18 de abril de 2024

“Urge tapón… Río pelléndose»

La curiosa petición de don Alonso Grijalva cuando el candidato a la Presidencia de la República, Luis Echeverría, estuvo en Pitiquito

Por Miguel Méndez

No sabía que la historia famosísima de “URGE TAPÓN…” de Alonso Grijalva (personaje que merece de verdad un libro entero con sus anécdotas) (pásenmelas yo lo escribo jajaja) tenía una segunda parte, al menos yo no la había escuchado, pero ahora que me la contaron vale la pena darla a conocer.

Me la contó Arturo Pompa, “El Piza” para más señas, hijo del “Zurdito Pompa”, Don Lorenzo Pompa L. Yo la doy por buena porque me asegura que su papá, o sea Don Lorenzo estaba presente y él, Arturo, se la escuchó muchas veces.

Para quienes no saben o no se acuerden Don Lorenzo Pompa, mejor conocido en el pueblo como “El Zurdito”, fue el Oficial del Registro Civil, toda la vida; y digo toda la vida porque yo no conocí otro. Era una persona muy respetada en el pueblo en función de su cargo y muy querido por todos también. Yo lo recuerdo serio, muy formal, aunque me dicen que era muy bromista y de risa fácil. Era amigo de mi papá y compañero de andanzas. Procreó junto con Doña Alicia, su esposa, una hermosa familia de hijos varones muy feos (es broma) e hijas mujeres muy guapas y hermosas (totalmente cierto). No hay en el pueblo personas de 40, 50, 60 y más años, que no tenga un acta de nacimiento o de matrimonio con la firma de Don Lorenzo Pompa L.

Por lo tanto en base a todos estos antecedentes, doy por válida la anécdota de Alonso Grijalva.

Era 1970 y Luis Echeverría Alvarez andaba en campaña para la Presidencia de la República. Vino a Sonora y Faustino Félix que era el Gobernador lo acompañó en su gira y claro, no iba a dejar pasar la oportunidad de llevarlo a su pueblo natal Pitiquito, donde era Presidente Municipal mi papá, Miguel Méndez Bustamante.

Con anticipación se anunció la llegada de la comitiva al pueblo. Que yo recuerde – puedo estar equivocado obviamente—hasta esa fecha 1970, en los años cercanos nunca había estado en el pueblo un candidato a la presidencia y mucho menos un Presidente de la República. Yo sólo recuerdo que a finales de los 50s principio de los 60s fuimos a Caborca a ver al Presidente de la República que venía inaugurar la carretera federal Santa Ana – Tijuana. Era Adolfo López Mateos. Llegó en un camión, un autobús y lo vimos que sacó la mano para saludar al gentío que se había juntado enfrente de la iglesia la Candelaria en el centro de Caborca. Como en sueño me acuerdo.

No sé la fecha exacta, pero Luis Echeverría y Faustino Felix y una gran cantidad de acompañantes llegaron al pueblo también en un autobús y se armó el mitin en la plaza de armas donde se había congregado todo el pueblo esa mañana. Faustino como siempre, se sentía a sus anchas, sabía que estaba en casa, sonriente ya gritos saludaba a todos. Echeverría más circunspecto, se dejaba querer.

Subieron al quiosco todos los que debían subir: Echeverría, Faustino, Miguel Méndez y otros funcionarios. En aquel tiempo se usaban los “oradores” y uno de ellos de la comitiva inició con los discursos. Debe haber hablado Faustino también y al final Echeverría. Qué prometió o que dijo, no se en realidad y dudo que alguien lo recuerde.

Alonso Grijalva era uno de los asistentes y Faustino lo había ya localizado con la mirada desde arriba y le lanzó un saludo. Entre los aplausos de un discurso y otro, Alonso le grito a Faustino “Faustino, no se te olvide el tapón”. Y Faustino reía a carcajadas.

Finalizó el acto y procedieron a retirarse entre la gente que a duras penas los dejaban avanzar entre saludos de mano y abrazos. Se fueron retirando rumbo al autobús y Alonso quedó muy atrás.

Pero antes de irse, Faustino preguntó “¿Y Alonso? ¿dónde está Alonso?” Y como nadie respondía ordenó a una de sus gentes “Tráiganme a Alonso Grijalva”.  Miguel Méndez, el Zurdito Pompa, el Secre Trujillo y otros funcionarios del ayuntamiento se echaron una mirada y dijeron “Esto va a estar bueno” y se acercaron más haciendo un círculo cerrado. Mientras corrían a buscar a Alonso, Faustino puso en antecedentes a Echeverría y rápidamente le dijo quién era Alonso Grijalva, qué quería y que estuviera preparado para sus respuestas. Echeverría muy serio no respondió. Ha de haber pensado “En que lío me meterá este”.

Llegó Alonso vestido con su característica indumentaria de pantalones y chaqueta de mezclilla, pañuelo colorado asomando una punta en la bolsa trasera del pantalón, zapatos de gamusa de trabajo muy gastados y sombrero de palma ala ancha con las alas extendidas a los lados para que diera más sombra.

Los del círculo cerrado se hicieron a un lado para que entrara Alonso. “Ah cabroncito ya creiba que te ibas sin saludar” le dijo a Faustino. Volteó a ver a Echeverría y se quitó el sombrero dándole la mano.

“A ver Alonso – le dijo Faustino- Dile aquí al candidato qué es lo que quieres, pídele, aprovecha cabrón”.

“Pos muchas cosas quiero—le dijo Alonso—pero mire señor, lo que aquí en el pueblo nos hace falta es un tapón pa detener el agua del río; ai se va toda cuando llueve, pasa pelléndose de agua y toda se tira, señor. Necesitamos, urge un tapón. Ya se lo pedí a este – señalando a Faustino el Gobernador-  pero no oye, no hace caso ni hace nada”

Faustino y todos los presentes incluyendo a Echeverría, comenzaron a reírse.

“A ver Don Alonso – le dijo Echeverría–  ¿Y dónde quiere usted el tapón?”

Y respondió Alonso:

“Donde quiera señor menos en el culo”.

Las carcajadas de todos duraron un buen rato, hasta lágrimas de risa hubo en todos.



Así empezó esta historia

“URGE TAPÓN…”

Puede ser una imagen de 2 personas y personas de pie
El gobernador Faustino Félix, el periodista Jesús Tapia Avilés y Alonso Grijalva

Por Miguel Mendez.

Los viejos del pueblo conocen muy bien esta historia.

Ya he aclarado en otras ocasiones que solo cuento lo que sé, lo que me platicaron o lo que viví, sin tratar de dar datos o remitirme a libros, investigaciones, etc. o más versiones o datos distintos.

Cuando Faustino Félix Serna fue destapado como candidato del PRI a la gobernatura del estado hubo manifestaciones en contra de un sector del mismo partido que no estuvo de acuerdo y se hizo famoso el “FAUSTINO NO” pintado en bardas, en volantes, carros etc. Fue tal vez el primer movimiento de inconformidad que enfrentó el partido en su historia a nivel nacional; hay que recordar que era 1967, 68 y había una efervescencia política y social en el país.

Sin embargo, en Pitiquito, si bien es cierto también se veían los FAUSTINO NO, y hubo una cierta división en el pueblo, una vez apareció Faustino, prácticamente todo fue fiesta y alegría. Un Pitiqueño, nacido en Pitiquito, que vivió allí  su infancia y parte de su pubertad y que tenía muchos amigos en el pueblo, era el candidato a Gobernador. Mejor, ni en las películas de Pedro Infante.

Faustino visitó varias veces el pueblo como Candidato y muchas más como Gobernador. Recuerdo las fotos de cada visita publicadas en el Imparcial y en el Sonorense. Se le veía felíz, cómodo, sonriente, a gusto con su gente. Disfrutaba hasta el último minuto de cada visita y se dejaba querer por todos y daba entrada y platicaba con todos, con el que quisiera.

Le pedían de todo. Son famosas las peticiones que le hiciera Alonso Grijalva a quien Faustino quiso mucho y con quien se divertía como enano escuchándolo.

Faustino hizo lo que pudo por el pueblo y fue mucho en la obra física y en apoyos, pero también ayudó a muchísima gente.

Cuando Alonso Grijalva le envió el famoso telegrama que decía “Urge tapón. Río pelléndose “, se refería a que urgía la construcción de una presa que almacenara el agua que corría por el río y que en ese entonces llegaba hasta el mar en el Desemboque, en Caborca.

Había llovido a cántaros y el río iba de punta a punta, lleno, crecido, “pelléndose de agua” pues.

Era una petición muy antigua en el pueblo. Los viejos pensaban que se podía construir una presa fácil echando una cortina (Tapón) entre el cerro picudo y el cerro del Cuchillón; no había otro lugar mejor decían. Aguas arriba recorrías hasta Santa Ana y no había como echar una cortina; aguas abajo, recorrías hasta el Desemboque y menos. Entonces ahí en Pitiquito, allí atrás del cerro, ahí donde se juntan la Asunción y el Muchachito, ahí podía echarse la cortina- Tapón. Y cada vez que corría el río, los viejos se iban a la orilla a ver pasar la creciente y se les rodaban las lágrimas,  de que esa agua no se podía aprovechar y llegara hasta el mar.

El Gobernador Faustino, sabía de ese anhelo, de ese sueño, como Pitiqueño que era. También fué agricultor en el Valle del Yaqui y por lo tanto sabía regar con agua  rodada y sabía lo que significaba una presa en la economía de un pueblo.

Miguel Méndez (mi padre) era presidente municipal. Faustino lo llamó un día y le dijo: “Miguel van a unos ingenieros, te van a buscar, son de Recursos Hidráulicos ellos te van a decir que van a necesitar”. No digas nada de esto por favor“.

Los ingenieros arribaron, se encontraron varios días trabajando atrás del cerro, en el punto donde se pedía el tapón y registraron el río hacia arriba tomando los campos agrícolas que tenían en la zona hasta la estación del Ferrocaril. Terminaron y se fueron. Pocas gentes en el pueblo se dieron cuenta de su presencia.

Meses después, Faustino mandó llamar a Miguel Méndez a Hermosillo en Palacio y le dijo:

“¿Te acuerdas de los ingenieros que fueron al pueblo y se estuvieron en el río? Pues ya me entregaron los resultados, mira “. Unos planos en la mesa y el otro: “Midieron todo el río en la zona, recopilaron la información de las crecientes de los últimos 30 años y dicen que sí se puede almacenar una buena cantidad de agua”. “A pues que bueno” dijo mi papa. “Si – le dijo Faustino– pero no se puede hacer. Los cálculos que hicieron señalan que con una pequeña cortina de 10 metros de alto, se inundaría hasta la estación y que moverían las vías y moverían la carretera. Así es que diles a las gentes en el pueblo que dejen de estar chingando con el tapón, no se puede hacer “.

No se qué medios de comunicación o qué palabras usó mi papá para comunicar la mala noticia al pueblo, pero sí puedo asegurar que nunca se volvió a tocar el tema, se dejó de pedir el tema, se olvidó y se enterró el asunto . Hasta la fecha.

A la mejor ahora si se puede. Sería bueno retomar el tema. Hay nuevas tecnologías, nuevos métodos de construcción y hay una variedad enorme de “presas” o retenidas de agua que funciona mejor, cuando menos para almacenar unos cinco. 6 millones de metros cúbicos de agua para infiltrar los acuíferos.