23 de noviembre de 2024

Columnas de OPINIÓN NACIONAL

Bajo Reserva

Santo coscorrón al plan B

En pleno viernes santo, el juez Francisco Javier Rebolledo Peña otorgó una suspensión provisional contra la aplicación del llamado plan B electoral del gobierno a Marisol Duarte, jefa de Departamento en el INE de un área de vinculación con los organismos electorales estatales. Si bien la decisión va en sintonía con los criterios que ha aplicado hasta ahora la Suprema Corte en este tema, nos hacen ver que lo que llamó mucho la atención fue la conclusión de don Francisco Javier en el sentido de que la reforma aprobada en el Congreso no justifica la reestructuración del INE con un diagnóstico técnico, sino que aduce sólo razones “dogmáticas y genéricas”. Nos cuentan que en Palacio Nacional ya tomaron nota. ¿Devolverán el coscorrón en la mañanera, conociendo la tendencia del presidente Andrés Manuel López Obrador a poner en la picota durante sus conferencias a los jueces cuyos fallos no le agradan?

Vienen definiciones en el INE renovado

Por cierto que la semana entrante habrá definiciones en el INE. El lunes se integrarán las comisiones tras la renovación de cuatro consejerías. Entre estas, nos recuerdan, la comisión de Quejas y Denuncias, por la cual pasan las medidas cautelares contra partidos o actores que podrían haber violado la ley electoral. Tras la salida de Ciro Murayama y Adriana Favela, dos tendrán que tomar su lugar, mientras que se perfila que la consejera Claudia Zavala permanezca en ella, pero ahora como presidenta de la comisión. Además, nos hacen ver, podrían darse los primeros nombramientos de titulares de las direcciones y unidades técnicas que quedaron acéfalas tras las renuncias que acompañaron la salida de Lorenzo Córdova. Hubo un consenso inicial para nombrar a Miguel Ángel Patiño encargado de despacho de la Secretaría Ejecutiva, pero nos detallan que la titularidad podría ser para alguien más mientras la nueva consejera presidenta, Guadalupe Taddei, construye acuerdos internos.

Los Mier, más unidos que nunca

Nos cuentan que Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier ya tienen una razón más que los une, además del apellido, de presidir una Cámara legislativa y de aspirar a gobernar Puebla, y es una investigación de oficio que abrirá la delegación del INE en Puebla por actos anticipados de campaña, por la propaganda que hacen en anuncios espectaculares, la pinta de bardas y la promoción de su imagen en portadas de revistas y libros, y por el origen de los recursos utilizados para todo ello. En caso de comprobarse que los Mier violaron la ley, nos cuentan, tal vez terminen compartiendo otro rasgo en común: ver cómo se esfuma su aspiración a la candidatura de Morena a gobernador. ¿Será? (El Universal, A2, p.2)

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Trascendió

Que Jesús Ramírez Cuevas, Rosa Icela Rodríguez, Mario Delgado y Rubén Moreira fueron algunos políticos de primer nivel que se apuraron a seguir a la nueva presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei, en dos cuentas de Twitter a su nombre que, sin embargo, resultaron falsas, porque la consejera no circula por redes sociales y ayer mismo el instituto informó que toda información relevante será dada a conocer por los canales institucionales.

Que como todo morenista que se precie de su militancia, Delfina Gómez también hace campaña a la sombra del Presidente y para que no quede duda, pero protegiéndose de una eventual sanción, ha dado a conocer un promocional en el que se lee: “Las propuestas de cambio están inspiradas en el Humanismo de Cambio de Ya Sabes Quién”. El documento lleva al centro una imagen de la maestra junto con una presunta mexiquense dentro de un corazón. En otro documento se dice fundadora de Morena y compañera de lucha de Ya Sabes Quién durante 10 años.

Que “el Congreso debe prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, exigir el almacenamiento seguro de las armas de fuego, eliminar la inmunidad de responsabilidad de los fabricantes de armas y exigir la verificación de antecedentes para todas las ventas de armas, y los funcionarios estatales deben hacer lo mismo”. No, querido lector, no es una cita del titular de la SRE, Marcelo Ebrard, sino del mismísimo jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, ayer en su cuenta de Twitter.

Que mientras el comisionado presidente del Instituto de Transparencia y Protección de Datos Personales de Ciudad de México, Arístides Rodrigo Guerrero, promueve su imagen en la portada de una revista sobre abogados, al sitio web del Infocdmx le hace falta un buen servicio de ciberseguridad, pues al intentar abrirlo, quienes tienen antivirus en sus equipos son advertidos de que aloja contenido engañoso, conocido como phishing, que sirve para robar datos personales. El colmo. (Milenio, Al Frente, p.2)

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Rozones

Quieta, la reforma al tribunal

Con la novedad de que ya saltaron organizaciones de la sociedad civil para mandar “un respetuoso mensaje”, que, en realidad, nos comentan, no puede dejar de interpretarse también como un jalón de orejas, a los dirigentes de PRI, Alejandro Moreno; PAN, Marko Cortés; y PRD, Jesús Zambrano, para que pongan orden en sus respectivas bancadas en la Cámara de Diputados y metan a la congeladora la iniciativa con la que pretenden acotarle facultades al Tribunal Electoral. “Se prevé una reforma constitucional que mina las facultades del tribunal en materia de derechos y paridad de género”, advirtieron Seguimos en Marcha, Unidos y Marea rosa, promotores de la movilización en favor del INE, las cuales recalcaron que la ciudadanía ha rechazado cualquier intento de Reforma Electoral en vísperas del proceso más grande de la historia. Uf.

FUGA HACIA ADELANTE

Y fue la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López, la que ayer apareció en imágenes que se difundieron en redes sociales en las que se le ve barriendo calles del destino de playa “para garantizar una buena imagen a turistas y locales en la presente temporada vacacional de Semana Santa”. No está mal que la funcionaria morenista encabece y promueva este tipo de campañas, sino el hecho que se mantenga en la lógica de aplicar la fuga hacia adelante ante casos en los que desafortunadamente hay pérdida de vidas y lesiones a turistas como el ocurrido la noche del jueves, en el fraccionamiento Las Playas, donde un hombre murió y otro resultó lesionado al igual que dos menores, tras ser atacados por sujetos que llegaron al restaurante donde éstos se encontraban en una motocicleta.

HASTA EN SEMANA SANTA

Y fue el Consejo de Morena, que preside el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, el que no se quiso quedar atrás y sacó un pronunciamiento en las benditas redes para celebrar la compra de 13 plantas de Iberdrola por parte del gobierno del presidente López Obrador. Nos hacen ver que en esta postura —no podría ser de otra manera— se retoman al pie de la letra las consideraciones del Ejecutivo sobre la transacción, incluso la de que se trata de una “segunda nacionalización” de la industria eléctrica. El caso es que no pasaron ni siquiera unas cuantas horas para que de inmediato empezaran a aparecer respuestas a lo dicho por el Consejo del partido guinda, con documentos en los que se precisa que la adquisición la realiza en realidad México Infraestructure Partners, es decir, un fondo privado. Ni en Semana Santa descansan las benditas redes.

A LA CUMBRE EMPRESARIAL

Se confirma la presencia del Presidente a la reunión Cumbre de empresarios de los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) que tendrá lugar en Cancún, Quintana Roo, los días 6 y 7 de mayo. Ese será el primer encuentro de integración económica de la región. Aunque en principio se estableció que la base es buscar el intercambio de mercancías y servicios con precios reducidos para enfrentar la carestía, lo cierto es que también será un laboratorio para buscar una mancomunidad latinoamericana. Se trabaja, por lo pronto, para que productos sean exentados del pago de impuestos y se faciliten los controles sanitarios que exigen la mayoría de los países. México ya había probado este método durante el año pasado, cuando decidió abrir su mercado a cárnicos argentinos y otros productos, en un acuerdo que incluyó a las tiendas departamentales, nos comentan. (La Razón, La 2, p.2)

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Lo bello de enjuiciar a los ex

NUEVA YORK.- Vengo de un país -México- donde los presidentes y expresidentes han sido intocables. Hemos tenido en la Presidencia a asesinos, corruptos, responsables de fraudes y trampas electorales, ladrones y magos que enriquecieron súbitamente a sus familias. Pero todos han dejado el poder en libertad y sin enfrentar a la justicia. Por eso me parece tan aleccionador el juicio al expresidente estadounidense Donald Trump.

Nunca antes un presidente o exmandatario de Estados Unidos había enfrentado cargos criminales en más de 240 años de democracia. La Fiscalía del Estado de Nueva York lo acusa de falsificar documentos por el pago de 130 mil dólares a la actriz Stormy Daniels. A cambio, ella debió haberse quedado callada sobre un supuesto romance que él, tajantemente, niega.

Nunca en toda mi carrera me había tocado ver a tantos periodistas cubriendo un juicio o a una sola persona. Pero Trump, con ese ingenio populista para crear realidades paralelas, ha aprovechado las acusaciones para recaudar millones de dólares para su campaña presidencial y, de paso, subir significativamente en las encuestas entre posibles candidatos republicanos.

Trump vive en un universo en que parece sentirse por encima de la ley, de la verdad y de todos. Pero por eso, precisamente, es tan fascinante este proceso legal en que ni Trump se salva.

Ojalá hubiéramos hecho algo parecido con nuestros presidentes y expresidentes en Latinoamérica. En México, por ejemplo, tienen mucha cola que les pisen.

Todos los presidentes mexicanos antes del año 2000 fueron escogidos con fraude y por dedazo. Nunca fue juzgado el mandatario que ordenó el asesinato de decenas y quizás cientos de estudiantes en la plaza de Tlatelolco en 1968. Ni el que permitió otra masacre (la de “El Halconazo”) en 1971. Uno se construyó un burdo palacete en lo que los mexicanos llamaron “la Colina del Perro” y otro adquirió una lujosa casa blanca de un contratista de su propio gobierno. Nunca ha quedado claro cómo algunos expresidentes viven muy por encima de la suma de todos sus modestos salarios y pensiones gubernamentales. Difícil entender por qué esas partidas secretas nunca se han publicado.

América Latina también está cargada de expresidentes corruptos y multimillonarios. Algunos esfuerzos, no tan convincentes, se han hecho en Argentina, Brasil, El Salvador, Honduras, Panamá y Colombia, entre otros, para llevar a la justicia a los más abusivos. Pero solo en Perú esa práctica se ha convertido en una especie de deporte nacional; presidente que sube, presidente que encarcelan. O casi. Ocho expresidentes peruanos han sido arrestados o han enfrentado acusaciones criminales desde el fin de la Presidencia de Alberto Fujimori en el 2000.

No juzgar a presidentes o expresidentes que han violado la ley o cometido actos criminales puede tener devastadoras consecuencias en el futuro de un país. Como ocurrió en Venezuela. Luego de la matanza de Puente Llaguno en el 2002 -en que murieron 12 opositores- había suficientes razones para juzgar al golpista Hugo Chávez y sacarlo legalmente del poder. Pero la oposición no supo hacerlo y desaprovechó una oportunidad única para recuperar el país. Hoy Venezuela es el caos y el terror.

Juzgar presidentes, expresidentes, dictadores y golpistas es una práctica honorable y necesaria para mantener sana una democracia. Es triste que tiranos como Fidel Castro y Augusto Pinochet no hayan muerto en una cárcel. Ambos fueron responsables de asesinatos, torturas y múltiples violaciones a los derechos humanos. En Cuba y Chile la justicia no llegó.

Pero nunca es tarde para empezar. Hay varios expresidentes latinoamericanos que deberían estar arrestados. Entiendo que muchos gobiernos, cuando llegan al poder, prefieren ver hacia delante y no enfrascarse en largas y desgastantes peleas con influyentes figuras del pasado. Pero hay veces, como en el caso de Trump y de tantos otros en el continente, en que no se puede enterrar la cabeza ni la moral.

El hermoso acto de enjuiciar a expresidentes tiene mucho más que ver con la defensa y la supervivencia de la democracia que con el deseo de venganza. Es regresar a tierra a los que abusaron de su inmenso poder. Y es una maravillosa lección para los que vienen detrás: si te pasas, te cortamos las alas. (Jorge Ramos Ávalos, Reforma, Opinión, p.8)

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El Camino de Marcelo Ebrard

Su lectura resulta ligera, como debe ser un libro de esta naturaleza, pero, además, a pesar de que su autor es 17 años más joven que yo, no faltan coincidencias: El Colegio de México, donde él se licenció en estudios internacionales y yo me doctoré en circunstancias muy amargas; el terremoto del 85, cuyas consecuencias él afrontó desde el Zócalo y yo desde Tlatelolco, etcétera.

En 1989 regresé a mi provincia, donde me dediqué con ahínco a la historia de Jalisco y la del tequila, pero nunca he dejado de seguir la trayectoria de Marcelo y sufrir las arremetidas en su contra.

Destacan las de Fox y Calderón, mas la peor fue la de Peña, quien contó para llegar a la Presidencia con el respaldo de muchos como yo, hartos de la docena trágica (2000-2012), pero resultó un auténtico enemigo de los verdaderos principios del Partido Revolucionario Institucional. Incluso tuvo el cinismo de declarar, casi al término de su gestión, que ese PRI que lo había llevado a la Presidencia ahora debía cambiar sus colores, su nombre y su plataforma ideológica.

No ha sucedido así, pero la bajeza de su actual dirigente es una muestra clara de que el PRI ya no es lo que fue. Estoy convencido de que, si bien a la sombra de este partido se cometieron muchas fechorías, también se llevó al país hacia una modernidad que mucho llegó a favorecer –aunque no lo suficiente– a las clases bajas y medias. Les guste o no, ahora Morena tiene mucho del PRI de antes, empezando por un gran conjunto de sufragantes de origen tricolor que contribuyeron de manera importante a su aplastante victoria en la elección de 2018, en la que el país, afortunadamente, se levantó en urnas en vez de hacerlo en armas.

Seguir la trayectoria, en este libro, de Ebrard resulta reconfortante, pues abre la posibilidad de que el Camino que tomó México en 2018, pletórico de antecedentes que mucho tuvieron que ver para llegar a ese día, puede continuar con algunas rectificaciones originadas en la propia experiencia y los avatares de sus principales dirigentes.

Para mí, de acuerdo con lo que ha sido mi vida, la parte medular de este libro y que más me congratula con mi amigo Marcelo es su gestión actual.

Siempre admiré la política exterior de mi país cuando se sustentó en principios establecidos por grandes personajes como Isidro Fabela, entre otros, a la sombra de Lázaro Cárdenas. Hubo luego otras figuras hasta llegar a Jorge Castañeda, El Bueno, quien me incorporó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en 1981.

He de recordar que en aquellos tiempos, gracias a sus principios básicos, el prestigio de México era muy grande: la no intervención, la solución pacífica de controversias, la autodeterminación de los pueblos y la vocación por el derecho de asilo. Si no me equivoco, en México se asiló a perseguidos políticos de todos los países de América Latina, a excepción de Costa Rica. No se diga también de varios europeos, especialmente de España.

Fox fue quien más la regó, por andar de lambiscón con Aznar –ejemplo del franquismo español contemporáneo– le entregó a nueve asilados políticos vascos en nuestro país, tres de los cuales incluso tenían la nacionalidad mexicana.

Así pasaron pésimos años hasta que Videgaray, quien no sabemos qué aprendió en la ya maltrecha cancillería mexicana, por andar de lambiscón de su amigo gringo, expulsó al embajador de Corea del Norte.

He seguido con gozo el desempeño de Ebrard en la SRE y hasta le he echado algunas porras públicas, dentro de mi modestia, pero la lectura de su capítulo que versa sobre sus acciones de política exterior ¡me emocionó hasta las lágrimas! Soy viejo y llegué a pensar que no podría volver a pronunciar con el orgullo que lo hago ahora la palabra Tlatelolco. (José M. Murià, La Jornada, Política, p.8)

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Linotipia /

El caso Trump

Esta semana, Donald Trump se declaró inocente de 34 crímenes en un juzgado en Manhattan. El caso ha provocado un sismo en la opinión pública estadounidense, porque nunca un expresidente enfrentó un caso criminal. El juicio también importa porque Trump quiere ser candidato presidencial, de nuevo, en 2024.

En resumen: la fiscalía de Nueva York acusa a Trump de un fraude, que comenzó en 2015 y terminó en 2017, cuando era el presidente de Estados Unidos. Consistió en un plan para “atrapar y matar” historias que afectaran la percepción de los votantes sobre Trump.

El plan se fraguó en 2015, dos meses después de que Trump anunciara su candidatura presidencial. En la Torre Trump en Nueva York, sede de su grupo empresarial, él se reunió con su entonces abogado, Michael Cohen, y con David Pecker, quien presidía la organización de medios AMI. Allí, Pecker dijo que sería los “ojos y oídos” de la campaña. Buscaría historias negativas que podrían afectar a Trump. Ayudaría a que no se publicaran.

En noviembre de 2015, Pecker se enteró de que un exportero de la Torre Trump buscaba vender una historia sobre un supuesto hijo que el empresario tuvo fuera del matrimonio. Desde AMI, le ofrecieron 30 mil dólares al portero. La historia era falsa. Eso no importaba, sino que el portero no lo contara a otros medios. El abogado Cohen instruyó a Pecker: mantén al portero bajo control hasta después de las elecciones.

Cinco meses antes de los comicios, en junio de 2016, Pecker se enteró de otra amenaza. Karen McDougal, actriz y exmodelo de Playboy, ofrecía una historia sobre cómo fue amante de Trump, mientras él ya estaba casado con Melania Trump.

Cohen, Pecker y Trump acordaron: pagarían a McDougal 150 mil dólares por su silencio. El 30 de septiembre de 2016, un mes antes de las elecciones, el abogado Cohen creó una empresa fantasma en Delaware. Con esta, pagaron a McDougal.

Diez días después, Pecker le avisó a Cohen que la actriz porno conocida como Stormy Daniels vendía en 130 mil dólares “los derechos de su historia”, es decir, cómo tuvo sexo con Trump mientras él estaba casado. Trump no quería pagar a Daniels directamente. Cohen le pagaría. Trump le reembolsaría el dinero. Cohen creó otra empresa fantasma en Delaware y la usó para pagarle a la actriz porno el 27 de octubre. Faltaban 12 días para las elecciones.

Trump ganó los comicios. Cohen estaba listo para recuperar su dinero. Durante 2017, Cohen envió facturas a la Organización Trump por 35 mil dólares mensuales, con el concepto “servicios legales”. Le pagaron, primero desde la Organización, después con cheques que el propio Trump firmó desde la Casa Blanca. Los pagos incluían el reembolso del soborno a la actriz porno, los impuestos y unos 60 mil dólares de un “bono” para Cohen. De ahí que la acusación sea por fraude: los pagos de Trump a Cohen no eran por servicios legales, sino el reembolso de un soborno.

Mientras esto sucedía, el FBI ya investigaba el caso. En abril de 2018, catearon la oficina de Cohen y encontraron copias de los pagos. Siguieron meses de revelaciones en los medios de Estados Unidos. A Cohen lo presionaba la fiscalía neoyorquina para declararse culpable. Trump y sus otros abogados lo presionaban para callarse. Finalmente, Cohen decidió cooperar. También aceptaron un acuerdo judicial Pecker y la organización AMI. Todos dijeron que acordaron con Trump silenciar historias negativas para su imagen.

Los pagos violan una ley electoral estadounidense de 1971, que regula el dinero en las campañas. Según la ley, cada partidario de un candidato no debe aportar más de 2,700 dólares a la campaña. Cohen aportó más de 130 mil, con el soborno a la actriz. Ahora, Cohen será el principal testigo contra Trump en la acusación en Nueva York.

Lo que he contado aquí es el relato que aparece en cientos de páginas que consulté de registros judiciales de los procesos legales contra Pecker, Trump y el abogado Cohen, quien se declaró culpable en Nueva York en agosto de 2018. Para entender lo que sucedió esta semana, hay que leer esos otros casos. Para entender por qué importa, hay que preguntarnos cuántos otros poderosos silencian historias negativas, todos los días, y siguen ganando elecciones (Peniley Ramírez, Reforma, Opinión, p.8)

Doble fondo /

Polisemia del (narco) calvario mexicano…

Polisemia quiere decir “pluralidad de significados de una expresión lingüística”. Una expresión, nos dice el Diccionario de la lengua española, puede ser una palabra. Una palabra es, si se quiere, una unidad lingüística. Entonces, “calvario”, que se entiende como “sucesión de adversidades y pesadumbres”, es una expresión lingüística apropiada para describir lo que se padece en numerosos lugares del país, a causa de las guerras entre grupos criminales y los combates del Estado mexicano contra los cárteles.

Así que calvario, en México, bajo nuestra narcodemocracia, tiene pluralidad de significados.

Calvario quiere decir levantón, acto que utilizan los criminales para secuestrar, torturar y en ocasiones desaparecer a otros criminales, pero también a efectivos de los cuerpos de seguridad que los combaten, o a personas inocentes. Esta costumbre es igualmente repertorio conductual de policías y militares corruptos y violadores de derechos humanos.

Calvario es masacre, el asesinato de tres o más personas, normalmente ejecutadas con tiros de gracia.

Fosa clandestina, que es el sitio donde delincuentes entierran cuerpos o restos humanos de personas que levantaron.

Mutilación, que quiere decir descuartizamiento de cadáveres y en la narcocultura que nos corroe se trata del desmembramiento (los narcos tiran cabezas) o disolución de un cadáver, pozolearlo en algún químico abrasivo.

Calcinamiento es el uso del fuego sobre un cuerpo, previamente levantado, para producir, hasta la muerte, quemaduras de diversos grados o carbonización.

Tortura, en tierras mexicanas, es un asesinato lento (muchas veces grabado en vídeo) durante el cual se inflige a una persona dolor y sufrimiento extremos.

Calvario es sicariato, ese oficio criminal que multiplica la generación de niños, adolescentes y jóvenes dispuestos a matar a quien sea por un puñado de pesos o dólares.

Feminicidio. En un país profundamente macho y misógino, es el asesinato de mujeres con crueldad extrema, ya que les han infringido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida. A veces este crimen se acompaña con actos de necrofilia, que se han vuelto sello de ritos narcos.

Calvario es esclavitud y trata, la explotación o comercialización de una persona, muchas veces con fines sexuales, siempre a través del uso de fuerza y maltratos extremos, como sucede contra mujeres y migrantes que también son reclutados por capos del sicariato.

En México, las diez palabras que enlisté en negritas son polisémicas de “calvario”.

Agréguele las expresiones de terror que usted guste, las que usted conozca en su colonia, en su municipio, en su estado. Finalmente las particularidades del calvario nacional son reflejo de nuestras muchas violencias cotidianas y tienen variantes según la región en la que se perpetran.

Por eso, porque a la violencia hay que nombrarla, describirla y narrarla para combatirla, desde 2020 la organización de la sociedad civil Causa en común se ha dado a la tarea de recopilar esta galería del horror, estas “atrocidades” que son perpetradas a lo largo de la república, de acuerdo a lo que publican cada día los medios de información (https://bit.ly/3nYs23u).

En 2022 ese calvario general y su polisemia generaron… ¡6,217 atrocidades perpetradas por mexicanos! Eso implica, en promedio, 17 escenas de terror por día, una cada hora y media. Todas esas monstruosidades causaron la friolera de 10 mil 799 víctimas, 29 por día, en promedio.

¿Cuáles fueron las principales atrocidades?

Tortura, con 1,793 casos. ¿Alguien tiene duda que civiles y fuerzas del orden torturan en este país?

Mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, con 808 casos. México está lleno de destripadores y no es literatura sino preocupante normalización de la violencia.

Asesinato de mujeres con crueldad extrema, 801 casos. Por Dios, qué país les estamos heredando a nuestras hijas y nietas, lleno de machos seriales.

Masacre, 500 casos. ¡500 masacres en un año! La barbarie de los grupos criminales cada vez es más insolente y desinhibida . Al menos perpetran una masacre al día, los muy hijos del sicariato.

Actos violentos contra la autoridad, 380. Esas agresiones contra policías, soldados, marinos y guardias cada vez van siendo más comunes, hasta llegar ya a un caso por día, en promedio. Quién quiere ser policía o militar en México, para quedar a merced de los criminales sin que te permitan responder sus ataques, o para que cuando te defiendas algunas comisiones de derechos humanos de dudosos vínculos te linchen mediáticamente y acabes preso y deshonrado.

Asesinatos de niños y adolescentes, 359. Esa es una de nuestras tragedias más apremiantes, los menores de edad cada vez más vinculados a hechos de violencia y criminalidad con todo y sus consecuencias fatales.

Fosas clandestinas, 290. ¡Sí, 290 fosas clandestinas halladas en un año! Eso representa un promedio de al menos cinco fosas encontradas por semana, gracias a los esfuerzos de las madres y familiares buscadores de desaparecidos. (Juan Pablo Becerra-Acosta M., El Universal, Nación, p.8)

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La nacionalización rentada

  • El pasado día 4 de abril, el señor Presidente de la República, se reunió en Palacio Nacional con el presidente ejecutivo de Iberdrola, don Ignacio Sánchez Galán, y el licenciado Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda; posteriormente, anunció la compra de 13 plantas de generación con una capacidad de 8.539 MW, mayormente ciclos combinados, por un valor de cinco mil 800 millones de pesos.
  1. Con esta operación, la CFE aumentará de 39% a 55% su capacidad de generación, colocándola como abastecedor dominante en el mercado de energía eléctrica al surtir el 60% de la demanda nacional. En la negociación con el sector privado, éste aceptó quedar con el 46% del mercado eléctrico dejando el 56% para la CFE, es decir, el Estado, lo que López Obrador ha tenido por una de sus metas principales desde el inicio de su administración en 2018.
  1. Según el Memorándum de Entendimiento, la operación consignada se realizará entre Iberdrola y la entidad propiedad de la CFE denominada Fondo de Infraestructuras MIP, empresa que tiene la posibilidad de buscar financiamientos necesarios, con lo que se logra el objetivo de lo que describe como una segunda “nacionalización” de la industria eléctrica que completa la que en 1960 realizó el presidente Adolfo López Mateos.
  1. La finalidad de la nueva operación es la de asegurar que el abastecimiento de la energía eléctrica llegue al público a un “precio justo”, es decir, más barato que lo que cobrarían las empresas privadas. Lo anterior revela que las plantas de Iberdrola que ahora se venden a la entidad mexicana operan más baratas que lo que actualmente cobra la CFE.

Es interesante advertir que al operar la CFE plantas que pertenecen a la entidad financiadora, habría que cubrirle alguna compensación por concepto de alquiler y que ésta se resarza del fuerte importe de la deuda que la “nacionalización” le significa.

El que Iberdrola deje el mercado mexicano no significa que desaparece del mismo. El compromiso que asume es de continuar invirtiendo en México montando plantas de energía “limpia”, eólica o solar. De esta manera, Iberdrola se libera de las operaciones sucias, dejándole a la CFE las energías a base de combustibles fósiles, pronto anacrónicas. La empresa española, calificada frecuentemente por López Obrador como colonial y atracadora, queda liberada para dedicarse de lleno a producir en México energías limpias que son las del futuro. La CFE, como China, insisten en utilizar carbón, que es condenado por todos los especialistas como altamente contaminante y contrario al programa casi universal de evitar el calentamiento de la atmósfera.

La consciencia internacional está claramente orientada hacia las energías no contaminantes. En los Estados Unidos, la Agencia para la Protección del Ambiente (EPA) está insistiendo en establecer nuevas reglamentaciones de topes más estrictos y penas más severas a las empresas que contaminan con emisiones de mercurio, níquel, arsénico y otros contaminantes peligrosos de plantas que utilizan carbón. Las normas federales han tenido éxito en disminuir muertes, reducir incidencias de corazón y ataques de asma.

Esta política, que se lanza este lunes 10 de abril, parte de los esfuerzos de la administración de Biden, y promovida por grupos ambientalistas y del partido demócrata, para anular las decisiones contrarias a la salud humana de su antecesor Trump. Las nuevas normas reducirán en 67% estos daños.

En cuanto a México, en la Ciudad de México se está registrando un preocupante porcentaje de bebes nacidos después de 2015 que ya traen huellas de contaminación en sus ADN. La decisión “nacionalizadora” del presidente López Obrador es el primer paso coincidente con la preocupación internacional por el calentamiento del clima después de insistir en su prioridad de respaldar el uso del carbón por la CFE.

El que nuestro paso se dé precisamente cuando la política ambientalista de Estados Unidos se acentúa es otra muestra de cómo López Obrador insiste en desmarcarse de los Estados Unidos buscando afirmar su autonomía frente a los dos socios del norte.

La necesidad de reafirmar su fuerza electoral para asegurar la continuación de la 4T en el siguiente periodo presidencial, lo llevará a intensificar maniobras que exhiban su supuesta independencia.

Los asuntos que tengan que ver con las desavenencias en el marco del T-MEC se irán resolviendo, caso por caso, sin llegar a denunciar este compromiso trinacional que tiene una gran importancia y que, desafortunadamente, escapa de la visión de AMLO. (Julio Faesler, Excélsior, Nacional, p.5)

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Liberales y Conservadores /

El rey del show

En un capítulo extraordinario de la historia estadounidense, por primera vez un expresidente de los Estados Unidos se presentó en un tribunal penal y frente a un juez para escuchar los 34 cargos de falsificación de registros comerciales que se le imputan.

Anderson Cooper, presentador estrella de CNN, anunció a las 13:24 horas, del pasado martes: “Donald J. Trump está bajo arresto”.

Fue un show mediático, tal y como Trump debió planearlo.

Existen versiones de que al expresidente se le ofreció llevar a cabo su lectura de cargos (arraignment) a través de una videollamada. En su lugar, Trump optó por presentarse al mediodía en el tribunal al sur de Manhattan y era lógico que fuera así. Lo que buscaba era que lo vieran, que hablaran de él y que se reportara que se había convertido en un “prisionero político”.

Tan solo hay que observar las fotos de su salida de la “Trump Tower”, volteando a ver a los fotógrafos y posando con el brazo derecho levantado, con el puño en lo alto, y escenificando “yo soy la resistencia”.

Había gran expectación sobre la foto de arresto que le tomarían y que el propio expresidente hubiese querido que se filtrara. Esa fotografía nunca ocurrió por tratarse de un expresidente, pero su equipo de campaña no tardó en ofrecerla en la tienda oficial de Trump. Con una donación de 47 dólares (o más) a su campaña, uno se podía hacer de una camiseta blanca con una impresión claramente trucada de Trump siendo fichado y con las palabras “NO CULPABLE”.

Desde que se supo que sería citado a comparecer, su campaña ha recaudado más de 7 millones de dólares. Sin embargo, su verdadera ganancia no fue económica, sino política.

La cobertura mediática que recibió fue mundial, no solo en Estados Unidos.

Volvió a poner su nombre y su figura en lo más alto del partido Republicano. Inhabilitó totalmente las candidaturas de sus adversarios republicanos como Ron DeSantis e incluso obligó a sus propios críticos partidistas a salir a su defensa.

Marjorie Taylor Greene, congresista de ultraderecha y “Trumpista”, no dudó en compararlo con Nelson Mandela e incluso con el mismo Jesucristo. (Lo que confirma que loquitos hay en todas partes del mundo).

En Palacio Nacional, el presidente López Obrador criticó los cargos imputados contra Trump.

Dijo que la acusación tiene motivaciones políticas. “Reitero, refrendo, mantengo mi postura de que no debe de utilizarse lo jurídico, los asuntos supuestamente legales con propósitos político-electorales. Por eso, no estoy de acuerdo con lo que le están haciendo al expresidente Trump, no estoy de acuerdo. Es que yo ya lo padecí”, declaró.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha de ver mucho de sí mismo en Trump. Ambos han declarado de manera recurrente que les han robado elecciones presidenciales, ambos han atacado de manera negligente, constante y brutal a los medios de comunicación y ambos fueron, son y serán “mártires”. No de sus propios actos y malas decisiones sino de los demás.

Lo que vivió Trump el martes, no fue la experiencia completa de la justicia penal estadounidense. Tuvo el privilegio de programar su visita al tribunal y llegar dos horas tarde. No fue esposado, no existieron fotos del fichaje policial, no hubo presentación a medios. Salió desde su lujosa residencia “Mar-A-Lago”, en Florida, siendo escoltado en todo momento por el Servicio Secreto. Tomó su avión privado y fue asesorado en todo momento por su equipo de abogados y asesores políticos. Donald Trump demostró el gran poder que posee.

Ahora toca esperar y ver qué lado de la balanza se inclina más: Del peso del poder político o del peso de la Ley.

Y el asunto no es menor porque las fantasías de imitación siempre pueden tropicalizarse.

Patriotas y Traidores

Hoy es sábado de Gloria, mañana domingo de Pascua, de Resurrección. Viene la semana de Pascua y después, amárrense los cinturones.

Detonará todo lo político. Como pus brotará la grilla por la sucesión en la UNAM, que el presidente se quiere adueñar, vía Sheinbaum, y de paso su multimillonario presupuesto que podría pagar algunos de sus caprichos icónicos; las “corcholatas” presidenciales redoblarán el paso; comenzarán a “calar” al “nuevo” INE, presionarán a la Corte por el Plan B y a ver si prenden las campañas en el Edomex y en Coahuila. De entrada. (Amador Narcia, El Universal, Nación, p.9)

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El viacrucis de los desaparecidos

Tengo la certeza que sí hay un dolor mayor a la muerte de un hijo, su desaparición. Para nuestra desgracia, las desapariciones se han convertido en una monstruosa práctica que va en aumento y que las autoridades políticas ocultan.

En México desde los años 60, las desapariciones tienen un motivo político a fin de mermar los movimientos guerrilleros y eliminar a los opositores. A partir de 2006 esta situación cambió. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, del 1 de diciembre de 2006 al 30 de marzo de 2023 se tiene registro de 93,897 personas desaparecidas y no localizadas. Tan solo en lo que va del sexenio de López Obrador, más de 36 mil personas se sumaron a esta cifra.

Es decir, ahora el promedio diario es casi de una treintena de familias que inician la desesperada y dolorosa búsqueda de una persona que aman y que alguien decidió desaparecerla. Una realidad que obliga a las colectivas de familiares a salir a buscar a sus seres queridos con pico y pala a pesar del temor de perder su vida en el intento.

Las desapariciones son principalmente a consecuencia del tráfico de drogas, del reclutamiento forzado, la trata de personas y el ajuste de cuentas. Estos “levantones” considerados como una variante de secuestro efectuados por grupos criminales se convierten en una estrategia sistemática para provocar terror, demostrar poder y evadir la justicia.

El país por tanto tiene un fenómeno híbrido de desaparición forzada, siguen presentes las desapariciones como mecanismo de persecución, represión u ocultamiento por parte de agentes del Estado y como parte del sustento de las economías criminales.

Las autoridades y los criminales han encontrado dos formas para ocultar personas asesinadas. En la primera, las fiscalías ya sea por falta de recursos materiales y humanos, o por complicidad sepultan en sus propias fosas a más personas de las que tienen carpeta de investigación (CI). Por ejemplo, en Tetelcingo, Morelos, por presión de madres buscadoras y con el apoyo del activista Javier Sicilia se abrió una fosa de la fiscalía estatal en 2017. Exhumaron 117 cuerpos, de los cuales 34 no tenían una CI.

La segunda es, que en los últimos cuatro años hemos visto una ligera tendencia a la baja en los homicidios, pero también un mucho mayor número de desaparecidos. Como el método de recolección de datos de homicidios y desapariciones es distinto, los criminales encontraron una forma de evadir la justicia. Y las autoridades aliviadas de que así sea.

Al esconder los cuerpos bajo el suelo, los gobiernos presumen una baja en la incidencia de homicidios dolosos, aunque en realidad no es así. El periódico El Noreste en Sinaloa en su reportaje “Sin cuerpo no hay delito” muestra que, desde 2018, al entrar los militares como directores de seguridad, el número de desaparecidos superó los homicidios dolosos. Algo que no sucedía antes.

La corrupción y la impunidad son componentes que impulsan el aumento de desaparecidos. Sí hay solución, aunque es compleja y hoy imposible por quien nos gobierna. Como ha señalado Jacobo Dayan, “es humanamente imposible investigar caso por caso, se deben investigar por fenómeno criminal, que la justicia abarque a toda la red incluyendo los responsables políticos”. De no ser así, seguiremos con 50 sentencias condenatorias en un mar de al menos 104 mil desaparecidos.

La paz no llegará mientras estemos sustituyendo muertos encima de la tierra por desaparecidos debajo de ella. (María Elena Morera, El Universal, Opinión, p.14)

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Política zoom /

La arrogancia y la impunidad

Dios detesta a los arrogantes. Lo dicen el antiguo y el nuevo testamento, el Corán y también las enseñanzas de Buda.

Pero tal cosa es irrelevante porque una de las características de una persona con trastorno de arrogancia es que ignora su padecimiento hasta que es demasiado tarde.

La fotografía de Donald Trump, a principios de esta semana, dentro de los tribunales de Nueva York, obliga a reflexionar sobre la arrogancia y sus seguidores.

Quienes lograron ingresar a la sala narran la actitud que guardó ahí dentro el ex mandatario de los Estados Unidos: mantuvo todo el tiempo los hombros encorvados, el rostro ayuno de expresiones y la mirada sometida.

Es muy probable que el caso Tormenta Daniels no vaya a derrumbar sus ambiciones políticas, pero dentro de esa sala, muy a su pesar, el inmortal se volvió mortal, o más precisamente, el impune tuvo que someterse a las consecuencias legales de sus actos.

Hablar de Donald Trump es hacerlo de tantos otros seres humanos como él, enfermos de arrogancia, que dominan esta época tan extraña.

En Israel los centros dedicados a la atención psiquiátrica hace tiempo que detectaron un conjunto peculiar de síntomas que se conoce como el Síndrome de Jerusalén. Se trata de un trastorno que adquieren ciertas personas cuando, al visitar alguno de los lugares santos de esa antigua ciudad, se convierten súbitamente en profetas.

El común denominador de los pacientes que padecen el Síndrome de Jerusalén es la convicción, por un lado, de que el mundo requiere urgentemente ser redimido y, por el otro, que ese profeta tiene una misión para que tal designio ocurra.

De acuerdo con esos mismos estudios todos los años se añaden alrededor de cien nuevos registros relacionados con tal síndrome en los hospitales dedicados a atender enfermedades mentales en Israel.

Cabe considerar la posibilidad de que este padecimiento no sea endémico de esa región del mundo. Hay evidencia de que en otros lugares del planeta hay sujetos convencidos de que tienen una misión redentora. Baste mirar el zoológico de políticos, generales, intelectuales, deportistas, actores, músicos, ministros de culto, influencers, o líderes sociales que invaden con sus arrogancias los espacios que son de todos, para sugerir que fuera de Jerusalén el planeta también está infestado de profetas.

Detectar a estos especímenes no es tarea difícil porque exagerar es siempre su tarjeta de presentación. Es el argumento del futbolista quien, después de meter un gol, asegura que fue el mejor de toda la historia, o el del político que califica igualmente de histórica la elección que le llevó al poder, o la del escritor que asegura que su obra es la mejor de toda la literatura publicada en su lengua.

El trastorno de arrogancia implica cargar dentro de la cabeza con una mente inflada. Una que se muestra ante los otros a partir de la soberbia, el engreimiento y la petulancia. El arrogante se autoasigna una relevancia superlativa y confía hasta el absurdo en sus capacidades. Es vanidoso por principio y pretencioso por convicción.

Como cualquier otro, el arrogante tampoco es una isla. Los sentimientos de superioridad que lo mueven impactan sobre sus semejantes y viceversa. Aquí hay un punto insuficientemente explicado. Si el profeta se topara con que nadie quiere hacerle segunda rápidamente dejaría de ser profeta. Pues lo mismo sucede con el arrogante. La arrogancia no se alimenta de fracasos sino de alabanzas. Para mantener un ritmo inflacionario necesita confirmación. Es aquella de la bruja del cuento de Blanca Nieves quien pregunta todos los días al espejo para obtener lo que quiere escuchar. Pero aquí el espejo es la gente que repite la dosis exigida de vanidad.

Cuando un político se planta en un templete y refiere que no existe mejor opinión que la suya, y nadie se atreve a desmentirle, estamos no solamente ante el trastorno de arrogancia sino ante la sumisión frente a esa arrogancia.

Sin temor al arrogante no habría arrogantes. Ciertamente la soberbia es intimidante porque su pretendida perfección inhibe cualquier tipo de contradicción. El problema surge cuando los sometidos por el arrogante le ayudan a mantener el privilegio. En efecto, cuando el arrogante se vuelve temido y el temeroso es incapaz de rebelarse la impunidad del primero se habrá coronado.

Es en este punto donde la arrogancia y la impunidad contraen matrimonio. O dicho, en otros términos, cuando el profeta cuenta con la complicidad del conjunto para continuar inflamando su ego aún si con ello hace un daño tremendo a quienes se le subordinaron y también a quienes, sin haberlo hecho, terminaron derrotados por la rendición mayoritaria de los fanáticos.

Falta a esta reflexión añadir que las alabanzas son solo el primer plato que alimenta al arrogante. Mayor proteína encuentra este personaje cuando subraya los defectos ajenos con expresiones canallas. Anular al adversario es otra de las peculiaridades de su carácter. Y necesita hacerlo a gritos, de manera inolvidable y también reverberante. La arrogancia no solo es antónima de la humildad, también lo es de la prudencia. Este profeta de nuestra época respira imprudencias en cada poro.

La imprudencia arrogante, consideran algunos, es equivalente a la sinceridad. Y, sin embargo, lo que realmente engendra este carácter es una incapacidad enfermiza para percibir las virtudes ajenas, las del entorno amplio y, al final, hasta las del círculo más próximo.

La arrogancia termina devorándolo todo, primero a los adversarios, luego a los propios y, en la etapa terminal, al profeta mismo. Esto lo sabe la humanidad desde tiempos muy antiguos. Ovidio recuerda el pleito de proporciones míticas que sostuvieron Aracne y Minerva. La primera fue una mujer que, por arrogancia, decidió desafiar a la diosa de la sabiduría.

El castigo de Aracne fue convertirse en una eterna tejedora y también en el primer arácnido de la Tierra. El mensaje es preciso: a los arrogantes, como el señor de la melena dorada, hay que sacarlos pronto de la casa, porque de lo contrario todos corremos peligro. (Ricardo Raphael, Milenio, Política, p.12)

Paralaje / Voluntarismo

En el devenir de los asuntos públicos y de la vida de las naciones, se presentan dos visiones encontradas: el voluntarismo y el determinismo. Por lo primero se alude a la disposición que tiene el actor político, casi siempre el líder, para definir lo que habrá de ocurrir. Para el voluntarista, todo es cuestión de describir lo que no ha funcionado y convocar a lo que se propone. La mala economía, la inseguridad o la corrupción se resuelven con la simple manifestación de voluntad; los problemas empiezan o se mantienen, por la falta de apoyo de “otros”, que pueden ser los contrapesos constitucionales, las leyes, la burocracia o incluso los empresarios o los trabajadores, que son vistos como ilegítima resistencia al cambio.

El determinismo, en cambio, es una especie de fatalismo pues asume que poco puede hacerse. Prácticamente todo está predefinido por fuerzas que exceden el control del gobierno o del aparato político, incluso del país. La globalización recurrentemente se ha planteado como razón de lo que ocurre en naciones como la nuestra. Bajo esta lógica, los estados nacionales se someten a las fuerzas económicas y renuncian a contener la exclusión implícita y el deterioro de la soberanía nacional.

El voluntarismo es la gran seducción de nuestros tiempos. El populismo y las dictaduras plantean que la solución a todos los problemas depende de la decisión de quien gobierna. En su extremo, lleva al rechazo de toda contención, desdeña la legalidad y cuestiona al Congreso y el escrutinio público que realizan los medios de comunicación.

Un ejercicio virtuoso del poder se asocia a conciliar los espacios de maniobra del gobierno o del régimen político, frente a un entorno de reglas, principios y contenciones que por igual se derivan del sistema democrático, que de factores externos. Siempre hay espacio para la voluntad de quien gobierna, pero en la medida en que se reconozcan las limitaciones y haya método para actuar con realismo y con claridad sobre los efectos a futuro de las decisiones públicas. El liderazgo no es un salto al vacío, tampoco la renuncia a actuar a partir de que es poco el margen de lo que puede hacerse. México estará ante este dilema al inicio del próximo gobierno. (Liébano Sáenz, Milenio, La 2, p.2)

Política Irremediable / Iberdrola nos conquistaba, pero ya se fue

El colonialismo fue el algún momento una realidad hecha de abusos, saqueos, exacciones y despiadada explotación de los pueblos colonizados. En nuestra condición, justamente, de nación conquistada por el invasor provenido de la Península Ibérica, podríamos entonces seguir reclamando eternamente reparaciones, solemnísimos actos de contrición protagonizados por los descendientes de los conquistadores y una interminable sucesión de recompensas para saciar la sed que provoca el victimismo galopante.

Y, pues eso, el régimen de doña 4T ha notificado al supremo monarca del Reino de España que debe conectarse directa y expeditamente con sus antepasados de Castilla y Aragón para redactar de manera conjunta un edicto en el que quede plasmado su amargo arrepentimiento de que las huestes de Hernán Cortés se hayan aliado a los pueblos sojuzgados por los bárbaros aztecas y consumado, a partir de ahí, la ocupación de México-Tenochtitlán. Y, bueno, ya en plan declaradamente práctico, el oficialismo ha emprendido igualmente una operación revanchista mucho más actualizada en la que las empresas españolas deben dejar de ser las malignas entidades que perpetúan el mentado colonialismo.

Somos una nación soberana, faltaría más, y a partir del orgullo patrio que se deriva de la consagración de Estados Unidos Mexicanos como una entidad que decide su propio destino sin rendirle cuentas a nadie, el hecho de que una empresa española pretenda producir energía limpia y barata en nuestro sacrosanto territorio es un grosero y ofensivo atentado a nuestra dignidad que, por ello mismo, debe ser combatido frontalmente.

La imperialista corporación que llegó a estas tierras con el avieso propósito de perpetuar el saqueo de aquellos españoles rapaces se llama, muy oportunamente, Iberdrola, y estuvo a punto de sufragar una multa absolutamente descomunal por haber celebrado, supuestamente, leoninos contratos con el Gobierno del satanizado Felipe Calderón.

Las cosas se arreglaron, por fortuna para las partes involucradas, e Iberdrola se marcha de este país luego de haber celebrado un acuerdo, muy provechoso, en el que le cede a CFE el 80 por cien de sus operaciones a cambio de un pago tan sustancioso como, suponemos, lesivo para quienes pagamos impuestos en este país.

Y así, la “soberanía energética” está asegurada luego de la compra –no “nacionalización”, con el perdón de ustedes— de las plantas productoras de los españoles. El gran tema, más allá de confundir la posible majestad de una nación con el hecho de que se oponga a las inversiones extranjeras productivas, es saber si la industria eléctrica presuntamente nacionalizada va a poder proveer la energía que necesita México, con todo y su sector industrial.

Ser soberanos es ser eficientes. Y, capaces… (Román Revueltas Retes, Milenio, Política, p.7)

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AMLO: ¿Que viva México?

Mi querido amigo Eduardo Caccia, articulista de Reforma, experto en códigos culturales, colega en el GRECU, coautor de ¡Es la reforma cultural, Presidente! escuchó la crítica de un alumno. Daba un curso en el marco de un diplomado para emprendedores culturales en Oaxaca. El señalamiento era en contra de Alfredo Harp y su labor por la cultura en el estado.

Mi tocayo le respondió con una pregunta: ¿sin lo que ha hecho Harp por Oaxaca la ciudad y su patrimonio serían lo mismo? El gestor cultural con anhelos empresariales tuvo que matizar y reconocer el empeño del empresario, su esposa Isabel Grañén Porrúa y montones de gente que se han sumado a sus tareas a favor la cultura oaxaqueña.

De estas historias hay muchas en el país. De intervenciones creativas que, sin ellas la cultura mexicana no sería lo potente que es. Lo que venimos experimentando en la escena pública a partir de la entrada en pantalla de la reciente película de Luis Estrada ¡Que viva México! va en este sentido.

¿El cine nacional sería lo mismo sin las distintas producciones de Estrada? No. El director, productor y guionista tiene su lugar ganado. Cuentan para ello los criterios que ha fijado la crítica especializada y quienes se dedican al estudio del fenómeno fílmico mexicano, más el público que ha seguido su trayectoria.

Sus producciones durante la “etapa neoliberal”, como las de toda la cultura mexicana anterior a diciembre de 2018, fueron vistas con códigos políticos de un sistema que, en efecto, ahora se torna diferente.

A este cambio de mirada se suma de manera crucial, mucho más que la llamada 4T, los ajustes de los códigos culturales emanados del cambio tecnológico, de las necesidades sociales y de la pandemia del coronavirus.

El discurso fílmico nacional del siglo XXI así lo señala. No son sólo quienes se fueron a las entrañas de la industria audiovisual, a los cuales, por cierto, el presidente no les ha dedicado la atención que en estos días le dio al filme ¡Que viva México!

El tsunami de acontecimientos como su conversión en contenidos, en unos cuantos años, ha ocasionado un viraje tanto en quienes se dedican a hacer cine y documental para cualquier plataforma como en las audiencias.

El audiovisual mexicano tiene numerosas vertientes, no pocas de ellas de enorme calado crítico antes de la 4T y en tiempos de la cuatroté. Al mandatario le han pasado inadvertidos documentales, largometrajes, series y una cuantiosa producción cultural que, si quisiera, podría dedicarles varias intervenciones en las “mañaneras”.

En este contexto de ebullición creativa como crítica que distintos protagonistas de la cultura nacional sostienen por razones históricas, como hoy en día por coyunturas, la película de Luis Estrada corresponde a la dinámica de un hacedor con el legítimo derecho de hacer lo que guste.

Podrá o no satisfacer lo que se ve en la pantalla, así le irá con chairos y fifís, con los dineros ganados o perdidos, con el conteo de asistentes y con quienes esmeradamente hacen la crítica.

Otra cosa es pronunciarse con el propósito de orientar una conducta social al convertir el derecho cultural del consumo en un sujeto ideológico. Al hacerlo, el presidente López Obrador ha inscrito sus vituperios en la larga lista de modalidades de censura que acumula el Estado en el ámbito cinematográfico.

No era para tanto, presidente. Si para cuando aparezcan estas líneas se animó a ver ¡Que viva México! quizá haya descubierto tan sólo una arista más, muy pequeña, por cierto, de lo que su figura provoca en la cinta. Debería sentirse complacido de que haya cine mexicano de muchas cepas. Y deje que la gente lo valore o rechace con libertad lo que sus creadores producen. (Eduardo Cruz Vázquez, El Sol de México, Análisis, p.13)

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Frentes Políticos

La sombra de la duda. La trágica muerte de Antonio Tarín García, exfuncionario del gobierno de César Duarte, exgobernador de Chihuahua, pone de manifiesto la podredumbre que rodea a la política. Inmerso en acusaciones de desvío de recursos y peculado, su abrupto final deja un amargo sabor de boca y un sinfín de preguntas sin respuestas. ¿Cuántos más como él permanecen impunes? ¿Hasta dónde llega la corrupción en las esferas de poder? La política debería ser un ámbito de servicio público. Es hora de que la ciudadanía exija transparencia y responsabilidad a sus líderes. Basta ya de tolerar este panorama en donde la corrupción juega el papel principal. ¿Qué hay detrás de una determinación así?

Ciudad Mazapán. Si la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, no puede, quizás la gobernadora Marina del Pilar Ávila tenga mejores soluciones contra la corrupción. El colapso de dos edificios en La Sierra, Tijuana, evidencia la negligencia que ha permitido un crecimiento desbordado y riesgos ignorados. La burla en redes sociales hacia la alcaldesa Lady Mazapán y los hashtags #SoyMazapeño y #CiudadMazapán reflejan la indignación ciudadana. ¿Hasta cuándo aplicarán la ley y exigirán estudios de mecánica de suelos y cimentación adecuada, en lugar de permitir construcciones irresponsables? Tijuana merece un futuro más sólido, no autoridades que se desmoronen con las primeras lluvias de la temporada.

Di no a los rumores. Claudia Sheinbaum,  jefa de Gobierno de la Ciudad de México, llama a no especular sobre el incendio en el sector de envases vacíos de la Central de Abasto, en Iztapalapa. En un mundo donde las fake news se propagan velozmente, es fundamental no dejarse llevar por teorías infundadas. Sheinbaum asegura que no hay reportes de extorsiones y resalta la disminución de delitos en la zona. La ciudadanía necesita información precisa, no rumores sin fundamento. Esperemos los resultados de la investigación y confiemos en los datos verídicos. Sembrar sospechas en tiempos de elecciones es lo común, pero también políticamente incorrecto. Esperemos el reporte oficial. Y evitemos que se repita.

A toda velocidad. Mario Delgado, líder nacional de Morena, moviliza a 50 mil defensores del proyecto gubernamental en la CDMX. Afirma que no pueden confiarse y deben mantener la vocación de izquierda que caracteriza a la capital. Con la formación de Comités de Defensa de la Cuarta Transformación busca impulsar “un gran ejército” para continuar el proceso de cambio. Sin embargo, advierte que no basta con la organización actual y pide a los activistas recorrer colonias para sumar nuevos defensores. En tiempos de competencia política, Morena acelera a fondo, pero sólo el tiempo dirá si este esfuerzo vale la pena. Si algo le sale bien al señor es movilizar a la base. Que tenga éxito o no, eso ya es otra historia…

Como agua en las manos. La Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX, dirigida por Marina Robles, insta a los capitalinos a cuidar el agua en vísperas del Sábado de Gloria, cuando muchos suelen desperdiciarla en celebraciones callejeras. La Sedema recuerda que el despilfarro de agua puede acarrear sanciones, desde horas de trabajo comunitario hasta arrestos. Además, brindan recomendaciones para cuidar este recurso, especialmente en tiempos de sequía y cambio climático. No dejemos que el agua se nos escape entre los dedos, recordemos su valor y protejamos nuestro futuro. ¡A cuidar el agua, no a jugar con ella! Mostremos la pizca de civismo que aprendimos en la escuela. (Excélsior, Nacional, p.5)

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