29 de marzo de 2024

LA POLÍTICA HOY

Las columnas políticas del lunes 9 de agosto de 2021

Templo Mayor

¿ALGUIEN SABE para qué sirve la Guardia Nacional? La pregunta viene al caso porque a más de dos años de su creación, México sigue viviendo los tiempos más violentos de su historia reciente.

TAL VEZ sea porque no está clara cuál es la función de la corporación que encabeza el general Luis Rodríguez Bucio, al que le encargaron, como suele suceder en este gobierno, armar y darle forma a un proyecto sin pies ni cabeza. Hay gobernadores que se quejan de que la Guardia Nacional sirve sólo para el apantallaje, ya que su principal misión es la de andar dando vueltas por ahí. Que se vean, pues, pero nada más.

NO ESTÁ CLARO, por ejemplo, cuáles son los resultados en decomisos o detenciones, luego de que sólo este año el gobierno federal le asignó 35 mil millones de pesos de presupuesto y ya cuenta con casi 100 mil efectivos.

EL APARENTE fracaso de la Guardia Nacional parece confirmarse con la decisión de quitarle el disfraz de “civil” y convertirla en una rama más de las Fuerzas Armadas. A eso se suma la desesperación del Presidente por la falta de resultados en seguridad y el hecho de que su gobierno es igual de sangriento que los anteriores.

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RETIRO de apoyos y becas a atletas; una reducción del 50 por ciento a la Conade en los últimos diez años; desorganización e improvisación tanto en el trabajo institucional, como en el desarrollo de los deportistas… y, para colmo, acusaciones de corrupción contra Ana Gabriela Guevara y detección de irregularidades por más de 100 millones de pesos durante su gestión. Quién sabe por qué México obtuvo sólo 4 medallas de bronce, su peor resultado en Juegos Olímpicos en lo que va del siglo.

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TANTO el gobernador Miguel Barbosa como el titular de la Conagua, Germán Martínez Santoyo, tendrán que hacer el nuevo reto Bonafont: o la beben o la derraman en el conflicto que dejaron crecer en el municipio Juan C. Bonilla y que ayer escaló de fea manera.

TODO EMPEZÓ con el famoso socavón de Puebla, cuyo origen fue atribuido por grupos locales a la operación de la planta de Bonafont en la zona. De ahí empezaron protestas, movilizaciones y el bloqueo de la empresa. Y nadie hizo nada.

ESTE DOMINGO los integrantes de los pueblos unidos citaron tanto a representantes del gobierno federal, del estatal y de la Conagua… pero ninguno se presentó. El resultado fue que los pobladores tomaron por la fuerza la planta industrial, dicen que no la van a devolver y que la van a convertir en… ¡un centro cultural!

ASÍ QUE en este momento está en vilo una inversión millonaria que tiene más de 20 años de operar, así como los cientos de empleos directos que genera la empresa en el lugar. Y todo porque las autoridades dejaron que se formara una tormenta… en una botella de agua. (F. Bartolomé, Reforma, Opinión, p. 8)

Bajo reserva

La procuraduría de la CDMX busca censurar redes de periodistas

Muy pocas preocupaciones sobre la justicia en la capital ha de tener la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México que ocupa su tiempo en buscar censurar a periodistas. Hace unos días el equipo de la red social Twitter contactó a uno de los columnistas de esta casa editorial para  informarle que en atención a sus prácticas de transparencia le comunicaban que habían recibido una solicitud de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para que fuera eliminado un contenido que publicó el periodista en su red, y que, a decir de la autoridad, viola las leyes del país. La petición no fue concedida por Twitter. “No hemos tomado ninguna medida sobre el contenido informado en este momento como resultado de esta solicitud. Como Twitter cree firmemente en la defensa y el respeto de la voz de nuestros usuarios, nuestra política es notificar a nuestros usuarios si recibimos una solicitud legal de una entidad autorizada (como las fuerzas del orden o una agencia gubernamental) para eliminar contenido de su cuenta”, le informó el equipo de la red social al columnista. La instrucción de pedir la eliminación del contenido ¿habrá venido de la procuradora Ernestina Godoy, o será que alguien en su oficina está buscando hacer “méritos” tratando de censurar voces críticas?

AMLO-Corral en luna de miel

El presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, hicieron las paces, luego de que hace unos meses se dieron hasta con la cubeta por el tema del agua que México tiene que entregar cada año a Estados Unidos. Parecía un pleito irreconciliable, pero las cosas cambiaron después de las elecciones del 6 de junio, en las que el gobernador chihuahuense fue el gran perdedor, al ganar la gubernatura la panista Maru Campos, a la que trató de ponerle toda clase de obstáculos. Apenas la semana antepasada hubo un acercamiento entre el gobernador y el presidente. Corral fue recibido en Palacio Nacional y tras una reunión a puerta cerrada con AMLO, salió muy sonriente. Ayer se volvieron a encontrar en Chihuahua, durante la gira del presidente, quien tuvo palabras muy elogiosas sobre el gobernador. ¿Será que pronto veremos a Corral dejar al PAN, donde parece que ya no lo quieren, y ponerse la playera de otro partido político más joven y más cercano a la autollamada Cuarta Transformación?

El fin de la Ley Zaldívar

El ministro José Fernando Franco González Salas ya repartió entre los integrantes del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) su proyecto de resolución de la consulta a trámite planteada por el ministro presidente Arturo Zaldívar, sobre la ampliación de su mandato. El caso será discutido en sesión privada y se comenta que el proyecto de Franco viene por declarar inconstitucional el décimo tercero transitorio de la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal. De ser así, y si el proyecto es avalado por el Pleno, esta resolución impactará en las dos acciones de inconstitucionalidad y los dos amparos tramitados contra la ampliación del mandato de Zaldívar y del cargo de los actuales consejeros de la Judicatura Federal y la turbulencia que la llamada “Ley Zaldívar” generó quedará para la historia.

Pueblos indígenas, ¿algo que celebrar hoy?

Este lunes se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, y hay quienes se preguntan si hay mucho, poco o nada que celebrar. En esta Legislatura, la Cámara de Diputados aprobó siete iniciativas que conforman la Ley General de Consulta de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, la cual obliga al gobierno a tener el consentimiento o no de las comunidades para intervenir en sus territorios. Nos hacen ver que aunque ya está en el papel, en los hechos, hay quienes se siguen sintiendo ignorados, tal es el caso de un centenar de indígenas habitantes de la península de Yucatán, quienes sostienen que nunca fueron consultados para la construcción del Tren Maya, motivo por el cual mantienen una denuncia en contra de la megaobra. (El Universal, Nación, p. 2)

Trascendió

Que un grupo de diputadas de Morena encabezadas por Aleida Alavez se reunió la semana pasada con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para tratar temas de la agenda en materia de niñas, niños, adolescentes, igualdad sustantiva y sistema nacional de cuidados. Las legisladoras aprovecharon para hacerle saber que tienen claridad de que ella es la interlocutora de Palacio Nacional con el Congreso de la Unión, y en Bucareli es donde tienen que tocar base para los temas de interés del Presidente.

Que durante la sesión del Consejo Nacional del PAN, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, reclamó que en ningún partido del mundo el presidente propone a la Comisión Electoral y por ello demandó a Marko Cortés que abra esa instancia a la democratización. Asimismo, invitó a sus correligionarios a una reflexión de qué es lo que se quiere del PAN, pues el año que entra hay seis elecciones a gubernaturas, y los conminó a priorizar una adecuada operación política para recuperar la vida institucional. (Milenio Diario, Al frente, p. 2)

Sacapuntas

La cita

Por fin se le abrieron las puertas de la Corte al magistrado José Luis Vargas Valdez. Este lunes, el magistrado depuesto de la presidencia del Tribunal Electoral será recibido por el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar. La reunión está programada para las 10:30 horas y, entre otras cosas, se especula que le pedirán que reconozca su derrota.

Avanza Oaxaca

A pesar de la pandemia, Oaxaca logró un incremento de 7.1 por ciento en el ingreso promedio en los hogares. Y según el Coneval, durante el gobierno de Alejandro Murat, disminuyó 2.7 puntos porcentuales la población en pobreza, con lo que la entidad pasó del lugar 31, como el estado con más índices de marginación, a la posición 29, detrás de Chiapas, Guerrero y Puebla.

Gestión con resultados

Nos hacen saber que la Secretaría de Gobernación, que encabeza Olga Sánchez Cordero, trabaja para resolver la crisis política y social en Colima, derivada de los problemas financieros que enfrenta el estado y su gobernador, Ignacio Peralta. Por lo pronto, nos dicen que la federación garantizará el salario de los trabajadores, jubilados y pensionados del Estado.

En franca recuperación

Dicen que ya va de salida de su contagio de la COVID-19 el vicecoordinador del PT en la Cámara de Diputados, Gerardo Fernández Noroña. Este lunes se hará la prueba para ver la evolución de la enfermedad. Pero el legislador confía en que saldrá negativo. La pregunta ahora es si ¿después de contraer SARS-CoV-2 será que ya se ponga ahora sí el cubrebocas?

Se acabó el traspatio

Quien salió muy contenta de la inauguración de la Línea 2 del Cablebús, fue Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, luego de que Claudia Sheinbaum destacó su trabajo de tres años en esta demarcación. Tal fue la reacción de la funcionaria morenista que aseguró que hoy Iztapalapa dejó de ser el traspatio de la CDMX, para convertirse en una alcaldía que levanta el vuelo. (El Heraldo de México, La Dos, p. 2)

Rozones

¿Qué hacemos con el anuncio de CanSino?

En mala hora vino a anunciar la biofarmacéutica CanSino que su vacuna, para funcionar mejor, requiere un refuerzo a los seis meses de aplicada. Esto es, para amplificar la protección contra la Covid-19. ¿Y por qué en mala hora? Porque resulta que al menos 2 millones 743 mil 488 integrantes del sector educativo recibieron esa fórmula en mayo de este año, y sobre ellos radica centralmente la estrategia de retorno a clases que ha planteado el Ejecutivo federal. Si se atiende la recomendación de la firma china, entonces, los profesores tendrían que vacunarse de nuevo en noviembre. Si esta decisión se toma y desde ahora se anuncia la aplicación del refuerzo, implicará un gasto en las nuevas dosis. Y en cambio si se opta por no asumir la recomendación, ya hay quien ve venir la presión del magisterio sobre el retorno anunciado. Uf.

Tokio, ¿y las explicaciones?

Acabaron los Juegos Olímpicos de Tokio y la delegación mexicana obtuvo cuatro medallas de bronce. A quien menos se le puede señalar por haber quedado nuestro país en el lugar 84 en el medallero es a los deportistas, quienes hicieron el mayor esfuerzo, y por el solo hecho de acudir a la justa olímpica acreditaron su pertenencia a una élite mundial. Deben ser las autoridades las que expliquen qué se sigue haciendo mal como para que nuestro país no sepa traducir su fuerza económica —porque es de las economías importantes del mundo— en fuerza deportiva, mediante una tarea sistemática de formación de atletas. ¿Podrá Ana Guevara documentar qué diferencia hizo al frente de la Conade?, ¿cómo tradujo su experiencia en políticas públicas en pro del deporte nacional? Porque la cosecha de medallas no dio para cubrir el pronóstico que ella misma planteó, nos comentan.

Las malas coincidencias

Una de las noticias del fin de semana fue la del cese del escritor Jorge F. Hernández como agregado cultural en la embajada de España. La primera versión que corrió fue que se trató de una respuesta a los señalamientos críticos que hizo, en un artículo, respecto de una cita viral que reflejaría la visión que sobre la lectura por placer tiene el director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga. Mala coincidencia que la decisión de cesarlo se diera días después de esa publicación, nos comentan, como mala conciencia resulta también —si eso ocurrió también estos días— lo señalado en la otra versión, la del encargado de cesarlo, Enrique Márquez, según la cual el ensayista se refirió a la embajadora Carmen Oñate “en términos ofensivos”, lo que califica como “comportamientos poco dignos”. Un enredo ahora en el que cada quien creerá a quien más confianza tenga, pero que no quedará, nos dicen, como algo menor.

En el top 5 de gobernadores

Ahora fue Consulta Mitofsky la casa encuestadora que presentó su ranking de gobernadores mejor evaluados al cierre de julio, en el cual, nos dicen, destaca que en el quinto lugar se encuentra el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez. Y es que se trata del único morenista en el top 5, con un 63.2% de aprobación en su entidad. El mandatario saliente desplazó a la sexta posición al panista Carlos Mendoza Davis, gobernador de Baja California Sur, y ha logrado mantenerse entre los primeros puestos de las encuestas de opinión a lo largo de su mandato. Algunos de los hechos que pudieron incidir en este resultado es que en su entidad se logró que más del 70% de la población haya recibido ya por lo menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19, tarea central para las entidades que están tratando de acelerar la reactivación económica. El estudio de Consulta Mitofsky fue realizado vía digital a través de consultas a un total de 80,391 adultos mayores de 18 años, repartidas entre las 32 entidades federativas, nos comentan.

Las quejas contra Marko Cortés

Nos hacen ver que las fisuras internas por la renovación de la dirigencia del PAN amenazan con convertirse en grietas. Y es que el sábado el Consejo General del albiazul convocó a una reunión a distancia para formar al Comité Electoral que se encargará del proceso aunque, nos dicen, no faltaron los reclamos al presidente del partido, Marko Cortés, por ser juez y parte al buscar su reelección. El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, expuso en redes sociales que el comité debe ser resultado de un proceso democrático y no una propuesta directa del dirigente nacional. Además, los aspirantes como Adriana Dávila y Gerardo Priego también han expresado su inconformidad por las condiciones desiguales en las que compiten para encabezar al partido. ¿Será que en el albiazul poco a poco se configura una acusación más directa por un “talante autoritario” que no oye ni ve a los legítimos contendientes? Veremos.

Las cifras del Coneval de Tamaulipas

Así que en su más reciente reporte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social detectó que con las acciones contra el rezago implementadas por el gobierno de Tamaulipas, que encabeza Francisco García Cabeza de Vaca, la población vulnerable por carencias sociales se ha reducido en un 2.2 por ciento, además de que la medición de personas que han quedado en vulnerabilidad por ingresos se redujo 5 puntos. Según los mapas comparativos de pobreza, Tamaulipas registra mejoras en los datos de medición de la pobreza extrema y carencias sociales en sus 43 municipios. Todo parece indicar que los programas que ayudan a reducir el impacto de la pandemia en sectores económicos y los programas implementados por el sistema DIF Estatal muestran datos que se apartan del conjunto general, dando cuenta de resultados que pueden tener importantes márgenes de diferenciación. (La Razón, La Dos, p. 2)

Confidencial

En puerta, fractura PT-Morena

Cuentan en Morena que el caso del desafuero del diputado Mauricio Toledo –si es que ahora sí se logra– va a dejar una “inevitable fractura en la alianza de la 4T”. Nos indican que el PT está “aferrado con el caso” y que “su pleito con Claudia Sheinbaum y la fiscal Ernestina Godoy es con todo”. Incluso, aseguran que legisladores como Gerardo Fernández Noroña y hasta el propio Alberto Anaya buscan ya una interlocución en Palacio Nacional. Por lo pronto, indican, en el periodo extraordinario de esta semana para el tema se espera una guerra.

Ministro Franco daría puntilla

Se espera que, en el transcurso de la semana, quizá hoy mismo, el ministro Fernando Franco revele el proyecto de sentencia sobre la consulta solicitada por Arturo Zaldívar en relación con la ampliación de su presidencia por dos años más. Aunque el viernes Zaldívar adelantó que no aceptará el regalazo, Franco podría dar la puntilla desde el punto de vista legal. Se prevé, pues, que se pronuncie contra dicha ampliación, como lo hizo en junio de 2017 con la extensión del mandato de los magistrados del TEPJF, sólo que esta vez por argumentos distintos.

La Corte, con “dobles turnos”

Con las peticiones del Congreso y los asuntos que tienen rezagados en sus gavetas, en la Suprema Corte “van a tener que trabajar dobles turnos”, indican panistas en San Lázaro. De entrada, los azules ya demandaron a los ministros que agilicen la resolución de la controversia que hay sobre el desafuero contra su gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Tienen también en puerta el conflicto del Tribunal Electoral. Afirman que después de que suspendieron sus sesiones desde el 20 de abril, por razones de la epidemia, apenas el pasado lunes 2 de agosto comenzaron sus sesiones presenciales y “trabajo tienen de sobra”.

Misoginia diplomática

Que no fue censura, sino misoginia, lo que causó el cese de Jorge F. Hernández, como ministro para Asuntos Culturales en la embajada de España. Enrique Márquez, director de Diplomacia Cultural de la Cancillería, aseguró que tuvo expresiones muy ofensivas contra la embajadora en España, María Carmen Oñate Muñoz, a la que él mismo le agregó un erróneo segundo apellido. Así que nada que ver con que Hernández haya emitido críticas contra Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP, otro consentido de la 4T con cobija ‘marca’ Gutiérrez Müller.

Frenaaa toma la palabra

El Frente Nacional AntiAMLO (Frenaaa), ese al que le prometieron hamacas en Palacio Nacional cuando tenía su plantón deshabitado y con casas de campaña ‘voladoras’, le tomó la palabra al Presidente y ya lanzó el sitio para recolectar firmas y juntar 3 millones de apoyos para convocar a la consulta para revocación de mandato. La Constitución establece que la recolección inicia un mes antes de la conclusión del tercer año de gobierno, o sea se adelantaron al mecanismo que todavía ni ley secundaria tiene.

Ya salió el peine

No era difícil de adivinar que detrás de la postura de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum –o si se quiere a la par de su posicionamiento– de aferrarse al naranja del semáforo epidemiológico, está un motivo de peso económico. Y es que la Coparmex CDMX expresó su respaldo a la decisión de la mandataria capitalina, pues –advirtió– ir a rojo implicaría el riesgo de cerrar miles de negocios, lo que “sería trágico para la recuperación de los empleos, dejando a miles de empresas en riesgo definitivo de quiebra”. Lo cierto es que rojo, naranja o del color que sea, los hospitales se están saturando y no es momento de relajar medidas. (El Financiero, Nacional, p. 31)

Estrictamente personal // Chuza judicial

Una nueva filtración a la prensa de la Unidad de Inteligencia Financiera provocó una chuza en el Poder Judicial que lastimó a dos piezas del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue la divulgación de la existencia de dos nuevas denuncias en contra del magistrado presidente del Tribunal Electoral, José Luis Vargas, por el presunto lavado de más de 30 millones de pesos, lo que generó una serie de movimientos donde los dos alfiles de Palacio Nacional para controlar al Poder Judicial y al Tribunal Electoral se colapsaron. Lo que sucedió como consecuencia directa o circunstancial de la filtración fue una reacción en cadena.

Tras la filtración, cinco de los siete magistrados en el Tribunal Electoral se rebelaron y lo destituyeron. La convocatoria para iniciar el descabezamiento de Vargas la hizo Janine Otálora, quien llegó al tribunal respaldada por el actual senador priista Miguel Ángel Osorio Chong, y la primera embestida la realizó Felipe de la Mata Pizaña, que había sido propuesto por el PAN. En una acción que podría argumentarse como inconstitucional, nombraron a Reyes Rodríguez, quien llegó al tribunal promovido por el expanista Roberto Gil, como nuevo presidente.

Días antes de la filtración sobre el presunto lavado de dinero de Vargas, se dio una más, también de la Unidad de Inteligencia Financiera, de una investigación conjunta con la Fiscalía General en contra de Gil, por movimientos financieros cuando fue coordinador de la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota. En una línea de tiempo, parece una acción-reacción, donde, tras el amago penal contra Gil y en el contexto de las nuevas revelaciones contra Vargas, el bloque que más ha resistido las presiones de Palacio Nacional respondió cortando la cabeza de Vargas, peón del consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer.

Otra pieza de Scherer, Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia, se reunió el jueves con los magistrados rebeldes en medio de la crisis. Fue una acción anómala al carecer de jurisdicción sobre el tribunal, pero al darles interlocución e ignorar a Vargas, tomó partido en el conflicto. Zaldívar, quien varias veces intervino sin éxito en el Tribunal Electoral, estaba enfrentado hace tiempo con Vargas, aunque abrevaban en el mismo establo. ¿Qué pasó con Zaldívar?

La mañana del jueves, antes de reunirse con los magistrados, buscó a López Obrador para informarle que había decidido no buscar la prórroga de dos años como presidente de la Corte, lo que era una derrota para ambos porque el Presidente estaba empecinado en que se consumara su deseo. El albazo inconstitucional fue propuesto en abril por el senador del Partido Verde Raúl Bolaños Cacho, quien tomó la iniciativa por consejo de sus líderes para que el Presidente lo notara y ganara espacios rumbo a la gubernatura de Oaxaca.

Para ello, Bolaños Cacho estuvo en reunión donde, frente a Zaldívar, los abogados del presidente López Obrador le entregaron la iniciativa de la prórroga, ya redactada, que debía presentar. Zaldívar siempre dijo que él no estaba enterado de la prórroga del mandato, lo cual no es cierto. Deseaba que se ampliara su mandato y llegó a un nivel de falta de ética, que ante las críticas unánimes de los constitucionalistas y los llamados a que se excusara de participar cuando la Corte votara el dictamen sobre la inconstitucionalidad de la prórroga, sugirió que no había conflicto de interés y que sí votaría.

Cuando comenzó a ver las resistencias en la Corte a su pretensión, Zaldívar le envió una tarjeta a López Obrador sobre lo difícil que estaba siendo lograr el respaldo de los ministros, y le pidió apoyo. El Presidente instruyó a Scherer que persuadiera a los ministros para que lo apoyaran, pero no era posible por la inconstitucionalidad de la acción. El ministro Fernando Franco elaboró el dictamen que será presentado en unos días, que establece su ilegalidad, y que sumaba el apoyo, en un recuento extraoficial, de cuando menos otros nueve ministros.

Aunque Zaldívar había sugerido ante la oposición interna que votaría finalmente en contra de la prórroga, su subordinación en Palacio Nacional detonó un movimiento interno para que, llegado el momento, un grupo de ministros no votara el dictamen de Franco y rechazara la reforma. Lo que buscaban no iba contra la reforma en sí, sino crear las condiciones para que Zaldívar, quien quería iniciar la sesión donde se discutiría la prórroga de su mandato para anunciar su voto en contra y salvar algo del prestigio que aún le queda, tuviera que excusarse y no votara como planeaba.

Sus acciones del jueves –informarle al Presidente su decisión y hablar con los magistrados rebeldes– no parecen ser momentos independientes. Zaldívar se ha comportado de manera cobarde y traidora ante y con sus pares, negando en público lo que ha hecho en privado, perdiendo respeto y consenso –igual que Vargas–. ¿Puso sus barbas a remojar?

Haber llevado al extremo su presidencia provocó el aislamiento de Vargas y finalmente la rebelión en su contra. Zaldívar ha llevado su presidencia al extremo, y en los 100 días que duró la búsqueda para prorrogar su mandato, se fue aislando y generando anticuerpos en el Poder Judicial ante las reiteraciones de López Obrador de que él era el único no corrupto para llevar a cabo la reforma propuesta, sin que él saliera en defensa de sus pares. Su silencio avaló las acusaciones de López Obrador.

Cuáles son los hilos que se movieron en el Poder Judicial para esta semana de perros que tuvieron, todavía no están del todo claros. Pero ante la insistencia de Zaldívar por ampliar su mandato, su giro radical tras la debacle de Vargas parece una proyección freudiana. Zaldívar, totalmente fuera de lugar, dijo que la posición de Vargas era insostenible, ¿pensando en un control de daños para él? El destino de Vargas pudo haber sido el de él, pero astuto, tiró su toalla cuando a otro lo crucificaron, evitando el mismo destino. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Nacional, p. 34)

Quebradero // ¿A quién hacerle caso?

El Gobierno tiene que reorganizar su estrategia ante la pandemia.

Las contradicciones que se están dando entre si debemos estar en algún color del semáforo u otro se han convertido en una lamentable rebatinga, las autoridades andan en la libre interpretación del semáforo.

Cada vez son más evidentes las diferencias de opinión y estrategia entre la Jefa de Gobierno de la capital y el vocero, quien ha ido perdiendo credibilidad, en buena medida porque le ha dado por meterse en un toma y daca con los medios como si a través de éstos se estuvieran decidiendo las cosas.

No está muy claro por qué razón el Presidente ha mantenido al subsecretario de Salud en una posición preponderante. Nadie duda de sus capacidades, lo que ha pasado es que de ser un científico se convirtió en un político ideologizado con una fidelidad y lealtad al Presidente lo que parece ser es la razón de su permanencia en el cargo.

La lealtad es fundamental en la gobernabilidad, pero en este sexenio se ha convertido en un asunto que pasa a segundo plano la capacidad, lo que importa es serle fiel al Presidente sin importar lo que esté de por medio como si no pudieran convivir las dos cosas.

La deslealtad se paga como quizá le pasó a Irma Eréndira Sandoval, quien tuvo que dejar el cargo a partir de moverse en dirección diferente a lo que todo indica quería el Presidente en Guerrero. El muy leal Félix Salgado Macedonio, si bien no participó en la elección, sí lo hizo su hija quien ganó y vaya usted a saber lo que puede pasar en el estado en el mediano plazo. (Javier Solórzano, La Razón, La Dos, p. 2)

Alhajero // Tanto decir, tanto esperar

Quienes lo conocen y han trabajado con él, lo saben: si algo deseaba el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea es ser reconocido y pasar a la historia.

La fallida historia de la ampliación de su mandato como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) —aún con el rechazo que de último momento externó— vino, efectivamente, a “marcar con tinta indeleble” su nombre y su carrera. Aunque no como él hubiera deseado.

Una pena para un ser de su trayectoria y su valía. Extraños los pasos que siguió el ministro presidente ante el Artículo Décimo Tercero transitorio de la Ley Orgánica del Poder Judicial. ¿Desvarío ante “el canto de las sirenas”? Cómo entender, si no, el camino andado:

—Tanto decir que no podía pronunciarse sobre el tema, que porque quedaría impedido para pronunciarse en el juicio, para terminar dando una conferencia de prensa en la que dijo lo que podría haber dicho desde el minuto uno.

—Tanto relajo para ir a anunciarle su decisión, en primer lugar, al Presidente de la República —en un desayuno—, antes de comunicársela al Pleno de la Corte. Ese Pleno que, seguramente, va a anular la ampliación del mandato.

—Tanto hacer una conferencia para que el presidente López Obrador le matara la nota unas horas antes en la mañanera, cuando dijo que veía “muy difícil” que el ministro Zaldívar permaneciera en la presidencia, que sus compañeros no lo querían, devaluando con ello la declaración del ministro; dejando ver que al doctor en derecho no le quedaba de otra, que iba a perder escandalosamente. (Martha Anaya, El Heraldo de México, País, p. 5)

Duda razonable // ¿Y Delfina?

Pasó la semana en que, había dicho el Presidente, tendríamos información de la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, sobre la manera en que los millones y millones de niños y jóvenes regresarán a la escuela el último día de este mes de agosto.

Pero la titular de la Secretaría de Educación Pública sigue sin aparecer. A tres semanas, apenas 21 días de que después de año y medio se reanude la actividad escolar, según anunció el Presidente “llueve, truene o relampaguee”, nadie tiene idea de cómo será, quiénes, en qué condiciones.

Son más de 25 millones de niños y jóvenes los que hoy no saben qué harán la primera semana de septiembre o qué tienen que hacer si es que la escuela abrió. No saben si irán todos los días o si solo algunos de la semana para que los salones no estén llenos o si irán por horas; no saben qué protocolos, si es que alguno, tendrán que cumplir antes de llegar a la escuela y no saben, en lo educativo, qué pasará con el año y medio que no estuvieron en la escuela.

¿Les preguntarán si vieron en la televisión sus clases? ¿Serán evaluados? ¿En qué condiciones está la escuela? (Carlos Puig, Milenio Diario, Al frente, p. 2)

En tercera persona // La maqueta del Templo Mayor: show y desfiguro

Me ha impresionado siempre la narración que el alabardero José Gómez hizo hacia 1789 de la vieja Plaza Mayor, nuestro actual Zócalo:

“La anchurosa Plaza Mayor no es sino un asqueroso hacinamiento de inmundos puestos techados con petates podridos; de esos puestos no salen sino fétidas emanaciones. Por allí andan vacas, perros, muchos perros hambrientos, cerdos gruñidores, revolcándose entre el agua encenegada y verde, y sacando de sus cienos pesados olores. Sobre toda la plaza zumba una insistente nube de moscas, densa y caliente”.

A su arribo a la Nueva España, el virrey de Revillagigedo atravesó aquella plaza con un pañuelo fuertemente perfumado apretado contra la nariz.

Uno puede terminar de imaginar lo que vio y olió aquel virrey, leyendo la estampa que en 1790 dejó en sus “Noticias de México” el minucioso cronista Francisco Sedano: en la pila de agua que había al centro de la plaza, las vendedoras lavaban sus trastos, y también los pañales de sus hijos. Existía, además, una especie de baño público, sin puertas, conocido como “beque o secretas”, en el que “hombres y mujeres hacían su necesidad trepados de cuclillas, con la ropa levantada, a la vista de las demás gentes”.

Revillagigedo decidió despejar, limpiar y ordenar aquel chiquero. La Plaza Mayor fue recuperada como un espacio en el que, en lugar de la basura y la mugre, reinaran los símbolos del poder del Estado.

De ese modo comenzó la terrible y triste historia del Zócalo. El relato de sus intentos de apropiación política o ideológica. La larguísima cauda de sus desastres cívicos.

Porque, como escribe de manera brillante el maestro José Joaquín Blanco, el Zócalo no ha consentido que nadie lo use de pedestal.

Al ocaso del virreinato, para quedar bien con el monarca español, el convenenciero y gris marqués de Branciforte hizo colocar ahí la estatua de Carlos IV (el famoso Caballito). Al triunfo de la Independencia, sin embargo, fue preciso llevárselo a otro lado para evitar que el general Guadalupe Victoria lo fundiera: se quedó en el patio de la Universidad hasta 1852, en que fue enviado a embellecer la entrada del Paseo de Bucareli.

Santa Anna quiso levantarse ahí, en 1843, un monumento dizque dedicado a la Independencia. Como es universalmente sabido, solo logró terminar la base o el zócalo de este, y por eso, en homenaje a la pasión mexicana por lo fallido y lo trunco, desde entonces le quitamos el nombre a la Plaza Mayor para imponerle el que popularmente perdura hasta hoy –a despecho del nombre oficial: Plaza de la Constitución.

Maximiliano y Carlota quisieron construir ahí un jardín romántico, cargado de árboles, de arbustos, de flores. La prensa de la época reseñó los recorridos “de ensueño” que la corte realizaba durante las noches de luna, envuelta entre el perfume de las rosas.

Aquel jardín imperial terminó también en el Cerro de los Campanas. En 1875, con dinero de los Escandón, se injertó en el centro de la plaza un kiosco construido en París. Una orquesta tocaba valses para que la gente se sintiera en Viena, de acuerdo con el aire de los tiempos. Ya nadie se acuerda dónde está, porque en 1914 lo desmontaron y lo mandaron a Huejutla.

De todo esto solo quedaron algunos grabados, algunas pinturas, algunas fotos y algunas litografías.

Los primeros gobiernos de la Revolución volvieron el Zócalo un jardín simétrico, con banquitas y palmeras que recordaban los terruños de los grandes jefes de la facción sonorense. En 1957 el regente Uruchurtu lo mandó podar, y aniquiló las áreas verdes –vuelvo a José Joaquín Blanco– para que el Zócalo dejara de ser un lugar de recreo y se volviera, exclusivamente, punto de encuentro de las masas que aclamaban a la Gran Autoridad: “El siglo de las masas quería plazas rotundas, categóricas”.

De ese modo se quedó pelón. Quedaba visto que en el viejo ombligo del mundo prehispánico nada ni nadie conseguiría entronizarse. Hasta que el “patio privado” del poder político fue profanado –triunfo de la izquierda— y se convirtió en el patio donde festejan y protestan los ciudadanos.

Al pasar ayer por la vieja plaza hallé uno más en la larga lista de desfiguros: la maqueta del Templo Mayor con el que el gobierno de Claudia Sheinbaum pretende “devolverle” la memoria a la ciudad, de cara a los 500 años de lo sucedido el 13 de agosto de 1521: la caída de Tenochtitlan.

Eduardo Matos Moctezuma ha llamado a esto un despropósito. A unos metros de la Maqueta está el verdadero Templo, a cuya investigación, conservación y mantenimiento, la llamada 4T le ha recortado el 75% del presupuesto: no hay dinero, ya no para excavar, ni siquiera para eliminar los hongos y deshierbar los basamentos.

Desde 2019 se cancelaron los recursos destinados a mantenimiento. Hace unos meses, tras una granizada, la estructura que protegía el Templo Mayor colapsó. Los monumentos del patrimonio hoy están a merced de los desastres naturales. El arqueólogo Leonardo López Luján ha dicho: “No hay patrimonio rico con mantenimiento pobre”.

Pero sencillamente no existen fondos que permitan continuar un proyecto que se ha sostenido de manera sistemática desde 1978, arrojando luces sorprendentes sobre el mundo mexica.

Mejor un Templo Mayor hecho con tubos y fibra de vidrio, hecho por quienes quieren “reivindicar” a los pueblos originarios. Mejor un espectáculo de luz y sonido para engrosar la lista centenaria de intentos de apropiación fallidos. (Héctor de Mauléon, El Universal, Nación, p. 2)

Plata o plomo // El presidente y los baches

El presidente Andrés Manuel López Obrador quiere tapar hoyos y baches. O al menos así lo señaló en la mañanera del lunes pasado: “Van a ver esto, que es interesante, y pronto vamos a llevar a cabo un programa especial para baches en todo el país, nos vamos a poner de acuerdo con gobiernos estatales, con gobiernos municipales, porque es el principal problema para la gente que vive en las ciudades”.

Para justificar ese inesperado giro de política pública, el presidente mostró una gráfica tomada de la más reciente edición de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), levantada trimestralmente por el Inegi.

Ese ejercicio incluye la siguiente pregunta: “En su opinión, ¿cuáles son los problemas más importantes que en su ciudad se enfrentan hoy en día?” Y, de una lista preestablecida por los encuestadores, la opción que habitualmente acumula más respuestas es “baches en calles y avenidas”. En la gráfica mostrada por el presidente, 75.9% de los entrevistados incluyeron esa alternativa en su respuesta, casi veinte puntos porcentuales más que el segundo lugar en la lista (“alumbrado público insuficiente”).

¿Eso significa que los baches son el principal problema de México y que el gobierno federal debería de dedicar una cantidad importante de tiempo y recursos a resolverlo? No del todo.

La muestra de la ENSU no es representativa del país en su conjunto ni de su población urbana. Es un levantamiento que se realiza en 70 ciudades (con la Ciudad de México dividida en 16 demarcaciones territoriales). En total, los resultados son válidos para 41.8 millones de personas mayores de 18 años, algo menos de la mitad de la población adulta del país. No sabemos lo que piense u opine la otra mitad del público mexicano.

Además, la pregunta en cuestión permite múltiples respuestas (por eso, la suma es mayor a 100%). La frecuencia de las respuestas simplemente revela la visibilidad pública de los problemas. La gente está muy consciente de los baches que hay en su calle, pero no tanto de la falta de tratamiento de aguas residuales o los problemas de salud derivados del manejo inadecuado de rastros (otras dos opciones en la lista). Muchas más personas se caen en un bache que las que son asaltadas. Ese simple hecho no es razón suficiente para priorizar lo primero sobre lo segundo.

La lista de respuestas a la pregunta se lee casi como una encuesta de satisfacción con un gobierno municipal: todas están vinculadas a la calidad de los servicios urbanos, desde la pavimentación hasta el drenaje, pasando por los parques, los mercados públicos y la policía. No le preguntan a los entrevistados cuál es el problema más importante en el país o en su vida. Todas las preguntas están en clave urbana y con horizonte cotidiano. No son particularmente útiles para definir las prioridades del gobierno federal.

Pero asumiendo como cierto que los habitantes quieren menos baches sobre todas las cosas, ¿qué podría hacer el gobierno federal para taparlos? Tal vez transferir algunos fondos adicionales a los gobiernos municipales. Fuera de eso, algo de arenga y un poco de regaño, no es mucho lo que se puede hacer desde Palacio Nacional.

De fondo, los baches, como la insuficiencia de alumbrado o la incapacidad de las policías locales, revelan un problema más grande: la baja calidad de los gobiernos municipales, la fragilidad de las finanzas públicas locales y la debilidad de los mecanismos de rendición de cuentas.

Ese sería indudablemente un tema federal. El presidente podría encabezar una reforma política amplia para fortalecer el eslabón municipal de nuestro sistema de gobierno.

Pero creo que prefiere tapar baches. (Alejandro Hope, El Universal, Nación, p. 10)

Serpientes y escaleras // Día clave en el Tribunal: o se ponen de acuerdo o los embisten

La crisis interna que vive el tribunal electoral federal tendría hoy una posible salida. Con la mediación del presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, que hoy recibirá en su despacho al depuesto presidente José Luis Vargas, se busca concretar para este lunes una reunión entre los siete magistrados electorales, en la que los cinco “rebeldes” se sienten con Vargas y con la magistrada Mónica Soto a dialogar, a resolver sus diferencias y a encontrar una solución que destrabe la crisis y que termine la parálisis en que se encuentra el máximo órgano comicial, justo cuando tienen pendientes resolver y calificar varias elecciones federales y estatales realizadas el 6 de junio y cuyo plazo para un fallo es el 23 de agosto.

Al mediodía se realizará el encuentro entre Zaldívar y Vargas en la oficina del presidente de la Corte y a partir de los acuerdos a los que lleguen los dos funcionarios judiciales, se programará para la tarde la sesión a puerta cerrada donde los magistrados intentarán sacar al tribunal electoral de la ruptura en que se encuentra. Como los dos bloques insisten hasta ahora en la legitimidad de su presidencia, tanto el depuesto José Luis Vargas como el presidente electo por la mayoría de cinco magistrados, Reyes Rodríguez, lo que se buscaría sería una “solución alterna y negociada”.

Sobre la mesa de los magistrados hay dos propuestas: la primera reponer el procedimiento de votación del nuevo presidente en una sesión en la que estuvieran presentes los magistrados Vargas y Mónica Soto, que no se presentaron a la sesión del pasado 4 de agosto; y una segunda propuesta de solución, que es la que más tiene posibilidades de aprobarse, es que se posponga la definición de quién es el presidente en funciones del Tribunal Electoral hasta que pase la fecha del 23 de agosto y se resuelvan y voten, en tiempo, todos los expedientes electorales que tiene pendientes el órgano comicial.

Esa segunda propuesta, que impulsan varios magistrados, dice que ni Vargas ni Reyes se quedarían como presidentes y que en su lugar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sería encabezado por un “decanato” que encabezaría la magistrada o magistrado con más antigüedad en el cargo, en este caso la magistrada Janine Otálora, que fungiría como “presidenta por ministro de ley” sólo hasta que se desahogue todo el trabajo pendiente y urgente en el Tribunal y se pueda retomar la definición de quién se queda en la presidencia.

Entre las quejas que debe resolver el Tribunal, antes del 23 de agosto, fecha en la que el INE tiene que entregar las constancias de legisladores de representación proporcional, con base en el resultado final de la votación del 6 de junio, están precisamente las impugnaciones y recursos interpuestos por partidos sobre las pasadas elecciones de diputados federales, además de elecciones de gobernador en varios estados cuyos resultados fueron impugnados como Nuevo León, Chihuahua, y San Luis Potosí, entre otros.

La realidad es que si los siete magistrados electorales no son capaces de ponerse de acuerdo y poner fin, o al menos posponer sus diferencias, se estarían exponiendo a que desde afuera —muy posiblemente desde la Presidencia de la República o desde el Senado— se tome una decisión drástica que podría ir desde una Reforma Electoral que desaparezca al Tribunal Electoral hasta su disolución, con el despido de todos los magistrados, para elegir una nueva integración del organismo de justicia electoral.

Eso ya se los dijo claramente el presidente de la Corte y cabeza del Poder Judicial, Arturo Zaldívar, a los cinco magistrados “rebeldes” con los que se reunió el pasado jueves, y seguramente se lo repetirá hoy al magistrado Vargas. “Busquemos salidas institucionales, lo que sea mejor en el diálogo y el acuerdo y ustedes deben de encontrarlas”, les dijo Zaldívar a los magistrados, ante la posibilidad real de que, si no se ponen de acuerdo y terminan sus diferencias y rupturas, les van a dar un manotazo desde el Congreso para poner fin a la crisis que hoy ya afecta la revisión y calificación de las elecciones federales y estatales del 6 de junio.

Así que hoy se verá qué tanto entendieron el mensaje los magistrados del tribunal electoral y qué tanto pueden dialogar y encontrar una salida a la crisis interna que ellos mismos generaron con sus choques, enfrentamientos y su incapacidad de ponerse de acuerdo. Como dice una expresión muy popular, que se utiliza para decir muy claramente que quien no se adapte a circunstancias nuevas y cambiantes, terminará perdiéndolo todo: los magistrados electorales “o se aclimatan o se aclichingan”, porque hoy los máximos jueces comiciales del país están en esa encrucijada en la que tienen que cumplir con su obligación constitucional y calificar ya las elecciones, pero al mismo tiempo tienen que resolver su ruptura interna. ¿Se van a aclimatar o no?

NOTAS INDISCRETAS

Ante las quejas de un “acto de censura” en la destitución del agregado cultural de México en España, Jorge F. Hernández, a quien la Dirección Ejecutiva de la Diplomacia Cultural de la SRE, removió de su cargo por haber utilizado “términos muy ofensivos y misóginos” en contra de su jefa la embajadora María del Carmen Oñate Laborde, la cancillería respondió en un comunicado firmado por el doctor Enrique Márquez que no hubo tal censura, y que el funcionario cultural fue despedido de la embajada en Madrid por haber incurrido en “conductas ajenas al debido respeto a las personas y los códigos de ética institucional”.

Y es que, en Relaciones Exteriores, afirman que, en días pasados, en una reunión en la Ciudad de México, el agregado cultural se refirió de manera inapropiada y con ofensas a la embajadora Oñate Laborde y que sus expresiones están “documentadas”.

Hasta ahora ni el señor Márquez, ni la SRE han dicho más sobre las “expresiones ofensivas y misóginas” del destituido Hernández y tampoco han mostrado de qué manera se documentó la acusación para destituirlo del cargo.

Pero una fuente cercana al caso nos comenta que sí tienen documentado todo lo que despotricó Jorge F. Hernández, y que una de las frases con las que se refería a la embajadora en España fue que era “una pinche viuda borracha”. ¿Será que hay alguna grabación o video de los comentarios del señor Hernández que tanto molestaron a la cancillería y, suponemos, a la embajadora?…

El nuevo choque entre la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el subsecretario Hugo López -Gatell por el color del Semáforo Epidemiológico en la CDMX, no es ni el primero ni el último entre los dos funcionarios de la 4T que han tenido claras y públicas diferencias por el manejo de la pandemia y las decisiones del sector salud.

Pero más allá del pleito político y de quién tiene la razón entre el rojo que declaró Gatell y el naranja que defiende Sheinbaum, lo que queda claro es que, de nueva cuenta, tal y como ha ocurrido en año y medio que llevamos de pandemia, nuestras autoridades no sólo no se ponen de acuerdo sino que además están perdidas y con estrategias claramente fallidas y muy cuestionadas, mientras la tercera ola de contagios cada vez golpea con más fuerza a los mexicanos y amenaza con convertirse ya no sólo en la de más contagios y hospitalizaciones, que hoy ya rebasan los parámetros registrados en las dos olas anteriores, sino también en la más letal.

Lo dicho: si los mexicanos no nos cuidamos solos y mantenemos el respeto a las medidas sanitarias, nadie en el gobierno nos va a cuidar, porque están muy ocupados discutiendo por los colores del semáforo y aplicando las mismas estrategias fallidas que ya fracasaron en el manejo de esta pandemia… Los dados mandan Serpiente doble. La semana se viene complicada. (Salvador García Soto, El Universal, Nación, p. 13)

Desde el Congreso // Los otros datos del Coneval

Otra de las grandes deudas del Estado mexicano es el combate a la pobreza, un problema que, como en la inseguridad, no sólo no avanzamos, sino que vamos para atrás. El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) presentó, la semana pasada, las Estimaciones de Pobreza Multidimensional 2018-2020, un informe sobre la condición de las y los mexicanos respecto a su bienestar económico, el ejercicio de sus derechos sociales y el contexto territorial en el que viven, todos, elementos necesarios para garantizar sus derechos y libertades fundamentales, la satisfacción de sus necesidades básicas y posibilitar su plena integración social.

Las principales conclusiones del informe son que, entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población en situación de pobreza a nivel nacional pasó de 41.9% a 43.9 por ciento. Lo cual representa un aumento de 3.8 millones de personas, al pasar de 51.9 a 55.7 millones de personas, y la población en situación de pobreza extrema pasó de 7.0% a 8.5%, un aumento de 2.1 millones de personas, al pasar de 8.7 a 10.8 millones de personas en esta situación. Un dato alarmante es que la pobreza entre menores de 18 años es la más alta, un 52.6 por ciento.

Entre 2018 y 2020, la carencia por acceso a los servicios de salud presentó un incremento de 15.6 millones de personas; la carencia por acceso a la seguridad social sigue mostrando la incidencia más alta en 2020, 52.0% de la población, es decir, 66.0 millones de personas; el porcentaje de la población con carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad aumentó en 1 millón de personas más que en 2018; el ingreso corriente total per cápita disminuyó 6.9%, lo cual es producto de la caída de todas las fuentes de ingreso, salvo las transferencias monetarias totales, y se observó una disminución de los indicadores de la carencia por calidad y espacios de la vivienda y de la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda de 1.7 puntos porcentuales cada una. (Laura Rojas, Excélsior, Nacional, p. 10)

Razones // Al rescate del Poder Judicial

Hizo muy bien el ministro Arturo Zaldívar en adelantar que no aceptaría prolongar su mandato como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura Federal. Hace semanas, dijimos aquí que Zaldívar no sería partidario de esa extensión de mandato y el haber puesto, semanas atrás, el tema a consideración del pleno de la Corte lo confirmaba.

A partir de allí Zaldívar inició un proceso que busca evitar que se siga lastimando al Poder Judicial, un poder que, como sostuvo el lunes pasado, no sólo está bajo presión, sino al que también muchos actores de poder quieren minar en su independencia. Es lamentable que incluso después de que Zaldívar anunciara su decisión, el presidente López Obrador siguiera denigrando a ministros y jueces, acusándolos de corruptos, “salvo unas pocas excepciones”, lastimando a uno de los poderes de la nación y tratando de intervenir en sus atribuciones.

Por supuesto que en el Poder Judicial hay corrupción, como la hay en el Ejecutivo y en el Legislativo, en el oficialismo y en la oposición, pero descalificar a todo el Poder Judicial es una forma de desconocer y minimizar su independencia y su legitimidad, sobre todo porque, como también anunció Zaldívar en su intervención del 2 de agosto, en las próximas semanas vienen decisiones trascendentales en la Corte que determinarán la constitucionalidad o no de muchas decisiones tomadas por el gobierno federal y aprobadas por su mayoría legislativa. Al tiempo que debe comenzar la propia reforma del Poder Judicial que tendrá su eje operativo en el Consejo de la Judicatura. (Jorge Fernández Menéndez, Excélsior, Nacional, p. 14)

Capital político // Ningunea Sheinbaum a López – Gatell

Es verdad que nunca ha sido santo de su devoción y que tampoco es la primera vez que lo tira de a loco, pero el fin de semana pasado, Claudia Sheinbaum dejó en claro que jamás volverá a hacer caso al subsecretario federal de Salud, Hugo López-Gatell.

Las diferencias iniciaron el año pasado, cuando el encargado del combate al coronavirus y la jefa de Gobierno escalaron a tal nivel sus diferencias, que de Palacio Nacional intervinieron para que dejaran a un lado sus pleitos y jalaran hacia el mismo lado.

A Sheinbaum no le convencían las cuentas alegres que López-Gatell hacía sobre sus proyecciones de contagios y muertes por la pandemia, y que retrasaron al máximo el cierre de actividades en la CDMX, a pesar de que la situación estaba fuera de control.

La funcionaria se quejó con el Presidente, pero el doctor era el rockstar del momento y prácticamente nadie podría tocarlo. Se le subieron tanto los humos al funcionario de Salud, que ya hasta daba autógrafos y se tomaba selfies por todos los lugares donde iba.

De tantos elogios que recibió en Palacio Nacional, sobre todo después de justificar cualquier acción tomada por el Presidente sobre la pandemia, López-Gatell se llegó a sentir incluso presidenciable y se mareó en el tabique.

Nunca entendió que en realidad era el fusible que sería quemado en caso de que el tema se saliera de control, tal como está ocurriendo.

La situación en el país es caótica, no sólo por los contagios y hospitalizados, sino por el infame programa de vacunación que ha naufragado. A pesar de eso, el Presidente no sólo lo sigue apoyando, sino que lo elogia cada que puede.

Pero no es porque crea en él, sino porque lo sigue necesitando como responsable de todo el desastre. Le sigue siendo útil como el fusible que será quemado si la situación sigue creciendo; es un seguro de vida para Palacio Nacional.

Por eso, cuando la Secretaría de Salud anunció la tarde del viernes que la Ciudad de México regresaba al semáforo rojo, Sheinbaum no sólo lo ignoró, sino que lo exhibió. Le dijo que ni siquiera tenía actualizados los datos de covid-19 en la capital.

La jefa de Gobierno declaró ante la prensa que ella tenía datos científicos —insinuando que López-Gatell no— y que la Secretaría de Salud había basado su decisión de regresar al semáforo rojo con datos de la semana anterior, porque no los trae actualizados.

Eso fue un doble golpe contra el rockstar venido a menos, pues no sólo lo exhibió como farsante, sino como todo un irresponsable, pues si los datos de una semana antes hubieran merecido regresar al cierre de actividades, el doctor ni enterado.

El desafío de Claudia fue abierto y esta vez nadie en Palacio Nacional salió en defensa de López-Gatell, quien está perdiendo el toque, pues no entendió que la economía de la gran ciudad no se puede cerrar de nuevo.

Eso sin contar que una medida así contradecía la decisión del Presidente de regresar “llueva, truene o relampaguee” a las clases presenciales… y también a las inauguraciones y giras por la gran capital. (Adrián Rueda, Excélsior, Comunidad, p. 23)

Astillero

Ahora… inmobiliarias ejidales // Tierra Noble, en Querétaro // 320 campesinos aportan mil mdp // Toman planta Bonafont en Puebla

Ante los obstáculos legales que a niveles municipal, estatal y federal pueden enfrentar los proyectos de desarrollo inmobiliario en áreas naturales protegidas en el país, este viernes se presentó en la Ciudad de México una supuesta nueva figura retórica de asociación entre empresarios y campesinos, la inmobiliaria ejidal.

A fin de cuentas, esa figura (ya intentada en años anteriores) descansa en el mismo esquema tan practicado durante largos años: la aprobación ejidal o comunal para consolidar, con el apoyo de autoridades gubernamentales, por acción u omisión, negocios ya en curso que terminan beneficiando sustancialmente a los empresarios y dañando el interés social relacionado con el medio ambiente.

El disfraz de ocasión se refiere a Querétaro, en específico en el ejido El Zapote, perteneciente a la Zona Occidental de Microcuencas de esa entidad, declarada desde el 30 de agosto de 2006 como Zona Sujeta a Conservación Ecológica, pues es una de las superficies considerada con mayor importancia ambiental por ser el origen de los escurrimientos de la parte poniente del territorio municipal (https://bit.ly/3lHO3k7). (Julio Hernández López, La Jornada, Política, p. 10)

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Y ahora se están contagiando niños

Enrique Quintana/ Coordenadas/El Financiero

Estamos entrando a una etapa de la pandemia cuyas consecuencias son aún muy inciertas.Y si las cosas no han cambiado significativamente para el próximo 30 de agosto, con el regreso a clases presenciales, podríamos estar ante el riesgo de que se vivan crisis en miles de familias mexicanas.La nueva ola de contagios de Covid-19 está pegando cada vez más a niños y jóvenes.

Los casos positivos de los menores de 18 años están en los niveles máximos de la pandemia. Hay un promedio diario de nuevos contagios de 650 casos en la última semana, para la población de 12 a 17 años. El nivel más alto de contagios para este segmento de edad había sido previamente de 375 casos diarios y se había presentado en enero, cuando se registró el nivel máximo de la segundo ola.

Ahora incluso los menores de seis años tienen un máximo de nuevos contagios con cerca de 150 diarios en promedio, cuando el máximo que tuvimos previamente había sido de alrededor de 60 casos diarios en promedio, también en enero.La tercera ola que vivimos se caracteriza por el hecho de que la variante delta es la dominante y está contagiando y generando síntomas en muchos que en el pasado parecían inmunes o al menos resultaban asintomáticos.

Aunque en términos generales, la infección en los niños y jóvenes es más leve que en los adultos, el aumento de contagios entre menores tiene el potencial de disparar también los contagios entre mayores, porque el porcentaje de la población vacunada con el esquema completo sigue siendo muy bajo y apenas llega a 21.2 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales.

Los virus que originalmente llegaron de China y de Europa parecían no tener capacidad de infectar a niños o al menos generarles síntomas. Esto ha cambiado.

En este contexto, pretender que debe darse a toda costa el regreso a clases presenciales a partir del 30 de agosto es jugar con fuego.El riesgo es extremadamente alto pues sabemos que las condiciones materiales de las escuelas públicas no son, en su mayoría, las adecuadas para garantizar el regreso con seguridad.

El presidente López Obrador tiende a sacar sus conclusiones de las anécdotas y no de las evidencias. En varias ocasiones ha señalado que su hijo menor se contagió y no le pasó nada, y que él y su esposa no se contagiaron por estar vacunados; piensa que esa pueda ser la tónica en caso de que haya niños que se contagien en las escuelas.

En contraste, supone que la adicción de los niños a los videojuegos puede ser un problema más serio.

Sabemos que López-Gatell continúa en su puesto a partir de supeditarse a las opiniones presidenciales y de ofrecer datos que las soporten para que no den la impresión de ser meros caprichos.

Hasta ahora, la inmensa cantidad de muertos evitables que se han presentado con la pandemia, ha costado muy poco a la imagen presidencial.

De acuerdo con la encuesta publicada por El Financiero el pasado 3 de agosto, la mejor calificación que tiene el presidente es en materia de salud, en virtud del proceso de vacunación.

Creo que AMLO no es consciente del riesgo que va a correr si insiste en las clases presenciales a toda costa, sin evaluar el riesgo de contagios, hospitalizaciones y muertes.

La semana pasada pudimos observar hasta qué punto el presidente de la República puede alejarse de la realidad cuando rechazó los datos de la evaluación de la pobreza por parte del Coneval.

Los que conocen la Encuesta de Ingreso-Gasto de los Hogares, de la cual parten estas evaluaciones, saben que se trata de uno de los estudios más cuidadosos del Inegi. Debiera ser orgullo nacional por la información que ofrece.

Y procesados sus datos como lo hace el Coneval, debiera ser el más importante instrumento de elaboración de las políticas públicas en México en materia social.

Una información que ese análisis reveló es el desastre en materia de salud.

Con la tercera ola y el regreso a clases presenciales, las cosas se pueden poner peor.

Quisiera ser optimista y pensar que se puede rectificar, pero creo que la experiencia de los últimos 18 meses muestra que no hay bases para ello.

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La Feria/Primero los pobres 2.0

Salvador Camarena/El Financiero, agosto 09, 2021

Andrés Manuel López Obrador no pudo impedir que millones de mexicanos cayeran en pobreza, incluida pobreza extrema, y aun peor: sus decisiones provocaron que millones quedaran sin atención en materia de salud. La acepte el Presidente o no, esa es la realidad de su política social, misma que amerita un debate fuera de la mañanera.

Según datos del Coneval, entre 2018 y 2020 el número de pobres en México aumentó en 3.8 millones, de los cuales 2.1 millones corresponden a personas que ahora están en pobreza extrema. No se debe analizar esa realidad sin tener en cuenta la pandemia, por un lado, y que el reporte mismo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social señala que las políticas del gobierno evitaron que 2.5 millones de mexicanos se despeñaran. Retomo aquí ‘Fábrica de pobres’, de Enrique Quintana.

Pero donde no hay matiz posible es en el rubro del acceso a la salud. En ese renglón, los datos de Coneval dados a conocer la semana pasada señalan que mientras 42.1 por ciento de la población dijo en 2018 estar afiliada al Seguro Popular, en 2020 sólo reportaban estar registrados en el Insabi 26.9 por ciento. Una caída de 15 puntos porcentuales.

Como se sabe, al ser cuestionado en la mañanera el viernes pasado Andrés Manuel rechazó los datos del Coneval.

Tenía razón AMLO cuando, como candidato, propuso a los mexicanos que se requería poner a los que menos tienen en el lugar número uno de la agenda pública.

Ahora es claro que una parte de lo que como Presidente ha hecho –dar becas y pensiones– no es suficiente, mientras que su experimento en materia de salud es un fracaso del cual ya teníamos demasiados indicios por la escasez de medicamentos y de equipo para enfermeras y médicos.

Pero los números del Coneval, además de evidenciar la inoperancia de la administración, son una oportunidad como habrá pocas para cambiar la dinámica con la que los mexicanos han respondido en los últimos años.

Al rechazar que hay más pobres y más carencias de estos ya en su gobierno, López Obrador pretende sofocar el debate, cambiar de tema y no permitir que los cuestionamientos se instalen en la conversación pública. Reducir el asunto a un capítulo más del culebrón donde su gobierno bueno lucha contra unos enemigos inescrupulosos.

Hay mucha gente que sabe de pobreza y desigualdad en México. Y además de esos especialistas, que no comenzaron a hacer críticas a gobiernos en el presente sexenio pues sus cuestionamientos y propuestas ya acumulan décadas, el tema debería ser prioridad para políticos de toda índole, empresarios, universidades, ciudadanos en general y, por qué no decirlo, medios de comunicación.

A nadie le habría importado un comino si Fox, Peña Nieto o Calderón hubieran aceptado o no los datos del Coneval. Porque si tal organismo existe es precisamente para que no sea el Presidente quien defina qué es real y qué no sobre la marcha del gobierno en materia social.

Es lógico que el día que surge información como la de los índices de pobreza se cuestione al mandatario al respecto, pero hay que trascender la mañanera. Si López Obrador rechaza esa pregunta, qué más indicio se requiere para que la sociedad haga suya esa agenda.

Lo que el Presidente busca es sofocar la discusión de una de las dos problemáticas (la otra es la corrupción) que pavimentaron el camino de su triunfo electoral en 2018. Y con ello, por supuesto, no quedar evidenciado.

Hablar de primero los pobres se vuelve obligado, quién lo diría, porque AMLO no quiere.

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Diques democráticos/Denise Dresser

en REFORMA, 09 Ago. 2021

Finalmente. Afortunadamente. El tsunami de López Obrador se estrella contra muros de contención que no puede derrumbar. El oleaje furioso que parecía capaz de arrasar con todo es canalizado por diques agrietados pero resilientes. En los últimos tiempos, hemos presenciado cómo el INE, el Inegi, el Coneval, la Suprema Corte, e incluso el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación intentan hacer la labor que les corresponde. Organizar elecciones y consultas, recolectar datos duros y diseminarlos, medir la pobreza y el impacto de la política social, darle vida a la Constitución y respetarla, asegurar que la justicia electoral logre existir al margen de presiones políticas. De distintas formas y en diferentes grados, la institucionalidad intenta limitar la discrecionalidad. Algunos alzan la cabeza, pierden el miedo, sacan la casta y recuerdan que las reglas también aplican para el Presidente. Quizás AMLO se sienta rey en un castillo, pero las instituciones no son su feudo, ni los ciudadanos sus súbditos.

Las instituciones que tanto denuesta le están dando lecciones que ojalá entienda. Las instituciones que a diario desprecia le están impartiendo cátedra de por qué y para qué existen y no es sólo para acatar la voluntad presidencial. El poder en una democracia se comparte, se vigila, se descentraliza y genera contrapesos para frenar la tentación autoritaria. El PRI cayó en ella, el PAN no logró desmantelarla, y Morena ahora la resucita, encarnándola en un solo hombre. Alguien que sabe arengar pero no institucionalizar. Alguien que entiende cómo movilizar pero no cómo gobernar. Alguien que no comprende los límites de la investidura presidencial, pensándola omnipotente, creyéndola ubicua. Y ahora el andamiaje institucional que la transición construyó está cercándolo.

El INE le recuerda a López Obrador que si quiere consultas populares, debe someterse a los procedimientos legales, y aceptar cuando las pierda. La Suprema Corte le advierte que no tiene el apoyo interno para extender inconstitucionalmente el periodo de Zaldívar, y el ministro se ve obligado a recular. El Inegi y el Coneval le dicen que los programas sociales de su gobierno no están disminuyendo la pobreza. El Tribunal electoral manda un mensaje de rebelión interna ante el liderazgo insostenible de un magistrado arrodillado ante Palacio Nacional. He ahí señales de una autonomía con frecuencia inerme, ahora robustecida. Una autonomía antes abatida, ahora resucitada. La institucionalidad deslucida parece revivir, ante los esfuerzos de acabar con ella.

Ante esa toma de postura, la respuesta del Presidente es tan predecible, como caricaturizable: que si «los ministros conservadores del viejo régimen», que si «los que no quieren combatir la corrupción», que si él «tiene otros datos», que si «juicio político» a los consejeros electorales. La cantaleta de siempre, exhibida como lo que es: un diagnóstico simplón diseñado para alimentar la fe de sus fieles, pero poco más. La Cuarta Transformación es una narrativa, no es un gobierno. Los moralmente superiores resultaron operativamente incompetentes. La mafia en el poder no fue eliminada, sólo rotó de manos o se quedó en las mismas. Y López Obrador no es invencible, no es infinito, no es imbatible.

La elección reciente lo demuestra, la consulta popular lo reafirma. Los ciudadanos no son imaginarios. Existen y exigen y reclaman y ejercen votos de castigo. Aprecian al Presidente pero desaprueban su gobierno, cada vez más. Hoy -según revelan las encuestas- la población confía más en el INE que en AMLO. El Presidente es querido, pero ya no es tan temido. Lo que parecía una armadura lustrosa e impenetrable comienza a mostrar abolladuras. Lo que parecía un gobierno meta-sexenal tiene ya fecha de caducidad.

Y hoy, las instituciones imperfectas, insuficientes, pero indispensables de la transición democrática están reivindicando su sentido fundacional. Están reconfirmando que fueron diseñadas para apoyar el tránsito de un sistema de partido hegemónico a un sistema multipartidista. Para impulsar elecciones libres, justas, con árbitros confiables. Para proveer datos verificables con los cuales medir y corregir la política pública. Para asegurar el tránsito de la Presidencia imperial a la Presidencia acotada. Ahora erigen diques democráticos alrededor del hombre que quiere ser rey, pero es sólo un Presidente más.

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Borrón

TOLVANERA / Roberto Zamarripa en REFORMA, 09 Ago. 2021

El ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, recibió el pasado jueves 5 a los magistrados electorales que el día anterior destituyeron a José Luis Vargas como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), hartos de sus tropelías.

Zaldívar los recibió en su despacho. Atento le dijo primero a la magistrada Janine Otálora que se sentara a su izquierda en un mullido sillón de la oficina. A Reyes Rodríguez Mondragón, un abogado egresado del ITAM de 47 años de edad, le pidió que se sentara a su derecha en una silla. De frente, se ubicaron los Felipes, Fuentes y De la Mata, e Indalfer Infante, un abogado originario de la Costa Grande de Guerrero, de larga carrera judicial, sentados en sillones.

La tersura de trato con Otálora nada tenía que ver con la dureza exhibida en enero de 2019 cuando entonces de frente le pidió que dejara el cargo de presidenta del Tribunal luego de que validaran el triunfo de la panista Martha Alonso en la elección gubernamental de Puebla.
Zaldívar fue otro el pasado jueves con los magistrados. «Estoy a sus órdenes», les dijo para abrir la conversación. Reyes Rodríguez le explicó las razones de la decisión de remover a Vargas y por qué había sido él designado para sucederlo. El ministro presidente de la Corte no se anduvo con rodeos. Asintió y apoyó la remoción. De Vargas expresó calificativos precisos sobre su deshonestidad, intolerancia y despotismo. Por los reportes de consejeros de la Judicatura como Bernardo Bátiz, Loretta Ortiz o Jorge Antonio Cruz Ramos, el ministro Zaldívar sabía de las tropelías y desplantes de «Varguitas», como le llaman en los pasillos judiciales o «Magistrado Billetes» como es popularmente conocido por su voracidad.

Zaldívar saldaba una vieja cuenta. En enero de 2019 fue artífice del golpe en el Tribunal. Dos años después quería reparar el desastre provocado cuando aceptó que Felipe Barrera, un magistrado identificado con el priista Grupo Atlacomulco, asumiera la presidencia del Tribunal. A la postre perdió el control del órgano. Barrera, un diligente jurista, fue traicionado en el camino. No pudo reelegirse y en su lugar fue nombrado José Luis Vargas quien siempre apeló a la bendición de Palacio Nacional como factor fundamental de su poderío. Vargas entró a la presidencia del Tribunal con un grillete. El gobierno federal sabía santo y seña de sus tropelías y le dosificó las indagatorias con el propósito de tenerlo cautivo, mansito, sumiso.
Y el cautivo se convirtió en verdugo. Operó con las formas de su propio sometimiento. Indagó a sus pares. A Felipe de la Mata, un abogado conservador de la Libre de Derecho, lo mantenía amenazado con la posibilidad de revelar asuntos privados que afectaran su vida personal y familiar. A Felipe Fuentes, quien había sido su aliado, le ventiló negocios en el Tribunal. A Reyes Rodríguez lo acusó de orquestar una conspiración contra el gobierno federal; a Indalfer Infante, vinculado al poderoso grupo judicial del oaxaqueño Constancio Carrasco, le presionó administrativamente. Mónica Soto, aliada de Vargas, era la que le hacía segunda en reuniones en Palacio Nacional donde preguntaban cuándo iba a archivarse su caso penal sobre las transas que le investigaba la UIF. Siempre le decían que pronto pero nunca le decían cuándo. Abyecto, modosito, se sentía empoderado aunque en realidad estaba sometido. Con el grillete puesto no iba a fallar a la 4T.
Por ello Zaldívar comprendió la decisión de removerlo, ante el hartazgo de los magistrados, pero se llamó a sorpresa de que hubieran nominado a Reyes Rodríguez en su lugar. La decisión del Tribunal lo tomó en la víspera de comunicarle al presidente de la República que no admitiría la resolución del Senado de prolongar su mandato en la Corte hasta 2024. Al final, según se conoce, expuso en el desayuno que tuvo el jueves 5 con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la calaña de Vargas y la necesidad de removerlo.Lo que ahora urge al Tribunal, bajo el mando de Reyes Rodríguez, es devolverle legitimidad. La supervivencia de esa institución está amenazada. No solo por onerosa sino por corrupta. La perversión de sus sentencias, derivadas de cotizarse al mejor postor, han dañado sensiblemente a la maltrecha democracia.
 robertozamarripa2017@gmail.com #

Medallas olímpicas

JAQUE MATE / Sergio Sarmiento

«Si no importa quién gana o pierde, 

¿entonces para qué tienen el marcador?”. 

Vince Lombardi

ACAPULCO.- Estados Unidos vino de atrás para quedar en primer lugar en el medallero olímpico, en el formato tradicional que da prioridad a las preseas de oro. Obtuvo 39 de oro, 41 de plata y 33 de bronce para un total de 113. China consiguió 38 de oro y 88 en total. Ha sido común que estos dos países ocupen los dos primeros lugares en los más recientes Juegos Olímpicos, a pesar de que China no participó de 1956 a 1980 y de que en el periodo maoísta era uno de los más pobres del mundo.

Estados Unidos ha sido siempre la gran potencia olímpica. La antigua Unión Soviética fue su mayor rival durante décadas y Rusia ha seguido siendo importante (aunque en 2021 no se le permitió participar bajo su bandera nacional). Japón ocupó ahora el tercer lugar, pero le ayudó ser local. En 1968 México logró tres medallas de oro y nueve en total, para ocupar el 15º lugar, el mejor desempeño de la historia, pero en esta ocasión ocupamos solo el lugar 84 con cuatro bronces.

Los países victoriosos tienen usualmente poblaciones muy numerosas. También la riqueza es un factor, aunque Rusia y China tienen niveles de desarrollo medio. El deporte de alto rendimiento requiere dinero, mucho dinero. En Estados Unidos este viene de aportaciones privadas, becas de universidades y venta de derechos de televisión. Casi todos los países, sin embargo, dedican enormes cantidades de recursos públicos a sus atletas. En algunos, como China, Rusia y Cuba, los deportes olímpicos son una prioridad política. Los atletas son seleccionados desde niños e ingresan a programas de alto rendimiento con fuertes presupuestos.

Un país puede cambiar en unos cuantos años su desempeño olímpico. El ejemplo más notable es China, pero España logró también una transformación importante. Durante décadas tuvo desempeños similares o peores a los de México. En 1968 no consiguió una sola medalla. En 1987 creó el programa ADO (Asociación Deportes Olímpicos) con apoyo financiero gubernamental y privado que elevó su rendimiento. En los Olímpicos de Barcelona de 1992, en casa, consiguió 13 medallas de oro y 22 en total, para lograr el sexto lugar, el mejor de su historia. En Tokio se adjudicó tres oros y 17 medallas para el 22º lugar.

Cuando se ponderan las medallas por número de habitantes, sin embargo, los resultados son muy distintos. El mejor desempeño per cápita en Tokio lo tiene San Marino, con tres medallas (una de plata y dos de bronce) para sus 33,537 habitantes. En segundo quedó Bermuda, con una de oro para 70,864 habitantes, y en tercero Granada, con una de bronce para 111,724 habitantes. En quinto está Nueva Zelanda, ya un país mediano, con 20 medallas y una población de 4.5 millones. Otros países con buenos desempeños per cápita incluyen a Jamaica en sexto puesto, Países Bajos en noveno, Hungría en décimo, Australia en undécimo y Suiza en 16º. Cuba, en el 18º, es el primer lugar entre los latinoamericanos. Cuando se ponderan las medallas por población Estados Unidos queda relegado al lugar 60 y China al 77. México queda en el 88º.

Gastar dinero en deportistas de alto rendimiento genera orgullo nacional, pero no mejora la situación de la población en general. El enorme gasto de Cuba en sus atletas puede ser un agravio para un país con carencias enormes. China se enorgullece de sus triunfos olímpicos, pero estos no borran los abusos a los derechos humanos de su población. Entiendo que los países den dinero al deporte de alto rendimiento, pero sin castigar el bienestar del país.

· ZALDÍVAR

Hizo bien el ministro Arturo Zaldívar en declarar que no aceptaría una ampliación a su mandato como presidente de la Corte. El intento lo estaba debilitando y habría manchado su gestión y la reforma judicial que ha impulsado.

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La república de los lacayos

Jesús Silva-Herzog Márquez

en REFORMA, 9 Ago. 2021Esta semana, el director de Materiales Educativos de la SEP recibió lo más preciado: un elogio del presidente de la República. Después de que el funcionario hablara de la necesidad de superar la frivolidad de la literatura placentera para convertir la lectura en palanca revolucionaria, el Presidente salió en su defensa. En su conferencia del 5 de agosto, el Presidente describió al señor Marx Arriaga como un profesional, un hombre íntegro y honesto. Desde ese extraño universo donde vive, el Presidente lo ve como un hombre de «mucha capacidad». Al mismo tiempo, la Cancillería removía al funcionario diplomático que osó burlarse de la estupidez del comisario y celebrar el gozo, la imaginación, el humor. La defensa del placer que hizo Jorge F. Hernández resultó inaceptable. Burlarse del advenedizo que es tan querido por la primera pareja, mucho peor. En un párrafo execrable, el jefe de la diplomacia cultural expuso la razón que justificaba el cese. El escritor, a quien reconocía eficiencia, había incurrido en «comportamientos graves y poco dignos de conducta institucional». Era, desde luego, una señal de lealtad al jefe. La cabeza del funcionario, entregada como ofrenda de fidelidad.

Poco convincente fue el mensaje posterior de ese funcionario que no puede identificar con precisión a una embajada ni a una embajadora. El mensaje de la oficina de la diplomacia cultural muestra los códigos del servilismo hecho régimen. Un mensaje que se hace público, pero no se dirige al público, sino al palacio. El jefe de la diplomacia cultural asume en el comunicado la responsabilidad del nombramiento del escritor y de su cese para cubrirle las espaldas al canciller. No se vaya a pensar en Palacio que el propio precandidato infiltró a sospechosos. No se vaya a pensar en el primer círculo que la infidencia se dejó sin castigo ejemplar. El gobierno de López Obrador no es un gobierno dedicado a la acción sino a la genuflexión.

Hemos hablado de la barbaridad del señor Arriaga sobre la lectura. Sus palabras sobre el miserable escapismo de los lectores parecen una parodia de la estulticia a la que lleva el fanatismo. Pero más allá de ese disparate del que debemos de seguirnos burlando, vale la pena acercarse al armazón de ese alegato porque muestra la columna reverencial del régimen. Al dirigirse a los normalistas rindió homenaje al presidente de México, alabando aquel decálogo que presentó como estrategia moral para enfrentar la pandemia. El sermón del desapego le parece una reflexión admirable, única en el mundo. Sea cual sea la devastación de la pandemia en México, lo importante es que aquí hay luz. El presidente de México aparece a los ojos del adulador como el gran faro moral del universo. Mientras los médicos y los gobernantes en el mundo hablan de la salud del cuerpo, el presidente de México habla del bienestar del alma. El luminoso faro mexicano coloca la fe por encima de la ciencia y al sacrificio por encima de la salud. Esa es, seguramente, la gran capacidad que el presidente López Obrador reconoce en el señor Arriaga: un enorme talento para la producción de elogios. La eficiencia administrativa debe medir esa dimensión del servicio público: la productividad adulatoria.

El gobierno federal se dibuja así como el modelo de una república de lacayos. Una república que encumbra la trampa y la indignidad de los leales, mientras se deshace del talento de los independientes. El conocimiento y la experiencia son un estorbo para esta política de servidumbre. Un gobierno que ha convertido en tapete a los prestigios que llegó a convocar; que bloquea cualquier brote de inteligencia para no incomodar al hombre de las irrebatibles ocurrencias. En la órbita de la cultura esta abyección es quizá más ofensiva porque sofoca creatividad y saber. Las instituciones de la ciencia, dispuestas a quebrar los principios más elementales del trabajo académico para obsequiarle el máximo reconocimiento a un impostor que es estimado por el caudillo y trabaja como fiscal de la república.

La república de los lacayos es un régimen de adulación, silencio y reverencia; un régimen que exige una ostentosa identificación con los dictados, las frases, las antipatías y los afectos del Señor.

http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/

 Aquí el pecado del escritor haber criticado a un consentido de Palacio Nacional..

 El pasado jueves 5  de agosto, Jorge F. Hernández  dedicó su columna Agua de azar –publicada en Milenio-, – a defender a la lectura como una actividad placentera, vale la pena colocarla completa:

«La hija de Marx (Karl) hizo la primera traducción al inglés de Madame Bovary y a mí me conmueve imaginar que en la desvencijada mesa del comedor familiar había cuartillas de la prosa pura de Gustave Flaubert revoloteando al lado de las hojas que caían como otoño cerebral del padre preocupado por la lucha de clases, la plusvalía y el ejército industrial de reserva… y supongo que no faltará el Marx o marxista que argumente que Jenney Julia Eleanor Marx tradujo la vida loca de Emma Bovary para apuntalar la crítica a la frivolidad burguesa, a la oxidada sociedad campirana y demás dijes del capitalismo consumista. ¿O no? Quizá Eleonora Marx tradujo a Flaubert por ganarse un dinerito y ayudar a poner comida sobre la mesa de los Marx sabiendo que también traducía por el mero placer de navegar esas páginas que han de ser leídas por sécula seculórum, por obligación en ciertas escuelas, por intriga y curiosidad de alguna mujer fogosa, por algún personaje judío y en fuga soñado por Woody Allen… o simplemente por placer.

Por supuesto que se puede leer bajo la muy ideologizada militancia del errado o confundido bibliotecario improvisado (lease Marx Arriaga) que acaba de clamar algo en torno al consumismo capitalista como afán opuesto a quienes creen que leyendo reviven Playa Girón o las heridas de Camboya, cuando en realidad su tufillo más bien apesta a Pol Pot (que no es precisamente un guiso inglés), ese demente que pintó en letras rojas la condena fanática contra todo aquél que llevara lentes, gafas o quevedos de diversa dioptría “pues revelan que se trata de un lector”. Por supuesto que se puede exhortar al populis a que lea por adiestramiento, por memorización, por inculcación ideológica y como ungüento de uniformidad, pero yo parto aquí una lanza en favor de quienes leemos por insomnio, para viajar sin maletas a cualquier paisaje y sin reloj a cualquier hora y época; hablo de los que leen en voz alta para compartir una trama y los que leen en silencio para hablar con dioses, ligarse a una musa o matar a un tirano… y hablo del que lee por pendejo porque no lo queda de otra y el que lee las instrucciones para no dejarse engañar con un electrodoméstico y por supuesto por la niña que se talla los párpados en el instante luminoso de una línea donde un adolescente lee que es escrito como mago de maravillas en el libro que lee un anciano al que le leen en el asilo lo que una viejecita escribió en su juventud para dejar aclarado ya para siempre que en el fondo se lee por placer y diversos placeres se quedan en pura lectura así sigan babeando las recuas increíbles de advenedizos absolutamente ilegibles.

Y además agregó en un programa radial. “Gracias a Marx Arriaga, caigo en la cuenta de que soy estúpidamente rico, un millonario inconcebible, un capitalista de grandes vuelos porque pues dejé 21 mil libros en una bodega en México y aquí llevo como 3 mil que estoy consumiendo constantemente”.

Jorge F. Hernández ha escrito historia, cuento, novelas desde la primera La emperatriz de Lavapiés; Réquiem para un Ángel; libros en los que combina sus textos y sus dibujos, como El dibujo de la escritura; su libro de Cuarentímos para la cuarentena, que publicó durante la pandemia y, recientemente, su novela Un bosque flotante