Para las elecciones del 6 de junio, Macario Schettino, en El Financiero, plantea posibles escenarios: uno deseable, otro posible y otro indeseable: el peronista, recordando al ex mandatario argentino quien, a mitad de su periodo legal, pide al pueblo con éxito que lo deje por más tiempo en la presidencia, con los resultados que ya todos conocemos……
A CASI diez días de las elecciones, hemos entrado en una especie de letargo, si no es que aburrimiento y hartazgo de parte del electorado, donde las campañas de los aspirantes a cargos de elección popular ya no tienen interés en los posibles votantes. Quizá la gente ya tomó su decisión y espera paciente que llegue el domingo seis de junio para emitir su sufragio. Quizá, tanta guerra sucia, tantas ganas de los candidatos de hacer ver mal a los contrarios, en lugar de hacerse ver bien ellos mismos, cansaron al respetable público. El hecho es que tenemos varios días en que las campañas han dejado de ser interesantes para la agenda pública, aparte de que, quien dicta la agenda es el Presidente desde las mañaneras…
LA SITUACIÓN del país es pendular, nos desplazamos con rapidez de un lado a otro tanto en lo económico, como en lo social, como en lo político y hasta en el tema de la salud pública, pues ya llegó a México la tercera ola del Covid, con un repunte en la pandemia que a todos asusta, sobre todo porque vamos lento en la vacunación de toda la población mexicana, apenas llevamos la mitad de los mexicanos susceptibles de infectarse, todavía lejos de lo que llaman la “inmunidad de rebaño”. Vivimos una depresión económica que indica que faltan dos años para regresar a como estábamos hace dos años y parece que los apoyos sociales a los más “jodidos” no están funcionando, vamos, ni en lo electoral…
ASÍ LLEGAMOS a las elecciones llamadas “intermedias” es decir, las que ocurren a la mitad de un sexenio presidencial. Históricamente, ningún presidente ha llegado con una mala popularidad a mitad de su periodo, salvo Enrique Peña Nieto. Es decir, todos, menos Peña, si hubiera posibilidad, se hubieran reelegido. Pero todos, salvo Peña, han perdido las elecciones intermedias, es decir, siempre pierde el partido que está en el poder y entonces surge la pregunta, ¿pasará lo mismo con Andrés Manuel López Obrador y Morena?…
DE ACUERDO a las últimas mediciones, AMLO sigue con una popularidad y aprobación mayoritaria, pero no así su partido Morena, que, de continuar a la baja, quizá no alcance la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y quizá no gane todas las gubernaturas que hace apenas unos meses las tenía en la bolsa y se podrían presentar escenarios inéditos. Macario Schettino, ingeniero químico que escribe en El Financiero, plantea posibles escenarios: uno deseable, otro posible y otro indeseable…
EN UN PRIMER escenario, dice Macario, AMLO entiende que no va a ganar, radicaliza su postura antes de las elecciones y si pierde la mayoría en la Cámara, intentará entre junio y septiembre, que cambia la legislatura, hacer todas las transformaciones de una vez, mientras intenta judicializar los procesos para cancelar en lo posible, en los tribunales, los resultados electorales…
UN SEGUNDO escenario señala que la intromisión ilegal del mandatario en los procesos electorales tiene frutos y obtiene la mayoría simple, donde ya no puede modificar la Constitución, pero si intentar hacerlo con las leyes con apoyo del poder judicial, que parece tiene ya en la bolsa y mediante estos procesos, intentar “reelegirse” sea mediante el ejercicio de “referéndum” en marzo venidero o incluso bajo su muy particular consulta popular a “mano alzada”…
Y EL TERCERO, es que Andrés Manuel logra ganar la mayoría calificada y entonces, según Schettino, “se acabó el juego” y se presenta un cuarto escenario: el peronista, recordando al ex mandatario argentino quien, a mitad de su periodo legal, pide al pueblo con éxito que lo deje por más tiempo en la presidencia, con los resultados que ya todos conocemos…
EL COLUMNISTA de El Financiero, estemos de acuerdo o no con sus escenarios, dice algo que queremos rescatar para este tiempo electoral que se avecina. Él señala que lo único cierto que tenemos en estos momentos es que todo es incierto. Prevalece la incertidumbre. Nadie sabe a ciencia cierta lo que va a pasar; y, por tanto, todo puede ocurrir. Y eso, a muchos nos lleva al estrés, a la depresión y al miedo, y éste último, el miedo, es el que nos hace hacer cosas de las que luego nos arrepentimos. Schettino propone que abracemos la incertidumbre, que entendamos que todo, lo bueno y lo malo, se acaba y la diferencia no estriba en los momentos que nos tocó vivir, sino la actitud que tomemos frente a ellos…
ASÍ QUE, lejos de deprimirse, de sentir miedo, de asustarse porque no sabe qué es lo que va a pasar, por lo pronto tome su propia decisión de acudir a las urnas este domingo seis de junio. Quizá su voto y el de los suyos, marque la diferencia…
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