24 de abril de 2024

Héctor Lutteroth, un profeta fuera de su tierra

Honestidad y trabajo, fue el legado del sonorense Héctor Lutteroth Camou en Tijuana y San Diego, donde fue un admirado empresario y un político honesto

Además de que fue un empresario admirado, promotor deportivo y de espectáculos, Lutteroth Camou fue “uno de los políticos más honestos que tuvimos, siempre muy derecho, echado para adelante y siempre procurando hacer las cosas bien”

“La honestidad y el trabajo” son el legado del empresario y político sonorense Héctor Lutteroth Camou, dijo en febrero de 2020 Kurt Honold Morales, del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana, tras conocer el fallecimiento del fundador de Grupo Afal.

El consorcio integrado por la constructora Afal, el centro comercial Las Brisas, así como los centros industriales Luna Park y Arboledas en Tijuana. Además, cuenta con la franquicia Carl´s Jr. en la península de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Jalisco.

El 10 de febrero de 2020, a unos días de cumplir 94 años, Lutteroth Camou murió por causas naturales tras haber sido hospitalizado.

Héctor Lutteroth Camou es un empresario y político nacido en febrero de 1926, en Hermosillo, Sonora, quien desarrolló una importante trayectoria en Tijuana, Baja California. Como empresario, se ha destacado en los ramos inmobiliarios, industriales, hoteleros, restauranteros, de la construcción y en el desarrollo de franquicias; y ha sido un importante miembro y dirigente del Partido Revolucionario Institucional. Entre sus cargos como funcionario público destacan haber sido Tesorero General del Estado de Sonora, Síndico Municipal en Tijuana y Secretario de Turismo del Gobierno de Baja California, también ha sido Diputado Federal por el PRI y dirigente municipal de este partido. Además, ha participado en distintos proyectos educativos y culturales, como los Patronatos de la Orquesta de Baja California, de la Universidad Iberoamericana y del Centro Cultural Tijuana, y en iniciativas de ámbitos como el Museo de Historia Natural de San Diego y el organismo Dialogue de la Universidad de California, también de San Diego

Desde su llegada a Tijuana, en 1961, “don Héctor siempre trató de poner en alto a Tijuana”, afirmó Honold Morales, quien considera que el sonorense fue un empresario admirado al incursionar en diversos sectores económicos, como el inmobiliario, hotelero y restaurantero, además de ser promotor deportivo y de espectáculos.

En entrevista con ZETA, Honold Morales también destacó que Lutteroth Camou fue “uno de los políticos más honestos que tuvimos, siempre muy derecho, echado para adelante y siempre procurando hacer las cosas bien”.

Héctor Lutteroth Camou fue diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)  y tesorero general de Sonora en el gobierno de don Alejandro Carrillo Marcor (1975-79). Fungió como secretario de Turismo en el gobierno de Baja California y como síndico en el Ayuntamiento de Tijuana.

En la contienda electoral de 2000, se reunió con los entonces candidatos Francisco Labastida Ochoa, del PRI;  Vicente Fox Quesada, del PAN; y Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD. Por recibir en su casa al dirigente de izquierda, Lutteroth Camou fue criticado y amenazado con ser expulsado por los priistas, según documentó Tania Hernández Vicencio, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte en un artículo publicado en la Revista Mexicana de Sociología.

En el ámbito personal, “fue un gran padre de familia, forjó a todos sus hijos haciéndolos trabajadores y, luego de que les dejó el negocio, hemos visto que ellos también han sido triunfadores”, resaltó Kurt Honold Morales.

Roberto Rosas Jiménez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Tijuana, lamentó la muerte de Lutteroth Camou, de quien resaltó, fue un hombre de gran calidad humana, que siempre mostró disposición por ayudar a mucha gente, como a los bomberos y orfanatos de la ciudad.

Aunque Lutteroth Camou no era originario de Tijuana, adoptó la ciudad y llegó a ser ícono de la misma, precisó Rosas Jiménez.

En ese ámbito, el sonorense destacó por su labor en favor de la cultura al ser parte de los patronatos de la Orquesta de Baja California, Universidad Iberoamericana y Centro Cultural de Tijuana. También del Museo de la Historia Natural en San Diego.

Luego de considerar la muerte de Héctor Lutteroth Camou como una sensible pérdida para el sector empresarial del Estado, el titular de Coparmex Tijuana lamentó que los “íconos ya se nos estén yendo”.

Un líder silencioso para la región binacional, Héctor Lutteroth

Alejado de los reflectores y sin autopromocionar sus logros, el empresario tijuanense Héctor Lutteroth Camou, se convirtió en líder de las relaciones binacionales entre Tijuana y San Diego. Uno silencioso.

Murió pacíficamente por problemas de salud el 10 de febrero de 2020. Tenía 93 años.

Mary Walshok, vice canciller asociada de Programas Públicos y decana de Extensión de la Universidad de California San Diego (UCSD) recuerda a Lutteroth como una persona silenciosa, pero con ideas fuertes que ayudaron a dar forma a la vida fronteriza tal y como la conocemos hoy en día.

Walshok lo conoció en los años ochenta, cuando el difunto editor del San Diego Union-Tribune Neil Morgan lo invitó a ser parte de la junta comunitaria, en su esfuerzo por incluir a la comunidad mexicana contigua como parte de la región de San Diego.

Lutteroth nació en el estado mexicano de Sonora. Llegó a Tijuana en 1961 para ayudar a su padre con el hotel Country Club. Más tarde, ayudó a crear muchos puestos de trabajo en los sectores de bienes raíces, restaurantes y deportes. Su compañía Grupo AFAL (acrónimo de Asociación Familia Lutteroth), fue la primera en llevar la franquicia de Carl’s Jr. a la región de Baja California y el norte de México en 1991, siendo ahora propietario de 70 restaurantes.

También fue una figura política en Baja California; entre sus cargos públicos: presidió el comité local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue titular de la Secretaría de Turismo del estado y fungió como diputado federal.

Pero su legado traspasó la frontera, y una vez que formó parte del San Diego Dialogue —una iniciativa de investigación de políticas públicas de la UCSD cofundada por Walshok— llevó a la mesa a otros grandes líderes mexicanos como él.

Como parte de San Diego Dialogue, el primer grupo transfronterizo de la región, miembros de la comunidad, empresarios, líderes espirituales y otros, solían reunirse un sábado cada trimestre. Se reunían durante la mañana con un orador invitado, alternando sedes entre Tijuana y San Diego, para hablar de ciudades globales, infraestructura y otros temas relacionados con la frontera.

“Ayudó a crear una comunidad de líderes que abordaban los temas juntos. Hablando sobre lo que una cierta idea puede significar para cada ciudad, tratando de encontrar qué hacer para que las cosas funcionen mejor”, dijo Walshok.

Lutteroth se convirtió en un líder muy acreditado en el contexto mexicano para San Diego Dialogue, generando datos y conocimientos que ayudarían a dar forma a la región binacional. Una de esas ideas que nacieron en las reuniones de San Diego Dialogue fue el carril Sentri.

Alejandra Mier y Terán, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Otay Mesa, dijo que la labor de Lutteroth sigue teniendo un efecto en los puertos fronterizos de entrada comerciales y no comerciales.

“Construyó las relaciones que aún rigen la forma en que trabajamos a través de grupos comunitarios que se reúnen todos los meses con la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza para tratar cuestiones relacionadas con el cruce de fronteras”, dijo.

Lutteroth también será recordado como un padre estricto, pero justo, una persona educada que disfrutaba de la pintura y la música clásica. También fue corredor y participó en muchas carreras de 5 y 10 kilómetros en todo el condado de San Diego hasta los 85 años.

En Tijuana, también fue un filántropo silencioso que guió con consejos y ayudó a muchas personas con uniformes de baloncesto, equipo deportivo o dinero en efectivo para pagar las cuotas escolares.

“Muchas personas que ni siquiera conocíamos nos han dicho ‘él era una gran persona, nos ayudó a pagar la escuela de mi hijo, nos ayudó a construir un aula’ y eso es solo una muestra del gran corazón que tenía”, dijo su hijo Luis Lutteroth.

A Lutteroth le sobrevivieron su esposa Mercedes Del Riego Lutteroth; sus cinco hijos Ascan, Ana Armida, Luis, Jorge y Ernesto; 17 nietos y 3 bisnietos. En Tijuana se ofició una misa católica en su memoria el martes 11 y sus restos fueron enterrados en Hermosillo, Sonora.