19 de abril de 2024

LA GRILLA DE HOY

Columnas políticas del martes 8 de junio de 2021

Templo mayor

¡AH, qué curiosos son los demócratas de contentillo! Si ganan las elecciones es porque la gente está convencida del “cambio verdadero”, pero cuando pierden resulta que fue… ¡por una campaña de desprestigio! Ni tantita autocrítica hubo de parte de Andrés Manuel López Obrador ni de Claudia Sheinbaum, para explicar la barrida que le puso la oposición a Morena en la Ciudad de México.

PEOR AÚN: siguieron alimentando la división entre los mexicanos. Inclusive la secretaria general morenista, Citlalli Hernández, que era la principal operadora en la capital, exculpó por completo a AMLO y Sheinbaum. Y fue más allá: le endilgó la derrota al supuesto voto de odio promovido desde “clases medias y altas”.

RESULTA preocupante que el régimen adopte ese discurso estilo Pedro Infante de “nosotros los pobres y ustedes los ricos”, pues lejos de atemperar los ánimos, le echa más leña a la polarización. A menos, claro, que el cacareado regreso a clases en realidad se refiera… ¡a la lucha de clases!

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SE CREÍAN invencibles y ahora resulta que Morena se quedó sin algunos de sus principales operadores en San Lázaro. De entrada, Pablo Gómez perdió su curul, en el mismísimo Coyoacán, ante Gabriel Quadri. Y lo mismo le pasó a Alfonso Ramírez Cuéllar, quien fue derrotado por la cantante ¡Rocío Banquells!

POR CIERTO que la bancada morenista también se quedó sin el brillo que le daba el stripper y cantante de Garibaldi Sergio Mayer, quien durante tres años ocupó inexplicablemente la presidencia de la Comisión de Cultura. Así que en la Cámara de Diputados ya no abrirán pista con la canción de la bolita que sube y que baja, sino con la de “Ese hombre no se toca”.

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EL QUE debe andar muy nervioso con los resultados electorales del domingo es Francisco García Cabeza de Vaca. Y no es para menos, pues el gobernador tamaulipeco perdió su penúltima línea de defensa ante el proceso judicial en su contra.

RESULTA QUE en las elecciones locales, Morena le arrebató al PAN el control del Congreso de Tamaulipas, al obtener 16 de las 22 diputaciones en juego. De esa forma, en teoría, el mandatario panista se quedaría sin el blindaje que le daba el Legislativo local y ya sólo le quedaría el cobijo del Poder Judicial estatal.

SI BIEN el cambio de legislatura es hasta el 1 de octubre, los recién electos legisladores morenistas ya dijeron que en cuanto asuman irían por el desafuero del gobernador. Así que García Cabeza de Vaca tiene hasta esa fecha para resolver su problemita con la FGR… o ver cómo se le incendia la casa. (F. Bartolomé, Reforma, Opinión, p. 8)

Frentes políticos

Voluntad popular. Como un llamado a que se detenga la violencia puede entenderse el resultado de la elección en Moroleón, Guanajuato. Alma Denisse Sánchez Barragán obtuvo casi la mitad de los votos emitidos por los ciudadanos de ese municipio, abanderando a Movimiento Ciudadano. Su madre era la candidata, pero fue asesinada apenas el pasado 25 de mayo; el presunto asesino fue vinculado a proceso y hoy Alma Denisse es la virtual alcaldesa electa. Ganó muy por encima de su más cercana competidora, la panista Grecia Pantoja Álvarez, a pesar de que no terminó la campaña proselitista y prefirió rezar por el descanso de su madre, Alma Rosa Barragán Santiago. El clamor popular: alto a la violencia. No más.

Estrategia ruda. No le sirvió de nada a Alfredo Adame, el actor devenido en político, su estrategia de confrontación con los ciudadanos. Mentarles la madre tuvo su consecuencia lógica en las urnas. Le negaron el voto. El actor y conductor, quien contendió por una diputación en Tlalpan bajo las siglas de Redes Sociales Progresistas, no logró obtener ni el 1% de las votaciones. Por supuesto, su nombre e imagen fueron la comidilla en internet, su hábitat. Después de varios escándalos y pleitos, sólo obtuvo un voto en la casilla en la que acudió a sufragar. Sí, el suyo. En total, ni mil personas votaron por él. Ha sido una pérdida de tiempo, de esperanzas y de tinta. De pena ajena.

Incansable. Si así fuera para trabajar… El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, no ha perdido ni un minuto realizando proselitismo para resarcir su mal desempeño como mandatario. No únicamente se le vio en las horas previas repartiendo despensas, situación absolutamente prohibida, tanto por la ley electoral como por los principios del partido en el que milita. Pero poco le importó. Para él la guerra sucia es un deporte. Ahora resulta que culpa a sus opositores de los hechos de violencia suscitados el día de la elección. ¿No la incompetencia y falta de resultados en la entidad son responsabilidad de quien la gobierna? Si se trata de eludir, don Jaime (quien sueña con brincar a una secretaría) es el campeón.

Depuración. De acuerdo con el comité técnico asesor de conteo rápido, los partidos Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México estarían en riesgo de perder su registro. En los primeros resultados dados a conocer por el presidente del INE, Lorenzo Córdova, se desprende que el PES, liderado por Eric Flores, alcanzó entre el 2.7% y 3.0% de la votación. Fuerza por México, fundado y dirigido por Pedro Haces, alcanzó entre el 2.6 y el 2.8%, por lo que, de mantenerse la tendencia, perdería su registro. Y RSP, ligado a Elba Esther Gordillo, alcanzará entre el 1.8 y 2.0% de los votos. Y en esta tendencia, el PRD no canta nada mal las rancheras. Sobrevive en el filito.

Cuando la puerca tuerce el rabo. Mientras la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral ya recibió 28 mil 661 informes de ingresos y gastos que corresponden a 96.80% de los candidatos y candidatas que tenían que entregar sus reportes, la Cámara de Diputados aún es omisa en entregar la información solicitada para verificar que los diputados que participaron en la elección consecutiva no utilizaron recursos públicos. La consejera presidenta de la Comisión de Fiscalización del INE, Adriana Favela, subrayó que para esa entrega de información se firmó un convenio con la presidenta de la mesa directiva, Dulce María Sauri Riancho. Revisar gastos de campaña, ¡uf!, todo iba bien hasta que les toca entregar cuentas. ¿Por qué será? (Excélsior, Nacional, p. 15)

Sacapuntas

Corrupción y derrota

Los escándalos de corrupción en Toluca motivaron la derrota de Morena en esa localidad, en donde Juan Rodolfo Sánchez pretendía reelegirse como alcalde, a pesar de los problemas que enfrenta por la adjudicación irregular de contratos de arrendamiento de patrullas al empresario Héctor Mena. Nos dicen que ya tomaron nota en Morena y el caso será investigado a fondo.

Por tres años más de alianza

Nos hacen saber que, en cuanto se oficialicen los resultados de la elección, el gobierno y Morena buscarán asegurar una alianza con el Partido Verde, que preside Karen Castrejón, para garantizar la mayoría absoluta en San Lázaro. Con el PT, se da por hecho que transitará en automático, pero con el partido del tucán tendrán que formalizar los acuerdos.

Llamado a cuentas

Tras los devastadores resultados de la elección del domingo en la CDMX, uno de los primeros personajes llamados a cuentas fue Héctor Ulises García, dirigente de Morena en la capital del país. De hecho, hay quienes dicen que tiene las horas contadas, por la soberbia y arrogancia con la que manejó al partido, las campañas y los resultados.

Cortesía política

Gran gesto de civilidad política mostraron ayer los morenistas Carlos Castillo y Paula Soto, quienes reconocieron que los resultados de la elección no les favorecieron en las alcaldías de Coyoacán y Benito Juárez, respectivamente. Descartaron incluso impugnar el resultado de la elección en estas demarcaciones de la CDMX.

¿A tribunales?

Más de uno vaticinó que la elección de Nuevo León terminaría judicializándose; sin embargo, el priista Adrián de la Garza reconoció el triunfo del emecista Samuel García; ahora los reflectores voltearon a Campeche, en donde, si bien Layda Sansores lleva la delantera, la siguen de cerca Eliseo Fernández (MC) y Christian Castro (PRI), y todo apunta a los tribunales. (El Heraldo de México, La Dos, p. 2)

Estrictamente Personal / Nocaut a Sheinbaum

Claudia Sheinbaum no sólo es la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, sino algo mucho más, si se ubica en el contexto del proyecto de nación transformador del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es familia. El Presidente la placea, la presume, la va tallando como su sucesora en las elecciones presidenciales de 2024. Por esto, la derrota que sufrió este domingo en las elecciones locales, que produjo la mayor pérdida de la izquierda en la Ciudad de México desde que llegó al poder en 1997, mide su impacto en kilotones.

Sheinbaum había logrado establecer un contraste con López Obrador en varias acciones de gobierno, como el manejo de la pandemia del coronavirus, o a nivel personal, al transmitir una seriedad que su jefe superior, que la ve como hija, no mostraba. Tiene muy buena imagen en los medios de comunicación, donde frecuentemente se le elogia por su gestión y acción. Todo esto, sin embargo, no fue suficiente para impedir la gran derrota electoral.

En este domingo de perros para ella, perdió en la mitad de las 16 alcaldías de la capital federal, que dividieron a la ciudad en dos mundos, en el oriente de los grupos de menor ingreso, y en el poniente de los grupos de mayor ingreso. En la Asamblea Legislativa experimentó una importante disminución de diputados, que de 30 durante la primera parte del mandato sexenal, pasará a 18 en la segunda, lo que representa una caída de más de 40%, construyendo un muro en Donceles, que hará más difícil su gestión de fin de gobierno.

Sheinbaum perdió Tlalpan, la alcaldía que gobernó, donde también fracasó Alfonso Ramírez Cuéllar, para reelegirse como diputado. Se le fue de las manos la alcaldía Cuauhtémoc, en donde se asienta Palacio Nacional, que se la entregó a Dolores Padierna, quien junto con su esposo René Bejarano son los caciques de esa demarcación, y con quienes se había repartido posiciones en la capital. La apalearon en Álvaro Obregón y Miguel Hidalgo, donde competían un bejaranista y un lopezobradorista, y se le fue Azcapotzalco, incondicional del presidente de Morena, Mario Delgado. En Coyoacán vio la derrota de Pablo Gómez, uno de los líderes históricos de la izquierda.

Fue un duro nocaut electoral contra Sheinbaum, resultado del repudio de las clases medias y altas, aunque la pregunta es si efectivamente el voto de castigo fue contra ella o contra el Presidente. López Obrador no lo ve de esta manera y lo dejó muy claro en la mañanera de este lunes, cuando dijo que se tenía que trabajar más con la gente en la Ciudad de México, lanzando un mensaje claro a Sheinbaum de que tenía que atender más a los pobres, porque en ellos, como sucedió con él en 2000, cuando contendió por el mismo cargo, está la fuente de su poder.

La crítica intangible es que Sheinbaum abandonó a los pobres, aunque las alcaldías con los grupos más marginados en la capital votaron por Morena. Ni una sola de las alcaldías con menor ingreso per cápita votó por la alianza PAN-PRI-PRD. Quienes la castigaron con su voto fueron los grupos de mayor ingreso y escolaridad.

El voto contra Morena en la capital federal estuvo cargado de agravios, de los cuales solamente una parte fue consecuencia de las acciones de Sheinbaum, como el freno que puso a la industria de la construcción en 2019, que provocó miles de despidos y que un número importante de inversiones en bienes raíces se fuera a otros países. La otra parte, quizás lo más importante por el impacto que causó, fueron decisiones atribuibles solamente al Presidente.

Comenzó desde el mismo día de su victoria electoral, donde en sus dos discursos la noche del triunfo la clase media fue el único segmento de la población ignorado en su mensaje. No fue un grupo social que le importara, aunque es el componente más amplio en la pirámide poblacional. Después vino la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Más adelante fueron los salvajes recortes a la burocracia, o la disminución salarial. Entonces llegó el desabasto de medicinas para niños con cáncer y enfermos con sida. Y la cancelación de estancias infantiles y del Seguro Popular.

López Obrador justificó la reacción a sus decisiones desde un punto de vista ideológico, que este lunes extrapoló a la derrota en la Ciudad de México como la forma como los sectores más conservadores que perdieron privilegios –la idea fuerza que no abandona jamás– respondieron, y en donde él no tiene culpa o responsabilidad, sino los que denomina como sus adversarios. De esta forma, se podría argumentar que el voto de castigo a Sheinbaum fue, sobre todo, una expresión de rechazo a las políticas del Presidente.

Sheinbaum, a quien López Obrador responsabilizó implícitamente de la derrota por su abandono de las clases pobres, encontró también su propia justificación. Fue resultado de una campaña de desprestigio contra el movimiento, dijo, al respaldar lo que horas antes había deslizado el Presidente, acusando a los medios de comunicación de una guerra sucia. La dependencia patológica del Presidente, y su incapacidad para pensar y actuar sin ataduras a López Obrador, la llevaron a pagar costos que no eran de ella, pero por los cuales, en defensa del Presidente, está dispuesta a asumir y a inmolarse.

El cálculo, no obstante, puede resultar catastrófico para 2024. Si Sheinbaum acata lo que le ordenó ayer el Presidente, antagonizará aún más con las clases medias y altas, reduciendo sus posibilidades para lograr la candidatura presidencial. Fueron ellas, olvida, las que en 2018 dieron el impulso definitivo a López Obrador para llegar a la Presidencia. La ola de inconformidad que experimentó el domingo va a crecer a menos que encuentre solución a sus agravios. López Obrador no lo hará, pero ella está en la disyuntiva si ante el nocaut reacciona inteligentemente o si, como hasta ahora, se mimetiza y espera que el Presidente la saque del hoyo. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Política, Dinero y Sociedad, p.34)

A 50 años del Halconazo

El próximo jueves se cumplen 50 años de la represión de que fueron objeto estudiantes del IPN y de la UNAM, el 10 de junio de 1971, quienes se manifestaban contra una nueva Ley Orgánica para la Universidad Autónoma de Nuevo León, contraria a la demanda de democratización de las instituciones de educación superior de la comunidad estudiantil.

La represión, ordenada por el presidente Luis Echeverría, y perpetrada por el grupo paramilitar denominado “Los Halcones” formó parte de una política estatal, que implementó estrategias de contrainsurgencia, con el fin de aniquilar toda expresión de inconformidad o disidencia política.

Esta política consolidó un sistema de control político, extendido en las instituciones educativas a través de grupos porriles dirigidos a contener a los jóvenes tras la insurrección estudiantil de 1968, instaurando las bases, de lo que sería la llamada Guerra Sucia del Estado mexicano contra sus opositores, la cual generó violaciones sistemáticas de derechos políticos y sociales en el país.

Contrario a lo esperado, la represión sacudió conciencias y abrió nuevas rutas de confrontación radical con el régimen, lo que dio lugar a diferentes expresiones tanto en movimientos armados radicales, como en una irrupción política y cultural diversa, que marcaron a nuevas generaciones de jóvenes de las izquierdas y las fuerzas democráticas, que permitieron en un primer momento una incipiente reforma política y más adelante, el fin del régimen autoritario y de muchas de sus instituciones arbitrarias y patriarcales.

A 50 años, este hecho sigue impactando la vida política de país. Muchos de los jóvenes que formaron parte de esos movimientos sociales, participan activamente en todos los espacios nuestra sociedad, incluidos los espacios de gobierno federal y locales.

A la fecha se desconoce en número real de estudiantes heridos o asesinados, el jueves de Corpus de 1971. Se ha reconocido a 37 jóvenes asesinados ese día, decenas de heridos y cientos de personas detenidas.

Remontar esos actos de oprobio, exige superar las inercias y resistencias que prevalecen de la vieja política gestada desde los sótanos del Estado, por una política de reconciliación, construcción de paz y respeto irrestricto de los derechos humanos, refrendando un compromiso por que la memoria sea una memoria viva, para que, hechos como éstos, no se vuelvan a repetir.

Para ello, es necesario saber la verdad y deslindar responsabilidades. Conocer el papel de las autoridades civiles y las fuerzas de seguridad, que instrumentaron prácticas de control y exterminio, no solo del movimiento estudiantil, sino de las organizaciones urbanas, campesinas y sindicales, así como de toda expresión cultural que contraviniera la postura del gobierno.

Persiste una deuda pendiente con las víctimas sobrevivientes y los colectivos que trabajan por el esclarecimiento de la guerra sucia, que han avanzado en identificar a quiénes fueron los responsables, cómo se tomaron las decisiones, dónde se ubicaron los centros de detención arbitraria, de tortura y de ejecución extrajudicial, así como las políticas contrainsurgentes para la desaparición de personas, para hacer justicia sobre estos delitos que no prescriben y deben ser sancionados.

Romper con los pactos de silencio y complicidades es uno de los retos más importantes, pues no podemos olvidar que los perpetradores, hasta hace poco tiempo, formaron parte del gobierno federal y de los gobiernos de muchas entidades del país. El compromiso con la verdad obliga al Estado a cumplir con su responsabilidad para garantizar la libertad y los derechos de todas las personas.

Medio siglo después no es posible entender la transición y la alternancia política en nuestro país, sin el papel que desempeñaron estos jóvenes rebeldes, que, desde la confrontación con un régimen absoluto y autoritario, sentaron los cimientos de la transformación del país. (Alejandro Encinas, El Universal, Opinión, p. 10)

Misión especial // Si yo fuera un diplomático en México

Los informes políticos son una de las tareas centrales de las embajadas de cualquier país en el exterior, nunca una forma de intervención, y siempre contienen una visión interpretativa.

La responsabilidad central de un diplomático es informar a su gobierno sobre la situación política del país en el que está acreditado. Hago un ejercicio de imaginación de un hipotético informe de las embajadas acreditadas en México sobre el resultado electoral:

“Cúmpleme informar que el pasado domingo 6 de junio se celebraron elecciones en México que incluyeron la renovación de la Cámara de Diputados, integrada por 500 representantes en un sistema mixto que incluye diputados de mayoría y de representación proporcional.

También se eligieron gobernadores de 15 estados de los 32 que integran la República. Paralelamente, se votó por alcaldes y Congresos locales. En total, estuvieron en liza 20 mil 415 cargos. De los 126 millones de mexicanos, alrededor de 93.4 millones estaban inscritos en la lista de electores. Las elecciones son organizadas por el Instituto Nacional Electoral, que demostró profesionalismo y solidez. (Martha Bárcena Coqui, El Heraldo de México, País, p. 7)

Historias de reportero // El país que le gusta al presidente

Se volvió viral en redes sociales la imagen del mapa de la Ciudad de México dividido exactamente en dos mitades: del lado izquierdo, al poniente de la capital, todas las alcaldías fueron ganadas por la oposición; del lado derecho, al oriente, todo será territorio Morena.

Es el retrato del país con el que se siente cómodo el presidente Andrés Manuel López Obrador. No es un presidente que aspire a la unidad. Es un presidente que encuentra en la polarización el combustible idóneo para su movimiento. La división como estrategia electoral, el encono como narrativa de gobierno.

Después de tres años en el poder, llegó la cosecha: tiene al país dividido. Lo acaban de demostrar las elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados: Morena y sus aliados obtuvieron el 42% de los votos, mientras el bloque opositor recibió el 40%. Lo mismo en las elecciones para gobernador: con las que ganó antier, la mitad de los gobernadores del país serán de Morena y la otra mitad serán de oposición.

Un país partido por la mitad es escenario cómodo para los populistas. Desde Donald Trump hasta Hugo Chávez, por hablar de los dos polos populistas. Ambos ganaron sus elecciones apostando a dividir el país y tener la mitad tantito más grande. También así gobernaron: nunca se asumieron como representantes de todos sus ciudadanos, sino como mariscales de uno de los dos batallones. Hicieron de la confrontación con la otra mitad, la columna vertebral de sus estrategias electoral y de gobierno.

SACIAMORBOS

1.- Para López Obrador, aun con el golpe político de tener 50 diputados menos en la Cámara, aun con el golpe moral de aliarse con el Partido Verde para alcanzar la mayoría, aun con el golpe emocional por ser derrotado en la Ciudad de México, su bastión, la perspectiva es buena: el presidente tenía 6 gobernadores de su partido tras la elección del 2018, súmele 11 más que ganó antier, con que se lleve la mitad de las 8 gubernaturas que se juegan en los próximos dos años, López Obrador estaría llegando con 21 gobernadores a la sucesión presidencial de 2024. Dos tercios del territorio. Una nada despreciable capacidad de operación política para quien quiera que lo suceda en Palacio.

2.- De su interminable acervo de rencores, dos perlas de la mañanera de ayer. La primera, culpó a un puñado de periodistas (entre los que me incluyó) de su derrota en la Ciudad de México. El argumento: en la capital del país nos leen, escuchan y ven. Vaya, vaya: un presidente que lamenta que la ciudadanía esté informada, que apuesta a la desinformación para vencer en las elecciones. Y la segunda, dijo que en la jornada electoral se portaron bien los criminales: “los que pertenecen a la delincuencia organizada en general bien, se portó más mal la delincuencia de cuello blanco”. Es decir, para el presidente es mejor la delincuencia que mata que la que evade impuestos. Para él, todo empresario (sobre todo si se mete en política) es un delincuente impune, un delincuente de cuello blanco. ¿Los narcos? Para ellos todo su respeto. (Carlos Loret de Mola, El Universal, Nación, p. 2)

Razones y pasiones // Escalera para Delgado, serpiente para Sheinbaum

Además de la ciudadanía, la democracia, el INE y los contendientes, hay otro ganador de la jornada electoral del 6 de junio: Mario Delgado.

Con fuertes críticas a cuestas, llegó bien a la meta. El político tiró los dados cargados de candidaturas cuestionadas por sus propios compañeros y le tocó escalera.

El domingo, los dirigentes partidistas salieron a difundir cuentas ale gres mientras que los aspirantes estiraron aún más la liga: se declararon triunfadores y festejaron como si fuera la última noche. Y sí, fueron victorias temporales, para quienes, a la mañana siguiente, se revelaron como mentirosos.

No fue el caso de Delgado, quien anunció que ganaron 11 gubernaturas: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Al momento de escribir estas líneas, Campeche sigue cerradísimo, de pronóstico reservado. (Elisa Alanís, Milenio Diario, Al frente, p. 2)

El asalto a la razón // Inverosímil “felicidad” y final de pastelazo

Por valioso que sea su triunfo en una decena de entidades federativas en que no ha reinado, ni todas juntas las gubernaturas que ganó Morena compensan la pérdida de la joya de su corona, Ciudad de México, donde su derrota fue catastrófica.

Desde que Cuauhémoc Cárdenas la gobernó, la capital nacional venía siendo la demarcación insignia de dos partidos (PRD y Morena) de genética priista considerados “progresistas” y emblemáticos de una cada vez menos descifrable “izquierda”.

Además del gobierno central, Morena ha detentado el poder en 14 de las 16 alcaldías. En adelante dominará menos de la mitad.

“Feliz, feliz, feliz”, el presidente López Obrador aventuró así su explicación del descalabro: “Es muy difícil que el que tiene ya mentalidad conservadora, aspiracionista, esté de acuerdo, porque suele pasar que quien tiene esta mentalidad se vuelve egoísta, se vuelve clasista. Incluso (sic) si viene de abajo se convierte en ladino, en racista, y absorbe todas las ideas o criterios conservadores…”. (Carlos Marín, Milenio Diario, Política, p. 7)

Arsenal // Zarandeada a Morena en la joya de la corona

El Presidente se veía radiante en la mañanera de ayer. Está satisfecho con los resultados de la elección y la alta participación (52.6 por ciento). No atacó al INE —amenazado con la desaparición— ni habló de fraude. Hasta celebró que las elecciones hayan sido “libres y limpias”.

En síntesis: hablaba como si hubiese logrado el “carro completo”. Fiel a sí mismo, se burló de sus adversarios. No le pudieron arrebatar a Morena y sus acólitos la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados ni siquiera en tiempos del covid-19. “No se pudo ahora, ni modo, lástima, fifí; lástima, Margarito”, dijo en la mañanera.

Ya encarrerado, hasta hizo un inadmisible reconocimiento al crimen organizado por los pocos actos de violencia registrados durante la jornada electoral. “Creo que se portó más mal la delincuencia de cuello blanco”, dijo al inicio de la mañanera. (Francisco Garfias, Excélsior, Nacional, p. 4)

Razones // Nadie gana ni pierde todo

El domingo en la noche todos se declaraban ganadores. Sobraban gobernadores, alcaldes, diputados. La realidad es más fría y a veces más cruel: ninguno de los líderes de los principales partidos acertó en sus previsiones y su futurismo, todos ganaron y perdieron posiciones importantes, no hubo carro completo ni tampoco desplome del oficialismo, el país sigue estando alejado de blancos y negros, y compuesto por una amplia gama de grises, nadie ganó todo ni tampoco lo perdió y los nuevos equilibrios confirman que lo que se demanda son soluciones, respuestas a los problemas concretos que vive la ciudadanía y no retórica ideológica.

Morena conservó, con sus aliados, la mayoría en la Cámara de Diputados y el presidente López Obrador podrá tener el margen de gobernabilidad que no tuvieron muchos de sus antecesores. Pero quedó muy lejos de conservar lo que ambicionaba, que era la mayoría constitucional. Incluso la mayoría de la que gozará desde septiembre termina dependiendo seriamente del partido Verde, que también se quedó con cartas para jugar en su propio beneficio y con amplias parcelas de poder: una gubernatura, San Luis Potosí, la mayoría de las diputaciones en Chiapas y unos 45 diputados federales.

La elección federal para Morena no ha sido buena y se refleja en la pérdida de casi 50 diputaciones respecto a 2018. La lucha interna en el partido, sumado a todo lo que implican estos resultados para el proceso de sucesión, determinará mucho del futuro interno del partido en el poder, donde hay quienes perciben lo que sigue siendo un triunfo como una suerte de derrota. (Jorge Fernández Menéndez, Excélsior, Nacional, p. 12)

Dinero

Morena conserva mayoría y el control del presupuesto // Amaneció guinda la mitad del país // Suben peso y Bolsa

Una vez que pasó la tormenta de cifras de la noche de la elección, y conforme el INE suelta los datos del PREP, conviene sopesar las pérdidas y ganancias de los partidos políticos. Machaconamente, la oposición dice que Morena perdió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, gracias a lo cual no podrá hacer reformas a la Constitución.

Es falso. No pudo perder lo que nunca tuvo. Las reformas que ha realizad han sido con el apoyo de sus aliados, el PVEM y PT, e incluso del PRI y el PAN. La mayoría que mantiene le servirá para hacer o modificar leyes secundarias y sacar adelante el presupuesto federal, además otras constitucionales si consigue los votos necesarios de las otras fuerzas.

El presupuesto no volverá a las manos de la rapiña y seguirá encauzado a programas sociales. Ese era el interés principal del presidente Andrés Manuel López Obrador y lo consiguió. Ahora falta que el INE y el Tribunal Electoral respeten los resultados. La pelea será dura. (Enrique Galván Ochoa, La Jornada, Política, p. 6)

Ruiz-Healy Times // El domingo ganamos los mexicanos, el INE y los organismos constitucionales autónomos

Los resultados de las elecciones del pasado domingo son tantos y tan variados que me resulta imposible interpretar cada uno de ellos, máxime que aún no son definitivos y pueden variar por diversas causas.

Lo primero que me queda claro es que las elecciones las ganamos los mexicanos, el INE y los organismos autónomos constitucionales. Al perder su mayoría calificada en la Cámara de Diputados, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya no podrá reformar la Constitución a su antojo. Todos ganamos.

Recordemos que la coalición PAN-PRD-PRI no se creó para presentarle a los mexicanos un proyecto alternativo al de la 4T, como dijo ayer AMLO; quien crea esto es un ingenuo.

Aceptemos que la unión de estos tres partidos tan diferentes fue para lograr un solo propósito: arrebatarle curules a Morena y a sus aliados en la Cámara de Diputados para así dejar a AMLO sin la mayoría calificada que desde septiembre de 2018 ha aprobado sin chistar la mayoría de las iniciativas que le ha enviado, sea para emitir nuevas leyes, reformar o derogar las vigentes o modificar la Constitución para adecuarla a los designios que tiene para el país y para eliminar o debilitar a las instituciones que han sido creadas para limitar los alcances de la autoridad del titular del poder Ejecutivo.

Desde antes de ser presidente, Andrés Manuel escribió y dijo que los organismos constitucionales autónomos no tienen razón de ser o que son creaciones funestas del neoliberalismo al servicio de los conservadores y no del pueblo bueno y sabio.

Por ejemplo, respecto a la autonomía del Banco de México, recientemente dijo que someterá a consideración del Senado a algún economista con “vocación social” para sustituir al actual gobernador. También ha sugerido una y otra vez que las reservas y utilidades del banco central deberían estar al servicio de la 4T, lo cual pondría en riesgo la estabilidad financiera y económica del país.

También ha afirmado que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) está al servicio de los ricos y poderosos, cuando en realidad no le gusta que muchas de las acciones opacas de su gobierno sean investigadas y difundidas. AMLO pretende desaparecer el INAI y que sus funciones las asuma la Secretaría de la Función Pública que hoy está en manos de una de sus más leales subordinadas que no ha podido explicar el origen de su riqueza. (Eduardo Ruiz-Healy, El Economista, Política y Sociedad, p.36)

Así lo dice La Mont // Buscamos Bien Común

Regreso a Michoacán : “Cualquiera que sea el resultado en la elección de mi tierra Michoacán de la Alianza Va por México es una victoria por la democracia”, afirmó Marko Cortés quien concluyó su dirigencia con una rendición de cuentas favorables para su militancia.

“Ganamos corazón” : De confirmarse la derrota en BCS “eso dolería pero revertimos con la victoria Cuauhtémoc, el corazón de Morena, donde más afectó a la precandidata presidencial de morenista. Entonces ¿llegará Va por Méxicoa la elección presidencial 2024? Primero por partes, “vamos a evaluar los resultados de las nuevas administraciones que de mantenerse en el ánimo ciudadano, la sociedad civil, seguiremos construyendo esa alianza.

En la tierra de Marko Cortés su partido Acción Nacional presentó candidatos para las elecciones municipales de Morelia, Zamora, Zitácuaro La Piedad y Quiroga 1941 donde en la última alcanzaron su primer ayuntamiento con Manuel Torres Serranía “Ayer ganamos en 8 de los 12 distritos electorales federales y la presidencia capitalina, argumento suficiente para pensar en la titularidad del Solio de Ocampo”.

Bien común ¿Cuál debe ser un modelo exitoso de gobierno en el corazón de Morena o Michoacán? “Como decía Carlos Castillo Peraza (CCP) por los que saben más, el problema es que los más sabios no existen y en todo caso cada vez son menos en México y el mundo”.

¿CCP avalaría Alianzas? No estaría de acuerdo con la Va por México y como en 2000, previo a su deceso en Alemania, tal vez buscaría un exilio interior ante esa posibilidad (agua y aceite). El cambio generacional albiazul piensa de manera distinta, ‘El porvenir posible’ que recopiló los ensayos del emeritense y al final terminaron como socios o candidatos de partidos cuyos principios doctrinales o expresiones pragmáticas, son diferentes a las del Partido Acción Nacional de Castillo Peraza y Manuel Gómez Morín.

Declive albiazul: Fue una constante desde el auge del 2000 cuando la candidatura de Vicente Fox concluyó con 70 años de gobiernos priistas. En 2006, cuando por la mínima diferencia y fraude electoral, retuvo la presidencia con sólo 0.58 por ciento, Felipe Calderón vs Andrés Manuel López Obrador y la derrota pactada ante Enrique Peña con el tercer lugar de la contienda 25.39 por ciento, de la sacrificada Josefina Vázquez Mota. ¿A qué apostará Acción Nacional con Va por México después del 6 de junio?

Morena-Xalapa : A tres años de la elección para gobernador de Veracruz, Ricardo Ahued dio el primer paso al derrotar al priista David Velasco Chedraui. Aún sin pronunciarse por esa nominación, el también ex director de Aduanas y virtual edil citadino ya es el puntero para el Palacio de Enríquez. (Federico Lamont, El Sol de México, Análisis, p.9)