25 de abril de 2024

El éxito o fracaso de Durazo dependerá del Plan que traiga…

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… y de la estrategia de comunicación

Claudia Pavlovich y los últimos gobernadores hubieran logrado mejores cosas si hubieran contado con un verdadero Plan de Gobierno

Puede ser una imagen de texto que dice "Punta de Lanza Juan Luis Duarte"

Mi primer encuentro con la planeación y su importancia en la vida fue en la ECA de la UniSon, donde estudié un semestre. En aquellos años lejanos al internet ponían el clásico ejemplo del gringo en el super comprando solo lo que había apuntado en su libretita, en tanto que nosotros los mexicanos llenábamos el carrito de muchos artículos, entre ellos cheve y botanas, cuando originalmente solo íbamos al mercado por una pasta de dientes. También presentaban al buen administrador que era el José de la Biblia, al sugerirle al faraón que guardara provisiones en tiempos de vacas gordas para los tiempos de las flacas…

La planeación me persiguió, pues poco tiempo después entré de reportero al Canal 12 de Hermosillo, donde una de mis fuentes era la delegación de la Secretaría de Programación y Presupuesto, a cargo del Dr. Salvador Ortiz Pérez, una eminencia en el tema de quien aprendí más del tema y luego, reporteando parte de la campaña y estudiando el documento con amigos economistas que participaron,  pude ver como se elaboraba el plan de gobierno de Samuel Ocaña y luego como del mismo surgieron leyes e instituciones, programas y resultados que nos han alcanzado positivamente hasta nuestros días.

Luego, años más tarde tuve la suerte de estar en Prensa del PRI estatal en tiempos que Santiago Oñate dirigía el CEN del exinvencible y tenía un equipo de comunicadores excelentes que nos dieron cátedra en reuniones regionales y nacionales sobre comunicación política y las estrategias de comunicación para todos los escenarios, desde el más favorable hasta el más catastrófico…

A mi me ha entusiasmado la planeación de gobierno y la de comunicación porque, bien elaborada, te abre un camino claro hacia los objetivos trazados y, sobre todo, beneficia a la mayoría de los ciudadanos.

El problema es que esta planeación está sujeta a la voluntad de los políticos, hasta ahora, confunden la política con la grilla, no entienden de planes ni de programas ni menos de comunicación política, a la que ligan con los boletines y los columnistas políticos.

La política y su comunicación forman un todo indivisible, como lo explica el experto en comunicación alemán Ottfried Jarren cuando señala que, “para implementar sus decisiones, asegurar su efecto e incluso potenciarlo, el sistema político administrativo depende del trabajo comunicacional, esto es de la comunicación política. La comunicación política es el mecanismo central en la generación, ejecución y explicación de políticas. En tal sentido, la comunicación política no sólo es un medio de la política. Ella misma es política”.

En cualquier caso, la condición básica de una buena comunicación es reconocer que los periodistas son interlocutores válidos y buscar un estrecho contacto con ellos.

No se debe considerar nunca a los medios como enemigos naturales de los políticos, interesados únicamente en descubrir errores y sacar a relucir escándalos.

Los medios son ante todo instancias intermedias entre políticos y ciudadanos.

Un posicionamiento claro, la concentración en unos pocos pero visibles temas, puede ayudar a darle perfil a una administración. Si se hacen las cosas bien, podrá surgir incluso una “marca”, un alto grado de reconocimiento y de identificación con el proyecto político correspondiente

Gobernar no es comunicar: gobernar es gobernar y comunicar es comunicar. Es un error habitual que parte de pensar que todo el secreto de una imagen positiva de gobierno consiste en tener un buen marketing y por ello inútilmente gastan grandes sumas del erario. Gobernar implica comunicar, pero no es lo mismo. Una gestión necesita una buena comunicación, pero la buena comunicación no reemplaza a una mala gestión. Una gestión tiene objetivos políticos en primera instancia, no comunicacionales. Por lo tanto, la comunicación es una herramienta de la gestión, pero no la reemplaza. La comunicación no es la gestión en sí misma, más allá de los aportes que aquélla le pueda generar como valor agregado a la percepción social sobre un gobierno.

Hay varios pasos que se deben seguir para elaborar la estrategia de comunicación en la gestión de gobierno.

No se trata sólo de comunicar la gestión, sino también la imagen del funcionario, la elección de los temas, resguardar el liderazgo, construir la contrafigura; no es comunicar sólo más o mejor, comunicar de manera segmentada; el medio es el mensaje, la comunicación de gobierno es una permanente generación de eventos, pensar la agenda de acciones, todo comunica, entre otros puntos.

Las diferencias para comunicar en campaña y en el gobierno se pueden sintetizar del siguiente modo:

Campaña    

  • Las responsabilidades son menores.
  • El público parte del supuesto de que el emisor tratará de persuadirlos generando las más altas expectativas.
  • Son relativamente pocas las situaciones de crisis.
  • La magnitud de los problemas, y sus consecuencias efectivas sobre la población, a los que se debe dar respuesta son pequeñas.

Gobierno

  • Las responsabilidades son totales.
  • El público parte del supuesto de que lo esencial es tomar decisiones y mostrar resultados, y no hacer publicidad.
  • Es un continuo comité de crisis.
  • La magnitud de los problemas, y sus consecuencias efectivas sobre la población, a los que se debe responder son generalmente grandes.

Son muchos los temas y métodos para las estrategias de comunicación política, encaminadas a lograr una mejor conexión con los ciudadanos, cuyo éxito o fracaso dependen del gobernante y de su Plan de Gobierno. Así que ahora que presente su plan Alfonso Durazo ya les platicaré cómo le va ir al gobernador  y cómo nos va a ir en este sexenio entrante..

(Cabe apuntar que desde el 97 pergeñé una estrategia de comunicación social y le comenté de ella a gente cercana a los gobernadores y la gobernadora pero creyeron que andaba buscando el puesto de Comunicación y no un trabajo de asesoría que pretendía venderles en una cantidad ínfima en relación a los cientos de millones de pesos gastados para ‘su imagen’, la que salió muy raspada, algo previsible para los gobernantes sin política de comunicación ni plan de gobierno)