticos así como su no contribución para la detección temprana de ciberdelitos.

El tercero y último punto fue, como consecuencia del mismo evento, mejorar y agilizar la cooperación internacional. Desde México, debemos tomar nota y pasar a la acción para la prevención de un antagonismo, que por hoy, crece sin control en el mundo.   (Javier Oliva, El Sol de México, P. 17)

Frentes Políticos

  1. El beneficio común. Fuera dudas, pues mucho se ha manoseado el tema de la deducibilidad de donaciones para las personas físicas. En el Paquete Económico para 2022 quedó salvada la imposición de nuevos impuestos y las medidas fiscales tampoco incluyeron alzas a los existentes, como había trascendido en meses anteriores, en los que, además, se comentó la posibilidad de establecer un impuesto a las donaciones. Nada qué temer. En 2020, el 95% de las personas físicas donaron, en promedio, 30 mil pesos. Ahora, con los cambios normativos, se podrán deducir hasta 160 mil pesos y sumarlo a otros gastos deducibles. Gana la sociedad, al apuntalar la cultura de la donación, que tanta falta hace.
  2. Días de acuerdos. México ha sido siempre un gran anfitrión, pero lo que se vivirá este lunes merece mención aparte. John Kerry, el enviado especial del presidente Joe Biden para atender los asuntos relacionados con el cambio climático, visitará Balancán, Tabasco, en compañía del presidente Andrés Manuel López Obrador. Cuando el gobierno federal anunció el programa Sembrando Vida, y después sugirió aplicarlo en otros países, llamó de sobremanera la atención. Kerry analizará los logros conseguidos en la región. Justo a eso vino. Se reabre la frontera el 8 de noviembre, las reuniones fluyen con inusual frecuencia, y emerge la buena relación bilateral. Marcelo Ebrard, la Unidad para América del Norte y la Embajada de México en Estados Unidos, a nivel excelencia.
  3. Ermitaños. Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, reiteró que “con Morena no vamos a ir absolutamente en ninguna alianza”, en referencia a la posibilidad de evaluar posibles coincidencias con otras fuerzas políticas para los próximos comicios. El dirigente nacional aseguró que su partido ha decidido “caminar en una profunda transformación, apegados a las causas ciudadanas” y que, si bien el PRD en el estado está en condiciones de presentar candidaturas propias para participar solo, están en la mejor disposición de abrir espacios a la sociedad civil y a otras fuerzas, siempre y cuando ello contribuya a vencer a los morenistas. La verdad es que ya no saben ni qué inventar para levantarse de la lona.
  4. Buenos propósitos. El dinero que se obtenga del pago de derechos por la regularización de los automóviles que fueron importados irregularmente desde Estados Unidos se utilizará en el bacheo de las ciudades de Baja California, adelantó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Dijo que el recurso que se obtenga no pasará por el gobierno federal, sino que irá directamente al estado y a los ayuntamientos. “El compromiso, eso sí, es que ese dinero se destine a resolver el problema de los baches, nada más para eso. Que ese recurso sea para que no haya baches en las ciudades”, puntualizó. El cambio se notará de inmediato.
  5. Sin titubeos. La Fiscalía General de Oaxaca obtuvo del Tribunal de Enjuiciamiento sentencia condenatoria de 110 años contra cinco hombres, por los delitos de homicidio calificado y tentativa de homicidio, hechos ocurridos en junio de 2019, en la región de la Cuenca del Papaloapan. Los campesinos Fidel y Saturnino Cruz, así como Mario Cruz y Régulo Jiménez fueron atacados con disparos de arma de fuego por los hoy sentenciados, cuando se dirigían a su terreno de cultivo. Producto del ataque armado, registrado en inmediaciones de la comunidad de Cerro Caliente, en el municipio de Santiago Jocotepec, tres personas murieron, mientras que uno sobrevivió. Mano dura; no podemos esperar menos. (Frentes Políticos, Excélsior, p. 21)

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