29 de marzo de 2024

Muere Jean-Paul Belmondo, el seductor canalla del cine europeo

Anonymous - Par un beau matin d'été (Jean-Paul Belmondo) - - Catawiki

Belmondo se convirtió en un ícono de la «nueva ola» del cine francés, tras darse a conocer en ‘Sin Aliento´(À bout de souffle) de Jean-Luc Godard

May 2015 Blindspot: Breathless – À bout de souffle (1960) – FlixChatter  Film Blog
Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo en la película ‘Sin Aliento’

Fue el rostro de la ‘nueva ola y un mito sexual del siglo XX. En su vejez todos los festivales se rindieron a sus pies con homenajes. El cine devolvía a Belmondo lo que Belmondo le dio al cine

Para entender el fenómeno Belmondo basta recordar un gesto del joven Jean-Paul cuando fue rechazado en las audiciones de la Comédie Francaise: le hizo un corte de manga al jurado. La Francia del lujo, la ostentación y tradición frente a la irreverencia del vulgar chulo. Los modales contra la pulsión del macho. El clasicismo frente a la nueva ola cultural que estaba por venir.

El actor francés Jean Paul Belmondo, uno de los iconos culturales del siglo XX, falleció hoy a los 88 años de edad, según informó su abogado a la agencia de noticias AFP.

Nacido en 1933 en el barrio parisino de Neully-sur-Seine en el seno de una familia de bohemios, la chulería brotó de su sangre siciliana y piamontesa. Su padre, Paul, fue un importante escultor francés y su formación estuvo también ligada a las artes escénicas, estudios que cursó en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático de París. Una herencia artística que también impregnó a sus dos hermanos, Alain, productor de cine y Muriel, bailarina profesional.

De inicios irregulares en películas discretas, su gran oportunidad llegó casi por accidente. Un cinéfilo obsesivo le reclutó para un proyecto de escaso presupuesto: Sin Aliento. Todo cambió para él. La película de Jean Luc Godard se convirtió en el impulso del nuevo lenguaje cinematográfico surgido en Francia y tanto influiría en Europa y en el Nuevo Hollywood que representarían Coppola, Scorsese y Friedkin. 

Belmondo era de la noche a la mañana el rostro de la Nouvelle Vague y un objeto sexual de la pantalla.

Como a Marlon Brando, le vino bien romperse la nariz por su amor por el boxeo, porque la belleza a secas no bastaba en aquellos años. Era necesaria una turbación de violencia, de acercar el mito al hombre corriente. Por eso gustó tanto.

Más allá de sus legendarios trabajos con Godard y Truffaut, actuó en su larga carrera con otros directores notables, sin importar estilos ni cultura, como Vittorio de Sica (Dos Mujeres), Peter Brook (Moderato cantabile), Agnès Varda (Las cien y una noches), Jean-Pierre Melville (Leon Morin, sacerdote) o René Clément (¿Arde París?) compaginando cine comercial y proyectos más íntimos. Era el actor más taquillero de Francia.

Foto de Alain Delon - Borsalino : Foto Alain Delon, Jean-Paul Belmondo -  SensaCine.com

En las salas de cine se elegía entre los labios de Belmondo o la fría belleza samurái de Delon

En aquel país efervescente, que vivió un renacer cultural en los 60 que compaginaba gaullismo con el Mayo revolucionario, Belmondo y Alain Delon fueron los dos representantes de la masculinidad francesa, superando en popularidad a muchas grandes estrellas de Hollywood, y arquitectos de la poderosa industria francesa. Ambos machos alfa compartieron cartelera y también celos.

A Delon no le gustaba que Belmondo saliera demasiado cachas en sus escenas y para el recuerdo queda la escena de rivalidad testosterónica de los dos en bañador modelo años 30 en Borsalino. Eran dos bellezas antagonistas. En las salas de cine había que elegir entre los labios canallas de Belmondo o la fría belleza samurái de Delon.

Fue una extensa carrera la suya, sin reconocimientos en forma de galardones, la que le llevaría posteriormente a recibir la Palma de Honor a su trayectoria en el Festival de Cannes 2011, el León de Oro a toda una vida en el Festival de Venecia 2016 y el homenaje de la Academia de los César durante la entrega de los premios del cine francés en 2017. El cine le devolvió a Belmondo lo que Belmondo le había dado al cine.

Su vida personal no fue menos intensa que la cinematográfica. Tuvo relaciones con grandes bellezas como Ursula Andress, la italiana Laura Antonelli o la corista Natty Tardivel. Su última pareja conocida fue la ex concursante de La isla de las tentaciones belga Barbara Gandolfi. Tras cuatro años de relación, se descubrió que ella le había estafado 200.000 euros y acabó todo como el rosario de la aurora.

Se va uno de los grandes. Francia y el cine están de luto.
«Estaba muy cansado desde hacía algún tiempo. Se apagó tranquilamente» precisó su abogado, Michel Godest. Apodado en el mundo del cine como «Bébel», Belmondo participó en 80 películas, algunas de ellas inolvidables, como «À bout de souffle» («Sin aliento») o «L’homme de Rio» («El hombre de Río»).

Godard, Resnais, Malle, Truffaut, Melville, Deray, Lelouch… Durante medio siglo de carrera, Jean-Paul Belmondo se puso a las órdenes de los mayores cineastas franceses interpretando a un amplio abanico de personajes que lo consagraron en la pantalla grande. (efe, afp)

Al principio su vida pareció estar más encaminada al mundo del deporte que al de las artes, sobre todo al universo del boxeo.

Una vez descubrió que lo suyo era la interpretación, entró en el Conservatorio de París en 1952, al tercer intento. Su fuerte carácter le hizo renunciar a su plaza cuatro años más tarde después de recibir una fría recepción por una de sus actuaciones por parte de un jurado del conservatorio. «El señor Belmondo nunca triunfará con esa cara de hooligan», dijo entonces unos de sus profesores. Su respuesta fue participar en más de 80 películas a lo largo de medio siglo.

Belmondo fue el ganador del Premio César 1989 al mejor actor por la película El imperio del león (1988), galardón que rechazó, y en 2007 fue condecorado con la con la Legión de Honor en el grado de Comandante, una de las más altas distinciones de su país.

Cine de acción

Poco a poco se fue especializando en papeles de seductor y aventurero caradura, incluso de gánster, aprovechando su físico de exboxeador y su sonrisa contagiosa, en filmes como El MagníficoBorsalinoEl ProfesionalEl hombre de Río o El clan de los marselleses. También participó en la saga de James Bond: tuvo un papel en el Casino Royale de 1967.

En estas películas destacó realizando sus propias escenas de acción, sin dobles, lo que realzó aún más el espíritu aventurero. Actor en 92 películas, incluyendo cortos y papeles menores, su última aparición en pantalla data de 2009, en el corto Allons-y! Alonzo!.