
Sí, lo hizo Trump
La aplicación de aranceles a México, Canadá y China golpeará a la economía mexicana, encarecerá la vida en Estados Unidos y generará incertidumbre en las cadenas de suministro, señala Enrique Quintana.
Enrique Quintana / Coordenadas
Desestimando todas las advertencias respecto al impacto negativo que para los propios Estados Unidos tendría la aplicación de un arancel 25 por ciento a las importaciones de México y Canadá, el presidente de Estados Unidos aplicó la medida.
Solo dejó con un arancel de 10 por ciento al petróleo y gas.
¿Qué consecuencias tendrá esta decisión?
El más inmediato será en el tipo de cambio en cuanto se reanuden las operaciones.
La cotización del peso frente al dólar podría estar algo arriba de 21 en el caso optimista y cercana a 23 en el escenario pesimista entre lunes y martes.
Pero lo más grave será el ámbito comercial.
Los productos mexicanos se encarecerán de inmediato en el mercado estadounidense. Las empresas de ese país que dependen de insumos fabricados en México enfrentarán un dilema: absorber el incremento en costos o trasladarlo al precio final.
Uno de los sectores más afectados será el automotriz.
México es el principal proveedor de autopartes y vehículos ensamblados para el mercado estadounidense. El arancel elevará los costos de producción para fabricantes como Ford, General Motors y Tesla, que han integrado sus cadenas de suministro en Norteamérica. Si las armadoras no encuentran maneras de compensar el impacto, los consumidores en EU podrían enfrentar aumentos en los precios de los autos nuevos.
Otro sector crítico es el agroalimentario. México abastece a Estados Unidos con productos clave como aguacates, tomates, berries y cerveza. El incremento del 25 por ciento en los costos de importación podría hacer que estos productos sean menos accesibles para los consumidores estadounidenses o que los supermercados busquen alternativas en otros mercados.
Sin embargo, el cambio no es tan sencillo: la cercanía geográfica y la eficiencia de la producción mexicana han hecho de este flujo comercial un pilar de la estabilidad alimentaria en Estados Unidos.
La industria manufacturera en conjunto también resentirá el impacto. Empresas estadounidenses que dependen de productos ensamblados en México, como electrodomésticos, maquinaria y dispositivos electrónicos, verán un encarecimiento en su estructura de costos. Si bien podrían intentar trasladar la producción a otros países, hacerlo no es inmediato ni barato. México ha construido una infraestructura logística difícil de replicar en el corto plazo.
Bloomberg hizo análisis que señalan que la caída de las exportaciones podría ser hasta del 30 por ciento.
Desde la perspectiva de México, el problema es doble.
Primero, los aranceles desincentivarán la demanda de productos mexicanos en EU afectando el crecimiento de las exportaciones, que representan cerca del 40 por ciento del PIB nacional.
Si las empresas estadounidenses reducen compras a México o buscan sustituir proveedores, miles de empleos en el país estarían en riesgo.
El segundo impacto vendría del lado de la inversión. México se ha posicionado como un destino clave para el nearshoring, atrayendo empresas que buscan producir cerca del mercado estadounidense.
Sin embargo, con un arancel del 25 por ciento, el atractivo de fabricar en México se reduce. Las compañías tendrían que reevaluar si mantener sus operaciones en el país o buscar alternativas en Asia u otros mercados con menores costos impositivos.
La esperada depreciación significativa del peso encarecería las importaciones de bienes de consumo y maquinaria, lo que a su vez podría generar presiones inflacionarias.
Sin embargo, podría ayudar a la competitividad de las exportaciones. Veremos cuál es la ecuación que finalmente resulta.
Estados Unidos también perderá
Si bien la intención de imponer aranceles suele justificarse como una medida para “proteger” la industria estadounidense, la realidad es que el impacto sería negativo también para EU.
La inflación podría acelerarse si los costos más altos se trasladan a los consumidores. Productos esenciales como autos, frutas y electrónicos serían más caros, reduciendo el poder adquisitivo de las familias.
Además, las represalias comerciales son un riesgo.
México seguramente responderá con sus propios aranceles a productos estadounidenses, afectando exportaciones agrícolas o industriales.
Sectores como el de los productores de maíz y carne en EU serían particularmente vulnerables.
En conclusión, un arancel del 25 por ciento a las importaciones mexicanas no solo golpeará a la economía de México, sino que también encarecerá la vida en Estados Unidos y generará incertidumbre en las cadenas de suministro.
En un contexto global de reconfiguración industrial, el proteccionismo puede terminar siendo un arma de doble filo, afectando a quienes busca beneficiar.
Es la apuesta de Trump. Una que conducirá al fracaso, pero dejando muy elevados costos tanto en México como en EU.
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Gobierno mexicano, aliado del narco: Trump
Al final, la Presidenta que no creía en la imposición de los aranceles, tendrá que decidirse de una vez por todas a romper con la herencia maldita que le dejó su antecesor y jefe político.
Salvador García Soto
Junto a los aranceles del 25% a los productos mexicanos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió ayer una fuerte y grave acusación al Gobierno de México de “tener una alianza con los cárteles” de la droga que son los principales traficantes del fentanilo que mató el año pasado a más de 70 mil estadounidenses. Con esa justificación, el mandatario norteamericano cumplió su promesa de gravar las importaciones mexicanas a su país y, de paso, sentenció a la fallida política de seguridad del expresidente López Obrador, que se alió con los narcos.
La afirmación textual del mandatario de los Estados Unidos dejó muy claro el mensaje para la presidenta Claudia Sheinbaum: si no quiere que los exportadores mexicanos paguen los aranceles, tendrá que modificar radicalmente su política de combate y enfrentamiento a los capos de la droga y a sus organizaciones, para dar golpes y resultados concretos y puntuales contra las organizaciones criminales que hoy se reparten el territorio nacional. Harán falta algo más que los decomisos y detenciones menores o de personajes secundarios que presume el secretario de Seguridad federal, García Harfuch, si Sheinbaum quiere quitarse la etiqueta que le colocó Trump por herencia, de encabezar un gobierno “aliado con los cárteles”.
Al final, la Presidenta que no creía en la imposición de los aranceles y que decía tener varios planes listos para responder a esta medida unilateral del país vecino, ya no sólo tendrá que contestar en el terreno económico y tomar decisiones que contrarresten el impuesto que afectará a la economía nacional, sino también tendrá que decidirse, de una vez por todas, a romper con la herencia maldita que le dejó su antecesor y jefe político, y a terminar de cambiar completamente su estrategia contra el narco, que hasta ahora ha dado sólo pinceladas de querer romper con los “Abrazos, no balazos”, pero que no termina de deslindarse completamente, quizás por temor a represalias del expresidente que sigue gravitando en su gobierno.
Hasta casi tres horas después de que se confirmara el anuncio de la Casa Blanca y las aseveraciones de Trump sobre las razones por las que impuso los aranceles a México, Canadá y China, el gobierno de Sheinbaum seguía sin responder ni fijar una posición oficial ante esta decisión. A los secretarios de Estado se les vio llegar al Palacio Nacional una hora después del anuncio arancelario y la Presidenta, que andaba en sus giras de fin de semana “entregando tarjetas del bienestar”, definía ya entrada la tarde la que será la respuesta oficial de México no sólo a los aranceles, sino a la grave acusación de “aliado del narco” que le hizo Trump a su gobierno.
¿Cuál de los cuatro planes que dijo tener la doctora el viernes pasado (de la A a la D) será el que se aplique para tratar de enfrentar el impacto arancelario en la economía y las empresas exportadoras de México? Cualquiera de ellos que elija la Presidenta deberá no sólo atender el impacto económico, sino también hacerse cargo del señalamiento de gobierno aliado de los narcos que les hicieron desde la Casa Blanca. Y no hay que olvidar que si los cárteles mexicanos de la droga ya son considerados “organizaciones terroristas” por la administración Trump, entonces el Gobierno de México, el de Sheinbaum, sería un gobierno que también apoya al terrorismo.
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¿Cerrar filas?
El oficialismo nos pide unidad nacional. Y los mismos que apenas ayer descalificaban, insultaban y excluían a quienes no piensan igual, hoy se llenan la boca con llamados a la unidad.
Tuvieron el tiempo suficiente para prepararse para la llegada de Trump a la Casa Blanca y sin embargo no lo hicieron. El oficialismo nos tiene de rodillas frente a ese adversario y hoy nos pide unidad nacional. Su política permisiva frente al crimen organizado durante seis años, la incidencia en la política por parte del narcotráfico y la incompetencia para atender los temas comerciales y de migración colocan a nuestro país en una franca vulnerabilidad frente a un personaje que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de obtener sus objetivos. De eso sabemos bien las y los mexicanos. No creyeron, no previnieron. Y los mismos que apenas ayer descalificaban, insultaban y excluían a quienes no piensan igual, hoy se llenan la boca con llamados a la unidad. A pesar de las amenazas de Trump convertidas en decretos, continuaron por el mismo camino que tanto ha dividido y polarizado a México. Siguieron con el desmantelamiento del poder judicial, violando literalmente el procedimiento que ellos mismos se dieron en la Constitución. La violencia continúa en una espiral ascendente y aunque pretenden engañarnos maquillando cifras de homicidios, no pueden ocultar que las desapariciones se han incrementado. El sistema de salud pública colapsado y la economía con cifras de crecimiento muy por debajo de las de sexenios previos al morenismo, por citar algunos ejemplos.
Desde luego que con México hay que cerrar filas. Pero le corresponde al gobierno hacerlo primero. Sí. Cerrar filas con las y los miembros del poder judicial que han sido pisoteados frenando un proceso que solo tiene como objetivo apoderarse del mismo. Cerrar filas con las madres buscadoras que, con su búsqueda incansable, han demostrado que nuestro país es una fosa común. Cerrar filas con el pueblo de Sinaloa harto de vivir en la violencia y con un gobernador inepto e indolente. Cerrar filas con las y los niños que no tienen medicamentos para el cáncer o que son asesinados víctimas de la ola de violencia. Cerrar filas con el personal de salud que hoy clama a gritos que no tiene lo suficiente para atender a la población. Cerrar filas para combatir al narcotráfico, ese enemigo que tiene a nuestro país postrado, ensangrentado. Cerrar filas y fortalecer al país recomponiendo instituciones hoy destruidas como el INAI y los organismos autónomos. Cerrar filas devolviendo al INE y al Tribunal Electoral su dignidad e independencia. Cerrar filas con las familias mexicanas disminuyendo el precio de las gasolinas y favoreciendo la competencia para que las tortillas y los productos básicos cuesten menos. Cerrar filas con las y los trabajadores respetando el ahorro para la vivienda en el Infonavit. Cerrar filas con las mujeres recuperando escuelas de tiempo completo, estancias infantiles y comedores comunitarios y reconociendo el trabajo que realizan en el hogar. Cerrar filas gobernando que es algo más que hacer propaganda. En fin, cerrar filas con las víctimas y abrir el diálogo con la oposición para caminar en la reconciliación que tanta falta le hace a México y así enfrentar los desafíos que hoy tenemos. La duda es si tienen la estatura para eso. Al tiempo.
Política mexicana y feminista
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Periscopio
Pone Trump dinamita al segundo piso
Y la acusación de esa “alianza” entre cárteles y gobierno, es una clara señal de que el presidente estadounidense quiere que se le entreguen cabezas de capos
Raymundo Sánchez
Directo a los cimientos de la cuatroté, pero sobre todo a los del llamado segundo piso de ese movimiento, impactó la orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para imponer un arancel de 25 por ciento a productos que le exportamos.
Porque la aplicación de ese gravamen, que había venido cacareando el empoderado magnate estadounidense, llegó acompañado de una severa y grave acusación contra el gobierno mexicano:
“El presidente Trump está implementando un arancel del 25 por ciento que deberán pagar los productores mexicanos hasta que México coopere con Estados Unidos en la lucha contra las drogas.
“Los cárteles mexicanos son los principales traficantes de fentanilo, metanfetamina y otras drogas del mundo. Estos cárteles tienen una alianza con el gobierno de México y ponen en peligro la seguridad nacional y la salud pública de Estados Unidos”.
Dos párrafos que sacudieron al gobierno mexicano y a la cuatroté, que llegó al poder en 2018 con las banderas del combate a la corrupción y la erradicación de la violencia generada por la delincuencia organizada, entre otras promesas que la Casa Blanca desmorona.
No sólo eso, sino que mete en crisis a la administración de la presidentA Claudia Sheinbaum, a menos de cuatro meses de haber recibido la investidura, pues deberá buscar la forma de quitar el Sambenito con el que Trump enfundó al gobierno mexicano.
Es decir, según la administración Trump, la mandataria deberá “cooperar” con Estados Unidos en su particular visión de lucha contra las drogas, lo que implicaría incluso permitir operaciones de fuerzas militares estadounidenses en territorio mexicano, como ha sugerido su secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Y la acusación de esa “alianza” entre cárteles y gobierno, es una clara señal de que el presidente estadounidense quiere que se le entreguen cabezas de capos y funcionarios federales, locales y municipales, o cualquier servidor público mexicano que presuma ligados al narcotráfico.
Y en un comunicado posterior, la Casa Blanca aseguró que “El gobierno mexicano ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se involucren en la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos”.
Como respuesta, la presidentA Sheinbaum rechazó esa “calumnia” de la Casa Blanca, “así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio”. Además, instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, “para que implemente el Plan B que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”.
Una guerra de aranceles acompañada de una grave acusación del presidente del país más poderoso del mundo, que modificará, sin duda, el proyecto de la mandataria mexicana.
Mientras, aquel que siendo Presidente de México fue a Badiraguato a saludar de mano a la madre del El Chapo Guzmán; el que repartió abrazos y no balazos a los delincuentes, y que ordenó cuidar la vida de los criminales porque son seres humanos anda de fiesta, pues su tercer hijo se casó ayer en la Riviera Maya.
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EN EL VISOR: ¿Seguirá Morena arropando, defendiendo y cerrando filas con políticos sobre los que pesan fuertes sospechas de que tienen nexos con el crimen organizado?
POR: RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
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Reformar la ‘Reforma’
ENRIQUE KRAUZE
Los dichos y hechos de Donald Trump con respecto a México son acaso los más agresivos desde que hace 179 años Polk ordenó la invasión de nuestro país cobijado en la doctrina del «Destino Manifiesto». La guerra que plantea tiene varios aspectos que eran ya previsibles desde 2015 (cuando hablaba genéricamente de los mexicanos como «violadores y criminales») y que ahora son manifiestos. Se trata de un conflicto real de seguridad pero también una injusta querella comercial y migratoria.
¿Qué hacer? Fortalecernos internamente, fortalecernos de verdad. Pero para ello es preciso, ante todo y sobre todo, salvar el Estado de derecho.
Alguna vez tuvimos una política interior que respetaba al menos las formas de una república. Ahora nuestra política interior ha destruido la división de poderes, negando doscientos años de tradición jurídica y constitucional. La demagogia ha socavado, desvirtuado y corrompido la democracia. El imperio de la mentira suplanta los datos evidentes, y todas las libertades (tránsito, asociación, trabajo, pensamiento, prensa, crítica) están al arbitrio del régimen arrogante y autocrático que dice tener el monopolio de la Historia, la verdad y el bien. Es el momento de corregir.
Alguna vez tuvimos una política exterior inteligente, eficaz y sensata que nos permitió sortear las tormentas del siglo XX. Ahora nuestra política exterior es desastrosa: hemos peleado con casi toda América Latina (salvo con los regímenes «progresistas» de Nicaragua, Cuba y Venezuela). Nos hemos enemistado absurdamente con España, alejado de Europa, abandonado a Ucrania, coqueteado con Rusia. Nos dimos el lujo de desdeñar a Biden (el mandatario más indulgente con México en mucho tiempo) y olvidamos la sociedad con Canadá. Es preciso cambiar.
Alguna vez vivimos relativa paz y concordia. A esa civilidad debemos volver, pero no bajo las serviles condiciones de "unión" que querría imponer el régimen sino mediante un cambio radical cuyo primer acto, ineludible, imprescindible, deber ser reformar antes de que termine de consumarse, esa farsa llamada "reforma" judicial.
Trump nos plantea tres problemas cruciales: la seguridad, la migración y el comercio. El primero tiene justificación, es un problema nacional y binacional. No así los otros dos: Trump está siendo irracional, racista y punitivo.
En el fondo, los mexicanos no tenemos diferencias de opinión sobre los tres temas. Sabemos que amplias zonas del país están dominadas por el crimen organizado. Más allá de las malas políticas anteriores, es evidente que la estrategia (llamémosla así) de «Abrazos, no balazos» ha sido -para decir lo menos- un fracaso. Aunque el gobierno actual parece haber virado lentamente, será necesaria una colaboración mucho más estrecha con los estadounidenses y canadienses para combatir los ejércitos del crimen. Pero además, hay que devolver al Ejército y la Armada a las tareas que les son propias. Gabriel Zaid ha propuesto que entre esas tareas esté la vigilancia de las cárceles (escuelas de crimen) y las aduanas. Habría que agregar la conversión, largamente esperada, de la Guardia Nacional en una fuerza policial capacitada para investigar y perseguir el crimen (en sus infinitas facetas) y la consolidación de un aparato judicial que lleve a los criminales a juicio. Nada de esto es posible si culmina el atraco de la «reforma» judicial.
Si se cumple cabalmente la amenaza de Trump sobre la deportación de cientos de miles o millones de compatriotas, el problema será (ya es) mayúsculo, no solo por la presión al mercado de trabajo sino por la escasez de todos los satisfactores elementales: vivienda, seguridad, educación. ¿Qué ocurrirá con las remesas? En cuanto al comercio, Trump ha impuesto los aranceles contraviniendo y quizá sepultando el T-MEC. Nuestras exportaciones pesan en la balanza americana, pero nuestra dependencia es de tal magnitud que será difícil evitar una crisis. ¿Cuál es la alternativa? Seguir compitiendo, pero para ello es preciso alentar el crecimiento con nuestras propias fuerzas. Será imposible lograrlo si persiste un estatismo improductivo y anacrónico. Será imposible sin confianza para el trabajo, la sociedad civil y la inversión privada.
«Una casa dividida contra sí misma no sobrevivirá», dijo Lincoln. Nuestra casa no sobrevivirá si seguimos divididos. Pero el único responsable de la división es el régimen. La reconciliación está en sus manos. Comiencen por poner la casa en orden. Con actos, no con retórica. Reformen la «reforma».
ÁTICO
La fortaleza interna no se logra con la supeditación al régimen sino con la vuelta al Estado de derecho.
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Mirador
ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)
HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El hombre le preguntó al Señor:
-¿Por qué hiciste el infierno?
Respondió él:
-Si lo hubiera hecho yo sería el primero que merecería estar en él. La idea de una condena eterna para castigar la culpa efímera de una efímera criatura contradice la idea de la infinita misericordia de Dios. El infierno es una idea humana que niega lo divino.
Quiso saber el hombre:
-¿Y el purgatorio?
Replicó el Señor.
-Tampoco es invento mío. No soy hombre de negocios.
Pidió el hombre:
-Háblame del Cielo.
Contestó el Señor:
-Si fuera como ustedes lo describen yo me saldría de él, por aburrido. El verdadero cielo es el amor. Donde no está el amor está el infierno.
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Templo Mayor
NO ERA lo que esperaban en el gobierno de México. Todos los augurios estaban en una bravuconada, pero no solo llegaron los aranceles sino que el moño con el que fueron envueltos es inquietante.
UNA COSA es decirle a un gobierno que hay que combatir al narcotráfico y otra es señalarlo con todas sus letras como cómplice y protector de criminales.
ESE TONO era el que no se esperaba en Palacio Nacional y coloca las cosas con otro color, el de la hormiga.
CLARO, si se alega desde el lado estadounidense un asunto no comercial como causa del castigo arancelario, es una forma sutil de evadir la acusación de violación del T-MEC.
PERO las afirmaciones que sustentan el desmedido castigo son graves y obligarán a una respuesta mucho más inteligente del gobierno mexicano.
QUE se concretara la imposición de aranceles parejos del 25 por ciento para todas las exportaciones mexicanas confirma que para Donald Trump es más importante cumplir sus promesas de campaña que cuidar la situación económica de sus gobernados y la geopolítica mundial con China.
POR MÁS que diga que los aranceles los pagarán los productores mexicanos, lo cierto es que los pagarán los importadores, en su mayoría empresas estadounidenses, y, en última instancia, los consumidores que compren mercancías mexicanas.
ESO SÍ, el impacto de las nuevas tarifas también se sentirá de este lado de la frontera pues, en la medida en la que los productos mexicanos se encarezcan, serán menos consumidos y, si los aranceles se prolongan, una recesión de la economía mexicana sería inevitable.
ADEMÁS, al revelarse que la respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum incluye medidas arancelarias contra EU, estamos al borde de una guerra comercial.
Y ES QUE Trump dejó claro que si México respondía imponiendo aranceles a EU, él le subirá el porcentaje a sus tarifas como represalia.
YA SE VERÁ si una vez liberada la tensión creada durante meses por el inquilino de la Casa Blanca, al final impera la cabeza fría.
PORQUE, si la guerra comercial le provoca una gripa autoimpuesta a EU, a México le podría recetar una neumonía.
SI LA administración de Donald Trump soltó el trancazo de los aranceles con una mano, también enseñó que en la otra mano trae una pistola.
TRAS los ataques de EU a ISIS en Somalia, el señalamiento del jefe del Pentágono, Pete Hegseth, de que todas las opciones están sobre la mesa en lo que se refiere a los cárteles mexicanos es una amenaza creíble de esas que no se pueden ignorar. (F. Bartolomé, Reforma, Opinión, p. 8)
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Bajo Reserva
El misil de Trump que no previeron en el plan B
Nos cuentan que en las reuniones que tuvieron lugar en Palacio Nacional la noche del viernes y ayer por la mañana, de la presidenta Claudia Sheinbaum con su gabinete y con empresarios, se habían previsto todos los escenarios para responder a la imposición de aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y para amortiguar el inevitable impacto sobre la economía del país. Lo que no esperaban ni los equipos políticos ni los expertos comerciales involucrados en la estrategia oficial fue la dura acusación de la Casa Blanca en el sentido de que el gobierno de México sostiene una “alianza inaceptable con los cárteles del narcotráfico”. Ese hecho, nos dicen, dio un giro a la situación. Lo que parecía una crisis comercial y económica se convirtió en un tema eminentemente político. La respuesta mexicana con medidas arancelarias y no arancelarias está lista. La respuesta política tendrá que venir a la par.
Intercambio de lodo en el Congreso
Más allá de las implicaciones económicas que tienen los aranceles impuestos ayer a nuestro país, los partidos políticos aprovecharon la sesión de ayer en el Congreso para culparse unos a otros por viejos rencores. Como el líder nacional del PRI, Alito Moreno, quien no dejó pasar la oportunidad de llamar “ridículo y lacayo” al dirigente de Movimiento Ciudadano, Jorge Máynez, luego de que éste diera una postura de respaldo al gobierno, la que consideró “indigna” del bloque opositor. Mientras los morenistas acusaron a los gobiernos “neoliberales” de las más recientes decisiones del gobierno estadounidense, panistas y priistas culparon al expresidente López Obrador por su famoso “abrazos, no balazos”. Al final, en el Congreso todos salieron de su escondite para señalarse y recriminarse. Total, lo de menos son los aranceles.
FGR va contra esposa de El Mencho
Nos cuentan que la Fiscalía General de la República impugnará mañana ante un Tribunal Colegiado la libertad anticipada que se dictó en favor de Rosalinda González Valencia, esposa del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”. La defensa de la michoacana, nos cuentan, se quedó con las ganas de verla salir del penal femenil de Morelos, luego de obtener el beneficio procesal. Nos hacen ver que no contaba con que la libertad se haría efectiva hasta que se resuelva la apelación de la FGR en última instancia, por lo que va para largo su estancia en la cárcel.
Insaculación de candidatos, bajo la lupa
Nos dicen que el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo Federal aún tiene un trabajo por hacer, que es la insaculación de los aspirantes que cumplieron con los requisitos de idoneidad para la elección judicial, la cual se llevará a cabo hoy. Nos comentan que hay inquietudes sobre cómo llevaron su proceso, ya que la mayor parte no fue público ni mostraron avances, debido a la ausencia por enfermedad de Arturo Zaldívar, y curiosamente, nombres ligados a Morena y al expresidente López Obrador podrían quedar para enfilarse a ser ministros de la Corte, como Bernardo Bátiz y Jaime Cárdenas Gracia, y la exconsejera jurídica del expresidente, María Estela Ríos González. (Bajo Reserva, El Universal, p. 2)
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Sacapuntas
Responde la Presidenta
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza a las acusaciones de la Casa Blanca sobre la “alianza” entre cárteles y el gobierno mexicano. La mandataria rechazó esa “calumnia” y señaló que la verdadera colusión con las bandas criminales está en las armerías de Estados Unidos “que venden armas de alto poder a estos grupos criminales”. Además, instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a pagar con la misma moneda a EU en el tema de los aranceles.
Quiere a Claudia de su lado
Se dice que antes de hacer pública la respuesta de Canadá a la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, el primer ministro, Justin Trudeau, quiso hablar por teléfono con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Se sabe que el canadiense quiere tener de su lado a la mexicana para enfrentar este desafío para la región.
Preparan litigios internacionales
Una parte de la respuesta del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum contra la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, será acudir a tribunales y cortes internacionales. Hay quienes aseguran que la medida es violatoria del T-MEC, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tiene la encomienda de prepara los litigios.
Le pone de su cosecha
El que dio otro apretón de tuerca a la relación con México, fue el secretario de Defensa de EU, Pete Hegseth. En entrevista televisiva, aseguró que tiene como opción atacar blancos del narcotráfico en territorio mexicano, y aunque dijo que no se anticipará a las decisiones de Trump, “no nos reservaremos nada para proteger al pueblo estadounidense”.
Aplicaron la aplanadora
Bastaron cinco horas para que Morena y sus aliados en San Lázaro, aprobaran en lo general la reforma a la Ley del Infonavit. El grupo parlamentario coordinado por Ricardo Monreal, sin embargo, hizo varios cambios a la minuta que recibieron del Senado, por lo que tendrá que regresar a esa Cámara para estar terminar el proceso de aprobación.
Pide unidad y defensa de soberanía
Convocatoria a la unidad en torno a la 4T lanzó la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, al participar en la plenaria de los diputados federales de su partido. Les pidió mantener la defensa de la soberanía nacional y les agradeció los logros en la aprobación de reformas en materia de programas sociales y del Poder Judicial.
Buscan registro 89 organizaciones
Recibió el INE, presidido por Guadalupe Taddei, 89 solicitudes de organizaciones que buscan convertirse en partidos políticos. Toca a la dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos revisar cuáles cumplen con los requisitos, para que puedan empezar con sus asambleas distritales o estatales, y afiliar a 256 mil personas. (El Heraldo de México, La 2, p. 2)
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